Estaba en clases de arte, muy aburrido, todo el mundo estaba hablan y nadie trabaja, hay un ruido constante de fondo que no se detiene nunca, yo me río y converso con mis amigos en el fondo de la clase como siempre y de reojo le miro el culo a Antonia, es una chica hermosa, me calienta desde que comenzó mi pubertad y la he deseado siempre, su pelo es largo y negro, su piel banca, tiene una cara hermosa, muy delicada, es delgada y tiene un trasero increíble, sus tetas no son tan grandes pero tiene suficiente como para hacer feliz a cualquier hombre.
De tanto mirarla se me paro, me exité muchisimo, de vez en cuando se paraba para hablar con alguien, se agachaba para recoger algo o simplemente se sentaba y yo no podia creer lo hermosa que era, su culo era perfecto y de vez en cuando se le veia su calzoncito, era de color rojo con negro, entre tanto verla me doy cuenta que tengo que comenzar a trabajar y me di cuenta que se a había quedado mi block en mi casillero, pido permiso a la profesora si puedo salir a buscarlo y me dice que si. Con el pene aun parado y el culo de Antonia en mi mente parto hacia los casilleros, los lockers, donde guardamos nuestros libros, cuadernos y nuestros artefactos personales, en eso llego al mio, saco mi block, me acorde que justo el que esta a la izquierda del mio es el de Antonia, y veo que no tenia candado, por curiosidad me dieron ganas de abrirlo, al interior estaba lleno de libros colocados ordenadamente, estaba todo impecable, no como el mio, y veo que al fondo habia un pequeño bosito, de color verde claro y un poco mas grande que una cartera, me acorde que ese el el bolso de gimnasia de antonia, ella se quedaba los miercoles despues de clases a hacer gimnasia y probablemente se le habia quedado ahi del dia anterior, instantaneamente se me vino a la mente la imagen de antonia con sus shorts apretaditos y su polera que hacia resaltar sus senos y su físico, me decidi a habrirlo, y encuentro sus shorts, su polera, unos calcetines y al fondo unos calzones... mi corazón comenzó a latir a mil por hora, mi pene se paro en menos de dos segundos, tenia los calzones de la chica de mis sueños en mis propias manos, no lo podía creer, veo a mi alrededor, no hay nadie, y las guardo en mis bolsillos, pongo todo en su lugar y me dirijo directamente al baño, entro y cierro la puerta, las saco de mi bolsillo y las contemplo como si fueran el tesoro mas grande de toda la tierra, jamas había tocado una en toda mi vida y la idea comenzaba a gustarme, era una tanga, lo que me exito aun mas, tenia los bordes rosados y el resto era de un color café claro con dibujos como la piel de leopardo, saque mi pene del pantalón y comencé a pajearme como un loco, subia y bajaba, continuamente, muy rápido, tan rápido que en unos segundo casi eyaculo, pero pude contenerme, este era lejos el momento mas excitante de toda mi vida, aun era joven, adolecente hace poco, seguia siendo virgen por lo cual esta situación me calentaba de sobremanera. Segui masturbándome con la tanga en la mano aun sin poder creer lo que suscitaba, en eso se me ocurre olerla, por donde va la vagina....
sentí un golpe de placer tan fuerte en todo mi cuerpo que casi me desmayo, era un olor increíble, nunca había olido algo semejante, era un perfume de placer, un aroma celestial, ahora si que no lo podía creer, estaba oliendo el mismo olor que tenia la concha de antonia, tenia en mi cara sus tangas sucias, donde estuvo su culo hermoso y su concha, era un olor increiblemente fuerte, seguía masturbándome,pero ahora considerablemente mas rápido debido a mi excitación, no paraba de respirar la tanga, entre en un periodo de éxtasis, de placer absoluto, algo indescriptible, ya no aguantaba mas, apreté todos los músculos de mi cuerpo por el gran placer que sentía y me fui, termine eyaculando chorros y chorros de semen sin parar, y entre en un relajo total de todo mi cuerpo, fue increíble.
