Con la repelente de mi prima.

Tengo una prima unos años menor que yo a la que no soporto. Es una sabionda y una mal criada, de esas personas que creen que tienen razón en todo y que mira a los demás por encima del hombro y como con compasión. Eso no quita para que la desee. De siempre me ha encantado su culo bastante grande pero redondito y bien puesto, sus piernas, sus pechos pequeños, su cara aniñada y su pelo rizado.

Durante el año apenas la veo pero en vacaciones compartimos casa en el pueblo de nuestras madres. Era la casa familiar que dividimos en 2 partes pero compartimos el patio delantero.
Hace un par de años coincidimos las 2 familias. Es un pueblo pequeño, medio abandonado por la emigración pero que en verano se anima un poco porque vuelven algunos vecinos que emigraron con sus familias, como mi madre y mi tía. No hay muchas cosas que hacer y en verano el sol pega duro así que después de comer lo habitual es echar la siesta esperando que baje un poco el sol. Yo no soy muy siestero y me suelo quedar viendo la tele. Mi prima, que entonces aun estaba en la universidad, tiene la mala costumbre de tomar el sol en el patio a esas horas. Desde mi habitación del piso de arriba veo por la ventana como toma el sol. Entre las rendijas de la persiana veo a pocos metros como se queda en bikini, se da la crema solar y se tumba. Yo suelo masturbarme mientras la miro y suelo terminar cuando se pone boca abajo y se suelta los tirantes de la parte de arriba y se recoge la parte de abajo del bikini supongo que para que no le quede marca y veo casi todo su culo.

Ese verano como siempre mis tíos celebran su aniversario yéndose a un hotel un fin de semana y mi prima se queda sola. Mis padres se fueron con un matrimonio amigo a una escapada así que nos quedamos solos los dos, mi prima en su casa y yo en la nuestra.
Nunca me había planteado follar con mi prima, porque no creo que nunca se dieran las circunstancias y por el tema familiar. Se que os he contado en otro post como me tiré a mi tía, pero en ese caso no había lazos sanguíneos ya que era la mujer de mi tío.

La misma noche que nos quedamos solos había una tormenta muy fuerte y un calor insoportable. La tele no funcionaba bien por la tormenta y me fui a la cama. No llevaba ni media hora y oigo golpes en la puerta del patio. Me puse una camiseta porque dormía solo con unos pantalones cortos y abrí. Era mi prima.

- ¿Te funciona la tele?
- No. Es por la tormenta.
- Es que me daba miedo irme a dormir y quería ver la tele.

La verdad es que de niño a mi también me daba miedo cuando me quedaba solo. Hay pocas casas, muchas deshabitadas, separadas entre si y muchísimo silencio. Además por el calor solemos dormir con la ventana abierta y cualquier ruido te ponía los pelos de punta. La tormenta ya era la guinda del pastel.

Probamos y vimos que la tele no funcionaba.

- ¿Puedo quedarme a dormir aquí? Me da miedo dormir sola.

Tengo que reconocer que no me esperaba esa pregunta. La casa solo tiene 2 habitaciones. La de mis padres abajo y otra con 2 camas pequeñas arriba. Le dije que podía quedarse en la cama de mis padres.

- ¿Puedo en la habitación de arriba en la otra cama? Es que quedarme abajo es como estar sola también.

Si la primera me pilló descolocado la segunda más aun, pero accedí. Subimos a la habitación. Ella llevaba una bata tipo kimono, al llegar se la quitó y llevaba una camiseta de tirantes y un pantaloncito corto. Yo me tumbe en mi cama pero no me atreví a quitarme la camiseta. A pesar de la tormenta no cerramos la ventana por el calor. Con la luz de la calle distinguía la silueta de prima tumbada boca abajo y su enorme culo en la cama de al lado. Finalmente me quité la camiseta en la oscuridad y nos dormimos.

Cuando me desperté ya había amanecido y se veía perfectamente. Mi prima estaba de costado dándome la espalda. Su culo estaba al alcance de mi mano, el tanga sobresalía por arriba del pantalón. Me quedé mirando sin moverme. De repente se dio la vuelta y se puso mirando hacia mi. Tenía el pelo alborotado y se notaba que no llevaba sujetador. Yo seguía tumbado mirándola, sus piernas, su pequeño escote… de repente me di cuenta de que había abierto los ojos y me miraba sin moverme. Me quedé un poco cortado porque me había pillado mirándola pero solo me dijo: “buenos días” cuando se cruzaron nuestros ojos.

