Trilogía de la boda

hola, este relato no es mio pero me gusto mucho y quiero compartirselos, que lo disfruten.

Habían pasado cinco meses desde que Fátima y yo nos acostamos, tres meses desde que le dije que la quería (ella me lo dijo dos semanas después) y apenas un mes desde que le dijimos a nuestros amigos que estábamos saliendo y que íbamos en serio. Sé que no es el orden lógico, pero la vida algunas veces es mejor tomársela sin mucha lógica.

Llego por fin el mes antes de la boda, y como no, los amigos organizamos una despedida de soletero como manda la tradición. Nuria nos proporciono los teléfonos de los amigos del trabajo, pero la verdad es que como Julio ocupa un puesto de dirección en la empresa, trabaja mucho con los jefazos, hombres de cincuenta y muchos, sesenta y alguno. Así que educadamente nos dijeron que no estaban para las juergas que pudiéramos hacer los treinteañeros. Ya nos veríamos en la boda.

Aclaro que el grupo de amigos, nos conocemos del instituto, y estamos por los treinta años. Y como tal, pues preparamos una autentica despedida de soltero a la carta.

El viernes nada más salir del trabajo cogimos a Julio, una maleta con ropa pero si decirle donde íbamos, teníamos por delante: karts, paintball, barbacoa, cubatas, club de carretera, barra libre en un club de la ciudad, y aunque esto no me gustaba demasiado, el teléfono de una mujer de compañía muy discreta y la habitación de un hotel, por si quería.

Al final todo se quedo mas en una reunión de amigos que en una despedida, nada que ver con las despedidas americanas, o la más celebre del cine Español. Más bien fue sencilla, eso si, se podría describir en una palabra LEGEN-espera-DARIA.

Y como no, ni en el club de carretera hicimos nada, bueno mirar y reírnos, pero eso a la salida porque en el club nos comportamos, no queríamos liarla. Ni tampoco hicimos uso ninguno de nosotros de la habitación del hotel. Menos mal que la chica de compañía, no estaba contratada, que sino, nos hubiera salido la broma por una pasta. Así que nos lo pasamos bien los chicos solos, al menos hasta el sábado noche.

Las chicas por su parte, Eva y Fátima incluidas, no sé lo que tenían pensado, pero estaba seguro que dado que la hermana del novio estaba entre las invitadas no harían determinadas cosas.

Lo que no sabía y esto fue para todos igual, tanto que solo lo sabían los novios nos juntamos en el mismo local de Madrid las dos partes el sábado por la noche, bueno imaginaros el loca, la parte de arriba las chicas y la parte de abajo los chicos, al principio como llegamos los chicos más tarde nos las encontramos a todas con el típico sombreo vaquero y la novia en el sombrero llevaba un pene de goma, y con una cinta que ponía “la novia más caliente” seguro que algún tío aun se pensó en ir por si pillaba. Pero lo más que podía pillar esa noche sería una buena paliza.

Cuando entramos lo primero que hice a parte de ver a todas las chicas con un sombrero de vaquero, fue buscar a Fa, no sabia ni como estaría vestida, pero me la imaginaba, era la que mas moscardones tendría alrededor, y no, no me confundí. Por suerte en cuanto me vio se fue corriendo a darme un beso y así dejarles a todos los tíos del local que quizás en otra vida.

No la veía desde el martes, ya que había tenido que viajar por motivos de trabajo y el viernes cuando llego yo estaba ya camino a la despedida. Por lo que desde el martes tampoco la había besado, ni tocado. Lo que si hice fue decirle muchas veces lo loquito que me tenia, y lo solo que estaba.

El jueves tuvimos nuestra primera sesión de cibersexo, y aunque me encanta el cuerpo de Fa, el no poder tocarlo quita mucho. Aunque sus palabras y las imágenes hicieron un milagro en la soledad de mi habitación.

Para compensarla, el viernes le había dejado un ramo de una docena de rosas en su casa, para cuando llegara. Quizás fue por eso por lo que vino hacia mí y me dio ese beso tan esperado.

Quizás me echaba de menos tanto como yo a ella, o quizás mas. Solo se que desde que entre en el local estaba muy cariñosa conmigo, quizás demasiado, aunque era verdad que no nos habíamos separado tantos días como esta última semana, alguna vez habíamos tenido periodos de no acostarnos en varios días. Quizás aún era pronto para plantear irnos a vivir juntos, no quería avanzar tan rápida en una relación que iba a toda prisa.

