Fantasía erótica con una de mi trabajo

He soñado que venías a Bilbao por trabajo. Te pasabas el día en la
oficina, trabajando conmigo y con Inma y luego íbamos a tomar unas
cañas a Bilbao. Durante la jornada de curro casi no nos habíamos
mirado pero los dos estábamos deseando que llegara el final del día
para poder estar a solas. Cuando nos hemos visto por la mañana, al
saludarnos y darnos dos besos, he olido tu olor corporal por primera
vez. Mientras estábamos tomando algo por ahí, ha habido un momento que
nos hemos quedado solos cuando Inma ha ido a pedir otra ronda. He
alargado la mano y te he tocado el culo. Vas vestida con vaqueros
blancos, camiseta de tirantes verde y sandalias. Muy de verano. Qué
sensación tener mi mano encima de tu nalga, tocar lo dura que está,
aunque esté el pantalón de por medio, casi noto el calor de tu piel.
Me has mirado a los ojos mientras lo hacía y tu respiración se ha
acelerado.
-No sé qué querrás tú, pero cuando Inma se vaya, quiero que vayamos a
tu habitación en el hotel.
-Vale… -Respondes algo tímida.
-Tengo una bolsita con sorpresas en el coche.-Te miro y te guiño un
ojo. Sonríes. He estado vigilando si venía Inma, así que puedo quitar
la mano de tu culo antes de que se dé cuenta.
Seguimos tomando cervezas hasta que empieza a anochecer. Inma se tiene
que ir. Mientras nos despedimos me ofrezco a llevarte al hotel.
Cogemos el coche. Tú no paras de hablar, lo cual es normal en ti pero
pareces nerviosa.
-Estás muy guapa, Ana.-Te digo mientras estamos parados en un
semáforo. En parte porque me apetece decírtelo, en parte para que te
calles ¡cotorra!
-Gracias…
Nos miramos a los ojos.
-¿Llevas tanga?
-Sí… Blanco. Estoy súper nerviosa, Javi.
-Yo también. Pero me muero por llegar a la habitación.
El semáforo tarda en ponerse verde. Me acerco a ti, te paso la mano
por la nuca, te rozo el pelo, me acerco a tu boca y te beso. Atrapo
tus labios entre los míos. Tienes la boca húmeda. Qué sabor… Abres la
boca un poco, mi lengua irrumpe en tu boca, se mete dentro, se
entrelaza con la tuya. Siento tus labios moviéndose y tu lengua
frotándose con la mía. Tu saliva, tu sabor, el olor de tu cuerpo. El
semáforo ya está verde.
Aparcamos cerca del hotel. Antes de bajarnos nos besamos otra vez. Ya
no se puede parar. Mientras te besaba he bajado la mano acariciándote
el cuello, la mejilla, la he bajado hasta tu escote y te la he pasado
por el pecho. Es la primera vez que te toco una teta. Es la primera
vez que te beso. Va a ser la primera vez de tantas cosas.
Nos bajamos del coche, tú coges la maleta y yo una bolsita mona, de
color morado brillante. Parece de una tienda muy inn.
-¿Qué llevas en la bolsa?
-Ah… es un secreto…-Digo sonriendo.
Entramos en el hotel, mientras pides la llave en el mostrador vuelvo a
poner la mano en tu culo, pero esta vez no solo en la nalga. La paso
por la raja de tu culo, acariciándote con los dedos, llego muy abajo,
casi entre tus piernas. Cuando los notas me parece que pones el culo
un poco en pompa y abres las piernas, mientras hablas con la chica de
recepción. Cuando nos despedimos para subir nos dedica una sonrisa
cómplice.
Nos metemos en el ascensor. Tu habitación está en el sexto piso.
Tiramos las cosas en el suelo del ascensor y nos abrazamos y comemos
la boca como nunca lo hemos hecho pero como hemos deseado tantas
veces. Nuestras manos viajan por nuestro cuerpo. Tus manos tocan mi
culo por primera vez, me lo sobas como loca. También me tocas el
paquete después de sentir algo duro en tu pubis. Mi mano también baja
a tu entrepierna.
-Te estoy tocando ahí abajo, Ana. Me parece increíble. Quiero que
hagamos todo lo que nos hemos escrito durante todo este tiempo.
