Las Nalgas abiertas de América Latina

LAS NALGAS ABIERTAS DE AMERICA LATINA


Una Historia Original de EASYLOVER ®


Las Nalgas abiertas de América Latina

LECTURAS INSPIRADORAS


anal

culito


Mi nombre es Ricardo, me dicen Rocky. Esta historia comenzó hace 3 años. Solíamos juntarnos a estudiar en grupo, generalmente en un local de comidas rápidas, con mis compañeras del profesorado de Lengua y Literatura. Era un buen equipo, y aunque las edades eran disímiles nos llevábamos bien. Personalmente tenía gran afinidad con Angie, una morocha de ojos almendrados y cabello ensortijado, simpática y de sonrisa fácil. Físicamente no tenía tetas que quitaran el aliento, pero tengo la teoría de que lo que Dios no otorga ARRIBA lo compensa abajo, y Angie tenía un culito que era para enmarcar y prenderle velas a diario.
Sucedió que estábamos terminando de pulir una monografía y se nos hizo tarde, era jueves y al día siguiente había que laburar, asi fue que de a una se fueron excusando y partiendo hasta que solo Angie y yo quedamos tomando un cafe y charlando acerca de trivialidades.
Tan enfrascados estábamos en nuestras cosas que no advertimos la hora hasta que los empleados nos comunicaron amablemente que era hora del cierre.

Era de madrugada y Angie vivía en zona sur, ella solía usar el ferrocarril, y hacia allí nos dirigimos. Cuando estábamos ingresando a la zona de boleterías, uno de los remiseros que tienen su parada en la dársena frente a la estación, nos informa que ya no había servicio de trenes hasta las 4:30 hs de la madrugada.
Angie se preocupó, en colectivo era un trayecto largo y ahora tenía que tomar 2 líneas distintas, lo que mas la preocupaba era tener que esperar sola en lugares desiertos y peligrosos del conurbano bonaerense. Le ofreci acompañarla, y aunque la principio lo rechazó, la convencí tras insistir y recordarle los peligros que abundan en nuestra querida tierra.

Nos encaminamos hacia la parada del bondi, que tardó 45 minutos, en los cuales charlamos animadamente de nuestras vidas sentimentales. Ella estaba sola desde hacia 8 meses. Yo me había separado hacía 2 meses de Laura después de convivir casi un año. No dejé pasar la oportunidad para tirarle los perros. Hasta ese momento siempre me había parecido una mina piola y me encantaba su culito, pero esa noche su cercanía, su perfume, su boca carnosa sonriendo ante mis chistes boludos y mi calentura, bastante atrasada por cierto, hicieron efecto. Comenté lo mucho que me sorprendía el hecho de que aún estuviera solita, y cuestioné burlonamente la hombría de los tipos del Sur de la provincia, al dejar escapar a una mujer tan hermosa e inteligente.
Ella reía haciéndose la desentendida, pero el jueguito le gustaba y me correspondió con halagos similares, preguntandome como podía estar solito siendo tan versero!!!

orto


Al fin, tras una larga travesia por las oscuras y peligrosas calles bonaerenses, llegamos a su casa, eran las 3 menos 5 de la mañana. Me invitó a pasar, me dijo que no me podía dejar ir a esa hora y que podría dormir en el living, o en su balconcito. Reímos con ganas y entramos. Su departamento era pequeño, pero bien arregladito y prolijo. Sobre la mesa había varios libros de Galeano, su autor favorito, entre ellos "Las venas abiertas de América Latina", del cual comentamos lo excelente que era y como Galeano sale en defensa de la dignidad del hombre ante una capitalismo falto de ética y mas aun de sentimientos. Mi gusto por la obra del escritor uruguayo pareció despertar en ella un interés en mi que hasta ese dia no había demostrado nunca. Sentí que me miraba con otros ojos, con un brillo especial en ellos que anteriormente no había notado. Galeano me estaba abriendo las puertas del cielo.