Estábamos en la pista de baile, más hablando que bailando cuando apareció el último de los amigos que faltaba. Se perdió el fin de semana en la casa rural, y por poco se pierde la despedida de soltero. Es lo que tiene ser piloto de avión, que un día estas aquí y otro en el culo del mundo. Pero bueno al final David pudo ir y allí estaba tan guapo como siempre el tío, con su impecable y caro estilo de vestir, que tanto le gusta y tan buenos resultados le había dado hasta entonces.

David es también amigo del grupo, pero le vemos menos, mucho menos. Ahora con lo del whatsapp nos manda fotos desde Venezuela o desde Bruselas, Londres o Pekín. Y como es una persona tan maja les había regalado a los novios el vuelo en avión a donde ellos quisieran.

Y allí estaba y como no con acompañante nueva, o al menos a esta no la conocía. Y no era azafata, pero seguro que de el aeropuerto la había sacado, me aposte con Fátima a que así era, y justo tras un cuarto de hora de conversación nos dijo que Laura era de responsable de seguridad, destinada en el aeropuerto.

Después de hablar un rato Fa y ella, me conto que era más maja que las demás acompañantes que había ido llevando David a lo largo de las pocas veces que nos regalaba su presencia como decía él, cuando venía a alguna quedada, reunión o un cumpleaños.

Por mi parte yo también me estuve informando con mis amigos y como no con David mientras las chicas hacían corro alrededor de Laura para hablar con ella.

David nos conto que llevaban un mes mas o menos saliendo, pero que como él viajaba solo se habían visto 5 días y medio. Que la relación casi toda era por internet pero que le gustaba de verdad y había pedido el cambio a vuelos nacionales (perdería mucha pasta) pero estaría con ella.

Bueno Laura en una chica bastante normalita para lo que nos ha acostumbrado David. Aunque normalita no quiere decir del montón, ni mucho menos. Una chica de 1,75 delgada pelo largo y moreno, tez pálida, una sonrisa picara o al menos eso parecía y un cuerpo atlético eso si con un par de buenas tetas no voy a mentir, de hecho, ese día llevaba un pantalón negro, camisa blanca y corse negro, que le realzaba su pechos.

David siempre había estado obsesionado con las mujeres con grandes pechos, la chica que más le duro (no digo que estar, porque mientras estuvo con aquella se tiraba a otras cuatro o cinco) y le duro porque gastaba una 120 de pecho para medir 1,60 y pesar 50 kilos, se puede decir que se metía entre sus tetas y se perdía entre ellas.

Laura sin embargo aunque tenía un buen busto no era desproporcionada con su cuerpo. Y puedo afirmarlo porque la vi, y la vi bien de cerca, os cuento como fue.

Fátima estaba muy cariñosa y más cuando se bebió un cubata mientras hablaba con las chicas. Así que empezó a decirme que porque no nos íbamos a su casa, o a un hotel que tenía ganas de estar a solas conmigo. La verdad es que yo aun tenía más ganas, pero acabábamos de llegar y no era plan irse tan pronto, le dije que un rato más a lo que me dijo que mientras más nos quedáramos mas sueño tendría después.

Pero no era verdad, la conocía aun poco pero si quería sexo hasta que no lo conseguía no se quedaba a gusto. Y es que ya me había pasado dos veces, una a las 3 de la mañana se presento en mi casa vestida solo con un abrigo largo y un conjunto de lencería rojo, menos mal que vino en coche y que tenia ropa en mi casa para salir algo mejor vestida. Y otra me llamo a las 2 de la mañana después de haber cenado con ella, un miércoles que al día siguiente había que trabajar pero no le importo, me llamo para que fuera. Y bueno fue bastante convincente, tanto en la llamada como toda la noche.

Así que aunque me dijo que le entraría el sueño, sabía que aguantaría, lo que no sabía si yo podría aguantar a esperar a casa, y es que anteriormente no había jugado tanto conmigo, ni me había dado celos hablando con algún antiguo amigo.

Vaya putada que hubieran elegido ese local para juntarnos, Fa conocía bien ese local, muchas veces había estado allí y no conmigo precisamente, así que en cuanto no estaba con ella muchos chicos la miraban y alguno se acercaba a saludar. No es que eso me ponga celoso, o por lo menos no demasiado, pero ya cuando le ponen la mano en la espalda y le hablan al oído me enciendo, y lo sabe.

