Compañeros de trabajo

Compañeros de trabajo

Duro día de trabajo, un montón de alumnos, uno tras otro, esto no está bien, estúdialo más para la próxima semana...... pero se acercaban las 21:30, hora de acabar!! Uuummm, que ganas tenía de llegar a casa y relajarme, pero vaya, tenía que acabar los archivos y me faltaban unos datos de mi compañera. Me dirijí a su clase y se los pedí:
- Hola, que tal, como llevas la tarde?

- Bien, me queda poco para acabar yo también aunque me ha faltado un alumno.

- Pues muy bien, tienes que prepararme los datos que te comenté.

- Ah!! Si, es verdad, si te esperas un momento te lo doy.

- Vale, pues te espero.

Era una chica mas bien guapa, tirando un poco a rellenita, pero tenía unos pechos y un culo muy bien formados. Siempre vestía de forma muy sexy, sobre todo para ir a trabajar, ropa ajustada, zapatos de tacón, discretamente maquillada y perfumada.

La verdad es que nunca me había fijado en ella como mujer, siempre la había visto como una compañera, pero en ese momento mi visión cambió.
Estabamos los dos solos en ese edificio y su perfume empezó a embriagarme, pasando por mi cabeza todo tipo de pensamientos. Debo contenerme, se va a molestar si le digo algo... pero en ese momento ocurrió algo imprevisto. Ella estaba sentada y yo de pié esperando a que finalizase el informe y de repente me di cuenta que estaba mirando fijamente mi paquete. Era el momento de decidirse... y lo hice:

- Te gusta?

En ese momento se sobresaltó porque pensaba que yo no la miraba, se ruborizó y contestó con la voz algo entrecortada:

- Si, me gusta mucho.
Sin dudarlo la invité a cogerlo, y empezó a acariciar mi paquete por encima del pantalón. Me estaba poniendo a tope, nunca podría haberlo imaginado, pero me encantaba. Ella seguía sentada, me puse detrás de su silla y aparté su melena rizada y rubia de su cuello. Empecé a besarle el cuello y noté como se estremecía. Sin dudarlo dirigí mis manos a sus pechos y los acaricié suavemente por encima de su top, eran grandes, redondos, muy firmes, realmente prometían... sus pezones empezaron a marcarse de forma descarada e invitaban a comerselos. En ese momento se levantó y nos fundimos en un lascivo beso. Nuestras lenguas chocaban una y otra vez, recorría toda mi boca y yo la suya, mientras mis manos no paraban de explorar su increíble culo.

Me desabrochó la camisa y empezó a besarme el pecho, jugaba con mis diminutos pezones y mi nivel de excitación era más que destacable. Sin dudarlo le quité el top y un precioso sujetador de encaje negro quedó ante mi vista, pero no duró mucho tiempo allí, hábilmente lo quité y mi boca se dirigió a ese manjar. Sus pechos eran deliciosos, muy firmes, mi lengua jugueteaba con sus pezones mientras mis manos los acariciaban circularmente, cada vez un poco más fuerte. Empezó a gemir levemente y eso me puso aún más cachondo.

- Que bien lo haces.....uuuuummmmm.... quiero que me folles.

- Tranquila, no tengas prisa.

- Aahhhh, estoy a tope, follame.

Me desabrochó el pantalón y como un resorte salió mi pene que ya estaba fuera del slip. Lo miró con cara de no haber roto nunca un plato. Me pidió que me sentara y se puso de rodillas frente a mi. Tenía unos labios carnosos y los dirigió hacia mi pene. Su lengua comenzó a hacer círculos en la punta y deteniéndose en el frenillo. De ahí fue bajando, llenándola de saliva, después subió y se la metió entera en la boca, bajando pco a poco hasta tragarsela por completo. Era obvio que no era el primer pene que se comía, porque el mio era bastante grande (21 cm) y no tuvo ningún problema para engullirlo por completo. Sus manos también trabajaban, una acariciaba los huevos y otra me pajeaba mientras seguía chupando. Imprimió un ritmo frenético, chupaba y succionaba, era realmente increíble. Yo estaba en una nube, pero notaba como mis testículos latían y estaba apunto de tener un orgasmo. Ella lo sabía y me miraba mientras chupaba:

- Vamos, correte en mi boca.

- Si, estoy apunto, sigue...

No tardó mucho en llegar el orgasmo, y mi pene soltó varias sacudidas inundando su boca por completo, pero hábilmente lo tragó todo y lo que se le escapaba por la comisura de los labios, sirvió de crema hidratante para sus pezones. Fue realmente increíble, pero la cosa no podía quedar ahí:

- Ahora te vas a enterar de lo que es bueno.

- Si, demuestrame como te comes un buen coño.

La tumbé en la mesa y le saqué la falda que llevaba, dejándole únicamente un precioso tanga negro y sus zapatos de tacón. Me encantaba follarme a las mujeres con los zapatos, era una fantasía. Comencé a acariciarle el coño por encima del tanga y sin apenas comenzar empezó a gemir. Cogí una de sus piernas y la empecé a besar, desde el pié hasta el pubis, era muy suave y perfectamente depilada. Aparté un poco el tanga y comencé a deslizar mi lengua por su raja de arriba a abajo. Ella arqueaba su espalda sobre la mesa de placer. Ahí me decidí por quitar el tanga y dejar todo ese maravilloso y rosado coño a mi vista. Mi lengua fue apartando sus labios vaginales e introduciéndose poco a poco. Luego subí y me paré largo rato en su clítoris, lo chupaba, lo succionaba uuummmm estaba muy duro, era delicioso. Mientras empecé a meterle un dedo en su coño que no obtuvo resistencia ya que estaba muy mojado, viendo esta facilidad metí otro más y empecé a meterlos a y sacarlos poco a poco, siempre sin dejar de jugar con mi lengua en su clítoris. Sus gemidos de placer se fueron convitiendo en gritos:

- AAAAAHHH, me estás matando!!!

