Hola Poringa, comparto este relato con ustedes. Es simple, pero he procurado ser detallado para el máximo éxtasis del lector, espero que les guste y dejen comentarios, que no les lleva más de 1 minuto ó 2.
Pido sus disculpas por mi inexperiencia en estos relatos. Pues ahí vamos.
La primera vez que vi a Gaby- una amiga que estimo mucho, y ahora mi novia-quedé completamente atónito de su belleza: cabello lacio y negro, con ojos color miel, que aunque nunca he sido fan de los ojos de color, estos parecían la excepción. Gaby tenía una cuerpo hermoso que me cautivó mucho, delgada con pechos de tamaño regular, caderas no muy notables pero excitantes que eran apoyadas por sus bien torneadas piernas y trasero voluminoso, perfectísimo para mí-no sé por qué hay esa debilidad por el trasero, que de gusto a gustos siempre es protagonista en relatos de esta naturaleza- llevándome al cielo.
Era el fin de clases y la hermosa Gaby sólo le quedaba matemáticas- algo que yo adoro- para aprobar la materia el profe propuso a quienes se quedaron cerca de la mínima nota, entregar 20 ejercicios que serían especia de guía para tres problemas en un examen final. Gaby me pidió ayuda para estudiar y pasar su materia yo con gustó acepté.
-AA¿Puedes hoy después de las clases?- dijo con su dulce voz que sonaba a coro celeste
-Si quieres, mucho mejor para ti, sirve que te preparas para el diez- dije y ella sólo sonrió
Cuando terminaron las clases nos dirigimos a la biblioteca que para mi suerte- digo esto porque aquí comienza lo interesante- estaba cerrada.
-Tranquila, Gaby...
-AA¿No quieres ir a mi casa?-me interrumpió- por fa, estoy muy nerviosa-dijo con un hilo de voz que sonaba demasiado preocupado.
La idea me parecía estupenda, yo Gaby en su casa, estudiando sin ninguna otra mirada de los estudiantes, no dudé y acepté la invitación.
Su casa era una construcción amplia y al entrar me dirigió directamente hacia su sala para estudiar, iba delante de mí por lo que pude ver que su hermoso trasero subía y bajaba al compás de su caminata estirando la tela de su pants azul marino que le marcaba mucho los glúteos
No entraré en detalles sobre la resolución de su guía-no viene al tema- pero me sorprendió la rapidez con la que comprendió que me extrañó su desempeño en clase, le puse algunos ejercicios del libro que resolvió obteniendo un solo error.
Estaba disfrutando tanto el momento con Gaby que cuando me di cuenta eran las cinco de la tarde y sólo faltaba un ejercicio, estábamos hablando de nuestras experiencias con personas del sexo opuesto cuando el impulso mío fue inevitable.
-Me darías un beso- dije espontáneamente y esperé una respuesta negativa, o que Gaby lo tomara mal, y todo terminara ahí, incluyendo nuestra amistad, aunque eso era lo que siempre había querido decirle...
- A A¿Es tu recompensa?- dijo y se echó a reír, seguido sonreí con tono de risa después, y Gaby fue a hundirse en el sofá, disimuladamente guardando mis cosas miré su trasero enorme con deseo de poder palparlo.
-Ven aquí-dijo cuándo se sentó- ven, no muerdo
Tomé lugar a su lado, y me pidió que me acercara más lo hice y comenzó a subir sus manos por mis rostro hasta que acercó sus labios a los míos y comenzó a besarme, seguí el juego y durante un minuto sentí el amor de sus labios, una experiencia que me ha marcado.
No sé qué pensaba Gaby, pero comenzó bajar sus manos por mi cuerpo haciéndome caricias mientras nos besábamos y yo excitado comencé a hacer lo mismo hasta que toqué el broche de su brasier, y ella se separó.
- Déjame respirar-dijo riéndose - AA¿qué te parece mi habitación? persígueme a ella
La correte y en la escaleras la tomé por las caderas, dejando resbalar mi mano a su trasero que me volvía loco, era firme y grande, al fin lo toqué.
