Para festejar su cumpleaños.

Era su cumpleaños y fui a saludarla. No es bueno pasar solos el día del cumpleaños.
Me estaba esperando, sabía que iba a ir.
Tengo sushi me dijo, y champagne. El sushi no me cae muy en gracia pero para antes del amor es bueno no comer pesado y el champagne....es lo mejor!
Estábamos en el sofá tomando la ultima copa de champagne cuando me dijo que no tenía torta de cumpleaños pero que ella iba a soplar igual la velita. Y si bien era su cumpleaños me regalo una soberana mamada.
bajó mis pantalones y mi bóxer y comenzó a lamerme la pija muy suavemente, con una mano me hacía caricias en los testículos como sabe que me gusta y con su lengua jugaba por el largo del tronco de mi verga hasta llegar a la cabeza que recorría en círculos y volvía a empezar.
Yo ya estaba a full y ella todavía no se había metido mi pija en la boca, su legua me hacía cosquillas de una manera que me volvía loco. Ella sabía bien que ese jueguito me podía....
Luego,si, engulló mi pija tragandosela hasta el fondo, una mamada gloriosa que se llevó su recompensa, varios chorros de leche caliente de tragó con pasión.
Ahora era mi turno, me terminé de desvestir mientra ella hacia lo mismo y la llevé alzada hasta la cama.
Empecé por su boca, mi lengua se perdió en lo profundo de esa húmeda y deliciosa boca, sentí la mezcla de gustos del champagne y mi leche...me imagino que para una mujer debe ser un cóctel supremo...en la calentura del momento no me importó encontrarme con esos sabores.
después fui a su cuello...como la calienta sentir mi aliento en su cuello...la cosquillas de mi lengua...el calor de mis besos...suspiraba entrecortadamente y desde ahí podía ver que su conchita despedía lujuriosos jugos, pero para llegar ahí todavía faltaba mucho...
Después de recorrer con mi lengua el contorno de su oreja fui directo a sus dulces pechos, sus pezones estaban durísimos y yo intercalé besos mordiditas y caricias que le arrancaron varios suspiros.
Me detuve mucho tiempo en ellos, ellas siempre se quejan de que no les damos la atención que merecen a sus tetitas y vamos directo a su entrepierna...pero hoy no era ese día.
Noté que ya estaba a punto de acabar, baje con mis besos por su panza y me detuve en su ombligo...es una de mis debilidades y me encanta tratarlos con mi lengua como si fuese su conchita...
Lamí ese ombliguito hasta que ella arqueó su espalda bien alto y luego se desplomó en una oleada de espasmos,
Una acabada espectacular...sus jugos le chorreaban por las piernas mientra ella daba rienda suelta a su lujuria.
Entonces si, empecé a bajar dando besitos a toda la piel de su pancita, su conchita estaba prolijamente depilada dejando apenas un triangulito de pelos bien recortaditos encima de su pubis.
Mis dedos jugaban con esos pelitos mientras mi lengua iba bajando como distraídamente, pasando por el costado de su conchita y dirigiéndose a la cara interna de sus muslos dedicándole una buenas lamiditas.
Después de su primer orgasmo sus jadeos fueron incrementándose nuevamente, dejando sus muslos fui hacia su vulva, la lamí por afuera, por el exterior de sus labios externos por un buen rato jugué con ellos , pero ya era hora de entrar y mi legua pasó a los labios internos, su concha largaba jugos copiosamente, estaba muy caliente, sus gemidos ya eran gritos y cuando posé mi lengua en su clítoris explotó en otro orgasmo, mojándome toda la cara de lo excitada que estaba.
Ahora si, empezamos, tomándola con mis dos manos de sus caderas comencé a lamerle el clítoris frenéticamente sin parar...se volvió loca... gemía,se retorcía, gritaba, se sacudía pero yo no aflojaba....acabó como dos o tres veces más, entre mi saliva y sus jugos dejamos un charco en la cama.
Y ahí nomas se la metí, entró de una en su concha super excitada pero frené mis impulsos y fui muy lento, bien a fondo pero despacio, quería durar mucho y terminar de enloquecerla.
después de unas cuantas estocadas a fondo, la saqué y empecé a jugarle metiéndosela solo unos pocos centímetros...tratando de rozar toda la circunferencia de su cuevita, esto la excitaba mucho, luego, si, hasta el fondo dos o tres veces y nuevamente en la entrada...este jueguito la enloquecía, cuando estaba a fuera rogaba que se la meta a fondo y después gozaba como loca cuando la tenía en la entrada...
Jugamos así un rato largo hasta que cada vez se la dejaba mas tiempo bien adentro y aumentaba el ritmo del bombeo.
Acabó dos veces más hasta que me agarró a mi el cosquilleo en mis huevitos y empecé a darle frenéticamente hasta el fondo, fueron cinco minutos de locura, ella gritaba hasta que los chorros de leche inundaron su concha y calmaron tanto fuego.
Quedamos abrazados así como una hora, con mi pija adentro de su concha sin movernos, rendidos e inmensamente felices...
-Feliz cumpleaños -le susurré al oído- y ella me besó nuevamente.

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