La Revancha (1ra Parte) Experiencia Real

Esto es una experiencia propia, no lo copie de alguna, tampoco soy escritor, así que tal vez encuentren algunos errores, fuera de eso, creo que les va a gustar...
Comenten!!



Mi esposa y yo hemos tenido algunos tríos, nos hemos prestado a otras parejas, pero la segunda vez que hicimos un intercambio hubo problemas...

Una noche mi esposa me dijo ¨tengo ganas de coger¨
así?- le dije con una mirada picara de esas que ella sabe leer perfectamente
- pero no contigo- me dijo.
Días antes ya habíamos visitado una pagina nueva para nosotros de swingers, así que de los que nos habían gustado decidimos llamar a una pareja.
-A cual le hablamos?- me dijo.
-Como vez a la pareja ArielyCarlos- (así les llamare).
- A la del culote?-
-Si, la de la foto que esta de espaldas enseñando el culo-

Mi esposa sabe que me encantan los culos grandes, me vuelven loco, en el anterior intercambio la chica si que tenia un culo grande, una rubia como de 35 años, bastante bonita, pero por cuestiones de edad e hijos, no estaba muy firme aquella figura, pero la de la foto se miraba de 10, un culo precioso, moreno, duro, tetona, la chica morena de cabello largo, con tacones altos sin duda llamo mi atención y mi esposa lo sabia, y feliz en complacerme probamos suerte.

La llamada se hizo, contesto el hombre de la pareja (Carlos) sonaba muy buena onda después de presentarnos y pocos minutos en el teléfono aceptaron ir esa misma noche.

Como locos, mi esposa y yo corrimos a bañarnos, rasurarnos, perfumarnos, ella se plancho el pelo, yo mi ropa, tenemos dos bebes, y les adelantamos la hora de dormir con comida pesada y leche tibia.

Mucho antes de lo esperado su camioneta ya estaba estacionándose en nuestra casa.

El chico era alto, mucho mas alto que yo, un poco feo de la cara, pero buen cuerpo, pero ella oh dios ella, era mucho mejor que la foto, lindo rostro, lindos ojos, unas tetas grandes y duras a simple vista, claro, llenita, pero acinturada, nada desparramado, y el culo, madre santa, redondito y generoso, esperaba que por lo grande estuviera un poco aguado, pero nada que ver.

La noche avanzo, las platicas amenizaron la tarde, hubo muchas risas, una pareja muy divertida, muy buena onda, y alivianados, se veía que tenían experiencia por tanta anécdota que nos platicaron.

El tiempo de conocernos termino, el 12 de cerveza ya se estaba acabando y el niño que trajeron consigo estaba ya mas que dormido, se pusieron a prepararse para irse, por que tenían que llevar a su hijo a dormir a su casa, pero antes de eso preguntaron,
-podemos regresar??- dijo Carlos.
-Claro que si, los vamos a esperar- dijo mi esposa.

Se fueron y después de unos 25 o 30 minutos, recibimos una llamada, yo conteste.

-Bueno- Dije nervioso.
-Alberto (así me diré), ya vamos para allá, dijo Ariel.
- Oye... Tienen... protección solar?- dijo ella.
Yo no entendí el lenguaje ja ja.
-Protección solar??- Dije.
-Si protección- Dijo.
-AHHHHHH... CONDONES- Dije.
-AMOOOOR, TENEMOS CONDONES- Le dije en voz alta, ya que estaba en otro cuarto.
-Si, aquí hay- grito.
Después me di cuente de lo penoso que fue el asunto.

Pues llegaron, ya sin su hijo, y con otra actitud.
La platica continuo, ambiente se puso tenso entre los cuatro, había sonrisas duras y tensas, hasta que Carlos se animo y rompió el hielo.
-Pues vamos pasando al cuarto.- Dijo sonriendo.
Toda la tensión desapareció, era por fin la hora.
Una vez en el cuarto, nos empezamos a desnudar, y entonces surgió el problema.
Mi esposa se miraba hermosa, ella ya lo es de por si, pero arreglada se ve como modelo, de hecho otros swingers me han preguntado si lo es, yo siempre digo que debería serlo.
Vestía un liguero negro, con un bra negro con rojo, ella es muy blanca, de piel delicada y perfecta, que a la menor provocación se pone roja, pelo negro y corto, sonrisa que derrite a cualquiera, delgada, un poco chaparrita y nalgoncita.
de Carlos no hay mucho que decir, alto, moreno claro, pelo corto, sin barba, un poco cacarizo, mi esposa dijo que se parecía de la cara a Shrek ja, pero yo o vi normal.
Una vez que se bajo el bóxer vi que su miembro ya estaba mas que listo,por fortuna, no era muy grande como de unos 15 cms o 16 a lo mucho, pero decente en comparación con muchos que me ha tocado ver.
Yo, moreno, algo bajo de estatura, pelo corto, baba delgada un poco de piocha, delgado, no soy feo debo decir, aunque nunca me fue bien con las mujeres,por lo menos hasta los 20 años.
Algo tengo a mi favor, que es difícil de ignorar, mi miembro, 19 cms y un poquito mas, es grueso, cabezón, muy completo y eso si, bien duro y rendidor.
Pero lo que me gusta platicar es de ella, Ariel, de lo mejor que he tenido hasta ahorita, no puedo decir que lo mejor, pero sin duda esta en la lista, piernudita, unas nalgas esponjosas como para meter la cara en ellas hasta ahogarse, de hecho si metí mi cara allí después. Sus tetas no me cabían en las manos, un tatuaje en el tobillo izquierdo de una rosa negra, piel durita, muy durita de hecho, morena aceitunada, no soy muy bueno describiendo, pero lo que si les voy a decir es que es digna de una buena peli porno, una silueta de curvas generosas que me hace pensar en lo buena que seria para la crianza de un niño.