-Yo también, Javier…-Y seguimos besándonos y abrazándonos
hasta que el ascensor llega a nuestro piso.
Casi vamos con prisa por el pasillo, buscando la habitación. Llevas la
tarjeta en la mano y no aciertas a meterla en la ranura para abrir la
puerta. Aprovecho para tocarte el culo otra vez.
Entramos en la habitación. Tiramos las cosas al suelo y nos comemos a besos.
-Estamos solos, Ana, por primera vez estamos solos y podemos
hacer lo que queramos.-te digo a la vez que te beso-Quítate la ropa.
Quiero tenerte desnuda.
Te sientas en la cama para quitarte las sandalias. Yo me quito las
zapatillas sin desatar, lanzándolas por la habitación. Fuera
calcetines mientras no paro de mirarte. Casi me caigo por hacerlo de
prisa y corriendo. Justo cuando te quitas la segunda sandalia me lanzo
sobre ti en la cama. Me tumbo encima de ti para que sientas mi peso.
Estoy entre tus piernas. Nos comemos a besos. Te meto la lengua en la
boca y la muevo por dentro, como explorando. Me concentro en el sabor
de tu saliva. Tus manos recorren mi espalda, llegan a mi culo, me
acaricias por todo, por la raja, buscando mi agujerito, pero todavía
llevo el pantalón.
-Quítate la camiseta.-te digo mientras me pongo de pie y me quito la mía.
Acerco mis manos a mi pantalón con intención de desabrocharlo. Tú ya
estás en sujetador. Miro tus pechos, no puedo dejar de mirarlos.
-¿Quiéres verme?-te pregunto.
Asientes con la cabeza. Sentada en la cama te acaricias los pechos
semidesnudos.
Desabrocho los pantalones poco a poco de pie frente a ti. No sé si al
bajarlos, quitarme también los calzoncillos para desnudarme de repente
o dejármelos para que me los quites tú... Abro del todo los botones.
Llevo los pulgares a los costados y enganchando también los
calzoncillos me los bajo quedándome totalmente desnudo delante de ti.
Mi polla está tiesa y dura como nunca, apuntando hacia ti. No dejas de
mirarla. Tienes la respiración a tope. Veo como se hinchan tus pechos
en el sujetador. Me la agarro y me masturbo despacio. Quiero ver cómo
te excita mirarme mientras lo hago. Después me acerco a ti y me pongo
de rodillas frente a ti. Sigo masturbándome mientras nos miramos a los
ojos, muy cerca el uno del otro. Nos besamos otra vez.
-¿Te gusta verme desnudo?
-Estoy loca por ti, Javi.
-Ven aquí, amor...-Y te beso mientras sigo acariciando mi polla.
Hago que te tumbes en la cama. Empiezo a soltar tu pantalón. Tu tanga
blanco aparece poco a poco ante mi. Y tu coño debajo. Estoy a punto de
correrme solo con mirarlo. Tiro de las perneras de tus pantalones y te
dejo en ropa interior tumbada en la cama. Me echo encima de ti, entre
tus piernas. No paro de besarte. Notas mi polla durísima en tu coño,
todavía tapado por tu tanga. Por primera vez acaricias mi espalda
desnuda, llegas a mi culo, pasas los dedos por entre las nalgas. Casi
tocándome el ano pero todavía no... Dejo de besarte en la boca y
empiezo a bajar por tu cuello. Entre beso y beso te lamo la piel con
mi lengua.
-Te deseo mucho, Ana. Quiero que hagamos de todo. Quiero estar
dentro de ti de todas las formas posibles y quiero que tú estés dentro
de mi. Quiero beber de tu cuerpo y que bebas del mío. Quiero llenarte
de mi.
Tú gimes de placer al escucharme y al sentir al mismo tiempo mis besos
y mi lengua sobre tu piel. Por cierto, ya me acerco a tus pechos. Me
incorporo tirando de ti para soltarte el sujetador. Te suelto el
cierre detrás, y acariciándote los hombros, te quito los tirantes y tu
sujetador cae entre tus piernas. ¡Qué tetas tienes! No puedo dejar de
mirarlas. Vuelvo a tumbarme sobre ti. Te beso una vez más en la boca.