Así que en cuanto, un chico de unos 25, que parecía un jugador de baloncesto empezó a acercarse demasiado me dije que mis amigos entenderían que me fuera, antes de que me calentara.

Fátima me vio acercarme por su lado me cogió de la manos me dio un beso en la mejilla y me presento a su amigo Lucas, y cuando me presento le dijo que era su novio.

La cara de Lucas paso de sorpresa de 100 a 0 en menos de un segundo, y la mía de orgullo de 0 a 100 en el mismo tiempo, por educación estuve con ellos rodeando la cintura de Fátima y viendo como el chico se iba con su grupo de amigos, me imagino que hacía tiempo hubo una escena parecida en la que les decía que iba a hablar con ese monumento, pero no se volvería a repetir.

Fátima me iba a decir algo pero la agarre bien el culo mientras le metía la lengua en la boca. Fue un beso de lujuria, y también para marcar el territorio, y nos gusto a los dos.

Después de unas palabra pidiéndome perdón por el numerito me dijo que quería que la montara salvajemente, si fueron sus palabras y es que algunas veces me sorprendía, pero me sorprendió mas cuando le dije que nos fuéramos a mi casa, me dijo que no, cuando le dije que vale, que fuéramos a su casa me dijo que tampoco.

Mi coche estaba aparcado en la calle, y la verdad es que no lo habíamos hecho nunca en el coche, pero es que para cogerlo e irnos a un polígono como si tuviéramos 19 años, me parecía absurdo pero aun así, y viendo su mirada cualquier cosa podría rondarle por esa cabecita suya. Pero al parecer tampoco quería el coche. Me tomo de la mano y nos fuimos al fondo del local, en una puerta que ponía privado, no se que me gusto menos si que conociera el sitio o que cuando entramos ya se escuchaban voces de otra pareja. No sabia si había sitio para mucha gente o es que se hacían orgias, pero por un momento me imagine cosas que ningún novio quiere imaginarse del pasado de su chica.

El sitio era un pequeño almacén pero mejor dispuesto que un simple almacén, al parecer había otra pareja más caliente que nosotros, o al menos más rápida a la hora de llegar allí.

Nos disponíamos a irnos cuando escuche la voz de David, no me podía creer que mi amigo estuviera allí con Laura pero después de escuchar la voz de David también escuche algo que salía de la boca de Laura pero no eran palabras.

Mire a Fa, pero tenía la misma cara de sorpresa que yo, íbamos a irnos cuando por sorpresa me cogió de la mano y me llevo detrás de unas cajas de coca-cola donde vimos a la parejita. David tenia los pantalones en el suelo, nos daba la espalda y vimos que Laura estaba de rodillas en el suelo, haciendo movimientos oscilantes, delante y detrás, no la veíamos bien pero no hacía falta saber latín para saber lo que le estaba haciendo, y no le estaba cosiendo el botón del pantalón.

Y aunque no nos vieran, yo no estaba cómodo con la situación, el era un amigo, y bueno nunca había espiado a nadie practicando sexo oral, pero tampoco me iba a ir sin Fátima.

Después de un buen rato, David cogió a Laura le quito el pantalón que tenia y se puso el de cunclillas para poder devolver el favor. No quería saber que nos pasaría si nos viesen, y menos aun si nos decían que nos uniéramos a ellos, con lo caliente que estaba Fa, era capaz de acercarse, pero por fortuna no pasó.

Después de estar también un buen rato lamiéndole el coño a su chica, David le dijo que se quitara la camisa pero se dejara el corset. Eso porque no decirlo me excito mucho, y a mi novia no menos. Si yo tenía un bulto en los pantalones, Fa tenía ya las manos metidas entre las piernas tocándose, por no decir frotándose. Y es que verla agachada tocándose me puso a mil. La tome una mano y la sustituí por la mía, al principio me miro como diciéndome, un “que haces” pero dada la situación y lo caliente que estaba con dos besos y un beso mas en el cuello, se le quitaron los prejuicios de ser una voyeaur.

David ya estaba de pie, besando a su chica, con una mano le hacia un dedo y con la otra le pellizcaba los pezones. Vaya imagen, de los dos. Y vaya cuerpo que tenia la jodida, una tetas muy bien puestas, y con el corse mas aun.

