Mi Tía cena a la carta(Ep.2)

Es imprescindible para entender el relato que lean el primero:


http://www.poringa.net/posts/relatos/2309807/Mi-Tia-cena-a-la-carta-Ep-1.html


- Mmmm, tengo que ir a buscar mi cartera..., aceptas tarjeta?- preguntó pícaramente

- Efectivo- contesté secamente, necesitaba guita y creo que esta noche me solucionaría hasta fin de mes...


Al regresar, se notaba que tenía la concha empapada, ademas de titubear al caminar producto del alcohol.

Era hermoso verla caminar desnuda con esas caderas anchas y firmes... la noche prometía.


- Mmmm...no sé que pedir...!- dudaba la yegua mientras depositaba un fajo de billetes de 100 sobre la mesa. Era una conchuda de mucha guita.

Se reclinó sobre un sillón ejecutivo de cuero y apoyó las piernas entrecuzadas sobre la mesa, encendiendo un cigarrilo, pensativa...

- Camarero! - ordenó divertida- quieroooo.... unas "Lamidas de Tetas" acompañada de "Mordiscos" por favor...

- Cómo no! Le voy cobrando...- asentí mientras agarraba un billete- son 50 de las "Lamidas" y 50 del "Mordisco"...

Sin más dilación me incliné sobre sus tetas inflamadas y morenas procurando que la punta de la lengua quedara apenas a milímetros de su pezón izquierdo, echando mi aliento caliente lentamente y viendo cómo crecía casi como floreciendo, al punto de explotar. La puta empezaba a gozar como una perra.

- Ahhh...sí, me gusta bebé, mucho...- gemía con el cigarrillo entre sus labios, observando mi lengua que empezaba a desprender un fino hilo de baba tibia y espesa que bañaba ese hermoso botón de carne rosada.

Poco a poco, fuí bañando sus tetas en baba viscosa sin tocarla. la imagen nos volvía locos y mi pija se había puesto como una estaca venosa.

Impaciente preguntó: - no vas a chuparlas? en la carta decía "lamidas.."- objetó.

- Eso son 100 pesitos más...- contesté turramente sin dejar de mojar sus pezones. El hilo que caía desde mi boca nos unía...

- Agarralos...- exclamó sin dudarlos.

Separé el billete y me abalancé sobre sus tetas lamiéndolas con furia y desesperación, haciendo ruido, escupiéndolas y mordiendola uno a uno sus pezones al punto de generar un dolor de éxtasis.

- Siiii... bebé, así...- gozaba mientras bebía un sorbo de Champagne helado.

Entre mis manos sus dos tremendas tetas apretadas y mi lengua pasando con desesperación de un pezón al otro sin solución de continuidad, cachetéandole las ubres de vaca madura.

- Quiero algo más...- alcanzó a decir entre sus gemidos- quieroooah el siguiente platoahhhh...! daleeehhh....

- La señora quiere "Escupida en la boca"?- consulté mientras chupaba a destajo esas gomas hinchadas y exultantes.

-Así es camarero...- respondió con los ojos vidriosos de calentura.

Incorporándome, abrí su boca con una mano mientras con la otra apretaba un poco su cuello y descargando escupitajos rítmicamente y procurando llenar esas fauces ávidas de carne, y que tantas pijas había recibido...

(Continuará...)