El segundo incesto un regreso edipico

Tuve una extraña relación con mi madre. Después de que ella y mi padre se divorciaron ella se convirtió en menos inhibidos a mi alrededor. Tal vez porque pensaba que era un adulto que no me importaba verla desnuda, pero no lo hice. Ella solía caminar después de la ducha sin nada de ropa, y ella era muy juguetona a mí alrededor. Ella me guiña un ojo o simplemente se me muestra desnuda sin ninguna razón. Le encantaba mostrarme su cuerpo a mí y a mí me encanta verlo, aun así yo sabía que no era una cosa normal. Pero, ¿quién era yo para coger tremenda hembra como era mi madre? Cierta vez empezó a hablar de cuestiones sexuales conmigo. Y eso no significaba que me estaba preguntando si yo estaba teniendo sexo o darme el discurso protección. Ella me preguntó con qué frecuencia me masturbaba y dijo con qué frecuencia lo hizo. Tenía un cuerpo deseable. Empecé a desear ser su concha. Sabía que era anormal para un hombre que se siente atraída sexualmente a su madre, pero yo estaba deseándola a ella y no sentía nada pecaminoso. Ella estaba caminando desnuda y se la apoye accidentalmente contra ella. No fue sorpresa que mantuviera sus caderas firmes contra mi pija hasta sentir que me ponía al palo. A ella le encantó, pero yo tenía miedo de ir más allá. Hasta que finalmente, después de andar con dudas no pude hacer otra cosa que ir descaradamente preguntándole pavadas para darle el sabor de su propia medicina. Así que después me di una ducha salí del baño desnudo. Miré hacia el sofá donde mamá se sentó desnuda. Di un paseo fuera del baño a la cocina tratando de ser un tipo pillo, pero la emoción me dio una semi-erección. Mi madre se sorprendió, pero trató de ocultarlo. Ella no dijo nada, pero sus ojos estaban pegados, y me refiero pegado, a mi chota. Me serví un vaso de jugo, y mamá se levantó y camino hacia mí. Sabiendo que estaba casi a mi lado me volví así que mi pija tocó sus nalgas. Ella se detuvo, y me tomó una respiración profunda y me apretó mi choto contra ella. Yo estaba muy duro ahora, casi podía puertear su culo. Ella no se movió, y me tomó los pechos con las manos. "¿Debemos?" -preguntó ella. "Me ha estado tomando el pelo durante semanas", le dije. "Sé que lo queres. Y yo también lo quiero. Así que vamos sólo hagámoslo." Mamá se volvió y agarró mi pija. Palpitaba en su mano, y me empezó a pajear. Ella se puso de rodillas y empezó a chupármela. Tuve que mantener mis rodillas para que no se doblen de como mi mamá me estaba chupando. Se sentía tan bien. Agarré la cabeza y comencé guiándola dentro y fuera de mi pija obligándola a su más pura garganta profunda. Ella gimió mientras yo acariciaba sus tetas, hasta que no pude soportarlo más y acabe, me gruñó fuertemente. Mamá sabía que iba a hacer eso. Ella sacó de la boca y tiro mi semen por toda sus tetas chorreando de su boca. Después de que había terminado, ella me siguió chupando, mientras con las palmas de su mano esparcía mi semen en su rostro. “Quiero que me la pongas", mamá me dijo. Obedecí y la apoyé en la mesa. Ella abrió las piernas mostrándome su cajeta. Guie mi pija a su apretada cajeta mojada y deslicé la punta en ella. Ella inclinó la cabeza hacia atrás y suspiró cuando extendí su apretada concha con mi pija y lentamente le llenaba el espacio ella tremolaba. Después de que me enterré todo en su concha gimió y acarició mi pecho loca como una puta. Agarré sus tetas y comencé a cogerla. Sus gemidos y chillidos fueron descontrolados y ferales, estaba ante una salvaje hembra en celo. En poco tiempo acabo bestialmente acariciando mi bicho. Estaba frustrado por lo rápido que ella se fue pero mi mamá se limitó a sonreír. "No te detengas acaba dentro de mí", dijo ella, agarrando mis bolas. Gruñí y cerré los ojos con fuerza y otra vez acabe pero largue mi semen dentro de ella. Aplasté mi cuerpo contra el suyo mientras disparaba el chorro de leche en ella. Me abrazó suavemente cuando llegué, y se sentía como ella llego dos veces más que antes. Después de todo había terminado yo estaba agotado. Tiré de ella y ella me dijo que me acueste. Fuimos hasta el sofá y ella se puso encima de mí, mientras mi leche salía de su argolla. De alguna manera yo todavía estaba duro y durante los siguientes cinco minutos me franeleo así con sus labios vaginales. Ella se fue tres veces más y se revelo como multiorgasmica, y en su último orgasmo fue tan bestial que sentí que me podía ir yo también. Esta vez mamá sacó su concha de mí y me masturbaba sobre su estómago. Era muy sexy, y ella parecía que le encantaba. Los dos estábamos cansados y nos relajamos por un tiempo. Mamá me deja tocarla por todas partes, y yo explorado su vagina y acariciaba sus tetas hasta que estaba satisfecha con su cuerpo. Durante el próximo par de horas mamá pudo llenar una vez más su concha con mi leche. Estamos jodidos ya ninguno de los dos soportaba a sus genitales de hinchados y ardidos. Mi leche había terminado ella; en su cara, en el estómago, por todos lados. Mi pija esta colorada y sensible que ni quiero que me la toque.

4 comentarios - El segundo incesto un regreso edipico

AlejandroMillo14
Espectacular historia...mas alla del morbo de cogerte a tu mamá ( q supuestamente está buena )...lo q mas me calentó es que te haya pedido que le acabes adentro, eso fue mortal !!!
perchacubo
esa es la idea de la historia, gracias
RenzoWib
Mas alla del morbo de coger a la vieja, me gusto la forma en que esta narrada la historia!

El segundo incesto un regreso edipico
perchacubo +1
a veces se logra otras no y cuando uno escribe deja de ser algo que sea bueno o malo para uno depende del lector gracias nuevamente
RenzoWib
@perchacubo 👍 😉