Relatos Eroticos Hogwarts parte 1

Hola gente esta vez les traigo un relato erotico de harry potter que he echo por hobbie... si tienen alguna queja sugerencia puteada o lo que sea... con gusto la atendere por mp 😃 los dejo con el relato
Hola a todos, quizás me recuerden de el libro que escribió esa muggle, como era… a sí, J.K. Rowling. Soy Rous, quizás me recuerden del cuarto libro, soy una de las chicas francesas que viajaron hasta hogwarts para el torneo de los tres magos. Soy amiga de Fleur, la que representó a nuestro colegio en el torneo. De hecho soy muy amiga suya porque de pequeña nadie quería estar con nosotras, como las dos somos descendientes de veelas nuestra infancia fue un tanto dura, nadie quería estar con nosotras por la fama que tienen las veelas de zorras que solo quieren sacarte la pasta y de tener algún poder oculto que siempre han ocultado a los magos. Pero nosotras no éramos así, simplemente con la edad nos fuimos convirtiendo en zorras, pero solo zorras, no pretendíamos sacarle la pasta a nadie, solo nos convertimos en adictas al sexo y respecto a lo de los poderes ocultos, sí, tenemos algunos solo que la gente desconoce su existencia lo que hace que nos sintamos más seguras y más poderosas. Bien pues este año me cambiaron de colegio mis padres, yo vengo de una familia muy, muy rica y me había ganado la fama de zorrón en el colegio francés y eso no les gustaba a mis padres, padres que seguían las enseñanzas del mago más oscuro de todos los tiempos, por eso me cambiaron de colegio y no solo eso, me pusieron un psicólogo para que consiguiera que mi adicción al sexo pasara a la historia, pero no sirvió de nada pues yo pagaba al psicólogo para que convenciera a mis padres que mi "enfermedad" había desaparecido. Con respecto a mis poderes de veela solo he descubierto uno que me enseñó mi abuela, la veela más fantástica que conozco, el de leer la mente.









Pues bien, mi historia empieza en Hogwarts, mi pusieron en Griffindor puesto a mi persistencia por conseguir lo que me proponía y mi espíritu emprendedor. Después de la ceremonia de iniciación y el gran banquete todos subieron a sus habitaciones a dormir, era viernes y no me apetecía dormir, podía dormir todo el día el sábado, así que me quedé en la sala común. Allí vi pasar gente, grupos de chicos y chicas que reían y corrían de un lugar para otro, cogí una revista del revistero y la ojeé. Un grupo de chicos, que pasó ya por quinta vez mirándome como perros en celo, me silbó, pero ni siquiera levanté la vista de mi ejemplar de magic music. Leí la mente a uno de ellos, el que parecía ser el líder del grupito. << Que buena está. Ojalá se fijara en mí. >> El comentario me hizo gracia pero oculté mi risa y les envié una mirada de mala leche, para dejarles claro que molestaban y que si no volvían a sus dormitorios no pasaría nada bueno. Pero continué leyendo, una muchacha castaña a la cual reconocí de inmediato se sentó en la butaca de mi derecha, con un gran tomo de "lo que nunca te enseñaran en la escuela". Era Hermione Granger la íntima amiga de Harry Potter. La había visto antes en el expreso de Hogwarts, pero llevaba el pelo revuelto, ahora lo llevaba liso, supongo que como preparación del banquete de hacia unas horas.

-Vaya! Te queda mucho mejor el pelo así, alisado, deberías dejártelo así.- Ella enrojeció y me miró examinando cada parte de mi.

-Perdona, nos conocemos?- dijo ella.

-Nos vimos el año hace dos años, en el torneo de los tres magos. Venía con las representantes del colegio francés. Me llamo Rous. Encantada.- Y le di dos besos en la mejilla.

-Hermione, vaya, y como es que este curso lo haces aquí?

-Mis padres querían que estudiara aquí por motivos de trabajo, ya no vivimos en Francia y por localidad me toca venir a la escuela aquí.- mentí.

-O sea que estas sola?- <<Ya tengo una amiga!>> gritaban sus pensamientos descontrolados. Sabía que si tenia cerca de Hermione tarde o temprano Harry acabaría siendo tan amigo mío como de Hermione.

-Sí, te agradecería, si no es molestia, ya que vamos al mismo curso, que me acompañaras por las clases y estuvieras un poco por mi por si me pierdo…- y le dejé caer una sonrisa por las que batallones de hombres habrían matado.

