La consumación de mis sueños

Hola amigos/as este relato es una de mis mas anheladas fantasías y espero que disfruten al leerla.
Yo estudio en una Universidad, en esa Universidad he tenido la oportunidad de hacer muchos amigos, a los cuales estimo y quiero mucho y entre esos amigos (mejor dicho amigas) esta Carolina, ¡Es de verdad una preciosura de mujer! No es muy alta, blanca, rellenita, de pelo largo y moreno, ojos color café claro, piernas suaves, labios muy apetecibles, cachetes tiernos, unos pechos bastante grandes y jugosos y un trasero redondito y paradito. ¡Es realmente la mujer de mis sueños!

Yo ya llevo un tiempo en la Universidad, estoy en mi 3er Semestre y somos todos unos buenos compañeros, desde que conocí a Carolina siempre pensé que le caía mal pero cuando tome valor y empecé a hablarle nos hicimos buenos amigos, formábamos equipo siempre en los trabajos, conversábamos casi de cualquier cosa que se nos ocurriera hablar (menos sexo), ella siempre ha sido una buena estudiante, de altas notas y dedicada a sus trabajos, cosa que admiro mucho de ella.

Tiene un novio, un mastodonte que me deja en su sombra, es un buen tipo pero envidio con creces su suerte, ellos se quieren mucho y cada vez que los veía besarse o abrazarse sentía una mezcla de incomodidad y celos en mi ser, pero yo sabía que no había mal que dure mil años ni cuerpo que lo resistiese, sabía que esa relación algún día acabaría, no metería cizaña, solo esperaría pacientemente a que ese día llegase.
Paso el tiempo, las cosas seguían normal, pero nuestra relación mejoraba, nos hacíamos más cercanos y nos teníamos más confianza, tanta que un día me pregunto lo siguiente:

Carolina: ¡Oye Ivan!

Yo: ¡Dime Caro!

Carolina: ¿Tú crees que soy sexy?

Yo: … Bueno… Si… Eres bastante linda.

Carolina: Ummm… ¿Y tú crees que soy celosa?

Yo: ¡Eso si que no! No creo que seas así, ¿A que vienen las preguntas?

Carolina: Es que Bastian (Así se llamaba el novio) dice que soy muy celosa y que no lo dejo hablar con sus otras amigas, es que pienso que una de ellas se tiene algo entre manos, y lo otro es que el no me dice nada lindo desde hace rato, creo que es porque estoy algo gorda, ¿Tú crees eso?

Yo: Bueno es que si el te quisiera como tú eres no pasaría eso, a la gente hay que aceptarla sea como sea.

Carolina: ¡Aww! ¡Iván! , ¡Eres tan dulce! ¡Gracias por ser mi amigo!

Luego me da un beso de piquito en la boca, yo alucine con ese micro beso y me sentí genial.

Yo: ¡Wow! No me lo agradezcas, es un placer ser tu amigo.

Carolina: Igual gracias, oye ya es casi hora de entrar a clases, mejor vámonos.

Después de clases debía encaminarme a casa pero antes de salir Caro se me acerco y me dijo:

Caro: ¡Hey Ivan! ¿Quieres ir a la fiesta de Alejandro este viernes?

Yo: No lo sé… Hay muchos trabajos pendientes y lo sabes, de hecho tenemos pendiente el trabajo de derecho que… (Me interrumpe)

Caro: ¡Si eres aburrido! ¡Vamos! ¡No tengo a nadie con quien ir!

Se me prendió un bombillo en la mente después de oír esas palabras.

Yo: ¿Y Bastian?

Caro: ¿Podemos caminar juntos?… Tengo que comentarte algo…

Empezamos a caminar hacia mi parada de autobús mientras me contaba, con lujo de detalles ¡Como había terminado con el bruto de su novio! ¡Era excelente! ¡Al fin tenía el camino libre y no iba a desperdiciar esa oportunidad! Noté que mientras me contaba el desenlace de la historia brotaban sendas lágrimas de sus preciosos ojos, era terrible ver como su angelical rostro se cubría de cristalinas lágrimas y le dije:

Yo: ¡No llores! ¡No vale la pena! El no te tuvo paciencia y no sabe lo que se pierde. Sé que lo querías mucho pero él no se merece tus lágrimas, ni tu tristeza.

Caro: ¡Ayy Ivan! Gracias por ser tan especial, eres tan buen amigo y siempre estas pendiente de mi.

Yo: No me lo agradezcas, tú te lo vales, por cierto estuve pensando lo de la fiesta y… voy a ir contigo.

Caro: (Grito de emoción) ¡Genial! Te veo allí a las ocho y disculpa si te corto de esta manera pero es que tengo que ir a mi casa ya, ¡Nos vemos!

Y me besó otra vez, esta vez con un poco mas de confianza, ¡esta era mi oportunidad de decirle lo que sentía por ella!