- Te gusta, verdad?

- Ohh, si, estoy apunto de correrme.

Ello me animó, y decidí explorar nuevos terrenos. Pasé un par de veces mi lengua por su ano y fueron como descargas eléctricas para ella:

- Ohh Ohh, si, si, tu si que sabes lo que le gusta a una mujer

Seguí chupándoselo y empecé a meterle uno de los dedos que estaban muy bien lubricados por su coño. Despacio, era un poco costoso...

- Sabes, soy virgen por ahí, pero quiero dejar de serlo ya!!

Al final se introdujo hasta el fondo y sus gritos fueron en aumento. En ese momento recordé que estaba en un sitio público y que podía entrar alguien en cualquier momento:

- Voy a cerrar la puerta, puede venir alguien.

- No, no, dejala así, de esta forma es más excitante.

Así que, me convenció para que no la cerrase cogiendo nuevamente mi polla, que ya se había recuperado del primer orgasmo, y enterrándola en su boca.

- Vamos, follame, no puedo más.

Coloqué la cabeza de mi pene el la entrada de su vagina y empecé a empujar. Entró perfectamente hasta la mitad, ya que estaba todo mojadísimo de flujo:

- Metemela entera, quiero sentirme llena, nunca me había follado una de ese tamaño!!

Sin dudarlo empujé hasta el fondo, sobresaltándose cuando entró.

- Aahhhh Ahhhh, me estás partiendo.

Comencé un ritmo frenético, saliendo y entrando hasta el fondo, mientras pellizcaba sus pezones. De esa forma no tardó en llegarle el segundo orgasmo de la noche.

En ese momento me pidió que me tumbase yo, y ella se puso a horcajadas sobre mi. La visión era realmente maravillosa. Fue bajando poco a poco y se la enterró hasta el fondo. Comenzó a cabalgar sobre ella como una loca. Sus preciosos y grandes pechos se movían al ritmo, aunque pararon cuando me incorporé un poco para chupar y mordisquear sus pezones, mientras con una mano acariciaba su clítoris que estaba totalmente a mi vista:

- Ohhhh, me corro!!! vamos, correte dentro de mi, aaahhhhhh

- Puedo esperar un poco, tenemos un asunto pendiente.

- Ohh Ohh, si si, lo olvidé, pero.....

- No te preocupes, te gustará


Siguió un rato más cabalgando sobre mi, y cuando estaba apunto de correrme la levanté para salir de su mojadísmo coño.

- Es el momento de que sepas lo que es una buena follada.

- Si, lo deseo, pero ten cuidado

- Relájate.

Apoyó su pecho contra la mesa quedando todo su culo a mi disposición, estaba nerviosa, metí un dedo en su coño y bien mojado de flujo lo introduje en su culo, no costó ya que antes había hecho la misma operación. Una vez que estaba un poco dilatado, apunté con mi polla a la entrada. Apoyé la cabeza del pene y entro fácilmente, pero a ella de dolió e instintivamente se hizo para delante intentando sacarla, pero era demasiado tarde, estaba follandome ya su culito virgen. Muy poco a poco introduje mas de la mitad del pene y esperé allí quieto, notando como se iba dilatando, mientras ella gritaba desesperadamente de dolor, dolor que no tardó mucho en transformarse en placer, un placer que nunca había experimentado y que le encantaba. El ritmo se fue incrementando hasta convertirse en frenético, ella hacía fuerza para acompañar la embestida y que esta fuera más fuerte y profunda. Increíble, se había enterrado mis 21 cm apenas sin exfuerzo y gritaba como una loca:

- Follame, follame fuerte.

- Si, toma, tomala toda.

Las embestidas eran bestiales, mis huevos rebotaban en su culo de forma bestial. Se incorporó un poco y pude cogerla por los pechos. Debido a su tamaño no podía abarcarlos con mis manos, pero ella ayudaba sujetándoselos, hasta que una de sus manos se dirigió al clítoris para acompañar la follada anal.

- Ahh Ahh, me corro, me corro, no aguanto más, aaaahhhhhh!!!!

- Si, venga, correte

- Uummmm, si, correte tu también, correte dentro de mi culo


Y así lo hice, fue bestial, varias sacudidas llenaron todo su culo de semen. Al sacar mi polla de su agujerito, la visión era majestuosa, un culo bien follado y semen corriendo piernas abajo. Se dio la vuelta y chupó mi polla hasta dejarla bien limpia.

- Uuuuummmm, que lástima que no haya quedado un poco de semen más para mi, me encantó beberlo antes.

- Tranquila, tendrás todas las oportunidades que quieras para probarlo.

- Si, eso espero, ha sido maravilloso.

- Si, es verdad, hemos follado muy bien.

Nos vestimos, nos dimos un largo beso y dimos por concluida nuestra jornada laboral por ese día.

2 comentarios - Compañeros de trabajo

AussieAG +1
Me agrado tu relato. No me quedan puntos para darte, pero te deseo buena suerte.
Angel2JM
buenisimo.. que cogida espectacular, a mi tambien me encanta cojer las mujeres con tacos más sobre una mesa, mi fantasia favorita es un ejecutuvio y secretaria en la oficina.. vos cumpliste esa fantasia... grande maestro sos lo más