Se sentó a mi lado en el sofá luego de cambiarse y ponerse su pijama, que era un viejo y pequeño, muy pequeño jogging, que resaltaba aun mas esas increibles pompas que meneaba tan tentadoramente y una musculosa de algodón ajustadita, que dejaba adivinar sus pezones. Para ese momento pueden imaginar como tenía el miembro de agarrotado, y los ratones hacian fila en mi cabeza inflamando la imaginación con obsenidades de todo tipo y color. Se cruzó de piernas y me invitó a quitarme las zapatillas y la campera. Puso música mientras mateábamos y se recostaba en mi hombro riendo ante mis ocurrencias. Me miraba fijo a los ojos cuando la charla se ponía seria y nos enfrascábamos en Galeano.

Asi pasaban los minutos y la situación se fue poniendo tensa, las miradas se sostenían cada vez mas tiempo y me puso nervioso. Moría de ganas de tirarme a la pileta, pero no quería cagarla y perder a una buena amiga. Creo que se daba cuenta cómo la devoraba con los ojos. Pronto las miradas silenciosas y cómplices, empezaron a llenarse de pequeños cuestionarios, coquetos, nerviosos, juguetones: ¿Qué miras?, ¿En qué pensas?, ¿Me ibas a decir algo?, ¿Tengo algo en la cara? La respuesta era del mismo tenor: nada, solo miraba; si, muchas cosas quiero decir, pero mas adelante... (silencio)... (Sonrisas).

ojete


En una de esas ella se para a buscar azúcar y al regresar, tropieza con un almohadón grande y se me cae encima, ante lo cual estallamos en carcajadas y ella se sonrojó pues estaba cara a cara conmigo y a escasos centimetros de mi boca. Ya no dude. Tomé su rostro en mis manos mientras nos miramos a los ojos y sin más, comenzamos a besarnos tímidamente, como probando nuestros labios, luego fue más intenso, enredando nuestras lenguas, sintiendo nuestro aliento, probando nuestras salivas. Se fue agitando nuestra respiración, la abracé, la atraje aun mas hacia mí, la apreté, quería que sintiera la dureza de mi verga, mi herramienta, lo dura que ya estaba, y que le quedaba a altura de su abdomen. Ella respondió con profundos y húmedos besos y la intensidad nos perdió a ambos.

Mis manos la recorrían sin pausa, acariciándola por encima de su pijama, palpando su tanguita bajo el jogging, rozando sus pechitos que ya mostraban los timbres erectos. Nuestras lenguas se trenzaban desesperadas en un huracán de caricias y lamidas. Empecé a levantarle su pijama, me doblé levemente para comenzar a gozar de sus tetas, sus pezones, esas dos cosas ricas que hacían descontrolar mi cuerpo, pues ya la estaba empujando con mucha fuerza, haciéndole sentir el rigor del miembro, ante lo cual ella se contoneaba franeleándose con vehemencia contra mi bragueta.

Mis labios desbarrancaron de sus labios, cayendo por el cuello, chuponeándola, lamiéndola, terminé de hacer a un lado la musculosa liberando esos pechos, inmediatamente metí un pezón en mi boca, chupé con fuerza, ella jadeaba y buscó mi oreja, mordiéndome el lobulo, metiendo su lengua, respirándome caliente y salvajemente al oído.
A ciegas, se guió hasta mi cremallera y logró bajarla, pasó su mano de abajo hacia arriba por toda mi verga comprimida en el slip y empezó a tironear mis jeans hacia abajo. A los tirones, a los manotazos, como posesos, ambos peleábamos con nuestras ropas tratando de desnudar el uno al otro. Retiré mis labios de su teta sólo para continuar comiéndole la boca mientras nos despojábamos de las últimas prendas.

compañera


Su tanguita estaba empapada, la sentí en mis dedos mientras se la bajaba despacio pero con firmeza. Pude ver su conchita, mientras separaba su pierna derecha y ponía su pie sobre el sofá. Sin más, besé sus muslos, no tengo descripción para ese olor a sexo puro, fuerte olor, exquisito de sus jugos. Pero oler no me bastó, pues como un animal me abalancé a lamer sus labios.
- ¡¡¡AYYY!!! - fué su grito desencajado.
-¡chúpamela! Fuerrrrte!- me rogó.
Metí mi nariz, hasta que no pude más y le dí unas primeras succiones a su clítoris que no me costó nada encontrar. Ahí estaba, durito, mojado, rosado y disponible. No sabía a esa altura si era el olor, el sabor o lo que estaba viendo lo que me tenía tan increíblemente excitado.

