Historia real (capítulo 4)

Debo reconocer que esperaba ansioso el llamado prometido. Algo le rondaba la cabeza y así como estaban las cosas era seguro que no sería ir a ver una peli.

Alrededor de las 3 de la tarde yo estaba trabajando en mi oficina cuando sonó el teléfono.

- Hola ?

- Bombón.
Era algo típico de ella: por teléfono o en el portero eléctrico a veces descerrajaba solo una palabra, fuera de las convenciones sociales como cuando pasé a buscarla por su casa por primera vez y cuando toqué timbre solo dijo ''Bajo''...nada de ''quién es ?'' ''hola'' o esas cosas habituales.

- Hola linda, cómo estás ?

- Ahora que escucho tu voz...mejor. Hoy no fui a trabajar.

- Que pasó ?

- Nada. Dije que no me sentía bien pero en realidad quería dormir y tomarme el día.

- Me parece muy bien.

- Fui a la peluquería, me depilé... y me hice las uñas. Ahora voy a preparame para salir ... voy a verme con alguien.

- ¿¿ Con quién ??
Pregunté entre sorprendido y tontamente celoso.

- Con vos.
A veces un pequeño hecho, algo que te dicen o una idea cualquiera que se te cruza hace que todo lo que sucederá a raíz de eso pase en una fracción de segundo como una película completa por tu cabeza. No sé si soy claro ...

- Nnnnno ...me encantaría pero ....nnnno puedo salgo en 15' a una reunión.

- Desde la primera vez que te ví en tu oficina tuve ésta fantasía, me persiguió y terminé tocándome más de una vez.

Increíble. Solo llevábamos 2 minutos hablando por teléfono y yo estaba casi al palo.

- Perrrrra.... me encantaría pero....tengo que salir a una reunión !!

- Me depilé to-da ....y no sabés cómo voy a vestirme para vos ...lo único que te cuento es que me puse los tacos mas altos que tengo ...

La puerta de mi oficina estaba frente al escritorio y el resto de esa ''pared'' era de madera hasta 1,5 m de altura, desde ahí hasta el techo había vidrio con una persiana americana que estaba siempre levantada excepto en algunas ocasiones en las cuáles por un motivo u otro así lo prefería yo. A los costados paredes de verdad y atrás un ventanal a la calle también con persiana americana.

- En serio...lo organizamos para mañana ...hoy no puedo ...

- Organizado no tiene gracia ni me calienta. En un rato salgo para allá.
Y cortó.

Así era Amanda, podía entregarse por completo, ser sumisa y decir ''haceme lo que quieras'' o transformarse sin escalas en una perra determinada a quién no le importaba nada cuando de satisfacer el instinto se trataba. Los dos disfrutábamos de intercambiar roles de gato y ratón. Era una criatura adorable cuando entraba en esa frecuencia. Cualquiera que la viera haciendo las compras en remera en el chino de la esquina jamás podría imaginar que detrás de esas zapatillas y jogging se escondía una máquina sexual perfecta.
''Viene para acá'' pensé. Y ahora ?? Tuve que pensar una excusa válida para cancelar la reunión apenas una hora antes, no fue fácil y me trajo complicaciones serias.
En el piso había más de 20 personas, había otros gerentes en las oficinas laterales y era habitual que me vinieran a ver para firmas o consultas ...y ahora ??
Me aseguré que nadie me viera y lo primero que hice fue bajar la persiana americana del frente, no podía hacerlo después que ella entrara.
Estaba tan caliente como nervioso, el sexo conmigo la descontrolaba y todo podía terminar en un escándalo para mi.
Un tanto confundido me senté a esperar como un bobo, expectante, cuando me di cuenta que entre que se preparaba y llegaba iba a pasar un rato.
''Calmate, relajate'' pensé y me preparé un café.

Al rato sonó mi interno, era Mariana, la recepcionista.

- Está Amanda T. para verte.
La conocía y como el resto de las mujeres de la oficina, la odiaba, se ponían celosas. Vestida elegante como habitualmente lo estaba era una mujer imponente que alteraba a los tipos.

- Si ok. Hacela pasar, por favor.

Y apareció ella, con su cabello recogido y una carpeta para disimular.
Tenía puesto un ajustado saquito oscuro, una pollera clara y suelta hasta las rodillas y esos tacos altísimos que tanto nos gustaban y calentaban. A veces le pedía que solo camine desnuda y con tacos para mi.

No dijo ni una palabra, solo me miró.

- Adelante !
Dije entre careta y nervioso mientras iba a su encuentro con la mano extendida para saludarla.
Ahí me dí cuenta que tenía que cerrar la puerta y eso no era muy habitual en mí. Tengo que confesarlo: estaba arrugando. Yo tenía mucho que perder.

Plantada ahí, miró la ventana levantada de atrás como diciendo ''la dejás así ?''
De un salto la alcancé y la bajé.
Estaba claro que ella sabía exactamente qué quería hacer conmigo , me la imaginé en su casa mientras se preparaba pensando en eso. Perra.
Yo iba a decir algo cuando me tapó la boca, cruzó el índice sobre sus labios exigiendo silencio mientras abría un poco más sus ojos. La hija de puta se transformaba.

