Garrote para Gaby ... esposa insatisfecha.

Mi vecina Gabriela era una mujer muy simpatica.
Me gustaba verla de calzas blancas en el patio de su casa; siempre con un gran escote mostrando
sus tetas redondas y de buen tamaño.
Su marido parecia no prestarle atencion a ese culo que mordia las calzas como pidiendo carne.
El viajaba mucho, y yo siempre estaba acompañado por mi esposa.
Un viernes se dieron las cosas. Me encontraba solo y era un dia de esos en que la sangre ebulle y las bolas parecen que van a explotar. Estaba algo frio el dia y yo estaba re caliente. Comence a masturbarme suavemente mientras veia unos videos. De pronto oi el timbre. Al ver por la ventana vi que era mi vecina.
Me calce solo el pantalon de mi pijama y la invite a pasar.
Timidamente ingreso. Le ofreci un cafe mientras intentaba disimular mi ereccion.
Ella pregunto por mi esposa y al contestarle que estabamos solos se puso nerviosa y se sonrojo.
Intento marcharse pero la tome de la cintura y pronto mi pene erecto quedo haciendo presion en su pierna. No titubeo y con sus manos tomo mi bulto.
Comenzo a masturbarme de una manera desesperada creo que necesitaba ser cogida.
la puse sobre la mesa y rapidamente quite sus calzas.
Tantas veces me pajee pensando en su concha pelirroja y ahora la tenia alli.
No llevaba bombacha. Y la calza estaba mojada por sus jugos.
Meti un dedo en su vagina ligeramente depilada y ella se abrio todo lo que pudo.
Movi mi dedo dentro de ella que me miraba con cara de putita.
Baje mi cara a su sexo y lo chupe con fuerza. Ella gimio con ganas.
- chupalo todo Adriano ..... -dijo y me pecho la cara bien adentro
Asi movia mis dedos dentro de su sexo humedo mientras tenia prisionero a su clitoris en mi boca.
Ella era un volcan necesitado.
- cogeme con los dedos amor - gritaba.
Pronto se estremecio y el orgasmo llego.
Sorvi toda su humedad. Ella agradecia apretando sus pezones.
Me recoste en el suelo y ella se subio a mi pene que ya tiraba juguito.
Empezo lento a cabalgar mientras me besaba con desesperacion.
Luego puso una teta.en mi boca.
Sus caderas aceleraron y pronto mi pija entraba con facilidad bañada en su flujo.
- ahora voy yo - le dije.
La muy puta me empezo a coger con un impetu y un frenesi increible.
Mis huevos me dolian. Ella sudaba por la tarea.
Finalmente acelero todo lo que pudo y una explosion en mi
lleno de esperma su vagina enrojecida.
Salio como pudo y se bajo hasta mi miembro y lo chupo hasta sacarle la ultima gota.
Casi no dijimos nada mientras se vestia. Pero sabiamos que este era solo el comienzo.