Carmen, el principio de su emputecimiento (segunda parte)

Hoy veo a Carmen después del uso del lubricante en mi oficina, nos vemos en el pasillo de afuera de mi oficina y solo nos miramos muy apenitas, ella esquiva mi mirada, pensaba tocarle las nalgas pero en eso escucho la voz de mi asistente que me recuerda de algunos pendientes del día, me regreso y le digo que estoy enterado de ellos, que todos los tengo agendados para atenderlos, volteo para ver a Carmen y ya no estaba.

Me dirijo a mis compromisos del día, en uno de ellos unos abogados llevaban a una asistente de unos 35 años, media morena pero con el cabello güero, me acuerdo de los comentarios entre amigos de güera mono negro, se insinuaba a cada instante que podía, yo comprendo que era para que aceptara el precio que me ofrecían por la realización del trabajo, pero uno de mis lemas es “PRIMERO ES EL NEGOCIO Y DESPUES EL PLACER” y fiel a mi enseñanza hago de lado la invitación de la dama a seguirla en otro lado, me concentro en la reunión y posteriormente me retiro, ya terminada con la agenda del día y camino a mi oficina me acuerdo de lo bien que la pase con Carmen, mmmm de solo recordar su delicioso culo mi pene comienza a cobrar vida, con lo oscurecido de mi camioneta me puedo acomodar fácilmente el pene sin tener vistas indiscretas observándome, por fin llego a la oficina y me dirijo a mi despacho.

Una vez que estoy dentro pienso en la manera en llamar a Carmen sin que ella sospeche de mis intenciones de ese día, ya sé cómo, se me ocurre lo de los estados financieros para las licitaciones en las que vamos a participar, abro la comoda y observo los juguetes que contiene, así como es de puta esta zorrita yo creo que el mejor será este, preparo el juguete para la acción antes de llamarle que suba a mi oficina.

El juguete es unas bolas chinas, son cinco bolas de 1 ½”, todas unidas entre sí por un cordón, son huecas y por dentro traen un balín, las cuales si las agitas sientes la vibración de los balines en su interior, todas recubiertas de látex, lo cual las hace muy higiénicas ya que no se observan las uniones del cordón y las bolas, bueno es el juguete que use ese día con Carmen y ya verán de que manera.

Le hablo por su extensión y le digo que venga a informarme del avance de los estados financieros, espero su llegada estando pensando en ella, pero de lo más calmado y ecuánime que puedo demostrar, toca a la puerta y le digo adelante, ella entra, la veo viene con una blusita blanca, de tela delgada, falda de color azul marino, y zapatillas, el cabello recogido por la parte de atrás, se queda en el umbral de la puerta, suena ring, ring, ring, una maldita llamada, tomo el teléfono y comienzo hablar, ella me hace una seña de que regresa, yo le hago otra que se pase y se siente enfrente mio, lo hace y trata de taparse las piernas con la carpeta que llevaba, no lo puedo creer no puedo cortar la llamada telefónica, por fin cuelgo, le digo como no acordándome, “BUENO CARMEN QUE SE TE OFRECE” ella muestra una cara de incredulidad y me dice “INGENIERO ME PIDIO QUE LE MOSTRARA LOS ESTADOS FINANCIEROS, SOLO QUE TODAVIA NO SE TERMINAN”, me le quedo mirando y le menciono que me explique el porqué no están concluidos, me dice que por las facturas que no se le han pasado y lo que nos deben los acreedores, bueno le digo que me informe detalladamente, asimismo le pregunto que si quiere un café, ella me dice que por el momento no, bueno.

Una vez que me informa de todo, noto que no es capaz de sostenerme la mirada, me esquiva verme a los ojos, buen síntoma de una sumisa, recuerdo lo que hicimos la otra ocasión y me enciendo, me paro de mi escritorio y sin decir agua va le pregunto “DIME CARMEN QUE TE PARECIO LO QUE SUCEDIÓ EL OTRO DIA AQUÍ MISMO” solo podían pasar dos cosas que corriera o se quedara en esa posición, al no tener respuesta le volví a preguntar “SE MUY BIEN CARMEN, QUE POR TU COMPORTAMIENTO ERES EN VERDAD MUY CALIENTE” ella no decía nada, solo estaba como petrificada, “ERES MUY PUTONA Y GOZASTE DE LO LINDO AQUELLA EXPERIENCIA”, noto que las mejillas se le comienzas a ruborizar, me coloco detrás de ella que está sentada “PERO HOY TENDRAS LA MEJOR EXPERIENCIA DE PUTA EN TU VIDA”, ella trata de levantarse y solo la sostengo firmemente con una mano de un hombro “SI LO DESEAS TE PUEDES MARCHAR, NO TE LO IMPIDO, PERO TE PERDERAS DE ALGO MUY ESPECIAL, DUDO QUE PUEDAS REPETIR ESTA SITUACION ALGUN DIA, ASI QUE TU DECIDES”, el silencio seguía dentro de mi despacho, toco de lado su cuello y se siente el palpitar de su torrente sanguíneo, está en verdad agitada se nota muy bien en la respiración de sus pechos, no intenta pararse del asiento, con lo cual está de acuerdo en que se lleve a cabo esta experiencia.