-Espera, aquí no-sin dejarse de reír, y seguimos el juego, en su habitación el beso apasionado volvió.
Gaby se quedó tranquila como pidiendo tiempo, pero tenía algo que decirme.
-Antes que todo, lo que aquí sucede no puede terminar porque si, la verdad me gustan las cosas seria - dijo con respiración anormal- AA¡es mi primera vez!<
Su comentario me hizo saber que Gaby en verdad valía la pena, y ambos era nuestra primera vez, así que nos fuimos tranquilos. Me acerqué a ella y tome su rostro plantándole un beso en los labios, que ella sonrío y me devolvió. Y tras una plática acordamos consumar el acto.
En las caricias y besos me sacó la ropa y ante mis ojos se desnudó con risa traviesa, su camisa blanca la desabrochó, dejando a mi vista y sostén del mismo color. Se volteó para dejarme ver su trasero- supuse que sospechaba ya de mi- y lentamente comenzó a quitárselo, ante el acto yo me sentía con ganas de llevar un paso más ahora mismo, aunque inexperto. se lo bajó dejándome observar su calzoncillo negro que me prendió por lo justo que le quedaba y marcaba su parte que me volvía loco, se acercó traviesamente y nos besamos, recordó supongo que toqué su brasier en el sofá.
-Tienes ganas, anda, lo sé, AA¡Quítame todo!
No tarde en tener a Gaby, frente a mí al natural con sus facciones de Venus que me pusieron a cien. No sabía ni que seguía, pero nos besamos ambos inexpertos con caricias en nuestros desnudos cuerpos.
Insistió en masajearme el pene, algo que me elevó a los aires, mientras recorría su trasero- como me vuelve loco- cuando erecto quedó nos tumbamos a la cama y la penetración fue muy delicada, no sé cómo lo logré sólo sé que lo hice, pero temeroso de lastimarla; no sangró en lo absoluto.
-Me gustas Gaby-dije a su oído mientras lentamente mi pene entraba por su vagina<
-Lo sé- sin dejar de reírse y con un gemido que de dolor o placer, la puso a disfrutar tanto como a mi.
Pronto mi miembro entró y comencé a meter y sacar varias veces acelerado en ritmo.
-AA¡Ah! AA¡Ah! sí, AA¡Ah!- decía- mejor de lo que creía, gracias.
Su ternura me aceleró más y poco después, vino una eyaculación de mi parte que me llevó al cielo y a ella le hizo dar un grito que me puso de punta.
-AA¡AH!- estrepitosamente, nuestra inexperiencia fue grata.
A pesar del orgasmo, tenía más ganas y me anime a intentar más.
-Intentarías poniéndote a cuatro- dije y ella aceptó
-Creo que sí, nuestra inexperiencia se entiende bien- soltamos una risotada, y los hicimos.
Me dejó su trasero que me excito demasiado, se me ocurrió darle una pequeña nalgadas
De repente le di un beso que ella dijo entre risas como siempre
- Calma guapo, disfrútame como yo a ti- le sonreía, y comencé a penetrarla. Apoyé mi mano en su trasero y mi pene estuvo dentro de ella.
Mi pubis golpeaba sus preciosas nalgas- plaf, plaf, plaf. Y no dejaba de meter y sacar, excitándome con sus ahogados gritos de placer, seguro estaba.
Hasta que vino la siguiente eyaculación y ella disfrutaba. Terminamos y nos besamos un poco más recostándonos desnudos en su cama de sábana azul y anaranjada, dándonos cuenta de que la noche acechaba. Recorrí un poco más su cuerpo y ella me sonreía, seguro que estaba complacida. Nos vestimos y bajamos a la sala. Charlamos un rato y poco después, recordando lo que me dijo, le declaré mi amor sincero, cosa que no rechazó y me llenó de ánimo. Nos abrazamos fuertemente y sentí su romántico calor. Cuando la ocho dieron me decidí retirar manteniendo en mente siempre la mejor de mis experiencias que no olvidaré nunca. Nos despedimos con un beso profundo en los labios.
-Te amo Gaby- se sonrojó y me mandó un beso con la mano.