-Te lo iba a ofrecer ahora mismo, pero bueno, creo que haremos buenas migas.- y pasamos charlando el resto de la noche, sobre cosas de Francia y sobre su vida muggle y más cosas poco interesantes.

A la mañana siguiente, cuando me desperté me senté en la cama para vestirme y salir a dar un paseo por Hogwarts cuando vi detrás de mí a la chica de la noche anterior, Hermione, seguía con el pelo liso, y me esperaba para bajar a almorzar juntas.

-Gracias por esperarme, te debí poner en un compromiso ayer pidiéndote que me acompañaras.- me hice la víctima.

-No tranquila mujer que estoy encantada.- no mentía.

-Veo que me has hecho caso.- dije señalándole el peinado. Y bajamos las escaleras corriendo hasta el gran comedor.

-Te presento a Harry Potter y a Ronald Wesley.- hice una reverencia y pronto oí los pensamientos de ambos, coincidían en que si se quedaban a solas conmigo no dejarían escapar la oportunidad, cosa que me puso bastante caliente, de recién levantada.

- Encantado.- dijeron al unísono.

Les conté todo sobre mi pasado, bueno solo lo que me interesaba que supiesen. Paseamos por los alrededores del castillo, visitamos a Hagrid un enorme hombre que al parecer tenía muy buena amistad con ellos, visitamos el campo de quidich, deporte que por cierto soy muy buena, e incluso dimos una vuelta en escoba, ocasión que Ron aprovechó para mirar si llevaba o no lencería inferior.

[Bueno pero antes de que pasemos a un campo de más trascendencia me gustaría hacer un paréntesis para dar más datos interesantes y útiles para el futuro: yo soy rubia, pálida, con ojos azules, muy delgada, a veces pienso que demasiado delgada, con el pelo largo y una mirada penetrante de superioridad. Mis caderas son amplias y mis piernas delgadas y largas, gasto una 105 de pecho y mis uñas son alargadas pero nuca están pintadas. Supongo que a los demás los conocéis como son, así que no voy a andarme más por las ramas.]

Al final del día, los cuatro éramos amigos inseparables. Subimos a la sala común y cogimos unos refrescos y Hermione y yo nos alejamos para charlar de cosas de chicas.

-Harry está libre?- pregunté sin andarme por las ramas.

-Tontea con Ginny, la hermana de Ron. ¿Te gusta?- Hermione parecía querer oír todos los chismes en ese momento. Pero yo simplemente asentí.

-Pero no soy la única que esta coladita por alguien. ¿Verdad?- dije sabiendo la respuesta.

-Ho si, vale, lo admito, me gusta Ron- yo asentí otra vez.- pero… ¿tanto se me nota? Es que es verle, y me entran unos calores, una vez me lo encontré recién salido de la ducha con una simple toalla que le tapaba la entrepierna y tuve que ir corriendo a cambiarme de braguitas.- soltó una risita de niña.

-Entonces pudo ir a por Harry segura de que no va a ocurrir nada malo.- la bruja negó.

Pero se hizo tarde y Hermione se encontraba exhausta y se marchó. Pero cuando se iba a ir Ron me dio dos besos y no sé porqué me di un beso en toda la boca, entonces él se puso rojo como un tomate, menos mal que Harry no miraba, pero él se quedó mirándome fijamente a la espera de que dijese algo. Pero cuando me di cuenta un bulto se levantaba por debajo del pantalón del pelirrojo se levantaba tanto que llegaba hasta el cinturón, pero ahí no se paraba, seguía creciendo y le llegaba hasta el ombligo aproximadamente por debajo de la camisa. Ron se dio cuenta de que estaba siendo observado por mí y se tapó rápidamente.

-Pero que haces?- no sabía que responder. Se retiró de golpe.

-Ha sido sin querer.- Harry ni siquiera prestaba atención, estaba conversando con otro alumno de la sala.

-No, tu quieres algo.- no quería decirme eso, lo único que Ron pretendía con ese comentario era acabar ligando conmigo.

-Un momento, tu lo que quieres es que nos enrollemos.- Ron enrojeció mas todavía y negó con la cabeza- Vaya… pues mira que yo tenía pensadas un par de cosillas…-

-Qué cosas?- yo niego con la cabeza.

-No, si no quieres nada conmigo, mejor dejarlo estar…-

-Dímelo.- exigió.

-Quizás otro día.- y me fui a la cama sabiendo que ya tenía a Ron en el bote, y que aunque estaba traicionando a Hermione, valdría la pena.