Llego el esperado viernes, Carolina y yo llegamos juntos a la casa de Alejandro, ella iba vestida con una blusa negra y uno de esos shorts de jeans azules que le remarcaban sus hermosas nalgas estábamos todos los del salón con algunos amigos que no conocía pero me daba igual, solo me interesaba Carolina en ese momento. Esa era una fiesta para amanecer y todos teníamos un lugar donde dormir, a mí, por mala suerte me tocó el sofá y a Caro, le tocó un cuarto al final del pasillo. ¡Empezó la fiesta entonces! Alcohol, reggaetón a todo volumen y las nalgas de mi amiga en mis caderas, estaba disfrutando cada segundo ¡Era un momento épico!

Después, como a las 3:30 am todos nos fuimos a dormir, yo me acosté en el sofá mientras rememoraba el sentir las caderas de Caro rozar mi cuerpo con movimientos tan lascivos. Pensado en ese momento empecé a dormirme lentamente, y en ese momento en que uno está en el umbral del sueño veo una figura acercarse hacia mí, se me hacia familiar pero no tanto hasta que escucho su voz:

Caro: Ivan… ¿Estas despierto?

Yo: ¿Caro? ¿Qué haces despierta?

Caro: Me siento sola, ¿Puedes venir a mi habitación a charlar un rato?

Sin chistar fui a su cuarto, vi que ella solo llevaba una pequeñísima pijama rosa y unos cacheteros color rojo vivo, estábamos a oscuras y ella me pidió que me sentara en su cama, conversamos de que tal estuvo la fiesta, de cómo bailo cada uno…

Yo: Eres una excelente bailarina, yo no tanto.

Caro: Tú no tienes de que avergonzarte, te mueves bien…

Yo: Gracias. Mira, siento curiosidad del verdadero motivo por el cual me trajiste aquí.

Caro: Desde que deje a Bastian, me he sentido sola, me ha hecho falta sus caricias pero me di cuenta de que es un huevón que nunca tuvo interés por mi… ¡Pero tu si! Contigo me siento bien, siento que transmites muchas energías positivas hacia mí, lo que me hace pensar que yo te gusto.
Se me hizo un nudo en la garganta, la chama sabia todo.

Yo: (Titubeo) Bueno… ¡Sí! Tú me gustas mucho, ¡es más, estoy enamorado de ti!

Hubo un silencio en la oscura habitación, de repente sentí unas suaves manos sobre mis hombros y un suave rostro contra el mío ¡Me estaba besando! Con ternura y cariño, era en efecto una señal de correspondencia a mis sentimientos.

Caro: ¡Tú me mereces! ¡Eres tu el que de verdad me hará feliz! ¡Ven conmigo, al baño!

Me llevo al baño de la habitación, encendió las luces y me beso apasionadamente mientras yo la desvestía, ella con una mano tocaba mi rostro y con la otra mi entrepierna, bese sus pechos tiernamente y lamia sus pezones que ya estaban paraditos por el tremendo calentón que estábamos pasando; bajo mis pantalones y se agacho para tomar mi pene ya erecto con sus manos, y empezó a lamerlo con ternura, luego con más rapidez y por último se lo llevo entero a la boca, se sentía increíble, no iba a aguantar mucho tiempo, por lo que se lo saque de su boca, ella se extraño un poco pero cuando entendió que era para evitar que le acabara en la boca solo sonrió y me dijo:

Caro: Me siento feliz contigo, ¡Quiero que me hagas tuya!

Y se bajo el cachetero, sus nalgas eran tan blancas y redondas ¡Era un visión maravillosa!
En ese momento tome su cadera y la pegue de mi pecho, ¡Tenía que saborear esta oportunidad!
La bese por todas partes, no deje intacto ni el más diminuto rincón de su cuerpo mientras tocaba su feminidad, que ya de por si estaba húmeda, ella gemía y suspiraba de placer hasta que, inesperadamente tomo mi mástil con sus manos y empezó a rosarlo contra los labios de su intimidad ¡Ahora seria mía!

Gentilmente introduje mi pene hasta que entrase por completo y empecé a menearme suave y pausadamente, variaba la velocidad y a ella le encantaba: “Siiii…” “Umm… Así” “Que rico”.
Después de unos minutos ya habíamos dado rienda suelta a nuestros deseos más profundos, follabamos frenéticamente y en silencio para no despertar a los demás, ya no podía contenerme más, le avise que me venía, ella se aparto un poco y dispare 3 chorros bien cargados a sus nalgas, después nos besamos y nos fuimos a dormir.

A la mañana siguiente antes de que todos se despertaran me levanto con un beso y me dijo:
Caro: Anoche fue la mejor de mi vida, ahora sé que tú eres para mí, te amo.
Yo la bese dulcemente y conversamos hasta que los demás se despertaran para desayunar, nos veíamos con mucha complicidad. Era el inicio de una larga y duradera relación…
Fin.

Si te gusto este relato, por favor deja tus puntos y compártelo con tus amigos/as, sígueme y si tienes alguna recomendación solo avísame.

2 comentarios - La consumación de mis sueños

Loquillo0415
Esta bueno tienes mi voto porfa sube mas relatos con tus primas