Fin
Gracias, si les gustó o no díganme,por favor comentan quisiera compartir más relatos saludos.
Pido sus disculpas por mi inexperiencia en estos relatos. Pues ahí vamos.
La primera vez que vi a Gaby- una amiga que estimo mucho, y ahora mi novia-quedé completamente atónito de su belleza: cabello lacio y negro, con ojos color miel, que aunque nunca he sido fan de los ojos de color, estos parecían la excepción. Gaby tenía una cuerpo hermoso que me cautivó mucho, delgada con pechos de tamaño regular, caderas no muy notables pero excitantes que eran apoyadas por sus bien torneadas piernas y trasero voluminoso, perfectísimo para mí-no sé por qué hay esa debilidad por el trasero, que de gusto a gustos siempre es protagonista en relatos de esta naturaleza- llevándome al cielo.
Era el fin de clases y la hermosa Gaby sólo le quedaba matemáticas- algo que yo adoro- para aprobar la materia el profe propuso a quienes se quedaron cerca de la mínima nota, entregar 20 ejercicios que serían especia de guía para tres problemas en un examen final. Gaby me pidió ayuda para estudiar y pasar su materia yo con gustó acepté.
-AA¿Puedes hoy después de las clases?- dijo con su dulce voz que sonaba a coro celeste
-Si quieres, mucho mejor para ti, sirve que te preparas para el diez- dije y ella sólo sonrió
Cuando terminaron las clases nos dirigimos a la biblioteca que para mi suerte- digo esto porque aquí comienza lo interesante- estaba cerrada.
-Tranquila, Gaby...
-AA¿No quieres ir a mi casa?-me interrumpió- por fa, estoy muy nerviosa-dijo con un hilo de voz que sonaba demasiado preocupado.
La idea me parecía estupenda, yo Gaby en su casa, estudiando sin ninguna otra mirada de los estudiantes, no dudé y acepté la invitación.
Su casa era una construcción amplia y al entrar me dirigió directamente hacia su sala para estudiar, iba delante de mí por lo que pude ver que su hermoso trasero subía y bajaba al compás de su caminata estirando la tela de su pants azul marino que le marcaba mucho los glúteos
No entraré en detalles sobre la resolución de su guía-no viene al tema- pero me sorprendió la rapidez con la que comprendió que me extrañó su desempeño en clase, le puse algunos ejercicios del libro que resolvió obteniendo un solo error.
Estaba disfrutando tanto el momento con Gaby que cuando me di cuenta eran las cinco de la tarde y sólo faltaba un ejercicio, estábamos hablando de nuestras experiencias con personas del sexo opuesto cuando el impulso mío fue inevitable.
-Me darías un beso- dije espontáneamente y esperé una respuesta negativa, o que Gaby lo tomara mal, y todo terminara ahí, incluyendo nuestra amistad, aunque eso era lo que siempre había querido decirle...
- A A¿Es tu recompensa?- dijo y se echó a reír, seguido sonreí con tono de risa después, y Gaby fue a hundirse en el sofá, disimuladamente guardando mis cosas miré su trasero enorme con deseo de poder palparlo.
-Ven aquí-dijo cuándo se sentó- ven, no muerdo
Tomé lugar a su lado, y me pidió que me acercara más lo hice y comenzó a subir sus manos por mis rostro hasta que acercó sus labios a los míos y comenzó a besarme, seguí el juego y durante un minuto sentí el amor de sus labios, una experiencia que me ha marcado.
No sé qué pensaba Gaby, pero comenzó bajar sus manos por mi cuerpo haciéndome caricias mientras nos besábamos y yo excitado comencé a hacer lo mismo hasta que toqué el broche de su brasier, y ella se separó.
- Déjame respirar-dijo riéndose - AA¿qué te parece mi habitación? persígueme a ella
La correte y en la escaleras la tomé por las caderas, dejando resbalar mi mano a su trasero que me volvía loco, era firme y grande, al fin lo toqué.
-Espera, aquí no-sin dejarse de reír, y seguimos el juego, en su habitación el beso apasionado volvió.
Gaby se quedó tranquila como pidiendo tiempo, pero tenía algo que decirme.
