La abogada perversa

Jorja se encontró a la mitad de su vida, siendo una abogada exitosa, rodeada de personas de poder y de dinero.

Pero el destino también la encontró en su casa sola, sus hijos ya casados y separada de su marido, dejaban a Jorja un profundo vació cuando volvía por las noches de trabajar, a su casa.

La mejor manera de escaparle a la soledad fue tratando de ir lo menos posible a su hogar. Para eso necesitaba aún mas clientes, el trabajo es una buena droga para olvidarse de los problemas. El estudio de abogados era muy competitivo, y más allá que ella fuera la mejor tenia que buscar la forma de pescar mas clientes. Comenzó a buscar lo que ella la destacaba mas que sus colegas. Era muy fácil de verlo a simple vista, mas allá de su edad, ella era una mujer muy hermosa que vestía muy bien, y que sabia como cuidar su cuerpo. Porque sabia que la imagen era muy importante para el trabajo. Pero esta ves tenía que explotar aún más esa imagen, y lo haría al máximo. No permitiría que nadie se le escapara de las manos.

Se comenzó a vestir muy provocativa, sus polleras comenzaron a ser más corta de lo habitual, colores que dejen ver su diminuta tanga, y blusas que muestren más que insinuar aun más sus grandes pechos. Estaba hecha una bomba. Sus compañeros de trabajo tartamudeaban estúpidamente al hablar con ella, no podían ni mirarle a los ojos, siempre desviaban la vista a su delantera prominente.

Ella descubrió que tenia un arma muy buena guardada. Los clientes nuevos comenzaron a caer y no se les escapaban, bueno ella hacia lo imposible y mas aún para que se quedaran con ella. Su especialidad eran los divorcios y encamarse con los clientes era fácil y un servicio especial que la diferenciaba de sus ordinarios colegas.

Sus clientes la llamaban para salir y su agenda comenzó a no tener mas lugar en las noches, poco a poco los fue filtrando y se quedo con los que le regalaban Joyas o mismo billetes. Se dio cuenta que poco a poco se fue convirtiendo en una verdadera prostituta, Su entrada financiera que era muy buena se duplico o triplico, pero terminaba muy cansada, madrugaba para ir al Bufete de abogados, después tenia que ir al juzgado, papeleos, peleas telefónicas y por la noche sus cenas que terminaban en Hotel lujoso donde generalmente despertaba para dirigirse otra ves al trabajo.

Su doble vida la estaba matando pero le gustaba ya no se sentía mas sola, todos los días una cita nueva y nuevos regalos, y placer mucho placer.

Un día salio con un cliente muy adinerado pero que estaba acusado de abuso de mujeres, era un empresario muy importante de esos que tienen tanto dinero que no les importa hacer lo que se les plazca, porque saben que de alguna forma u otra lo arreglaran con dinero. El le propuso ir a una fiesta que en realidad era una especie de orgía. Ella lo medito un instante pero se negó rotundamente, alego que el trabajo se lo impedía, (No mentía al respecto, pero no confiaba mucho en ese tipo), La charla siguió el insistió y ella siguió negando pero ahora estaba nerviosa, ese tipo la ponía nerviosa y sintió un fuerte presentimiento en el pecho de peligro, por primera ves se arrepintió de haber salido con un cliente.

La Cena transcurrió y ella comenzó a relajarse y a sentirse agotada. Las velas la música suave y la agitada semana estaban pegando duro a su cuerpo. Cerró un segundo los ojos y sin darse cuenta cayo en un profundo sueño. Imágenes rápidas pasaron por sus ojos. Ella estaba siendo acompañada al auto de su cliente por otra persona mas. Se vio recostada en el asiento de atrás. Se vio en una cama que no era la suya, como de costumbre.

Música, que venia de otro ambiente, la música entraba en sus oídos y la comenzó a despertar. Un fuerte dolor de cabeza sobrevino y sus ojos se abrieron. Que le había sucedido, donde estaba?

No era un hotel la habitación era inmensa y estaba recostada en una cama medieval. La música se escuchaba como si proviniera de debajo de la habitación, era música clásica.

Se levanto de la cama y se dio cuenta que estaba completamente desnuda y que solo tenia puesto un desabille transparente. Que estaba sucediendo. No quería pensar que fuera posible lo peor.

Aun temerosa decidió salir de su habitación, el pasillo estaba oscuro iluminado por unos pequeños candelabros de velas. Al cerrar la puerta de la habitación se dio cuenta que esta sola habría de adentro, ahora estaba atrapada en el pasillo que solo la conducía a una escalera, de donde provenía la música. Se asomo muy sigilosamente a la misma y mirando hacia abajo vio un espectáculo que nunca se hubiera imaginado ver.