Por la mañana, el lunes, las clases empezaban y Hermione no me había levantado, así que miré el reloj y me vestí todo lo deprisa que pude y bajé a la sala común. Pero al final del pasillo me choqué con Harry que al parecer también llegaba tarde, y caímos los dos al suelo tirando libros y pergaminos por el suelo. Entonces empezamos a recogerlos y cuando estuvimos a la altura adecuada me lancé i le besé en el los labios, fue un beso fuerte, duro, de hierro, como Harry. El se me quedó mirando y yo recogí los libros y salí corriendo. El intento alcanzarme pero hasta que no llegamos a clase no lo consiguió. La profesora McGonagall nos dejó pasar de milagro. Ron y Hermione no estaban. Pero eso no alteró la clase. Harry estuvo todo el día dándole vueltas a mi beso, lo sé porque le leí el pensamiento. Y a segunda hora apareció Hermione, con la excusa de que había estado ayudando a Hagrid con una tontería, y a tercera hora apareció Ron diciendo que se había quedado dormido en el baño del cuarto piso.

-Sé que habéis estado haciendo tu y Hermione esta mañana.- le dije a Ron apartándolo de la chica mientras almorzábamos algo en el gran comedor.

-Cómo?-

-Se nota mucho.- Ron se volvió a poner rojo.- Ahora sígueme el royo.- me dirigí a Harry y Hermione.- Ron y yo vamos a la sala común que me tiene que enseñar el paquete de nuevos artículos de broma Wesley.-

-Vale, nosotros nos quedamos, aún queda más de media hora para la siguiente clase.- dijo Harry.

Ron y yo caminamos hasta la sala común pero antes nos desviamos a un pasadizo secreto, era muy estrecho, húmedo y olía francamente mal. Allí lo coloqué contra la pared y lo besé larga y apasionadamente, no podía resistirse a un beso de veela como ese. Luego le abrí las piernas y sobre el pantalón empecé a acariciar ese bulto tan extenso que se extendía por su entrepierna.

-Vamos a hacer una cosa. Si quieres gozar con esta Diosa.- dije señalándome.- Tendrás que satisfacer también a Hermione, todos los días, espero que quede bien satisfecha. Si no te delataré y se te acabará el chollo.- dijo que sí, mientras se le caía la baba y apoyaba su nariz en mi hombro.- Entonces ha quedado claro?-

-S…S…Sí…- dijo babeando.

-Entonces nos vemos en clase.- dije dejándole con una erección de caballo i sin poder hacer nada conmigo. Así que supongo que se cascó una paja allí en aquel cuarto oscuro y húmedo pensando en mi.

Por la tarde cogí a Harry y me lo llevé al mismo sitio.

-Me gustas,- le dije, justo antes de fundirnos en un largo beso.- me gustas mucho.- y nos volvimos a besar.

-Y a que esperamos?- dijo cogiéndome por atrás con las manos y acercándome a su entrepierna.

-No!- grité. Quería tenerlo solo para mi, quería que matara por un polvo conmigo.- Todavía no, yo decidiré el momento. Y me fui de el pasadizo dejándole con las ganas.

La primera semana Ron se la pasó follando con Hermione día y noche, esta parecía insaciable y Ron cada día más cansado pero reacio a negarse a los placeres de Hermione. Hermione estaba eufórica, no dejaba de hablar de Ron y cuando no estaba hablando de el estaba follando con él. Eso me resultaba idóneo para calentar a Harry y ponerlo como yo quería.

-No puedo creer lo que está pasando, no lo he pasado tan bien en mi vida. Es la mejor época de mi existencia, sabes que es disponer de un hombre para cuando tu quieras?-

-No lo sabes tú bien.- susurré, pero ella no lo escuchó.

-Lo único que me gustaría ahora es tener a dos hombres, a la vez.- <<Tus de seos son ordenes para mí. >> pensé. Pero antes tenía que catar el arma de Ron.

Al lunes siguiente me levanté con un objetivo, cogí una poción previamente preparada y bajé a desayunar con mis chicos. Todos estaban distraídos y no notaron mi presencia y aproveché y vertí la poción en la copa de Ron. Al acabar el desayuno Ron parecía blanco estaba palidísimo, y me lo llevé a la enfermería. Pero antes de llegar nos desviamos, Ron casi ni se percató, lo subí a la habitación de los chicos, la cual se encontraba total mente vacía y lo apunté con mi varita.

-"Rivitalius"- Ron recobró su color.- "Potions Efect Actus"- y la poción comenzó a hacer efecto, Ron comenzó a acalorarse y a sonrojarse. Su respiración aumentaba el ritmo por momentos, tenía tanto calor que se despojó de la túnica y empezó a desabrocharse la corbata y la camisa blanca.

