el final del primer encuentro

Como les prometí continuar con el primer encuentro con Liliana, aquí les traigo el final...
Ya saben que ella es una compañera que tenía del secundario que andaba de novia con uno de mis mejores amigos; que al reencontrarnos en la fiesta de la promo tuvimos tiempo para reconocernos y que luego de un viaje a la Capital Federal, nos hablamos y quedamos en encontrarnos a garchar.
Saben también que fue algo espectacular y que me terminó entregando el orto tal como les conté en mi entrega anterior.

El asunto es que después de tantos polvos, estabamos literalmente acabados..., decidimos ducharnos y luego dormir una siestita.
En la ducha, parece mentira, volví a excitarme cuando tomando el jabon comencé a enjabonarle la espalda; luego desde atrás, le comencé a pasar el jabón por la tetas que rápidamente se erectaron (al igual que mi pija)..., ni hablar que cuando llegué a la cola (o mejor dicho el portentoso culo de mi amiguita), ya quería empomarla de nuevo.
Peró seguí con mi tarea jaboneril lavándole la cachucha que estaba totalmente mojada..., claro no sé si por la ducha o por la calentura, pero cuando le metí un dedito y lo saqué, chorreaba de flujo de mi amada.
Ella no había perdido el tiempo..., mientras la jabonaba, con sus manos buscó mi pija y comenzó a pajearme lentamente.
Ya no me aguanté mas. La puse en cuatro y la ensarté bajo la lluvia de la ducha furiosamente! Un frenesí total, una locura de pasión..., la tomé de la cintura mientras entraba y salía de la conchita mientras le pegaba un chirlo cada tanto que le dejó las nalgas totalmente rojas..., mi verga hacía tope y mis huevos chocaban contra el clítoris de Liliana que se descargó en un nuevo orgasmo que le aflojó las piernas. Gemía, gritaba y caía. Apenas la sostenía mientras descargaba una nueva ración de leche...
Estuvimos así, caídos en la ducha..., sin hablar. Creo que disfrutando del silencio y del agua que seguía cayendo sobre nuestros cuerpos exhaustos. Sentados, mi verga de un color rojo morcillesco y la concha de Liliana manando mi leche...
De algún modo nos recuperamos, nos secamos y fuimos a la cama donde desnudos nos dormimos abrazados.

Un par de horas mas tarde, comenzaba a caer la noche. Despertamos, nos besamos, nos tocamos. Sabíamos que estabamos llegando al final de nuestro encuentro.
Asi que volví a mi tarea de besos, caricias, manos, dedos, lengua..., todo. Liliana respondió sin inhibiciones. Ella sabía también que nos estábamos despidendo. En un ratito estábamos enmarañados en un 69 tremendo.
Mi verga en su boca no paraba de crecer. Su concha destilaba fluidos extraordinarios.
Me acosté y ella se subió sobre mí..., me cabalgó mientras dejaba escapar leves quejidos. Yo la animaba: dale amiguita putita!; pensá en Iván que alguna vez se va a enterar que te cojí!
Damela toda papi, quiero tu verga solo para mí... es toda tuya mi amor!
Aceleró sus embestidas mientras yo colaboraba elevando mi cadera para penetrarla hasta el fondo y..., se derrumbó en un orgasmo final!
A esta altura yo creía que no acabaría mas, pero ella liberó mi verga y la comenzó a mamar como si fuera su última cena. A la vez con las manos me pajeaba. Cada tanto lamía el glande y otro tanto se la tragaba toda hasta la garganta. Tanto hizo que logró hacerme acabar por séptima vez (mi record personal, jejeje).
Calculo que mi acabada fue apenas una mísera lechita, pero se la tomó y me limpió la verga hasta dejarla reluciente.
La verdad, estaba casi insensible de tanto coger, pero seguía estremeciéndome tanta atención bucal y manual.
Nos duchamos. Ahora sí cada uno por su lado.
Casi sin fuerzas nos vestimos, buscamos nuestras pertenencias y luego de un último y largo beso bajamos al vestíbulo del hotel.
Pedí la cuenta ante la mirada asombrada del conserje que me dijo, pensé que se quedaba hasta mañana..., le puedo hacer un descuento pero no demasiado. Yo pensaba que ni falta hacía, solo quería salir de allí.
Salimos de la mano. Caminamos por una callecita del bajo hasta llegar a la parada del cole que debía tomar para llegar a Avellaneda. En el camino me dijo riendo: que manera de perder el tiempo, tendremos que recuperarlo, eso sí, apenas puedo caminar puto! me rompiste el culo jajajaja.

1 comentario - el final del primer encuentro

lapsus1992
Pon unas imagenes mas asi el relato sera mas excitante 🙂