-Antes que todo, lo que aquí sucede no puede terminar porque si, la verdad me gustan las cosas seria - dijo con respiración anormal- AA¡es mi primera vez!<
Su comentario me hizo saber que Gaby en verdad valía la pena, y ambos era nuestra primera vez, así que nos fuimos tranquilos. Me acerqué a ella y tome su rostro plantándole un beso en los labios, que ella sonrío y me devolvió. Y tras una plática acordamos consumar el acto.
En las caricias y besos me sacó la ropa y ante mis ojos se desnudó con risa traviesa, su camisa blanca la desabrochó, dejando a mi vista y sostén del mismo color. Se volteó para dejarme ver su trasero- supuse que sospechaba ya de mi- y lentamente comenzó a quitárselo, ante el acto yo me sentía con ganas de llevar un paso más ahora mismo, aunque inexperto. se lo bajó dejándome observar su calzoncillo negro que me prendió por lo justo que le quedaba y marcaba su parte que me volvía loco, se acercó traviesamente y nos besamos, recordó supongo que toqué su brasier en el sofá.
-Tienes ganas, anda, lo sé, AA¡Quítame todo!
No tarde en tener a Gaby, frente a mí al natural con sus facciones de Venus que me pusieron a cien. No sabía ni que seguía, pero nos besamos ambos inexpertos con caricias en nuestros desnudos cuerpos.
Insistió en masajearme el pene, algo que me elevó a los aires, mientras recorría su trasero- como me vuelve loco- cuando erecto quedó nos tumbamos a la cama y la penetración fue muy delicada, no sé cómo lo logré sólo sé que lo hice, pero temeroso de lastimarla; no sangró en lo absoluto.
-Me gustas Gaby-dije a su oído mientras lentamente mi pene entraba por su vagina<
-Lo sé- sin dejar de reírse y con un gemido que de dolor o placer, la puso a disfrutar tanto como a mi.
Pronto mi miembro entró y comencé a meter y sacar varias veces acelerado en ritmo.
-AA¡Ah! AA¡Ah! sí, AA¡Ah!- decía- mejor de lo que creía, gracias.
Su ternura me aceleró más y poco después, vino una eyaculación de mi parte que me llevó al cielo y a ella le hizo dar un grito que me puso de punta.
-AA¡AH!- estrepitosamente, nuestra inexperiencia fue grata.
A pesar del orgasmo, tenía más ganas y me anime a intentar más.
-Intentarías poniéndote a cuatro- dije y ella aceptó
-Creo que sí, nuestra inexperiencia se entiende bien- soltamos una risotada, y los hicimos.
Me dejó su trasero que me excito demasiado, se me ocurrió darle una pequeña nalgadas
De repente le di un beso que ella dijo entre risas como siempre
- Calma guapo, disfrútame como yo a ti- le sonreía, y comencé a penetrarla. Apoyé mi mano en su trasero y mi pene estuvo dentro de ella.
Mi pubis golpeaba sus preciosas nalgas- plaf, plaf, plaf. Y no dejaba de meter y sacar, excitándome con sus ahogados gritos de placer, seguro estaba.
Hasta que vino la siguiente eyaculación y ella disfrutaba. Terminamos y nos besamos un poco más recostándonos desnudos en su cama de sábana azul y anaranjada, dándonos cuenta de que la noche acechaba. Recorrí un poco más su cuerpo y ella me sonreía, seguro que estaba complacida. Nos vestimos y bajamos a la sala. Charlamos un rato y poco después, recordando lo que me dijo, le declaré mi amor sincero, cosa que no rechazó y me llenó de ánimo. Nos abrazamos fuertemente y sentí su romántico calor. Cuando la ocho dieron me decidí retirar manteniendo en mente siempre la mejor de mis experiencias que no olvidaré nunca. Nos despedimos con un beso profundo en los labios.
-Te amo Gaby- se sonrojó y me mandó un beso con la mano.
Fin
Gracias, si les gustó o no díganme,por favor comentan quisiera compartir más relatos saludos.
4 comentarios - Gaby y yo: La Primera vez