David la puso mirando a la pared, dándonos la espalad, pero se veía bien como ella estaba medio agachada, como si la fuera a cachear, pero iba a hacer otra cosa, cuando se aparto para coger un condón de la americana vi el culo de Laura, y mas, su coño, mojado y listo para ser penetrado. Cuando Fa le vio el aparato a mi amigo se acerco a mi oído y me dijo que David también tenía un buen aparato, y diciendo esto me palpo encima del pantalón, comprobando que estaba empalmado. Después de que su mano pasara dos veces por encima de mi polla quiso meter la mano y sacarla, pero entre que estábamos escondidos y no quería hacer ruido y que no podía ni moverla de cómo la tenia y de la postura en la que estábamos se tuvo que conformar con tocarla por encima del pantalón.

Mientras David ya volvía a colocar a Laura y de un solo empujón se la metió toda, a Laura se le escapo un gemido, pero me sorprendió que no fuera un grito, porque David no estaba siendo nada suave, cada penetración era profunda y rápida. David la estaba empalando entre su polla y la pared y parecía que a Laura le gustaba. No podía creer que me pusiera tan caliente ver a una pareja follando, me daba igual que fuera mi amigo, de echo a él no lo miraba, miraba o que podía de ella y sobre todo miraba a mi chica, como no perdía ojo de todo. Su mano ya estaba por dentro del pantalón, y eso no me molaba mucho. Se estaba masturbando viendo a mi amigo follar con su chica.

Laura le dijo que quería hacerlo ahora por delante, que quería besarle, y cambiaron de postura, ahora la puso en la pared de al lado, ella abrió las piernas, y él le tomo una pierna y se la puso alrededor de la cintura, mientras con la otra mano guiaba su herramienta hacia el coño de Laura.

Esta vez fue algo más suave, poco a poco fue acercándose para besarla y también poco a poco la iba penetrando. Cuando los labios de ambos se juntaron y abrieron la boca para juntar sus lenguas, los labios de ella besaban la base del tronco de la polla de David. Y eso fue el principio de un tremendo polvo.

Fueron quizás otros diez minutos de intenso folleteo lo que dio el espectáculo de sí. No sabía cómo podían aguantar tanto en esa postura, porque ahora David la había tomado y la sostenía mientras ella solo se mantenía apoyada con los brazos en los hombros de el, y las piernas rodeando su cintura.

Cuando ya estaban terminando cogí a Fátima y la saque de allí mientras ellos estaban en el clímax. Por una parte perderme el final fue una pena, pero que nos descubrieran allí hubiera sido peor.

Yo tenía ya un calentón de campeonato y Fa supuse que tendría pocas ganas de dormir. Menos mal que no había ninguno de nuestros amigos cerca de la puerta, eso si la mayor parte de los que nos vio salir, se imaginaria que había pasado algo, completamente distinto a lo que paso.

Y si hubieran estado pendientes un rato después y vieran salir a otra pareja seguro que alguno se hubiera imaginado algo complemente distinto. Pero afortunadamente no estábamos allí para que nos señalaran.

Después de salir del almacén, yo había pensado en seguir por allí un rato mas, después del espectáculo necesitaba tiempo para repasar lo que había visto, pero mi novia tenía otra idea. Salimos del almacén y lo primero que me dijo es que quería hacerme el amor en su cama.

Pocas veces me había dicho de hacer el amor, muchas veces ni hablábamos, simplemente preguntamos ¿quieres? Y el otro decía, “si” o en mi casa a las 10, cenábamos y nos íbamos a la cama. Pero una proposición como esa era especial.

Nos despedimos de todos, y cuando nos íbamos a ir, subían David y Laura, de ellos también nos despedimos y no nos dijeron nada, espero que no supieran que habíamos estado allí. A la salida vi a Lucas que nos miro con cara de enfado, peor para el.

Ya en la calle nos cogimos de la mano y nos fuimos a mi coche, por fortuna ella había ido con Sofía y Nuria en taxi.

Nos esperaban mínimo 15 minutos de camino, y teníamos cosas de que hablar. Pero claro una cosa es lo que quieres y otra la que tienes, nada más montar en el coche, se desabotono un par de botones de su camisa, por lo que cada vez que me giraba para mirarla veía el comienzo de sus senos, y encima mirándome como me miraba estaba cada vez más rendido a su voluntad. Por fin hablo.

- Lo de esta noche es la primera vez que me pasa.

- Supongo que dices a lo de espiar a uno de mis amigos mientras se tira a una chica.