Carlos y mi esposa empezaron rápido se metieron en la cama y ella de inmediatamente se puso de perrito, se empezó a escuchar el flap flap flap de sus nalgas chocando con los huevos de Carlos, veía como sus tetas se columpiaban mientras la cojian como a una perrita.
Yo empece mas lento, quería tocar y ver todo aquello que me iba a comer, esperaba que al verla sin ropa encontrara algo de celulitis, estrías o algo así, pero su piel era perfecta, me encanto olerla, sentirla, besarla, las manos de verdad no me alcanzaban, eso, y que ademas, quería ganar tiempo, por que mi maldito amigo, mi miembro, ese hijo de su reputa madre, no despertaba el muy pendejo, no quería crecer, mi esposa lo noto y se empezó a angustiar conmigo, yo la acariciaba y besaba, le metía el dedo, ella se puso de perrito le hice sexo oral así, después se sentó en mi cara y se movía para restregarme si rico panecito de miel y nada.
Al poco tiempo todos lo notaron y me convertí en el centro de atención, tragarme tierra, cada vez que me acuerdo me angustio.
Ella me pregunto que era lo que pasaba y le dije que no se, mi esposa comento que tal vez me sentía presionado.
- Ya se, hay que atacarlo entre las 2- Dijo Ariel.
Mi esposa se me arrimo y me empezó a besar y acariciar lentamente el pecho arrimándome todo su cuerpo y frotando su tibia y húmeda panochita en mi pierna, abrazando mi costado derecho, mientras que Ariel se inco entre mis piernas y me hacia un oral riquísimo, un oral duro, parecía que quería hacer vació con la boca para que se llene mi pene de sangre, le daba vueltas con la lengua y lo lamia desde la punta de la cabeza hasta los huevos y casi llegaba su lengua hasta mi culo me gusto sentir su cabello acariciándome mientras me hacia ese oral tan profesional.
No funciono, no funciono, no funciono, no, yo intentaba parecer tranquilo, pero por dentro decía, ya valió madres.
Entonces tuve una idea.
- Váyanse ustedes dos al otro cuarto- Les dije a Carlos y mi esposa.
Ella me miro, como preguntándome, estas seguro, no le respondí la mirada.
- Bueno, alivianate compa, los dejamos sólitos- dijo Carlos.
Pensé que seria buena idea, ya que no cabíamos muy bien en mi cama matrimonial los 4 y la verdad si me sentía presionado, ademas, ya en privado pensé que las cosas se pondrían mas eróticas, pero el problema continuo, Eso si, la manosie todita, su espalda, sus piernas, sus nalgas y por supuesto su panecito esponjado.

Total que terminamos platicando, mientras que a través de la pared se escuchaban las nalgas de mi esposa chocando con Carlos y a ambos gimiendo, hasta eso que no duro mucho, pronto regresaron a la habitación, tal vez, el no duraba mucho, tal vez mi esposa no quería disfrutar mucho si yo no lo hacia, no supe en ese momento.

-Que paso?- Dijo Carlos.
-No... esta muerto- Dijo Ariel, con tono de resignación.

El momento fue verdaderamente terrible, dijeron que ya se tenían que ir, que en otra ocasión seria, ella dijo que eso no se iba a quedar así, que íbamos a tener una revancha, que no la iba a dejar con las ganas, que iban a regresar pronto, etc, etc.
La verdad en ese momento solo quería que se fueran, y no creía para nada que se repetiría la ocasión, estaba algo deprimido, intente no demostrarlo y sonreír de vez en cuando, no se si se lo tragaron.

Una vez que me quede a solas con mi esposa le dije.
- No quiero hablar de eso, por lo menos no ahorita, espérame hasta mañana, ya que se me pase la tensión (por así decirle).

Ella se fue a dormir y yo salí a caminar por la colonia, pensando en la oportunidad que se fue y algo me prometi esa noche, que nunca me iba a volver a pasar.

A la semana siguiente recibí una llamada.

1 comentario - La Revancha (1ra Parte) Experiencia Real

DalilaCross
Buen relato,lastima q no se te paro
gocc880530 +1
Ya subi la segunda parrte de l relato, espero t guste!