tenía unas ganas locas de apretarla, metérselo sin esperar mas. No obstante, haciendo grandes esfuerzos continué. Metí mi lengua en ese culo y tres dedos en la vagina . Le pasé la lengua por su ano, mientras con mi mano libre separaba sus cachetes, Recorrí con mi lengua desde sus muslos hasta su ano, varias veces, sentía sus jugos vaginales en mi mejilla, su olor era un perfume de sexo. Sus quejidos eran intensos, los míos también. Se movía de lado a lado. Seguí con un mete-saca con mis dedos, alternando mis lenguetazos entre su hoyito y el clítoris, ella trataba de manotearme el amigo, pero se le dificultaba llegar desde su posición, hasta que rendida y acelerando sus gemidos, se entregó.

Sentí el primer momento de su orgasmo, acompañado de quejidos y gritos cortos Ah... Ah... Ah... así... El sabor de su conchita cambió, estaba hecha sopita y succioné con ganas mientras ella deliraba de placer, convulsionándose en orgasmos.
La lamí hasta que me tironeó de los pelos, retirándome de alli. Recogí con mi boca y mis manos, la mayor cantidad de sus jugos y se los llevé a sus labios, a sus tetas, la bese con pasión, dándole mordisquitos a sus labios y chupándole la lengua.

cortachurros


Aún jadeando y respirando entrecortadamente ella se subió encima mio. Quiero montarte, me dijo. Y ayudándose con una mano se introdujo toda mi pija en la concha. Creí que acababa en ese instante, pero no se como logré controlarme, y con mis manos rebalsando de sus nalgas, la ayudé a cabalgarme, mirándola a los ojos, disfrutando de su rostro sudado, de sus dientecitos mordiendo el labio inferior en un gesto de deseo sublime.
Se inició una carrera loca de lujuria, ella arriba, con sus tetas moviéndose y su pelo sobre su cara, sus ojos estaban blancos, me apretaba los hombros, cada tanto bajaba a meter su lengua en mi boca, sin parar. Era un sube y baja violento, le acariciaba los pezones y luego apretaba todo su pecho en la mano, mientras la otra seguía en sus nalgas, acompasando el vaivén, sin bajar el ritmo de su galope.

-Cogeme Rocky, cogeme- me pedía entre jadeos.
-Si mi amor, te voy a coger toda- le prometí gozándola.
En ese momento la sentí temblar, sus pezones parecieron agrandarse mas, comenzó a mover la cabeza de lado a lado, sus cabellos se movían como en un baile de rock y terminó con quejidos imparables, echó su cabeza hacia atrás mientras la sentía temblar y sacudirse sin control. Finalmente cayó sobre mí, con su cuerpo mojado de sudor de hembra caliente, su respiración espásmica, casi un sollozo y su dedo metido en su boca.
Intentamos un breve reposo, pero mi verga quería mas. Sin salirme de ella le hice caricias suaves en sus pezones, mientras nos besábamos con mucha ternura. Seguí masajeando sus nalgas, abriéndolas, buscando el hueso de su cadera con firmeza. Mordí su cuello.

Me sali de Angie y me puse puse de pie, la contemplé y acerqué mi pene a sus tetitas y mi glande se posicionó en sus pezones, en su cuello, mientras me pajeaba y lo dirigía a su pecho, hasta que lo atrapó en su boca y fue el inicio de frases entrecortadas por que estaba con mi verga en su juego fálico:
-Cada vez que te miraba el paquete, pensaba en chuparte como ahora-.
-Me gusta tu pene, no dejaré de pensar en él después de esto-. Me advertía.
Estuvo saboreando su golosina un buen rato, alternaba sus succiones con pequeños lametazos en mis testículos. -Sigue así, así me gusta, mmmhhhhh, que bien lo haces... hasta el fondo... métetelo asimmm.

