desnuda por conviccion

Hola, mi nombre es Romina, tengo 33 años, vivo en Córdoba (ARG), estoy casada con Javier desde hace 2 años y en pareja desde hace 10 años.
Cuando nos conocimos en el 2002, ya Javier me había comentado que era fotógrafo amateur por hobby.
Al inicio no estaba muy convencida pero finalmente cedí ante la petición de posar desnuda para él en casa; la experiencia fue totalmente reveladora para mi, sentí una sensación de liberadora como no había experimentado antes, además de que el juego fotógrafo/modelo creo un clima muy sensual.
Comencé poco a poco a pasearme sin ropa por casa, a tal punto que prácticamente llegaba a mi casa y automáticamente me quitaba la vestimenta, solo me dejaba los zapatos. La verdad que le tomé el gusto a esta sensación de libertad, además de que realmente me hace sentir mujer, siento que experimento toda mi femeneidad al desnudo.
Comencé a leer al respecto, pues quería saber si había alguna otra chica que compartiera la misma pasión por el desnudo en casa, y me encontré con mucha información al respecto. Particularmente empecé a leer sobre el movimiento magnatense (culto a la magna mater), en donde el concepto de dios es en realidad femenino, y no masculino como lo plantean otras religiones (como la cristiana, p.e.). Lo femenino es dadora de vida, por tanto naturalmente el concepto de entidad superior es la Madre, o Diosa. Lo que captó mi atención, es que así como otros cultos realizan rituales como el de comer pan y vino para estar cerca de dios como la cristiana, o ayunan un mes como el islam, en el culto a la Magna Mater (Diosa Madre) el ritual más importante se trata de que la mujer, identificada como divinidad, expone toda su femeneidad mediante su propio cuerpo al desnudo, que representa que la divinidad femenina está expuesta a las inclemencias de la vida, y por ende la mujer se despoja simbólicamente de toda protección (su ropa), y se expone a la vida y sus inclemencias.
Le comenté a Javier al respecto, y le comenté que me gustaría reunirme con otras mujeres que desearan practicar el mismo ritual, desnudarse a la vida como señal de entrega y sacrificio.
En esencia se trataría de la practica en tres ámbitos: el desnudo en casa, organizar encuentros (almuerzos o cenas tal vez) con nuestras familias y buscar algún lugar serrano en el que poder practicar libremente en naturaleza el desnudo.
Javier (mi marido) está dispuesto a acompañarme en este nuevo camino que quiero emprender.
Tengo muchas ganas de iniciar el movimiento Magna Mater a quien en donde vivo.
No me animaba a compartir mi pasión, pero ¡qué alegría y alivio se siente al desahogarse con otras!
¿alguna otra chica le convence la idea de estar desnudas en casa, en eventos que organicemos, y en algún lugar fijo que podamos conseguir?
Ojala podamos encontrarnos pronto.
Contáctenme por favor, las espero con ansiedad.
Cariños,
Romina

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