- Sí, bueno nunca había sido una voyeur. Y la verdad es que nos hemos excitado, los dos. Porque tu también estabas para partir nueces con tu polla.

- Yo estaba así, porque tú me habías llevado a otra cosa.- y me quede callado, no quería preguntar cuantas veces había ido allí ni con cuantos, y encima mi mente pensó en que si nosotros podíamos ver a David, porque no había visto otro a Fátima, aaaaggggggg quería dejar de pensar.

- Que sepas que iba a cerrar la puerta para que no nos vieran, no como David que parecía que le guste que le vean follar.

- Quizás no sabía que entraría la gente. Un calentón es un calentón, y no se acordó de eso. Y si, es un poco exhibicionista. Quizás haya mas gente que deje la puerta abierta.- y al decir eso me arrepentí

- Me quieres decir algo, así que dilo. -Me dijo Fa y se abotono de nuevo la camisa, ya estaba enfadada, y al llegar a casa, puff la que me esperaba

- Fátima, ha sido algo extraño, y bueno estaba algo caliente lo reconozco, pero nada mas que eso.

- Seguro que no es solo eso, te has quedado callado cuando te lleve allí, seguro que has pensado que lo conocía muy bien.

- Y lo conocías, yo no lo conocía así que algo más que yo si sabias de ese sitio.

Se ladeo hacia mí, y me pregunto muy seria. ¿Por qué no me preguntas con cuantos tíos he estado allí?, y terminamos antes

- Sabes que no te he preguntado nada por tus ex, ni quiero saberlo. Te dije al segundo día, que el día que no quieras estar conmigo no te pondré impedimento pero que no quería que me hicieras daño estando con otro. No quiero saber como conocías ese sitio.

- En pocas palabras me estas llamando una fresca, o una puta no se que cual de las dos.

En cuanto dijo eso si que me cabree, íbamos por una avenida ancha, bien iluminada y con muchos aparcamientos, frene y aparque el coche, tire del freno de mano y me quede mirándola fijamente. Lo del freno de mano fue un golpe de efecto, para advertirla que no estaba de bromas.

- Fátima, eres un 10, la chica perfecta, si no fueras un genio de la informática serias una modelo de Victoria Secret, si no estuvieras conmigo podrías estar con un futbolista un actor o con quien quieras. (Sabía que no era un discurso que me dejara muy bien pero era la verdad.) nunca te he pedido que me cuentes tu primera vez, ni como aprendiste a hacer con tu cuerpo todo lo que haces, ni tampoco como conoces todos los locales de la ciudad. Ni tampoco te pregunto por la centena de chicos de tu facebook . No quiero nada de eso, solo te quiero a ti. Pero es verdad que algunas veces me lo pregunto, pero es algo que no me importa, porque no quiero estar con tu pasado, quiero ser tu presente y quiero labrar tu futuro.

La vi que se le escapaba una risilla, quizás me había pasado con el tono serio, pero eran las palabras que me habían salido de verdad.

Se acerco a mí, me dio un beso en la mejilla y por un momento al ver sus ojos vi que se le había pasado el enfado.

- Anda, vamos a casa. Que estaremos mas cómodos que en el coche.

Y esa fue la última palabra de la conversación hasta casa. Aparque y subimos en el ascensor, se junto a mi, y me susurro al oído como le gustaba cuando me ponía celoso, intente apartarla como si estuviera enfadado pero ambos sabíamos que era por picarla un poco.

Mientras abría la puerta de casa, mire un momento el móvil, los colegas me habían escrito diciendo que si mañana por la mañana quedábamos en el barrio a jugar al futbol. No era muy tarde y me esperaba una noche de dormir, así que les dije que sí. Cuan equivocado estaba.

Su casa tenía dos habitaciones, la mía solo una por eso muchas veces cuando salíamos a cenar volvíamos a su casa, y ya tenía suficiente ropa en su casa como para estar una semana sin pisar mi casa, ella como mucho podría pasar dos días en mi casa.

Conocía su casa tan bien como ella la mía, pero había cosas que en su casa siempre mejor. La cama era más grande, bueno por fortuna sabia que la cama era reciente, de cuando se mudo a la nueva casa.(un peso menos encima)

Me dijo que esperara un momento en el salón, a lo que le conteste que si podía ir al baño, me dijo que si pero que no entrara aun en la habitación. Fui al baño, me lave los dientes, y me lave la cara quedando un momento mirándome en el espejo. Y haciéndome las preguntas que me había hecho toda la noche, cuando oí la voz de Fa, dulce y con un tono pícaro llamarme desde la habitación.