Entonces me di cuenta que el tiempo habia pasado volando, me apresure en subirme los pantalones, me volví a meter la tanga en el bolsillo, cogí mi block y me marche corriendo a la sala de arte sin molestarme siquiera en limpiar el desastre que deje en el baño, veo por la ventana y todo sigue igual, entro silenciosamente y nadie se percata de mi llegada, todos hablan, algunos gritan, se ríen, muy pocos trabajan. la profesora esta en un extremo de la sala ayudando a un compañero, me dirijo rápidamente a mi puesto y me siento, mi compañero de banco, mi amigo, dice :
-tanto te demoraste, que acaso fuiste a cagar ?-
- si si algo así-
De tanto mirarla se me paro, me exité muchisimo, de vez en cuando se paraba para hablar con alguien, se agachaba para recoger algo o simplemente se sentaba y yo no podia creer lo hermosa que era, su culo era perfecto y de vez en cuando se le veia su calzoncito, era de color rojo con negro, entre tanto verla me doy cuenta que tengo que comenzar a trabajar y me di cuenta que se a había quedado mi block en mi casillero, pido permiso a la profesora si puedo salir a buscarlo y me dice que si. Con el pene aun parado y el culo de Antonia en mi mente parto hacia los casilleros, los lockers, donde guardamos nuestros libros, cuadernos y nuestros artefactos personales, en eso llego al mio, saco mi block, me acorde que justo el que esta a la izquierda del mio es el de Antonia, y veo que no tenia candado, por curiosidad me dieron ganas de abrirlo, al interior estaba lleno de libros colocados ordenadamente, estaba todo impecable, no como el mio, y veo que al fondo habia un pequeño bosito, de color verde claro y un poco mas grande que una cartera, me acorde que ese el el bolso de gimnasia de antonia, ella se quedaba los miercoles despues de clases a hacer gimnasia y probablemente se le habia quedado ahi del dia anterior, instantaneamente se me vino a la mente la imagen de antonia con sus shorts apretaditos y su polera que hacia resaltar sus senos y su físico, me decidi a habrirlo, y encuentro sus shorts, su polera, unos calcetines y al fondo unos calzones... mi corazón comenzó a latir a mil por hora, mi pene se paro en menos de dos segundos, tenia los calzones de la chica de mis sueños en mis propias manos, no lo podía creer, veo a mi alrededor, no hay nadie, y las guardo en mis bolsillos, pongo todo en su lugar y me dirijo directamente al baño, entro y cierro la puerta, las saco de mi bolsillo y las contemplo como si fueran el tesoro mas grande de toda la tierra, jamas había tocado una en toda mi vida y la idea comenzaba a gustarme, era una tanga, lo que me exito aun mas, tenia los bordes rosados y el resto era de un color café claro con dibujos como la piel de leopardo, saque mi pene del pantalón y comencé a pajearme como un loco, subia y bajaba, continuamente, muy rápido, tan rápido que en unos segundo casi eyaculo, pero pude contenerme, este era lejos el momento mas excitante de toda mi vida, aun era joven, adolecente hace poco, seguia siendo virgen por lo cual esta situación me calentaba de sobremanera. Segui masturbándome con la tanga en la mano aun sin poder creer lo que suscitaba, en eso se me ocurre olerla, por donde va la vagina....
sentí un golpe de placer tan fuerte en todo mi cuerpo que casi me desmayo, era un olor increíble, nunca había olido algo semejante, era un perfume de placer, un aroma celestial, ahora si que no lo podía creer, estaba oliendo el mismo olor que tenia la concha de antonia, tenia en mi cara sus tangas sucias, donde estuvo su culo hermoso y su concha, era un olor increiblemente fuerte, seguía masturbándome,pero ahora considerablemente mas rápido debido a mi excitación, no paraba de respirar la tanga, entre en un periodo de éxtasis, de placer absoluto, algo indescriptible, ya no aguantaba mas, apreté todos los músculos de mi cuerpo por el gran placer que sentía y me fui, termine eyaculando chorros y chorros de semen sin parar, y entre en un relajo total de todo mi cuerpo, fue increíble.
Entonces me di cuenta que el tiempo habia pasado volando, me apresure en subirme los pantalones, me volví a meter la tanga en el bolsillo, cogí mi block y me marche corriendo a la sala de arte sin molestarme siquiera en limpiar el desastre que deje en el baño, veo por la ventana y todo sigue igual, entro silenciosamente y nadie se percata de mi llegada, todos hablan, algunos gritan, se ríen, muy pocos trabajan. la profesora esta en un extremo de la sala ayudando a un compañero, me dirijo rápidamente a mi puesto y me siento, mi compañero de banco, mi amigo, dice :
-tanto te demoraste, que acaso fuiste a cagar ?-
- si si algo así-
3 comentarios - Los Calzones de Antonia