Un gran candelabro de velas colgaba del medio de la inmensa sala, justo debajo de el formaban un circulo millones de velas encendidas, y en el centro de este estaba crucificada con las piernas abiertas una chica muy joven, sus manos y pies estaban atravesados por unos largos pero finos clavos, se veía con espanto como la sangre delataba los agujeros provocados por los mismos. Su boca estaba amordazada y su cabeza estaba aprisionada con una corona de espinas que le impedía moverla, si no quería ser lastimada por la misma.

Personas vestidas con túnicas rojas rodeaban el círculo, y sus cabezas estaban tapadas por unas capuchas largas del mismo color, era imposible distinguir si eran hombres o mujeres. La música marcaba un ritmo y como si estuvieran poseídos las personas pasaban y se turnaban de a una ves para fornicar a la mujer.

La música tapaba los quejidos que pudieran escapar de las mordazas y no se escuchaba ningún bullicio, solo era la música y la visión del espectáculo.

Jorja se ocultaba detrás de unos barrotes de la escalera un lugar privilegiado para observar, temerosa de que la descubran pero tranquila pues nadie observaba para arriba todos mantenían su vista al espectáculo.

Después de pasar varios hombres por el cuerpo de la mujer crucificada, una persona vestida de negro se acercó a la indefensa chica, con sus manos retiro muy despacio la capucha que tapaba toda su cabeza y dejo al descubierto una gran cabellera negra, pero su rostro estaba cubierto por un antifaz. Tomo un largo alfiler y lo atravesó en el pezón rígido de la victima, esta giro su cabeza demostrando el gran dolor que sentía, cosa que fue peor, puesto que las espinas que tenia en la frente le lastimaron toda la misma.

Siguiendo la misma trayectoria el alfiler atravesó el otro pezón provocando aun más dolor. Luego retiro el gran alfiler y por los agujeros producidos por ese instrumento coloco unas argollas que estaban comunicadas a unos cales. Inmediatamente los pechos de la victima comenzaron a tomar vida propia producto de la electricidad que provenía de los cables. La chica se contorsionaba por los dolores, pero eso era peor, pues sus manos y pies clavados, se lastimaban aun más y sangraban mucho más.

En ese momento unas tres personas bajas de estatura, que también vestían los mismo que lo demás, se habrían paso entre la multitud y fueron derecho a la fuente de sangre absorbiendo como podían hasta la ultima gota de la misma como si fuese el néctar mas preciado del universo.

La mujer de largos cabellos se puso en la cintura un gran arnés del que colgaba un bestial consolador del cual salían puntas filosas que se incrementaban aún más al llegar a su cintura. Se colocó entre las piernas de la chica y haciendo una señal pidió cortar la música. También pidió que le sacaran la mordaza a la chica, la cual comenzó a suplicar, intercalando con llanto, para ser liberada. La mujer grito – Serás liberada de esta vida mortal – Y tomándola de las dos piernas comenzó a insertarle el prominente consolador en su estrecha vagina.

Este entro provocando un mar de sangre por los rasguñotes provocados por las puntas filosas. El aparato se perdió dentro del pequeño cuerpo de la victima y un último grito desgarrador marco el final de su vida.

El infernal consolador había atravesado el abdomen de la pequeña mujer, y consigo había sacado parte del cuerpo de la chica. La mujer siguió sus movimientos de cadera, haciéndole el amor al cuerpo inerte de la chica.

En ese momento pareció gozar y subió su mirada perdida hacia las escaleras. Poniendo al descubierto a Jorja.

Ella quedo congelada ante tremendo espectáculo y más aún al ser descubierta. No pudo escapar pues fue tomada de los brazos por dos grandes hombres. Inmediatamente le pusieron un pañuelo en la boca y nariz con un líquido que la hizo desmayarse.

Jorja sintió como un fuerte pinchazo en sus manos, luego en sus pies. Sintió como su sangre comenzaba a circular rápido y su corazón se aceleraba. No sabía que había sucedido no recordaba bien. Comenzó a recordar que había salido con un cliente y que este le había propuesto ir a una reunión, una reunión…

Abrió los ojos con mucho miedo y observo enzima de ella un gran candelabro lleno de velas.

5 comentarios - La abogada perversa

CAMOLLA
muy caliente historia! 😃
EL_PROFE25 +1
Excelente!!!
Muy caliente!
Gracias por compartir
nachoalvamayor
muy bueno! te la deja bien dura!! jaja
felicitaciones!!
profezonasur
Me gustó tu relato. Tengo muchos comentarios para hacer sobre los abogados/as, pero mejor me los guardo. Dejo puntos y un abrazo.