Domingo infiel con vecina

Hola una vez más comunidad, el último relato del año. Que el 2014 nos reciba con mas y mejor sexo. Disfruten y comenten! Sus opiniones son muy útiles

Según el último censo 2010 de la república Argentina hay 1.069.564 mas mujeres que
hombres. Tenemos mucha ventaja. Es mentira que hay 7 para cada uno, pero mas de una,
sí. No tengo estadísticas de lesbianismo, pero de todos modos, seguro que la cantidad
de mujeres heterosexuales solas, implica que nosotros tenemos muchas menos chances de
terminar la vida solos, o más chances de terminar acompañados en la cama cualquier
noche, si el destino nos ayuda un poco. Analicemos un toque los números. Solamente
tomaremos a las mujeres con edad de relacionarse. Como la mujer suele vivir más que el
hombre, es probable que del total, un grán numero sean ancianas, y otro tanto del
grupo que yo llamo NEPTT (Ni En Pedo Te Toco). Igualmente, poniéndonos en el peor de los escenarios, no hay que descartar que todo el tiempo se rompen parejas, hay muchas mujeres infieles, turistas, putas, querendonas, entregadoras, ebrias; la matemática no
deja de favorecernos, si no la ponemos, o tenemos demasiada mala suerte o realmente no
queremos (o ellas no quieren). Es una simple ecuación de necesidad. En un concurso de
insatisfacción sexual, obligatoriamente las mujeres deberían ganar. La mujer es un ser
sumamente pasional, necesita del amor para dar sexo, nosotros al contrario, damos amor
porque necesitamos sexo. Esto señores es, a mi criterio, una gran ventaja. Como la
mujer está desfavorecida demográficamente, tiene temor a quedarse sola, lo que hace
reducir su filtro en la elección masculina y la vuelve más receptiva a las relaciones
casuales, más si una mujer se aleja de la zona de "deseabilidad" consecuencia de tener
hijos, edad avanzada, adiposidad, etc. Y como el saber es poder, yo me aproveché de
este recurso en el siguiente relato:

Paralelamente a mi trabajo, paso unas horas semanales ayudando en una ONG encargada
de mantener un colegio secundario bachiller para adultos de bajos recursos. Una amiga,
Yael, que es vitalicia del grupo NEPTT, es encargada de la tarea organizativa y de
varios eventos que hacen funcionar al instituto, todo muy a pulmon y con
racionalización de recursos. Ella tiene amistades por todos lados y la verdad que
siempre sabe arreglárselas ante cualquier adversidad. Un mes atrás surgió la necesidad
de agregar un comedor al bachillerato y Yael se supo arreglar para conseguir mesas,
vajilla, elementos de cocina; lo que siempre falta es plata, o en este caso alimentos,
y alguien que se haga cargo de la cocina ad-honorem.

El domingo pasado, Yael me toca el timbre a pesar de mis regaños y advertencias de que
el domingo es sagrado para mi, que no trabajo para nadie y sólo quiero descansar. Para
Yael no existen las barreras. Mi mujer le abre y entra a mi casa con ademán de súpica
y me dice:
_Flaquito, me tenes que hacer un favor
Yo no le contesté, la miré con odio y ella prosiguió:
_Conseguí una cocinera, es una vieja amiga del barrio y está acá afuera. La cosa es
que junté fondos para ir al mercado central... pero no consigo transporte, ¿No nos
alcanzás con la camioneta?
Ella hace méritos inigualables para reflotar el colegio, consigue recursos de donde no
hay y la verdad la admiro mucho, pero un domingo es un domingo, mí único dia de fiaca.
Agregó:
_Porfa flaco, te pagamos la nafta_ Con los ojos vidriosos y las palmas juntas
_Te odio, pero bueno, dale