Hubo momentos en que creí que explotaba, pero hábilmente se dio cuenta y se levantó.

Las Nalgas abiertas de América Latina


Se puso en cuatro patas sobre el sofá.
-Yo se que este culito te vuelve loco Rocky. Me di cuenta como me lo comés con la mirada.- me dijo meneandolo sensualmente.
-Aqui me tenés papi, haceme tuya! - me ordenó.
Me incliné y acaricié esa cola. Mis manos separaron los cachetes, y por un segundo, contemplando aquel espectáculo, agradecí mentalmente a Galeano, tenía las nalgas abiertas de América Latina frente a mi, y las iba a gozar en forma. Mi boca fue derecho a su hoyito.

Lo bese, chupé, lamí, le enterré la lengua cuanto pude. Sin agacharme mucho tomé saliva de mi boca y la dejé caer en su orificio anal, acumulé flujo de su concha en los dedos, lo mezclé con la saliva y empecé a jugar con su ano, jugué con él, intenté meter un dedo y así lubricarlo y dilatarlo para poder penetrarla.
Bajé y lo chupé, le comí el culo en un largo beso negro, lamí el orificio y metí un dedito, para ir amansándolo, mientras le metía el dedito en el culo te apliqué el tradicional "enchufe", es decir, metí un dedo en el culo y otro en la concha, a modo de enchufe, y le pajeaba ambos agujeros a la vez, pasando mi lengua por entre los dos orificios. ¡Qué rica y erógena es esa zona intermedia!

Ella gemía encantada de esos mimos. La facilidad con la que entró ese dedo me hizo pensar que ese asterisco ya tenía el cuentakilómetros bastante alto, lo cual me agradó sobremanera, ya que soy fanático del sexo anal.
Seguía en cuatro patas, con la cara apoyada en los almohadones del sofá, de modo que yo podía ver claramente su perfil, y una sonrisa dibujada en ese rostro que me encantaba.
Me mataba tu sonrisa, y más cuando era como ahora, de felicidad sexual...
Que sex appeal, que hembra cachonda, como la iba a gozar!

Estaba en cuatro patas la dama, sonriendo, gozando del enchufe que le estaba aplicando, y el culito ya cedía lindo, listo para recibir mi verga, por lo que decidí comenzar a penetrarla.
Tenía en ese momento una extraordinaria excitación, estaba que no daba más, me iba a comer ese lindo culito,-Qué delicia!.- pensaba para mis adentros. Angie me deleitaba la vista con sus movimientos, yo tenía la verga a reventar, goteando líquido preseminal, inflamada a mas no poder.

Yo me iba a comer ese culo! Estaba en la gloria. Apoyé la cabeza de mi verga en su orificio anal, y con la ayuda de mis dedos hice fuerza sobre la cabeza empujándola dentro del culo, con el dedo pulgar la empujé hacia adentro, para vencer la primera resistencia, sabiendo que una vez metida la cabeza, el resto es cuestión de tiempo y movimientos. Que rico culo, ya tenía la cabeza adentro y gozaba como la más perra, le gustó enseguida, y me lo hizo saber.

-Mmmmmm asiiii Rocky, asiiiiii metemela todaaaaa.-Pidió.
Lentamente fui separando mis manos de la verga que ya había entrado hasta la mitad, y la tomé de la cintura con ambas manos, Arranqué el bamboleo, moviéndome hacia adelante y hacia atrás, movimiento enseguida imitó Angie, acompasando el ritmo, perreándome la pija. Cada tanto empujaba mas, me quedaba quieto, y ella se movía, yopermanecía inmóvil para evitar el dolor innecesario y dejar paso al placer, al gozo.