La sujete firmemente del antebrazo y la hice que se incorporara, la dirigí hacia el sillón que se encuentra dentro de mi oficina, en el camino al sillón le estruje las nalgas, de una manera ruda, fuerte, con el propósito de dejarle marcada mi mano en ellas, Carmen no dijo nada al respecto, solo camino hacia el sillón con la cabeza baja, no se atrevía a mirarme directamente a los ojos, una vez estando parada ahí enfrente intento sentarse, no la deje y la lleve al brazo del sillón, el cual es curvo y acojinado, la coloque de tal manera en el brazo del sillón que su torso quedo en el asiento, su perfecto culo en el brazo y las piernas hacia el suelo, en verdad se le veía hermoso y redondo el culo, mmmmm que delicia.

Me estruje el pene por encima del pantalón, mostrándoselo de manera descarada a ella, le enrolle la falda hasta la cintura y le quite el bikini que traía puesto, que hermoso par de nalgas de esta zorrita, me arrodille detrás de ella, le abrí las nalgas lo mas que pude, me permití meter mi nariz en la entrada de su ano lo mas que pude, Carmen solo emitió un ligero quejido, le volví a separar ese hermoso par de nalgas lo mas que pude, saque de manera enorme mi lengua y le di un primer lengüetazo, desde su clítoris hasta su ano, Carmen al sentir este tratamiento que le estaba realizando instintivamente se incorporo y pego un ligero chillido, “NO CABE DUDA QUE ERES UNA PUTA MUY CALIENTE”, le dije sin que me contestara nada en absoluto, con la mano izquierda le di un ligero empujón para que volviera a la posición original.

Volví a realizarle el mismo tratamiento con la lengua en la posición que estábamos en el sillón, comencé a meterle cada dedo índice de ambas mano en la panocha, primero de manera alternada, en verdad Carmen estaba empapadisíma de sus jugos y mi saliva, en un momento le entraban ambos dedos al mismo tiempo, asimismo no dejaba de darle con la lengua, de vez en cuando le daba un beso en su ano, el cual palpitaba pidiendo a gritos atención como lo estaba recibiendo su vagina.

Cuando solo me la cogía con la lengua le daba nalgadas alternadas con ambas manos, llego un momento dado que perdí la noción del momento y en verdad la nalgueaba durísimo, Carmen solo emitía pequeños gemidos, mezcla de dolor y placer que sentía en ese momento, de repente me separe de ella y le abrí lo mas que pude las nalgas, ahí estaba su ano, indefenso, palpitante, pedía a gritos que lo penetrara por la manera que se dilataba constantemente, como si me estuviera haciendo ojitos con el culo, invitándome a la perversión mas depravada de ambos, me le fui de inmediato adentro de él, penetrándolo con mi lengua como si fuera mi pene.

Carmen tuvo un gran orgasmo, termino de una manera bastante ruidosa, por más que intente sofocarle un gran grito de placer no lo pude lograr, se escucho yo creo que en todo el edificio de oficinas, le di en ese momento un tremendo par de nalgadas que le dejaron marcadas mis manos
Me separe de ella y me dirigí a mi escritorio en donde tenía el juguete que usaría ese día, Carmen no miro lo que traía en las manos, estaba gozando todavía de la sensación de su orgasmo, estaba sudada y con la cara encendida por la calentura.

Me coloque de nueva cuenta detrás de ella, utilice mi saliva para poder lubricar la punta del juguete, comencé a jugar con su vagina, recorriendo con la bola todo su surco vaginal, haciendo vibrar el balín interno que llevan dentro, le metí la primera bola en la vagina, con las demás que quedaban fuera seguí jugando con el exterior de su vagina, con ello lograba que Carmen tuviera el placer que buscaba ya que meneaba de manera rítmica su gran culo, asimismo lubricar las demás bolas y que le entraran de manera más rápida.

Le metí la segunda bola en la vagina, ella intento incorporarse y la detuve con una fuerte nalgada en seco, se acostó de manera inmediata antes de que le diera una segunda nalgada, le metí la tercera bola en la panocha, Carmen emitió un ligero chillido “YA NO POR FAVOR BASTA, YA NO, YA NO”, a lo cual le conteste “CALMATE PUTONA QUE TODAVIA NO EMPIEZA LO BUENO”, así sucesivamente le metí la cuarta y quinta bola en la vagina, solo quedo por fuera de su panocha la punta del cordón de las bolas, en ese momento le abrí los las que pude las nalgas y las sujete con ambas manos, se las comencé a abrir y cerrar, a menearlas de arriba hacia abajo, Carmen sintió en su interior la vibración de los balines internos de las bolas solo se escuchaba “MMM RICO, RICO, RICO, MMM”.