Cuando abrí la puerta lo que vi me dejo helado y solo pude decir “OMG”, tumbada en la cama con un conjunto de lencería color turquesa que no le había visto, conjunto de sujetador de encaje, tanga, liguero, con unas medias lisas. La vi y se me caía la baba literalmente, no sabía cómo podía estar tan buena, pero lo estaba.

La vez que fue a mi casa con un conjunto de lencería roja y un abrigo no recuerdo que le quedara ni la mitad de bien, bueno miento le quedaba bastante bien pero es que este le quedaba que no podía describirlo con palabras.

- Vas a acercarte o te tengo lo tengo que pedir. – me dijo mientras con un dedo me indicaba que fuera hacia ella.

- Fátima, esto tiene que ser una pesadilla, porque si es un sueño no me quiero despertar.

- Deja de decir cursiladas y quítate la ropa, que te estoy esperando.

Me quite la ropa pero sin prisa, doblando la camisa y el pantalón, y sentándome para quitarme los calcetines cuando Fa se apoya en mi espalda, notando como su sujetador se clava en mi espalda, me acaricia el pecho y me empieza a dar besos en el cuello, mientras yo intento no sin dificultadas quitarme los calcetines. Cuando lo hago me levanto, y la veo de rodillas en el borde de la cama mirándome y mirando el bulto del calzoncillo.

Sin necesidad de decir nada más, me baja la única prenda que llevaba, y me coge la polla para acariciarla. La tenía ya bastante gorda aunque sin estar al máximo, y veo como sus caricias no provocan otra cosa que llegar a su máximo poderío, pero la paro, yo estaba caliente y desnudo y ella estaba aun vestida y bueno seguro que también caliente.

Me separo de ella, la tomo de las muñecas y la levanto de la cama, le doy una vuelta y veo completamente su conjunto. Qué bien le queda y que buena esta, no me cansare de decirlo.

La beso mientras noto que mi polla le roce el tanga. Le suelto las muñecas y aprovecho para sobarle las tetas por encima del sujetador, es suave y nuevo, aun huele a prenda nueva lo había comprado para esa noche, pero eso ya me lo imaginaba.

Mis manos van por la espalda y le quitan el enganche, a la primera, eso es más que sorprendente, me separo de ella y veo como se le va cayendo por los brazos dejando esos dos increíbles pechos a la vista, con sus pezones ya tiesos.

Fa tira el sujetador por encima suya y pone un pie en la cama, y la veo como se va quitando el liguero y las medias. Me pone muchísimo en esa pose, y más cuando la veo quitarse las medias mirándome. Noto como mi polla la saluda, y ella después de mirarme a los ojos mira mi aparato, que está en todo su esplendor y queriendo entrar en ella.

Por fin se quita todo menos el tanga, ahora soy yo el que me acerco y se lo quito. Y esta vez al quedarme delante de su coño, no espero ni permiso ni mandato, me tiro a comérselo.

Estaba ya algo mojado, y me gusta, y sé que a ella también.

La beso por dentro por el interior de sus muslos, acercándome a sus labios, los cuales me saludan casi me hablan de tanto que los conozco, busco su clítoris, como le pone, como se tiene que sujetar a mi cabeza cuando la hago disfrutar tanto.

La tumbo en la cama pero continuo, ahora aparte de mi lengua juego con mis deditos, los cuales la tocan primero y después la penetran, para darle mayor placer. Me estoy esforzando en hacerla acabar pronto y que sufra pidiendo más.

Y lo consigo, y se corre en mi cara de una manera espectacular. Nunca me había manchado tanto ni la había oído jadear tan fuerte y tantas veces. Cuando se recupera y me mira no sé si es de felicidad o de asombro, pero sé que me lo he currado y que le ha gustado.

Quiere incorporarse para devolverme el favor, pero no la dejo, la vuelvo a tumbar poniéndonos en el misionero, y sin miramientos cuando la estoy besando coloco el glande en sus labios y empujo.

Nos quedamos los dos unidos, por un beso en los labios y por nuestros sexos.

Sus gemidos empiezan a llenarme los oídos, y la penetro hasta que mi pelvis llega a su clítoris. Primero empiezo suave, pero a medida que pasa el tiempo voy acelerando el ritmo. No soy ningún superan y tengo un límite, casi siempre un límite menor que el de ella, quizás sea porque ella aguanta mucho o porque yo aguanto poco, pero después de que ella alcance el orgasmo a mi me da igual hacerlo al minuto, pero esta vez estaba aguantando.