Luego voy hacia abajo y empiezo a besar y lamer tus pechos. ¡Qué
sensación! Tengo tus pezones delante de mi. Lleno mi lengua de saliva
y la cerco a uno de ellos. Te lo lamo mojándotelo mientras con la otra
mano te acaricio el otro pecho. Qué gozada tener tu pezón dentro de mi
boca. Dejo de lamerte ese para ir a por el otro. Mientras tus muslos
no paran de rozarse con mis piernas y tus manos no paran de
acariciarme la espalda. Cambio de uno a otro pezón una y otra vez,
lamiéndolos, metiéndomelos en la boca. Me masturbo a la vez...
Me incorporo para verte desnuda mientras me acaricio la polla delante de ti.
-No me puedo creer que esté aquí contigo.
-Yo tampoco, cariño.
-¿Te está gustando hasta ahora?
-Me está encantando.-dices mientras te acaricias el cuerpo con las
manos. Te las pasas por los pechos, los pezones y bajas por tu tripa
hacia tu pubis. Me miras como queriéndome decir algo mientras pasas
los dedos suávemente por tu sexo cubierto por el tanga blanco.
-Ahora te voy a quitar el tanga. Cuando deje al descubierto tu sexo
quiero verlo de muy cerca. Así que me voy a poner de rodillas en el
suelo, justo entre tus piernas. ¿Vale? Como si fuera tu ginecólogo...
¡-jajaja!-te ríes divertida. Me gustas mucho-. Adelante, doctor.
-dices sonriendo.
Me agacho frente a ti.
-Acaríciate como estabas haciendo.
Obedeces. Me masturbo mientras miro como te pasas los dedos por tu
sexo, por el interior de los muslos. Llegas hasta tu ano y subes por
todo tu coño hasta el pubis. Me encanta mirarte. Alargo mis manos a
tus muslos y empiezas a respirar muy fuerte. Te acaricio por fuera de
los muslos. Llego hasta tus caderas. Al alargar los brazos mi cara se
acerca a tu sexo y notas mi respiración cálida en tus ingles. Agarro
con las dos manos a la vez las gomas del tanga y tiro de él hacia
abajo. No me lo puedo creer. Voy a tener tu sexo delante de mi. Sale
con facilidad.
Ahí está. Húmedo. Siento su olor. Lo miro. Miro tus labios, tu
clítoris, la entrada a tu vagina, tu perineo, tu ano. Me parece
increíble estar delante de todo ello después de haberlo soñado tanto
tiempo. Y más increíble me parece que lo primero que voy a hacer, lo
primero con lo que voy a tocarlos sean mis labios y mi lengua.
-¿Te gusta?-me preguntas.
-Claro que me gusta, es precioso. Voy a chuparte, Ana.
-ah...-gimes-Chúpame, Javier.-dices gimiendo.
Acerco mi boca a tu sexo. No sé por dónde empezar. Qué olor. Cómo me
excita. Si antes tenía mi verga a punto de explotar... Te beso en los
labios mayores. Doy pequeños besos por tus labios. Noto la humedad.
Mis labios se mojan con tu flujo. Cómo me excita el olor. Me acerco a
tu clítoris. Lo beso. Te oigo gemir y jadear. También me excita mucho
oirte. Beso tu clítoris. Por primera vez saco la lengua y te lamo.
Suavemente al principio. Luego te vuelvo a dar pequeños besos por el
resto de tu coño, acercándome a la entrada de tu vagina. Te beso ahí.
Saco la lengua y la intento meter poco a poco pero lo más adentro que
puedo. La muevo dentro. Tus gemidos y jadeos crecen. Hace un rato que
me acaricias el pelo con las manos y las mías no paran de acariciarte
los muslos por dentro. Mientras tenía la lengua dentro de tu vagina te
has acariciado el clítoris buscando más placer. Cómo me ha puesto
verte hacerlo. Abro la boca y me meto tu clítoris dentro. Lo lamo con
pasión, quiero que notes toda mi lengua sobándote. Tu sexo está tan
húmedo que mi boca empieza a llenarse de tu flujo. No puedo sino
tragármelo. Qué sabor... Gimes como loca. Otra vez meto mi lengua en
tu coño. De repente, me acuerdo de tu culo. ¿Te gustará tanto que te
lo chupe como parece que te está gustando esto? Chuparte el culo. Lo
he soñado tantas veces... Ese agujerito que me excita tanto... ¿A qué
sabrá? Me separo de ti y te miro. Miro el agujero de tu culo, no me
puedo resistir. Me acerco. Noto el olor ahí también. Saco la lengua y
empiezo a lamer tu culo... Me encantan todos tus sabores, Ana. El
de tu boca, tu piel, tu sexo, tu culo... Sigo lamiendo por fuera pero
saco más mi lengua para meterla dentro de tu culo. No estaba seguro de
que te gustara pero sigues gimiendo y ahora dices mi nombre mientras
mi lengua entra en tu culo. Dejo de lamer y lo miro. Está brillante
por mi saliva, igual que tu sexo...