Esa era la señal que yo esperaba que sucediera, le metí el dedo índice de mi mano derecha en la panocha, se incrusto como cuchillo caliente en mantequilla, Carmen tenia la panocha completamente inundada y caliente, se sentía muy estrecha, su vagina al sentir la vibración de la bolas, comprimía de manera rítmica mi dedo, en verdad una delicia lo que sentía en ese momento, con mi dedo pulgar de mi mano izquierda jugueteaba con la entrada de su ano, no tanto para penetrarlo, más bien para que sintiera Carmen ese choque de sensaciones, no saber a que ponerle más atención a las sensaciones que sentía en la vagina o en el ano.

Saque mi dedo de la mano derecha de su vagina y se lo di a que lo lamiera y ella misma se probara, era algo morboso ver como primero le hacia el feo y posteriormente repitiendo la misma acción ver que lo lamia como una niña a su paleta.

Le introduje mi dedo índice lo más adentro de su vagina que pude, le acomode mi palma de la mano de tal manera que cubriera la vagina y su contorno, y comencé a rotar en círculos mi mano, primero de manera lenta, hasta realizar estos movimientos de una manera violenta que Carmen en algunos movimientos era sacudida y levantada del brazo del sillón, pero ella en verdad lo estaba disfrutando, sus gritos de placer que emitía delataban lo que sentía por el contacto de la vibración de las bolas en su interior y mi dedo el trabajo que realizaba, se escuchaba “NO PARES, NO PARES, UGGG, ME MATAS NO PARES, OOOOO, MMMMM, NO PARES”, diciendo esto me estrujaba mi mano con sus piernas como queriendo separarla de mi, hasta que termino de una manera tan fuerte que por unos instantes perdió el conocimiento.

Le saque la mano de entre sus piernas, y con mi mano empapada de sus jugos le golpee la mejillas para que volviera en sí, una vez que comenzó a reaccionar le di a que lamiera mi mano, que todavía tenía residuos de sus jugos, le indique que se incorporara, Carmen se incorporo con mucha dificultad, las piernas le temblaban, tenia la cara enrojecida todavía producto de la calentura, la falda enrollada en la cintura, se veía desaliñada y con las piernas aun temblándole, le ordene “SACAME LA VERGA PUTITA, DESABROCHAME EL PANTALON Y SACA MI VERGA”, Carmen obedeció lo mejor que pudo la instrucción que le di.
Una vez que estuvo mi pene afuera, le indique que solo me lamiera por alrededor del glande y saboreara mi liquido preseminal, le volví a ordenar “MIRA CABRONA ABRE BIEN EL HOCICO, UNA VEZ QUE TE META LA VERGA EN EL NO QUIERO QUE CIERRES LOS OJOS, QUIERO QUE ME VOLTEES A VER, QUIERO QUE ME VEAS, ESTA CLARO”, Carmen respondió de manera afirmativa con la cabeza, abrió la boca e intente meterle la verga adentro, solo le entro el glande un poco y se hizo para atrás, “ABRE BIEN EL HOCICO”, con la mano derecha la sujete del cabello por la parte posterior de la cabeza y le metí de nuevo la verga adentro, “VEEME A LOS OJOS ZORRITA, QUIERO QUE ME VEAS”, vi como se le ponían rojos los ojos y una pequeña lagrima caía de ellos, la cara seguía roja al igual que los ojos por el esfuerzo que estaba haciendo, sentía un poco de su baba correr por mis testículos, con la mano que me quedaba libre le masajeaba el culo, con tal intensidad que se escuchaban los balines de las bolas, que seguían dentro de la panocha de Carmen.

Pensé es suficiente por hoy, le dije “SACA LOS CONDONES DE MI ESCRITORIO PUTITA, Y TRAELOS AQUÍ”, Carmen obedeció de inmediato la orden que le di, una vez que los trajo le dije “MIRA ZORRITA SI EN VARDAD QUIERES QUE TE COJA LO HARE, PERO TE LO DEBES DE GANAR, AQUÍ TIENES ESTOS LIQUIDOS PARA QUE LIMPIES LAS PELOTAS, DICEN COMO LOS DEBES DE USAR, Y EL ESTUCHE PARA GUARDAR LAS PELOTAS, EL DIA QUE QUIERAS QUE TE COJA DEBERAS TRAER PANTALON, PERO LAS PELOTAS DENTRO DE TU PANOCHA, LLEVATE LOS CONDONES Y ESE DIA LOS DEJAS ARRIBA DE MI ESCRITORIO, PIENSALO CABRONA, ESTO NO ES NADA COMPARADO CON EL PLACER QUE TE ESPERA”, Carmen solo agacho la cabeza, tomo las cosas con ambas manos, se acomodo lo mejor que pudo la falda y salió de mi oficina, no me di cuenta hasta el día siguiente que se quedaron sus choninos en mi oficina tirados.

Después de este tratamiento a esta puta, pasaron como siete días y encontré los condones arriba de mi escritorio, pensé “QUE BUENA PUTA VAS A SER CARMEN”, pero esa es otra historia


si quieren la saga comenten

1 comentario - Carmen, el principio de su emputecimiento (segunda parte)

lalocadelpizarron
Capaz que si después de haberme cojigo alguin me dice que soy muy putona, no me vuelve a tocar ni la sombra por guarro.. en fin... aunque sea cierto. Te dejo puntos