Estábamos en el misionero y sé que a ella no le gusta demasiado esa postura, pero con lo que estaba gimiendo y los arañazos que debía de tener a esas alturas en la espalda, no parecía que le disgustara.

Coloque las manos entre sus brazos y su cintura, me eleve un poco, dejando que su pecho y el mío no se tocaran, y pare de penetrarla dejando solo la punta dentro. Nos miramos a los ojos y vi como sus labios me pedían que bajara, que siguiera besándola que siguiera amándola. Y así lo hice, me baje dejando mi culo por encima de mi cabeza esperando para un impulso de mi cintura. Y cuando nos besamos, cuando sentía que su lengua inundaba mi boca fue cuando mi cintura descendió, penetrándola fuerte y rápido, tanto que escuche como aun besándonos se le escapo un susurro de gusto.

Por fin después de tres o cuatro embistes no pude mas y termine encima de ella, besándola en el cuello mientras me corría como siempre lo hacía, dentro de ella sin condón.

Me quede de nuevo vacio, cansado y contento, la misma sensación de bienestar que tanto relaja a un hombre. Me tumbe a su lado y cerré los ojos por un momento, dejando que por un minuto nada existiera.

Fátima me despertó de ese sueño, se levanto y me dijo que aun no habíamos terminado, paso al cuarto de baño a limpiarse y verla con la luz encendida y su cuerpo desnudo me hizo que de nuevo se me pusiera algo dura, quizás necesitaba algo de ayuda pero sé que podría con un segundo round en poco tiempo.

Eran casi las cuatro de la mañana, menos mal que al día siguiente no teníamos que levantarnos pronto, ni habíamos quedado con nadie, sería un día de relax, para comenzar bien la semana. Mientras Fátima estaba en el baño me puse a pensar en algo que tenía en mente, ya llevaba varios días pensando que a lo mejor era un buen momento para decirle que podríamos buscar algo para ir a vivir juntos, nos iba bien, vivíamos cerca, y estábamos pagando dos alquileres cuando muchos días ya dormíamos juntos. Pero todos esos pensamientos se me olvidaron cuando la vi de nuevo, apoyada en el marco de la puerta solo con un picardías morado. Me miraba como si fuera una niña buena, con esos ojitos que ponen las chicas cuando quieren ser malas. Se acerco a la cama, gateo hasta mi, dejándome ver su canalillo que un poco mas y el veo los labios de abajo.

Me besaba el pecho, el estomago y cuando pensé que me iba a dar un beso algo más abajo, volvió a subir, para acercarse al oído y decirme que tenía una sorpresa para mí.

- Otra mas, no te cansas de darme sorpresas? La pregunte alegrándome de cada una de las sorpresas de esa noche.

- Bueno esto no es una sorpresa, es más bien una recompensa.

- Y que he hecho para ganarme ese premio.

- Simplemente ser el chico que me ha hecho enmaromarme de verdad. Ser lo más importante en mi vida, y quiero darte algo que nunca le he dado a nadie.

Eso me sonaba a dos cosas, la primera es que me iba a proponer matrimonio, pero rechace esa idea, yo era el romántico y bueno aun no me lo había planteado, aunque ya sabía la medida del anillo por si algún día tenía que ir a comprarlo. Y la segunda, bueno, guahhhh si era eso, seria la noche perfecta.

- Que es lo que me he ganado?? – pregunte yo ya emocionado y excitado.

- Tú qué crees- me dijo mientras se daba la vuelta, estaba a cuatro patas, delante de mí, y el picardías le tapaba el culo, pero enseguida con una mano se lo fue subiendo para dejarme ver ese agujerito tan pequeño, inexplorado y caliente.

- Fátima, me estás diciendo que…

- Te estoy diciendo que se que es una fantasía de todo chico, que nunca lo he hecho por ahí, pero que si quieres, hoy es tu noche de suerte, quien sabe a lo mejor nos gusta. Me he lavado, tengo vaselina en ese cajón, y necesito sentirte dentro otra vez, así que podemos probar algo nuevo, necesitas que te haga un dibujo.

