Clarisse Anécdota nº 12 lugar abandonado

Hola mis hermos@s Poringuer@s!!!!!! los extrañé mucho... Como saben mi nombre es Clari y Tengo 20 años... y ahora estoy soltera nuevamente.
Esta vez les voy a contar algo muy hot que me sucedió luego de una previa en la casa de un amigo. Todo empezó con mucho alcohol. éramos cinco personas, cuatro chicos y yo. Entre copa y copa comenzamos a hablar sobre nuestras experiencias en el sexo grupal, las cuales nunca incluían más de tres personas. Entonces uno de los chicos (el menor, con 18 añitos) propuso que fuésemos a un galpón abandonado que había al lado de la casa en donde estábamos a tener sexo los cinco. Ante tal propuesta todos reimos, sin tomarlo en serio. Sin embargo, una hora después, ya todos queríamos algo de acción. El primero en tomar la iniciativa me preguntó si me seguían gustando esos juegos perversos en los que me sometían, a lo que respondí q sí... Tomaron unos cordones y unos pañuelos y todos fuimos al dichoso lugar abandonado. El paisaje era tétrico. Era en realidad una escena de terror, no obstante había algo que me excitaba demasiado. El único que era mi amigo decidió no participar del juego, quedándose a un costado masturbándose. Los otros tres me desvistieron salvajemente, me ataron y comenzaron a penetrarme por todos mis agujeros. Me pedían que actuara, como resistiéndome, lo que comencé a hacer con gusto. Un de ellos tenía un pene muy grande, hacéndome delirar cada vez que lo introducía en mí.Cada parte de mi cuerpo tenía la atención que necesitaba. Mis pezones eran succionados tan fuertemente que no podía parar de gemir, mientras que mi vagina era estimulada por un violento sexo oral, que incluía lambetazos, succión desesperada (como si quisiera aspirar mis jugos por completo) y mordidas moderadas. Por otra parte, el sexo anal era enérgico y depravado, ya que en un momento de salvajía, me introdujeron dos penes a la vez. Parecían nunca cansarse, de hecho tuve increiblemente 6 orgasmos. Mi vagina escurría mis jugos que se repartieron entre los tres, mientras que se turnaban para eyacular en mi boca. La culminación, sin embargo, fue un grupo de seis manos curiosas que penetraban fuertemente mi ano y mi vagina, llegando, una de ellas a meterse por completo en mi orificio femenino. Ese fué el sexto orgasmo, dejándome exhausta y más que satisfecha luego de tres horas del sexo más animal que jamás tuve

1 comentario - Clarisse Anécdota nº 12 lugar abandonado

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wauuuu... no kisieras hacerlo de nuevo y conmigo incluido