Me incorporo y me pongo encima de ti. Beso tu boca. Pruebas el sabor
de tu culo directamente de mis labios y mi lengua. Notas mi sexo duro
justo en tu coño. Noto como la punta de mi polla está justo en la
entrada de tu vagina. Me dejo caer sobre ti y mi sexo entra en el
tuyo. Se abre paso separando las paredes de tu vagina. Lo meto hasta
adentro mientras no paro de besarte. Gimo. Cuando no puedo entrar más,
me separo y te miro a los ojos.
-Estoy dentro de ti...
-Sí... fóllame Javier, follame. Hazme el amor, cariño, quiero que te
corras dentro, por favor.
Empiezo a follarte. Empujo con mis caderas y salgo, Empujo y salgo
mientras gemimos y nos amamos. Noto la calided de tu sexo en mi polla.
Tu humedad. Tus manos recorren mi espalda como locas, acarician mi
culo. Las embestidas son cada vez más fuertes. Tus gemidos también Ya
llego. Me separo de ti. Te miro.
-Abre los ojos cariño, quiero que me mires mientras te lleno.
Nos miramos con los ojos muy abiertos.
-Ah, ah, ah, ah, ah, aaaah, Ana, me corro. Me corro. AAAAAAAAAAH!!!
Notas un chorro caliente dentro de ti. El orgasmo te llega. Es ya
imparable. Aprietas los muslos contra mi. Me arañas mientras casi
dejas de respirar con la boca abierta en un grito mudo, con los ojos
cerrados.
-AAAAAAAH!!!! Javier!!! AAAAAAAaahh...
Qué preciosa estás. Te relajas y yo también encima de ti, todavía dentro.

Después de un ratillo mirándonos y besándonos en la cama mi polla ha
dejado de estar dura y poco a poco se ha salido de tu coño.
-Tengo que ir al baño-me dices.
-No... no te vayas... ¿Para qué tienes que ir al baño?
-¡Pues a mear las cervezas que nos hemos tomado! No querrás que me
orine en la cama, ¿no?
-Vale... vete.
Mientras te levantas y caminas hacia la puerta del baño no te quito
ojo de encima.
-Me gusta tu culo
-jajaja... Me alegro de que te guste-dices.
Te paras en la puerta del baño y posas para mi. Te das media vuelta y
haces como si te estuviera sacando fotos. Luego de costado. Te tapas
los pechos con las manos y te los destapas. Te tapas el sexo y lo
descubres. Haces como si te masturbaras pasándote los dedos por el
coño. Te das la vuelta y te agachas para que pueda ver tu culo en todo
su explendor. Mi polla se está poniendo dura otra vez. Empiezo a
masturbarme. De pronto me levanto y voy corriendo hacia ti. Te agarro
y te beso. Te toco el sexo, las tetas, el culo. Te pongo de cara a la
pared y sientes mi polla dura en la raja de tu culo mientras con mis
manos agarro tus pechos. Una de ellas recorre tu vientre y llega a tu
sexo y empiezo a masturbarte mientras froto mi verga contra tu culo.
Te muerdo la nuca, los hombros. Me agacho detrás de ti, separo tus
nalgas y empiezo a lamer tu culo con ansia mientras no paro de
masturbarte. Te meto los dedos por delante, a la vez que te meto la
lengua por detrás. Te doy la vuelta, abro tus piernas y empiezo a
lamer tu coño. Te agarro de las caderas, intento llegar a tus tetas
con las manos. Quiero que te corras en mis labios y mi lengua. Quiero
sentir tu orgasmo en mi boca.
-Javier... Sigue... Ah...
