Mi primer beso negro

Esta es una historia cursi.

Mi novia es de una familia muy conservadora, ella es la menor. Tiene 22 años y unas piernas largas que sostienen un gran trasero, realmente el trasero mas grande que haya sostenido en mis manos. Según su familia, su abuela era una indígena del Amazonas, de ahi explican estas espectaculares partes de su cuerpo, piernas y trasero de Diosa. Sus senos, son como dos naranjas bien maduras, que satisfacen por completo mis grandes manos, sus hombros son pequeños y frágiles, se me para con tan solo verlos y es mi fantasía correrme en ellos. Como habrán imaginado, su piel es color canela, y sus pezones tan sensibles que al lamerlos, puedo sentir como se erizan bajo mi lengua.

Nos dimos una escapada de la ciudad y acudimos a un balneario natural, en el que hubo roces y cachondeo, sin embargo, disfrutamos el día sabiendo que a la noche, en el hotel estaríamos mas activos que en el parque. Yo tenia un plan en mente, pero no se lo diría hasta estar en la regadera.

Como mencioné, su familia es conservadora y ella ha resultado ser un tanto mojigata, sin embargo, esto lo hace mas atractiva, puesto que al calentarla bien, se ha vuelto la mejor amante que he tenido en mi puta vida.

Llegamos a un hotel en el centro de un pueblo del estado de Hidalgo. El plan era que lo primero que haríamos sería bañarnos, ella se había puesto un conjunto de ropa interior muy llamativo, y antes de eso le pedí que modelara para mi, poniéndose en 4 y levantando ese culo para mi. Ya comenzaba a salivar. Ni mis manos tan grandes pueden cubrir la mitad de cada una de sus nalgas. teniéndola asi, le meti la mano porr debajo de la panti y la puse entre sus nalgas. Sintiendo por debajo de mi palma, esa linea de separación por donde mi lengua correría en unos minutos, besé sus piernas y sus pies.

-Vamos a bañarnos pues.- le dije.

Al entrar al baño, se quitó las panties rápidamente y el sostén de espaldas a mi. Viendo un poco de costado, pude ver su pezón excitado. Como mencioné, ella es algo mojigata, pero basta que le ponga la mano encima para desatar a una mujer insaciable que grita que le de duro.

Entré con ella a la regadera, la abracé desde atrás y acaricié con el jabón sus pechos, ella de ves en cuando se giraba y me besaba mientras tallaba su cabello, mi pene bien parado quedó entre sus nalgas, y en un momento las apreté y me moví de arriba a abajo, usándola para darme placer, ella se giró y comenzó a masturbarme, hora de contarle.

-Quiero hacer algo desde hace mucho y creo que este es el momento para hacerlo- Le dije- Ella me miró mientras su mano buscaba el jabón y comenzaba a acariciar mi pecho, una de sus manos se fué a su pezón y mi boca se fue al otro.

Después de unos segundos de lamer ese botón que transforma a mi novia le dije:

-Quiero lamer tu ano.

Ella se detuvo un momento y me miró, tal y como yo esperaba que reaccionara.

-Primero hay que terminar de bañarnos.- Me dijo ella, y yo asentí. Mi boca comenzó a salivar.

Sospecho que ella también lo deseaba, puesto que a partir de ese momento nos bañamos sin interrupción, yo solo miraba el agua correr por ese trasero que tiene, salivando.

Después del baño mas largo de mi vida, finalmente me dijo "ya".

-¿Aquí?
-Si
-¿Cómo me pongo?
-Solo agáchate y dame tu culo. Cierra los ojos si quieres.

Se recargó contra la pared a la vez que yo me arrodillaba ante el trasero de mi diosa. ¡Que cuadro!, su cuerpo desnudo de espaldas, sus hombros tan delgados, su espalda y cintura finas que se transforman de repente en ese graaan trasero, sus brazos pegados a la pared, su cabello mojado cayendo y ella sin voltear, dispuesta a disfrutar. Si fuera un robot, me habría bloqueado en al desicion de meterselo y apretarle las tetas desde atras o lo que estaba a punto de hacer. Pero en ese momento, yo solo quería besar la unica parte de su cuerpo que me faltaba.

Acerqué mi cara y abrí esas nalgas gigantes para rebelar ese tesoro pequeñito que me envcanta acariciar cuando la tengo sobre mi y se moja con sus fluidos. Meti mi cara y saqué mi lengua, acariciando por los lados, ella emitió un pequeño gemido, pero su culo es tan grande, que no llegaba mi lengua a donde queria, asi que le pedí que se agachara mas. La vi deslizarse por la pared mojada, levantando aun mas ese trasero al que le he dedicado tanto semen. Abrió sus piernas y puso una de sus manos al filo de la linea de enmedio.

-Yo puedo.- le dije, mientas besaba sus dedos.

Abrí de nuevo su trasero y entré. Finalmente, mi lengua sintió un pequeño agujero en su punta y comencé a hacer círculos alrededor, mis ojos veían su piel abriéndose a los lados, mis manos apretaban esas carnes, mi pene se lubricaba y mi lengua se regocijaba dando círculos. Su piel bajo mi lengua no se sentía arrugada como esperaba, era mas lisa que cualquier otra, quizás por la humedad que había o que se yo. Yo estaba muy caliente. Me separé para preguntarle si todo estaba bien. Y me dijo que si.

-Si siento algo, como cosquillas y placer.- me dijo y levantó aun mas su trasero.

A la ves que regresaba a meter mi cabeza en ese paraíso, observé como recargaba su cabeza en uno de sus brazos y llevaba su otra mano a su coñito. Lamí con mas intensidad, presionando mas, sintiendo en mi barbilla el movimiento de la parte baja de su cuerpo, favorecido por su propia masturbación.

De pronto sonó un celular y tuvimos que parar. Ella se agachó para besarme y me dijo:

-Hay que volver a hacerlo.

Mi pene estaba palpitando y por su pierna corría líquido semitransparente.

-Vamos a secarnos para que no me lastimes al hacerlo.

Me levanté y la vi ponerse la toalla, ella sabe que me gusta beber su líquido, así que se volteó, me beso en los labios y luego llevó su dedo a mi boca.

Y ahi estaba, mi novia amada, a la que por fin he besado por completo.

En unos minutos le estaría dando al borde de la cama, pero es otra historia...

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