No la deje decir más, la atraje hacia mí y la di un beso largo y romántico, después me separe y le dije que me gustaba mucho la ropa que se había comprado para la ocasión, también los regalos que me estaba haciendo y que me estaba poniendo el listón muy alto para igualar la ocasión.

- No hables más y empecemos. Que se va a hacer de día si sigues diciéndome cosas bonitas, y a hora lo que quiero son cosas guarras contigo.

- Te vas a enterar….

Ninguno de los dos habíamos probado el sexo anal, pero quien no ha visto en internet videos ya sean porno duro o amateur. Me había dicho que se había lavado, así que fui bajando lentamente desde sus labios hasta su cintura besándola, cuando llegue a su sexo, lo bese de nuevo, sabia a muchas cosas, la di la vuelta dejándola boca abajo, admirando su gran culo, sus dos nalgas que dibujaban un semicírculo, bese cada nalga y después de besarlas se las mordí, quería hacerle daño, pero lo que le hice más bien fueron cosquillas, después intente dejarle la marca de los dientes, quería ponerle una marca de posesión sobre ese terreno inexplorado.

Continúe con sus nalgas, las abrí y vi ese agujerito que antes solo había sido de salida, (bueno quizás de entrada para algún supositorio) estaba cerrado, con sus piel en tensión, me imaginaba que aun seguía nerviosa, así que la fui metiendo un dedo en su vagina para que se relajara y mientras fui pasando la punta de la lengua por encima de la piel del agujerito.

Poco a poco se fue relajando, no se abría mucho el esfínter, pero al menos no estaba tan tensa, cuando le metí dos dedos y le pase la lengua por sus labios vaginales parecía que se iba a correr, quizás era lo mejor para liberar la tensión, continúe hasta que llego al orgasmo, momento en que aproveche para meterle un dedo empapado en vaselina dentro de su culito.

La sorpresa que se llevo fue tremenda, por un lado un gusto increíble, y por el otro, una sensación tan extraña como única. Pero no me dijo que lo sacara, se iba acostumbrando y poco a poco lo fui metiendo más y girando. Su cara era un poema, no sabía si de gusto o de asco.

Me embadurne otro dedo para meterle ya dos, estaba a punto de meterle el segundo cuando vi que una lagrima o al menos había humedad en sus ojos.

- Fati, estas bien?

- Sí, estoy bien, un poco rara pero estoy bien. Como vas?

- ya termino.

Y cuando dije esto pensó que se la iba a meter ya, apretó el esfínter atrapándome el dedo, con lo que no se si disfrutaba mas o le dolía mas, así que hice lo que tenía pensado hacer.

Con un sonoro plaf, mi dedo salió de ese agujero que por el momento seguía virgen.

- Fa, no quiero ni puedo hacerlo, lo siento.

- Pero que dices, si ya casi estaba.

- Te estaba gustando? Si quieres sigo, pero no quiero que hagas esto por mi si tu no estás convencida.

- Lo hago por ti, pero también quiero hacerlo.

- Fati, esta noche me has dicho que hagamos el amor, quizás no sea la mejor noche para tener sexo anal. Quiero hacerte el amor, quiero estar contigo, pero quiero disfrutar contigo y no de ti. Perdóname si esta noche no me apetece.

- Te lo digo y te lo repito, eres el chico más extraño y único con el que he estado. Otro ya me habría puesto mirando a cuenca.

- Y sin embargo yo te estoy diciendo que quiero hacerte el amor al estilo tradicional.

- Como, otra ve misionero??

- Bueno si es así como es para ti tradicional, me vale. Pero yo me estaba refiriendo a hacerlo, como se hacen los bebes.

- Espera, espera, no me estarás diciendo que quieres???

- No, ni de coña, ahora mismo no. Y no es un tema para tratar en este momento, solo te estoy diciendo que te la voy a meter por tu delicioso coñito.

- Ves eso me gusta más, soy toda tuya.

Continuamos toda la noche hasta que se nos hizo de día, hasta el momento ha sido la mejor noche que hemos pasado juntos y creo que por separado también. Todavía teníamos un mes por delante para la boda, pero una cosa estaba clara, había cosas que habían avanzado y mucho para una próxima boda. Habíamos plantado ya la semilla de una relación completa, yo al menos estaba mirando ya pisos de más de dos habitaciones, y parking para al menos dos coches. Solo faltaba sacar el tema, pero con la boda cerca quería esperar hasta el día oportuno.

1 comentario - Trilogía de la boda

swan28
Muy buen relato amor,