Cronica de un polvo perfecto

Relato super sensual de un polvo perfecto. Dedicado a mujeres y hombres que buscan el máximo de placer y sensualidad.

Les voy a detallar el tipo de “polvo perfecto” que nos hace tocar el cielo con las manos a mi pareja y a mí. Se puede hacer el amor de muchas maneras: un polvo rápido e improvisto, uno lento, una sesión oral, o oscuras, con luz, viendo porno a la vez…

Pero de vez en cuando, mi mujer y yo rompemos los índices del placer hasta alcanzar cotas salvajemente satisfactorias. Me gusta compartirlo con tod@s ustedes, así bien las parejas más experimentadas puedan compartir otros puntos de vista y aquellas más inexpertas lleguen a una compenetración y a un clímax bestial.

Procedo a relatar:

Todo empieza con una mirada lasciva y tierna. Seguido de unos besos cada vez más picantes. Para cuando te queres dar cuenta ya no tenes nada de ropa encima, sólo una erección muy prominente.
Me acerco a su sexo y con lengüetadas fugaces y muy suaves, abro el camino de sus labios hasta que mi saliva se topa con sus flujos internos. Ella agarra mi verga con la mano y el roce de sus dedos acaba de forjar la roca que vamos a usar para nuestro placer hasta convertirla en arena de nuevo. La pongo boca arriba con las piernas sobre mi cadera. Con lentos movimientos de pelvis rozo su vagina con mi glande hasta que no podemos más. Primero hundo la punta suavemente, los pelos de la nuca se me erizan. Ella arquea su espalda.
Milímetro a milímetro voy clavando mi miembro, sintiendo cada pliegue, cada roce. Nos tiramos así unos minutos de cogida suave y lenta, llena de besos y chupetones, hasta que ya no podemos más y nos vemos envueltos en un ritmo frenético… Una cogida lujuriosa donde las posturas se suceden unas a otras y los bombeos son brutales. El cambio de dominador a dominado varía a cada minuto.

No podemos más, el sudor empieza a recorrer nuestros cuerpos, y aprovecho para ejercer mi última muestra de fuerza. Abro sus piernas y echo todo el peso de mi torso sobre ella. Sometiéndola a una brutal cabalgada. Le tiro un poco del pelo y mientras doy una lamida al lóbulo de su oreja, le susurro que no haga nada, que se deje hacer. Que todo es inútil. Ella sabe que va a ser objeto de mi deseo y que voy a utilizar su cuerpo para ese fin. Bombeo frenéticamente aguantando mi inminente eyaculación para llegar a mi objetivo. Que ella acabe irremediablemente. Un orgasmo que la sorprende en el momento más inesperado. Un orgasmo brutal que únicamente puede suceder cuando te has entregado totalmente y estás a merced del placer de la persona que te está dominando.

La sigo penetrando suavemente, para que disfrute hasta la última gota de ese orgasmo. Después de unos minutos así. Ella se ha calmado. y me deslizo hasta su sexo.

Mi boca recorre suavemente cada pliegue, cada labio. Me detengo a veces en su clítoris y hago pequeñas succiones. Me voy acercando cada vez más a su culito y chupo su agujerito, para empezar a meter mi lengua por ahí. Ella se estremece de placer y transgresión. Vuelvo a su vagina y meto mi lengua hasta el fondo unas cuantas veces. Subo hasta el clítoris de nuevo, y me acoplo allí con una suave succión y lamidas acompasados. con la palma hacia arriba introduzco mi anular en su vagina. Hasta el fondo. Hasta que toco el útero y mi palma golpea sus labios.
Unos segundos más y saco el dedo para introducirlo en su culito. No dejo de comerla, y empiezo a oír unos gemidos que preceden a otro nuevo orgasmo
Siento sus contracciones, me pone a mil pensar que está acabando en mi boca. nuevas oleadas de fluidos inundan mi boca. Después nos besamos.

Ahora ataca ella me tumba boca arriba y empieza a pajearme magistralmente. Ensaliva bien mi tronco y de vez en cuando succiona un poco mi glande. Apoya su vagina en mi pierna y siento la humedad de su sexo en mi piel, mientras se frota arriba y abajo.
Después se pone centrada en mi pelvis. Apoya mis piernas en sus muslos. no sé que hace, esto es nuevo, pero me gusta. Me acaricia los cachetes del culo mientras trata de tragarse todo mi pene hasta el fondo. Me pone los pies sobre sus hombros y con su dedo hace círculos en mi ano. No sé porqué pero me está poniendo a cien. Introduce su dedo en su vagina, y bien lubricadito me lo introduce a mí.
Me estremezco, y no es de dolor. Dios mío esto si que es algo nuevo y transgresor. Pero una sensación divina a la vez. Es la suave venganza de lo que le he hecho antes. Tiene una gran imaginación esta chica.
No puedo aguantar mucho más y así, sometido, a merced de su boca y su dedo… Echo el primer chorro de semen. Se estrella en sus labios. Separa su cabeza y me agarra firmemente la verga. Con el dedo alojado en el fondo de mi culito creo explotar de nuevo. Chorros de semen caliente y nacarado caen sobre mi vientre y mi pecho mientras ella me pajea lentamente.
Se acerca hasta mi cara sin darse cuenta de que tiene un poco de leche en su labio inferior y me besa lentamente. El sabor delator del contenido salado “extra” de ese beso le hace soltar un gemido de placer. Seguimos besándonos lentamente.

El final ha sido un poco diferente, pero el homenaje que nos damos de vez en cuando es brutal. Espero que los haya puesto calientes y les haya hecho imaginar nuevas cosas que probar esta misma noche con su pareja.

2 comentarios - Cronica de un polvo perfecto

Lady_GodivaII
muy bueno!!!!!! 🔥 🔥 🔥
ChristianJed +1
Muchas gracias x pasar comentar y puntuar!!!