Hago que te sientes en una mesa que tenemos al lado para poder lamerte
más facilmente. Sigo lamiendo tu sexo. De repente paro...
-¿No tenías ganas de hacer pis?
Me miras extrañada y excitada a la vez. No entiendes por qué he parado
de chupar.
-Quiero que hagas pis aquí mismo.
Con tus dedos separas los labios de tu vagina. De repente un tímido
chorrito mana de tu sexo. Solo es un liquidillo amarillo. Acerco mi
boca a tu coño y lamo. Me encanta, más de lo que yo pensaba. Tú gimes.
-Más, dame más. Todo lo que tengas.
Te relajas y un chorro más fuerte sale de tu vagina. Pongo la boca
para beber como si fuera una fuente. Tu orina me moja la cara, el
pecho. Doy pequeños tragos. Me gusta y me excita horrores... Cuando
terminas me lanzo sobre tu coño para lamer hasta la última gota.
Cuando ya no queda más, me pongo de pie, agarro mi verga, la dirijo a
tu sexo y te penetro con violencia. Te follo encima de la mesa con
brutalidad. Cada embestida hace que sientas mi polla muy adentro. Voy
a correrme otra vez, Ana. Me corro. Aaaaaah... AAAAAAAAAHHH!!!!!
Cuando termino saco mi polla y te miro tumbada en la mesa, extasiada.
Observo como mi semen sale de tu coño. Lo acaricio con mis dedos para
limpiarlo y me los llevo a la boca.
-¿Vamos a la ducha?
Vamos a la ducha. Los dos desnudos. Yo mojado por tu pis y a ti se te
escurre mi semen desde tu coño por los muslos. Abro el grifo y
enseguida sale el agua caliente. Mientras, aprovecharnos para
besarnos. Me encanta sentir tu lengua dentro de mi boca. Nos metemos
en la ducha, hay espacio suficiente para los dos. El agua caliente nos
moja el cuerpo. Nos tocamos el uno al otro. Yo abarco uno de tus
pechos con toda la mano, te acaricio el pezón, te beso la boca. Me
agacho y me meto tu pezón izquierdo en la boca. Cómo me excita el
sabor de tu piel. Siento cómo se pone duro dentro de mi boca. Con la
otra mano te toco el sexo. Separo los labios con los dedos y pellizco
tu clítoris. Sigue estando húmedo. Mi polla también empieza a ponerse
tiesa. Cuando vuelvo a besarte en la boca aprovechas para agarrármela
con la mano y masturbarme. Estamos los dos pegados el uno al otro,
bajo el agua caliente, comiéndonos la boca, tu mano en mi culo y la
otra en mi polla y mis manos en tu pecho y en tu sexo. Acariciándonos.
Me encanta el sexo contigo, Ana…
-Date la vuelta-me dices.
Obedezco, me pongo con las manos en la pared. Te pegas a mi, me besas
en la nuca, mientras con una mano me pellizcas un pezón y con la otra
me pajeas. Me muerdes los hombros y en los brazos. Siento tus pechos
en mi espalda y tu pubis en mi culo, te siento muy pegada a mi. La
mano que tienes en mi pezón recorre mi cuerpo hacia abajo, pasa por
detrás de mi espalda y se posa en mi culo. Me masajeas las nalgas,
pero tus dedos no tardan en buscar el hueco entre ellas. Siento tus
dedos en mi agujero del culo. Me acaricias el ano con dos dedos
mientras sigues besándome, mordiéndome en la nuca y masturbándome.
Quiero que entres dentro de mi, Ana.
Alargo mi mano izquierda hasta la mano con la que me tocas por detrás.
Te la cojo y me acaricio con tu mano. Cuando tu dedo índice pasa por
mi ano empujo hacia dentro.
-Métemelo, amor.
Suelto tu mano pero no dejas de empujar tu dedo dentro de mi. Me lo
metes casi entero.
-Ah… sigue, fóllame despacio…
Una de tus manos me masturba por delante y la otra por detrás. Tu dedo
entra y sale de mi culo suavemente. Me encanta. Mi polla no puede
estar más dura.
Me doy la vuelta, te tengo frente a mi. Te beso la boca metiéndote la
lengua hasta dentro. Pongo las manos en tus hombros y te empujo hacia
abajo. Mi polla queda frente a tu boca. Sacas la lengua y lames la
punta. Con la mano me acaricias los huevos.