Ese día su culo al fin era mío, se la fui metiendo hasta el fondo de su recto, llené su culo con mi verga que estaba al máximo de su expresión, como cada vez que me como un culo, se me pone a mil, y ese día era su culo el que me había puesto así. Que rico culo, y disculpen que sea insistente. Toda la verga estaba adentro, y recuerdo la pasión, las ganas que puso esa mujer, todo su fervor estaba en aflojar el culo para gozar, como se movía!, como le gustaba!, era realmente emocionante sentir como las paredes de ese ano cedían y cedían, controladas por su libidinosa mente, que no quería más que gozar.

Desde mi posición tenía una vista privilegiada de mi pija entrando y saliendo entre esas tremendas nalgas, como un pistón enloquecido. Ya estábamos cogiendo salvajemente, yo embestía con fuerza, golpeando con la parte superior de mis muslos en sus nalgas, que estaban perladas de sudor. Coge y coge, mete y saca, saca y mete, hasta que al fin no pude mas y le avisé que me venía el lechazo. Ella aceleró los culazos, y se pajeaba el clítoris, al mismo tiempo que me gritaba:
-Llename el culo de leche, dale dale papito, cogeme, cogeme, cogemeeeee!!!.-Era la súplica desencajada.
Y sin poder aguantarlo mas, le llené de leche el culo, que explosión, sentía los chorros de esperma salir disparados adentro de su recto, mi cuerpo era presa de espasmos, cual pequeñas descargas eléctricas. Me vaciaba en su ojete mientras ella, pajeándose con furia, llegaba al orgasmo y su cortachurros me aprisionaba la verga con fuerza, le sentía latir el culo acogotándome la poronga.


anal


Caímos uno sobre el otro, sin sacarla. Le bese el lóbulo de la orejita y le susurré:
-Me mataste!
-Todavía me falta para completar el asesinato papi.-Me anunció.
Nos besamos. Asi, "de cote", y descansamos un rato, antes de reiniciar.
Ese día ambos faltamos al laburo.


culito

orto

ojete

12 comentarios - Las Nalgas abiertas de América Latina

JohnMcClaine +1
Que buen relato!
Me dejaste duro!
🤤 🤤 🤤 🤤 🤤
james_hadley1 +1
Muy bueno, la descripción de las boludeces que uno dice antes de decidirse a tirarse a la pileta es exacta, es el momento más lindo. Mis felicitaciones y un puntín, no tengo mucho capital. Si podes pasa por mis relatos.
Glavo +1
Gracias... voy a ocupar las manos un rato.
fourier +1
muy buen relato 😃
acariciameporfin +1
Aún jadeando y respirando entrecortadamente ella se subió encima mio. Quiero montarte, me dijo. Y ayudándose con una mano se introdujo toda mi pija en la concha. Creí que acababa en ese instante, pero no se como logré controlarme, y con mis manos rebalsando de sus nalgas, la ayudé a cabalgarme, mirándola a los ojos, disfrutando de su rostro sudado, de sus dientecitos mordiendo el labio inferior en un gesto de deseo sublime.


Quiero montarte


ayudé a cabalgarme,


mirándola a los ojos,


ES TODO UN ORGASMO CADA ORACIÓN, PERO ME BASTA CON ESTO ÚLTIMO PARA

Creí que acababa en ese instante,


🤤 🤤 🤤 🤤 🤤 🤤 😢 😢 😢 😢

SABES LO BIEN QUE ESCRIBÍS PERO CREO QUE TRASLADARNOS A ESA CAMA ES LO MÁS QUE

PUEDE HACER UN BUEN ESCRITOR Y NO NOSOTROS, SOLAMENTE DEJARNOS LLEVAR,

CERRAR LOS OJOS Y ENTRAR EN UNA ZONA DE ENSUEÑO QUE NINGUNA OTRA COSA LO

PUEDE LOGRAR .- A VECES NI LA PROPIA EXPERIENCIA EN VIVO



cortachurros
acariciameporfin
PUNTOS MAÑANA, TENGO SOLO 2, LOS DE MAÑANA SON TUYOS, SI NO PASO ES PORQUE ME OLVIDE TE RUEGO ME LOS RECLAMES, PORQUE SON TUYOS.

RECO FAV
drtytancba
Totalmente sin palabras ... Es la exelencia