Ella salta de alegría, me despido de mi mujer con un beso y Yael luego de abrazarla me
arrastra hasta la puerta:
_Te presento a Sandra, la cocinera. Sandra, este es el flaco, un sol de persona
Veo a una mujer de no mas de 40 años, delgada, con rastas, anteojos negros y una nena
de unos 11 años de la mano, mucha atención no le presté
_Hola un gusto, esta es mi hija flor
_El gusto es mio, bueno vamos así volvemos lo antes posible

Por supuesto que ellas 2 hablaron todo el viaje como cotorras de pelotudeces
femeninas, mientras la nena saltaba para todos lados poniéndome nervioso. Yo cantaba
para adentro: Que boludooo, que boluuuuddoo!!! La hora completa que dura el viaje.
Llegamos y por supuesto era un quilombo de gente, para estacionar, para caminar, para
comprar, yo no podia disimular la cara de orto, mientras Yael me tomaba cariñosamente
del brazo y me decia:
_Muchisimas gracias flaquito, tenenos paciencia y en un chasquido nos vamos, Sandra la
tiene re clara.
Cruel mentirosa, iban y venian consultando precios, para ahorrarse $2 se caminaban de
una punta a la otra, y para hacerla completa, me encajan a la nena para que no las
estorbe mientras compran. Que pendeja insoportable, parecía que lo único que sabia
decir es "¿Me comprás?". Yo caminaba atrás de ellas con la nena arrastrando los piés,
como legionario en el desierto, y para cambiar mi humor, empecé a mirar con mas
cuidado a Sandra, ya que Yael es inmirable.
No habia mucho que destacar, era demasiado delgada para mi gusto, consecuentemente no
tenia casi culo, y menos tetas por supuesto. Lo que sí tenía una personalidad muy
avasallante, de esas minas luchadoras que fueron abandonadas por sus parejas apenas se
enteraron que estaban embarazadas, quienes muestran por demás su costado masculino, de
esas que se la pasan haciendo chistes de sexo a pesar que haya una menor escuchando.
Eso no me parece atractivo, yo siendo hombre no lo hago. Tampoco el tema de su pelo
con rastas, lo relaciono con suciedad. Lo que sí me pareció atractivo de ella primero,
fue su forma de caminar, muy femenina, moviendo el culito chiquito sutilmente,
acariciando el aire; pero lo definitivo que me flasheó de Sandra fué cuando se quitó
los lentes de sol para mirar mejor cierta mercadería. Parece mentira pero al sacarse
los anteojos recién pude contemplar las bellas facciones que tenía, primero obvio los
ojos, marrones claros, brillantes, con una mirada capaz de derretir el acero, pintados
muy prolijos como pocas veces ví, menos en el mercado central, rematados con unas
cejas finas bien arqueadas, lo que le daba una caracterización de guerrera, de nena
mala; una naricita pequeña casi adolescente, y por sobre todo, una boquita bien
gruesa, labios salientes y tiernos que invitaban a morderlos, era una trompita para
comérsela entera y pasarle la lengua, mas tentadora que un postre Balcarce. A partir
de ahí cagué, el instinto de macho no me permitió apartarle la mirada todo el tiempo
que duró nuestro paseo de compras. Lo único que me distraía era Flor, la hija inquieta
de 11 primaveras, que milagrosamente se calmaba con los chistes bobos que le hacía.
Tengo un don con los chicos. Sandra de vez en cuando me regalaba una mirada, y una que
otra vez una sonrisa. Un poco se me fue llendo el enojo y me fuí acercando a ella para
hablarle, me pareció muy simpática también. Era inevitable que me termine obsesionando
con ella, me conozco.