-Sigue haciéndomelo por detrás, cariño. Chúpame mientras me penetras.
Pasas la mano que tienes entre mis huevos hasta mi ano. Buscas mi
agujero y metes tu dedo dentro otra vez. Al mismo tiempo abres la boca
y te metes mi polla dentro. Con la mano que te queda libre empiezas a
masturbarte y te metes los dedos en el coño. Te los mojas de tu propio
flujo. De pronto mueves esos dos dedos hacia mi culo, a la vez que
sacas el dedo que tienes metido, y, como tienes el índice y el corazón
lubricados, los empujas dentro de mi culo los dos a la vez.
-Aaah… Ana… Fóllame… Fóllame hasta dentro… Ah, ah…
Chupas mi polla con pasión, noto tu lengua moviéndose en mi capullo.
-¡Me voy a correr Ana!
Al mismo tiempo que sacas tus dedos de mi culo un chorro de semen
choca contra tu garganta, tu lengua y todo el interior de tu boca.
Tragas mi leche. Me relajo contra la pared. Me duele el culo pero me
ha encantado. Hago que te levantes. Te quedas frente a mi con gotas de
semen en la comisura de tus labios. Te lo limpio con la lengua y luego
te la meto en la boca para probar los restos de mi lefa que tienes
todavía dentro.
-Como me ha gustado tu culo, amor.-me dices
-Me alegro. ¿Si te pido que me lo vuelvas a hacer en la cama me lo harás?
-Mmmh… Te voy a hacer el amor como nadie todas las veces que
quieras-dices mientras me agarras los mofletes con las dos manos y me
besas otra vez…

Terminas de ducharte antes que yo. A mi me gusta estar bajo el agua
caliente un rato. Te secas la piel, me encanta cómo te tocas y
acaricias el cuerpo.
-Te espero en la cama, no tardes...
-Ahora voy, solo un poco más...
Me quedo en la ducha pensando en las cosas que acabamos de hacer. En
cómo te he chupado, me has chupado tú a mi, cómo te he penetrado y
como me lo has hecho tú a mi. Me está encantando estar contigo.
Salgo de la ducha después de unos minutos, me seco. Al hacerlo paso
los dedos por mi culo, me sigue doliendo, pero me encanta la sensación
de dolor después de haberte tenido dentro. Me excita pensar que igual
me lo vuelves a hacer, esta vez a cuatro patas, como una salvaje
follando mi culo...
Cuando salgo de la ducha me encuentro con algo que no esperaba. Se
suponía que era una sorpresa. Has estado husmeando en la bolsa que
traía antes conmigo. Dentro has encontrado condones, que no nos han
hecho mucha falta hasta ahora, lubricante, que podríamos haber usado
pero sin el que nos ha ido muy bien, y una caja rosada... La has
abierto y dentro había un arnés. Lo compré el día anterior en un
sexshop. Tiene una correa negra que se ata a la cintura y se pasa
entre las piernas. En el centro tiene un agujero donde se encaja una
de las dos pollas de latex que vienen en la caja, una pequeña y otra
más grande. Mientras estaba en la ducha, te has puesto el arnés con la
polla grande, la has llenado de lubricante y la tienes agarrada con tu
mano, como pajeándote, mientras estás haciendo como si lamieras la
polla pequeña, también embardurnada en lubricante... Menuda escena.
Cuando me ves, metes la polla pequeña entre el cuero y tu ingle hasta
llegar a tu coño y te penetras con ella. Queda encajada en tu coño sin
posibilidad de que salga porque está justo a la altura del cuero donde
va el agujero con el consolador grande encajado.
-Ven aquí.- me ordenas.
Yo no puedo estar más cachondo y empalmado después de haber visto como
disfrutabas tú sola con mi sorpresa.
-Ponte a cuatro patas en la cama, Javier. Haz lo que te digo.
Parece que no me queda más remedio que obedecer. Me subo a la cama a
cuatro patas. Te colocas delante de mi, con la polla frente a mi cara.
-Chupa, quiero que me hagas una mamada como la que te he hecho yo antes.
Agarro la polla con la mano y me acerco a ella. Abro la boca y me la
meto todo lo adentro que puedo. Empiezo a chupar.