Sonrió y seguido bajó su mano y la metió debajo de su pantalón y empezó a tocarse sin dejar de mirarme desde su cama. Yo no estaba dispuesto a dejarme intimidar por una niñata como mi prima. Me eché un poco hacia atrás para que pudiera ver mi erección marcada bajo el pantalón del pijama. Miró el bulto, se pasó la lengua por los labios y siguió moviendo su mano debajo del pantalón. Me saqué el pene del pantalón para que lo viera, lo cogí con la mano y empecé a masturbarme despacio.

De repente ella paró y se puso de pie. Se agachó frente a mi cama y me empezó a besar mientras con su mano me cogió el pene. Estaba muy duro ya y en sus manos pequeñitas parecía aun más grande. La movía arriba y abajo y me dejaba sin aliento que casi no podía besarla seguido. Se puso de rodillas y yo me senté al borde de la cama. Sin soltarme la polla empezó a lamerme los huevos por debajo, a chupármela de abajo a arriba y finalmente a metérsela en la boca y comérmela. Le sujeté la cabeza fuerte contra mi para metérsela bien a dentro sin que la sacara. Dio una arcada pero siguió comiendo. Viendo que todo iba bien me atreví a dar un paso más. Me puse de pie y le agarré el pelo mientras me la chupaba.

La mezcla entre deseo y lo mal que me cae mi prima me hacía ser más rudo de lo normal. No estaba para cariñitos, solo quería follarmela como un animal y parecía que ella no ponía muchas pegas. La sujeté la cabeza con las dos manos y empecé a follarle la boca duro, ella se agarró a mi culo y la otra mano se la llevó al coño y metió 2 dedos mientras yo me movía dentro y fuera de su boca, empujando fuerte y apretando su cabeza contra mi. Al final me corrí dentro de su boca, ella dio varias arcadas, cuando terminé de correrme la solté y mi semen le salía por los costados de la boca y chorreaba, sin embargo ella siguió lamiéndomela lo cual me excitó aun más y hizo que no se me bajara la erección.

La tumbé en la cama. Su boca estaba llena de mi semén así que empecé a chuparle las tetas, eran pequeñas y redondas, piel clara, los pezones pequeños y oscuros. Mientras tanto le metía los dedos en su vagina que estaba mojada, los labios hinchados. Le separé las piernas y me coloqué entre ellas para penetrarla pero ella dijo: no. No la habría hecho caso pero la verdad es que no teníamos preservativos así que según estábamos la di la vuelta y la puse a 4 patas sobre la cama, le hundí la cabeza en el colchón y le abrí las piernas todo lo que pude. Me cogí la polla y la puse en la entrada del agujero de su culo. Empujé varias veces y a la tercera o cuarta se la metí hasta el fondo. Ella se revolvió un poco pero yo la sujeté fuerte contra mi y la pared de la habitación para que no se apartara y la sacara. Al cabo de un rato pareció que se acostumbraba y empecé a moverme. Despacio al principio pero en seguida más rápido y duro. Ella gemía y se quejaba, su mano y la mía en su coño compitiendo por meter nuestros dedos dentro. Al final ella se frotaba el clítoris mientras yo le metía 3 dedos en la vagina cada vez más duro mientras entraba y salía de su culo. Finalmente ella se corrió, noté como apretaba el culo alrededor de mi polla así que aceleré el ritmo y me corrí dentro, aplastándola contra el colchón.

Apenas hablamos en todo el tiempo que duró nuestro encuentro. Ella recogió su ropa, se puso el kimono encima de su cuerpo desnudo y pasó a su casa por el patio. Esa misma tarde volvieron sus padres y los míos. Fue la única vez que lo hicimos, me gustó y me gustó que fuera duro y sucio. Ojala se presente de nuevo la ocasión. Volvería a hacerlo.

5 comentarios - Con la repelente de mi prima.

suaveplatense
Q linda culeada le pegaste a tu primita! Pasate por mis relatos si gustas leer
Zegado
Magistral ! Asi se debe culear a las engreidas !!! BRAVOOO !!!