Agarró mi corbata como una correa y me llevó hasta el escritorio, se sentó en mi lugar y dijo:

- Arrollidate y desabrochame el saquito.
Ahí brotó mi primer gota de sudor.
Dirigí mi mirada hacia la puerta, la persiana ...afuera la oficina seguía con su ritmo habitual. Y fui desabrochando cada uno de los botones hasta dejar libres esos pechos magníficos. Amagué a decir algo me tapó la boca y otra vez cruzó su índice sobre sus labios e hizo un gesto como diciendo ''hoy las cosas son así''.
Me agarro la cabeza desde atrás y dirigió mi cara hacia sus pechos los cuales besé, mamé, mordí y lamí con infinito placer ...se me hacía agua la boca... Se acercó a mi oído y suave, bajito, casi un susurro me dedicó un ''aaahhhh cómo me ponés la puta que te parió''
Quise agarrarla pero me paró en seco recordándome que ella estaba a cargo y yo era el juguete.
Se reclinó en el sillón, abrió sus piernas y me dijo:

- Levantá lentamente la pollera ...

No habían pasado ni 5' desde su llegada pero yo estaba alucinado, excitado y con terrible bulto allá abajo pero al mismo tiempo empapado de miedo, el combo era perturbador. Intenté girar mi cabeza para ver cómo iba todo allá afuera cuando otra vez me paró en seco con un gesto exigiendo que siga con ella. Obedecí. Fui subiendo la pollera hasta que descubrí su pubis totalmente depilado y los finos labios ya mojados con ese néctar inconfundible.

- Mirá cómo me pones ...puto...
Y abrió aún más sus piernas y luego separó con los dedos ese infierno que tenía entre sus piernas y me lo exhibió orgullosa.

- Mirala ...sí mirala .. sabés que me calienta mostrártela así chorreando ..

Comenzó a tocarse, a meterse algún dedo ...y al sacarlo me lo ofreció para que lo chupe, así un par de veces más.

¡¡ Riiiiing riiiiing !!
Eso fue lo más cercano a un infarto que experimenté en mi vida, arrodillado como estaba frente a ella, con la respiración alterada traté de componerme y atendí.

- Si ?

- Antes de irme necesito ver con vos el tema de Philips. la cuenta corriente se fué a la mierda.
Era Tomás F., el gerente administrativo.

- Estoy en una reunión, te veo cuando termine.
Debo haber sonado muy raro.

- Todo bien?
Preguntó extrañado.

- Si si ...después lo vemos.
Y colgué.

En ésos 30 segundos ella siguió tocándose, a la muy puta no se le movía un pelo, estaba disfrutando su fantasía con impunidad, no le importaba nada.
Me miró y me dijo:

- Quiero que te prendas de mi clítoris con tu boca mientras me acaricias donde vos sabés ...

Era una de sus favoritas: que se la chupe mientras le metía un dedo para masajearle ése botón rugoso ubicado en la pared superior, la continuación interna del clítoris.
Y ahí fuí, me prendí como sopapita de su clítoris masajeando su punto G con un dedo ... jadeaba y gemía bajito, controlar la ponía más y más caliente...se fue mojando como nunca, me apretó entre sus piernas, me agarró de los pelos ... se estaba chorreando de una manera inusual y en la cumbre del placer, mientras exhalaba un apretado ''ahhhh ahhhh ahhhh tomaaaaaá tomaaaaá'' soltó un chorro viscoso en mi boca, en mi mano, en mi cara, mojó toda su entrepierna, su culito, el sillón y dejó un charquito en el piso ... fué su primer squirt.

- Qué me haces ?? Por Dios ...qué me haces que me pongo así ??

Nunca me había pasado con ella, quedé petrificado, chorreado y con la pija descontrolada aún guardada. Agarro mi mano mojada y comenzó a metérsela en su boca, le pasó la lengua y la chupó hasta que quedó limpia. Sentada como estaba, me agarró de los brazos para que me pare y me acomodó contra el escritorio:
Bajó mi cierre, metió la mano y sacó mi pija. La lamió un poco, la chupo y comenzó a tragársela toda y sacarla en un ida y vuelta infernal, se la metía hasta el fondo y la sacaba en continuado sin dejar de mirarme a los ojos ni un segundo ......la agarré de los pelos y acabé en su boca en silencio pero bufando como una bestia acorralada.
Con su lengua limpió hasta la última gota, la guardó y subió el cierre. Se acomodó la ropa, me dió un piquito.
Y se fué.

Quedé conmocionado. Limpié los recuerdos que había derramado, fui al baño a lavarme la cara y volver a la normalidad. Estaba medio desencajado.
Luego pasé a ver a Tomás.

- Te pasa algo ?

- Por ?

- Tenés una cara medio rara ...

- Nnnno ...qué se yo ...debo necesitar vacaciones.

Cerca de las 18.30 estaba acomodando el escritorio y apagando al compu para irme a casa cuando sonó mi teléfono.

- Hola ?

- Te gustó ?

- Claro que me gustó.

- A mi me mató, jamás había acabado así ....

- Si ...me encantó ....

- Ahora te toca a vos....andá pensando qué querés ...


Ya no quedaba nadie en la oficina y ahí estaba yo, maquinando....cuando me acordé de Paula.

3 comentarios - Historia real (capítulo 4)

Bichi37
Ya cuando te dicen "- Perrrrra.... "...están entregados. 😉