-Ah... así, Javi, así...
Te agachas sobre mi espalda. Alargas la mano hasta llegar a mi culo y
empiezas a huntármelo con lubricante.
-Voy a follarte, Javi. No me importa que te haga daño. Quiero meterte
esto en el culo y follarte hasta que no lo sientas y te corras de
placer conmigo dentro.-me dices mientras me acaricias el pelo.
-Date la vuelta, cariño, vamos a empezar.
Me doy la vuelta. Tengo miedo de que me hagas daño.
-Hazlo suave, por favor, es demasiado gorda.
-No te preocupes, amor.
Te agachas detrás de mi y me lames el ano. Noto tu lengua
lamiéndomelo, no solo con la punta, toda tu lengua pasando por mi culo
y chupándolo como si te encantara su sabor. Luego intentas meterla
dentro todo lo que puedes. Noto tu respiración en mis nalgas, en la
raja de mi culo. Estoy deseando que me lo hagas. No paro de imaginarme
ese pollón dentro de mi y a ti agarrándome las caderas metiéndolo y
sacándolo. Tú disfrutas con el sabor de mi culo y presionas el
consolador pequeño que llevas dentro del coño para darte placer.
Dejas de lamer. Pones la punta del consolador en mi agujero y me
frotas. Cuando presionas notas como el consolador que tienes dentro se
mueve, te lo haces a ti misma también. Mi culo se abre poco a poco.
Dejas de presionar. Vuelves a empujar y se abre un poco más. Dejas de
presionar una vez más y cuando lo miras lo ves cada vez más abierto.
Vuelves a empujar. Está entrando.
-¡Ah...! me duele.
-Espera, aguanta un poco que ya está, Javi
-¡Empuja más!
Lo haces. La punta de tu polla entra en mi culo. Ya está del todo
abierto. Echas lubricante sobre el resto de la verga y mi culo y
empujas más para meterla del todo. Empiezas a bombear. Adentro,
afuera. Adentro, afuera. Dios, qué placer, Alejandra. Nunca había
tenido algo tan gordo en mi culo. Nunca me habían follado así.
Andentro, afuera. Me agarras de las caderas como me lo había
imaginado. Me acaricias la espalda, me arañas suavemente con tus
uñas... Noto la polla entera en mi culo. La punta llegando a mi punto
G y chocando contra él. Es una sensación increíble.
-Más rápido, Ana. Más. Empuja más.
Me agarras de las caderas con fuerza y empiezas a follarme
salvajemente. Embistes como una loca. La polla entra hasta adentro y
sale casi del todo. Muy rápido. Mi culo parece tu coño cuando te
follaba en la mesa. No siento dolor. Solo placer. El mismo que sientes
tú al empujar, estimulando tu clítoris y haciendo que el consolador
pequeño se mueva dentro de ti. Empiezo a masturbarme.
-AH, AH, AH, ¡sigue! ¡más!
Grito
-¡Ana! ¡Ana! ¡AH!
Voy a correrme en las sábanas, no aguanto más.
-¡Me corro!
-Córrete, cariño, córrete.
Miras mi culo abierto. La polla entrando y saliendo. Oyes como grito
tu nombre mientras me masturbo y me haces el amor. Miras hacia arriba
y cierras los ojos. Ya viene. No pensabas que vendría pero vas a
correrte mientras me follas el culo, Alejandra.
-Javiiii... Aaaaaaaaahhh...
Un chorro de semen se estrella contra las sábanas mientras tu polla ha
dejado de moverse en mi culo. Sigue dentro y tus manos agarrando mis
caderas pero no te mueves. Solo jadeas igual que yo.
De repente, te fijas en la imagen del espejo que hay en las puertas
del armario que tenemos al lado de la cama. Te ves a ti misma como
nunca te habías visto antes. Desnuda. Con tus pechos perfectos, los
pezones erectos. Delante tienes a un hombre, rendido de placer, con
los ojos cerrados, casi dormido, de su polla gotea semen. Tus manos en
sus caderas y una polla sale de tu cintura y se pierde en su culo.
Acaricias sus nalgas y su espalda.
Sacas la polla despacio. Me tumbo en la cama boca abajo. Te quitas el
arnés y te tumbas encima de mi, acariciándome el agujero del culo para
calmar el dolor. Me besas la espalda.

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