Un par de horas más tarde, agobiados, emprendimos el regreso, ya ahora charlábamos los
3 divertidamente y si la nena se ponía molesta, con unas palabras mías se calmaba
enseguida. Me supe ganar su respeto.
LLegamos al bachiller y nos pusimos a descargar los paquetes, Flor se quedó con unos
chicos jugando, Yael siguió con sus cosas, que son demasiadas, y yo me quedé ayudando
a Sandra en la cocina. Ella me habla entre risitas, sin mirarme:
_ Me parece que Flor se enamoró de vos
_ Y... mis viejos me hicieron fachero, no tengo la culpa
_ Ahh... ja, ja, pará, se agrandó Chacarita
_ ¿Acaso te parece raro que se enamore de mi? ¿No soy atractivo?
_ Yo lo digo porque Flor está creciendo muy rapido y no me doy cuenta como pasa el
tiempo
_ A mi lo que me preocupa del paso del tiempo es que llegue el dia en que me
arrepienta por no haber hecho cosas que ya son tarde para hacer
_ ¿Por ejemplo?
_ Que termine el día sin haber ni siquiera rozado con un dedo tu boca_ acercándome un
poco más, clavándole la mirada_ probarla sería el paraíso, me encanta_ rematé, acerqué
mi pulgar a sus labios y me permite tocarlos por un segundo, luego se hecha para atrás
exaltada_ ¿Que hacés?_ grita en voz baja_ Sos un tipo casado!.
_ Yo nunca hago esto, pero tampoco nunca tuve tan cerca a una mujer como vos_ Me
acerco ligero y le como la boca, ella no tarda en agarrar viaje y en un segundo tenía
mi pija agarrotada en intenso frote con su entrepierna a través de la ropa, le
entierro una mano en el orto menudito y sin pasar mucho ella me manotea el bulto, se
notaba que su cuerpo pedía una buena verga hace mucho, el instinto salvaje de su
necesidad sexual no se supo frenar, y fuí el afortunado de turno. Cuidando que nadie
esté cerca, saco mi pene y ella me empieza a pajear mirándome con una furia actuada.
Le pido que me la chupe lo cual accedió inmediatamente, y como la situación fue muy
espontánea, su boca tan carnosa y deseable que daban unas chupadas tiernísimas, y con
el riesgo de ser descubiertos, me dieron ganas de acabar enseguida; le aviso, como
corresponde, pero ella no se aparta, toda mi descarga fué a su boca y juro por diós
que no hizo ni una muezca de asco, siguió chupando lentamente como quien se come un
helado, hasta dejármela muerta, saboreando cada instante, se la tragó completa y ni
una gota fue al piso. Me dejó con las piernas temblando y la boca abierta y para
convertirlo en el mejor pete de mi vida, me dá las últimas chupadas mirandome seria a
los ojos. Se incorporó manteniendome la vista por un instante más, y callada se puso a
separar unos paquetes que eran para consumo personal, como si nada hubiera pasado.
Ella quedó super caliente, y yo a pesar de estar bien descargado y moralmente culpable
por lo que estaba haciendo, no me permití dejar pasar esa oportunidad, le dije:
_ ¿Querés que te lleve a tu casa?
Ella hace un silencio interminable y contesta:
_ Mirá no te quiero desilucionar, te tengo que decir la verdad, te hice lo que hice
porque te prometimos pagarte la nafta y nos quedamos en cero, me siento una basura,
perdoname
_ (Gran puta sensible resultó esta Sandrita) Olvidate, no les hice el favor por la
plata, siempre ayudo en el colegio. Y lejos de sentirme ofendido me siento
halagadísimo por el momento que me regalaste_ Ella no contesta, seguí_ ¿Y como te vas
a llevar los paquetes si no tenes plata?
_ Camino, estoy acostumbrada, son 10 cuadras nomás
_ Olvidate, por 10 cuadras te llevo gratis, dale, vamos
_ Sos un amor, le aviso a Flor y vamos, así no te hago perder mas tiempo
Su modo de hablar me aniquiló la tetosterona, me sentí un poco usado... pero no
estaría nada mal ser usado así mas seguido, en fin, ni sé para que me presté a hacerle
el favor si ella parecía querer sacarme de ensima cuanto antes. La masculinidad te
obliga a hacer ciertas ridiculeces, como cuando mi perro se queda 3 días en la puerta
del vecino con la esperanza de intimar con la perrita de él cuando entra en celo. Me
sentí tal cual mi perro cuando cargaba las bolsas en la camioneta mientras las chicas
se subían. Flor estaba exitadísima, me insistía a mi y a la madre para que me quede a
cenar con ellas, se ve que era cierto que se enamoró de mi la pendeja (si se va a
poner tan buena como la madre, en 6 años la paso a buscar). Sandra la callaba y
contestaba por mi negándose, diciendo que yo estaba muy ocupado y cansado. Otra vez
vino a mi la imagen de mi perro mientras estacionaba.