-Que me has hecho?- dijo Ron preocupado.

-No te preocupes.- dije y empecé a acariciar su miembro por encima del pantalón, este se puso erecto en un santiamén. Ron empezó a besarme por el cuello, se excitó todavía más y se sacó la polla.- He no vayas tan rápido, primero quiero disfrutar un poco de los preliminares.

-Pero o ves como estoy? No puedo esperar, venga empecemos.- mi sonrisa aumentó considerablemente. Quería que me violara.

-Ni lo sueñes, no me apetece solo quiero un poco de magreo.-

-NI LO SUEÑES!- dijo y al momento me tiró sobre una de las camas y se tiró sobre mí, me estrió las medias y levantó la falda, yo me quité la blusa y desnudé a Ron, llevaba unos bóxers que se bajó hasta las rodillas y palpó mi coño con la mano, luego introdujo su impresionante polla gorda y larga hasta el final.- Aggg… Haaaaaaa…. Ha…. Ha…- empezaba el mete-saca sin tener en cuenta mis decisiones.

-Haa Ron, para, para, me haces daño, para, bestia.- dije haciéndome la víctima.

-Calla y date la vuelta.- sin haberse corrido consiguió sacar la polla de mi concha y la metió por mi culito haciéndome ver el séptimo cielo.- Haaagg… Hagg… HaHaHaHaHaha… Haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa…., me corrooooooooo.- tras esto se corrió en mi culo y el semen que corría a borbotones por su miembro no tuvo suficiente espacio ne mi cavidad anal y se salió por el abujerod e golpe abriéndolo más y provocándome más placer.- Ahora por delante otra vez!- dijo y me dio la vuelta de un empujón. Y comenzó a penetrar mi concha otra vez, yo ya no notaba mi culo pero el coño todavía sí y empecé a gozar de lo lindo.

-Ho, sí, sí, sí, Ron fóllame más con más fuerza, dale duro, máaas….- Ron no entendía mi cambio de opinión pero le gustó y daba más y más fuerte sin tener en cuenta mi dolor.- Ho si me corro me corro me corrooo….- y me corrí.- Déjame que ahora te la chupe, quiero chuparte mis fluidos.

-Esperaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa- y se volvió a correr dentro de mí, ahora en mi concha.- Ahora chupa!- y bruscamente me sacó la polla del coño y cogiéndome del cuello me la metió en la boca, provocando que me entraran arcadas. De rodillas en el tapiz me sentía utilizada, y eso me encantaba, además el coño me chorreaba semen y este formaba un charco en el suelo. Y sin darme cuenta.- Haaaaagggg… - que brutalidad, no me di cuenta y tenía la boca llena de leche, de su leche, me tuve que tragar un buen chorro para no atragantarme. Pero Ron no tenía suficiente, me volvia a follar tirándome en la cama con brutalidad y zarandeándome de arriba abajo moviendo todo la cama y provocando un gran ruido, gritaba como un poseso y me cogía con rabia.- Ahahahahahahaaaaaaaaaggggg… dijo mordiéndome el cuello y corriéndose por cuarta vez.

-Ya tienes suficiente?- le dije, y se empezó a reír y de nuevo me dio la vuelta y me folló el culo otra vez. Creo que se corrió cinco veces más hasta que sus fuerzas se agotaron y los dos nos quedamos dormidos en la cama por unas horas, cuando se despertó miró a su alrededor y lo vio todo limpísimo y ordenadísimo pero me vio a mi abrazada a él y saltó de golpe, despertándome.- Vaya… parece que los elfos domésticos han hecho su trabajo, como tú.

-Uff… me duele la cabeza, qué hora es? Uff.. lo hemos hecho como recuerdo?- asentí.- Ho! No! No te habré hecho daño verdad?- asentí.- Ho! No! Perdóname por favor…

-Te perdonaré si me haces un favor,- asintió.- pero es un favor muy grande,- volvió a asentir.-. Vale, quiero hacer un trío con Harry.- y le mostré la más dulce de mis sonrisas. El reaccionó levantando las cejas.- Pero no le digas nada, cuando llegue el momento, te llamaré y nos follaremos los tres juntos.

-Pero yo no quiero royos raros de maricas.

-Eso ya lo veremos.

El resto del día lo gastamos meditando excusas para distraer a Harry y a Hermione. Al final pudimos salir airosos de nuestra acción.

Continuará…

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