Ellas vivían en un 1er piso de un edificio muy viejo, sin ascensor, en una situación
bastante precaria, un monoambiente de una sola cama de plaza y media para las dos, mal
pintado, bastante oscuro, pero con adornos y colores que le daban un empuje de alegría
y personalidad. Sandra la manda a Flor a comprar cigarrillos, quien accede luedo de un
par de súplicas y refunfuños, mientras yo le acomodo las bolsas en un rincón. No
termino de darme vuelta que Sandra se me cuelga del cuello y me mete la lengua hasta
la garganta, me mira y me dice:
_ El unico kiosco abierto está a 3 cuadras, asi que tenemos unos minutitos hasta que
vuelva_ Mientras me desabrocha el pantalón y me amaza la chota dura como piedra
_ No tengo forros_ Digo con una trágica expresión de derrota
_ Acabame adentro, todo bien, me operé las trompas, lo único que no quiero es que
usemos la cama, que Flor también duerme ahí_ Mientras besuqueaba mi cuello. Nadie dijo
mas nada, con la euforia de un gol de arco a arco, le levanté la blusa, le di una
buena chupada de tetas al tiempo que ella dejaba caer su pantalón. Ella gemía y me
pajeaba, yo le apretaba el orto con una mano y con la otra iba tratando de colarle
algún dedo en la concha que se iba humedeciendo de a poco, cuando al fin entró un dedo
completo y ella apretaba mi nuca del éxtasis. Me la subí upa, aprovechando que era muy
flaquita y me la entré a recontra coger de parado. Ella fruncia la cara, con los ojos
apenas abiertos y la boca muy abierta, sacando su lengua, jugueteando con la mía,
varios hilos de baba unian nuestras bocas en una escena muy hardcore. A contra reloj,
le empecé a dar bien duro, como vengándome de como me usó y me hizo sufrir todo el
día, para que valga que me había lapidado el Domingo, mi domingo, el partido, el
descanso. La subía y bajaba a mi voluntad con mis brazos, para que recorra bien mi
pija entera,desde la punta hasta los huevos con su concha empapada, desnutrida de
sexo, mientras sus rastas seguían el ritmo. No me alcanzaba, quería que la sienta, que
sufra de placer, que no se olvide nunca de ese día; la fui sacando despacito, ella me
mira como un cordero que están por degollar, me quedo quieto un instante con media
cabeza de pija dentro suyo, a punto de salirse, y se la clavo derrepente, haciéndola
gritar con estridencia, y le dí más duro, y más duro, ella se puso la mano en la boca
para acallar sus gritos incontrolables, le apreté bien el culo con ambas manos,
queriendo partirla, apretando mis dientes, y dejé que mi leche la valla llenando,
estocada tras estocada, profundamente, ahora cada vez mas lento y con la pija
agonizante, transpirado, triunfante. Nos desunimos agobiados. Ella tambaleante se lava
en la pileta de la cocina y yo hago lo propio en el baño.

Quedamos callados un buen rato, terminando de vestirnos, lo último que ella dice,
sentada en la cama es _ Por Dios, necesito un cigarrillo_ Un minuto después aparece
Flor con el ansiado paquete, yo dada la ocación emprendo mi retirada, saludo a Sandra
a distancia, que no emite palabra, solo levanta su brazo, Flor me abre, me abraza y me
dice:
_ Chau. Ojalá vuelvas pronto
_ Si... ojalá

Gracias por leer!!
Kiki

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