¡Mammááá que viaje!

¡Que viaje me pegó esa mina! A ver por donde empiezo. Mi nombre es Juan y lo mio son las artes marciales, Kung - Fu, Fight - Do, Tae - Bo, etc. Empece entrenando por una cuestión de sobrepeso, Je! ¡Sexy y barrigón! Para que se den una idea, al principio me costaba un triunfo poder cumplir con las espectativas de mi maestro, pesaba 98 Kgs ¡Mojado! y realmente no podía levantar una pierna. ¡Imaginense las dos! Entrenabamos 3 veces por semana, 2 hs por día.
Un día calculo que "el peor de todos de todas mis vidas juntas", típico día en donde uno no debería haberse levantado, para descargar tensiones fuí a entrenar ¡Para que! Después de haber recibido de todos lados y con la jeta más colorada que culo de mandril, recogiendo mis petates para retirarme del gimnasio el profe me pide que lo espere, que debía charlar conmigo.
Una vez a solas me tomó del hombro y casi susurrandome al oido me dijo:
-Tenes 2 opciones, te pones las pilas o no venis más.
"Mal día para tener esta charla" pense y tomandome todo el tiempo del mundo le dije:
-Me quedo... ¡Bah! "Le dije" mis oidos escucharon que esa frase salió de mi boca pero juraria que no la pense, solo salio.
-Muy bien, entonces demostrame que tenes para quedarte rompiendo las bolas en mi clase sin aportar nada mas que vergüenza-.
A esa altura del partido ya estaba jugado, pero lo menos que quería en ese momento era ligar otra paliza por culpa de mi incontinencia verbal, pero las cosas asi estaban dadas y no iba a retirarme sin pelear, sentia mis mejillas rojas de calentura y orgullo. 😩
Se paro en medio del gimnasio y se coloco en una posición espectante, agache la cabeza, solte el bolso y lo segui. Cuando estuve frente a él separe mis piernas y me puse en guardia. De pronto observé como sus ojos se llenaban de ira, con un solo movimiento intuí que iba a romperme toda la cara, cerré los ojos,y me encomende a Dios, justo en ese breve lapso sonó una voz saludandolo con gran entusiasmo:
-¡Tííío!¡¿Ups perdón interrumpo!?
Me lagrimeaban los ojos del cagazo, jamás agradecí tanto esa interrupción divina como en ese día.
-¡Hola sobrina, no interrumpis! Con Juan nos estabamos... estirando.
-Si ya veo, aunque la velocidad de tu estiramiento lo iba a dormir tío. ¿Que pasa? ¿Querias enseñarle algo?
Como que yo sobraba pense y a punto estuve de tomar mi bolsito y partir silbando bajito...
-¡Para, para, para Juan; perdón por mis modales. Te presento a mi sobrina, Cecilia.
Imaginense uds el julepe que tenia que no habia reparado ni un instante en la sobrina.
-¡Hola!- Dijo -Parece que te salve de una... Mi tío es algo sanguineo- Dijo susurrando.
-Hola- Y me acerque para darle un beso, le tome del brazo y lo note un tanto "fibroso".
-Ella fue mi mejor alumna, hace varios años que es cinturón negro, en la habitación no tiene espacio para ningún trofeo mas.
"Mas vale tenerla como amiga", pense.
-¿Que tal si practican un rato? Dijo y ahi nomas me la ví venir, si o si debia irme a casa con un par de huesos rotos, ese era el deseo del tío, era el designio por haberme levantado ese día, asi debia terminar.
-¡Nooo tío deja de embromar! ¿Mira si lo lastimo?
Y pa' que escuche esa frase, me calenté como si me hubiera mojado la oreja. Calculo que rojo de ira, solté el bolso al piso y dije: -No dale, no hay problema, me la banco-.
-¿Te parece Juan? Mira te propongo algo, mi tío sabe que en esta hora yo vengo a entrenar y habitualmente lo hago sola, hoy no ya es tarde y no dá, pero el Lunes si vos queres...-
Mire al tío y disfrute, el gesto de frustración que se reflejó en su rostro, mire a Cecilia...¡A pero Cecilia que buena estas! Por Dios que cagazo tenia, recién ahora veo bien a la mujer dentro del "dubok". Me sonrio y me sentí extraño, a decir verdad desde que soy gordo anduve de tropiezo en tropiezo, no me daban bola y yo metido en cualquier cosa menos con las minas, me deje estar. Tal vez esta era una oportunidad que un día como hoy era imposible que se me presentase.
Acepte, volví a besarla, salude a mi maestro y me fui pensando en ella.
Fue un finde largo, la espera se hizo larga. Me levanté el Lunes hecho bosta por no haber dormido bien. Ansioso. De ese día no recuerdo nada, no lo viví, solo recuerdo estar parado frente a las puertas del gimnasio con unas palpitaciones barbaras. Después de la clase habitual, debo reconocer que no di asco. Tanto asco, ¡Bah! Se acercó mi maestro y con una sonrisa que esbozo de cote me dijo:
-¡Espero que este precalientamiento te haya servido de algo! ¡Suerte porque la vas a necesitar! Me palmeo el hombro y encarando hacia la salida se cruzo con Cecilia que estaba entrando, la saludo y se fue.
Cuando la ví, les juro que se me fueron todos los males, me alegro el día, literalmente.
-¿Que le hiciste a mi tío? Me preguntó -¡Me pidió que te haga polvo!
-¡Lo que pasa es que tu tío es un jodón barbaro, somos muy amigo con él ...- Y mi voz se fue apagando, intentando que la mentira no sonara tan atroz como la sentía yo.
Me explico como se entrenaba y me dijo que sola no hacia combate, pero que si estaba de acuerdo después de una buena entrada en calor, podíamos hacer guantes.
¡Seeee! Pense, necesito hacer una entrada en calor ia con vos... 🤤
-¡Si dale, vos mandas!- Le dije muy convencido de mi mismo. En fin.
Comenzamos a trotar alrededor del gimnasio, saltando etc, nos estiramos un poco. Nos tomabamos de los pies apoyando nuestras manos en el hombro del otro, y cosas asi.
-¡OK- Dijo -Ahora lo que vamos a hacer es, vos atacame que yo voy a practicar defensa, porque la diferencia de niveles es muy grande, pero la verdad es que trabajar con alguien es mejor, no me aburro tanto.
Lo dijo mirandome a los ojos y de una manera que ya le queria romper la boca, de un beso.
Nos saludamos y empecé a tirarle patadas, trompadas, todo lo que tenia. Alcanzarla era como evitar que el agua se escurra entre las manos, en '10 minutos y antes de jadear como un perro después de una carrera, lo único que llegue a hacerle fue rozarle el cabello con una de mis manos.
¡Bien, bien!- Me decía mientras saltaba en puntitas de pie, bailoteaba a mi alrededor -¿Queres que paremos?- Me dijo, ya no daba mas.
-¡No, no, dale que hay cuerda aca- A los '15 ya tiraba zapallazos como cualquier boxeador drogui en el último round.
-Dale paremos ¿Queres?- Me Preguntaba, saltando sin derramar una gota de sudor.
-¡No... No... dale que... vaaa!- Pude articular. No va que en uno de los ganchos que revoleaba, la pierdo de vista y cuando voy girando todo, tirandole otro gancho con la otra mano con el mismo impulso, veo que ya se habia detenido.
-¡Uy!- Dije. Y le acomode un bife que la hizo tambalear. Me miro con los ojitos girandoles un poco; la reacción fue inmediata, frunció el seño, me puso un 1 - 2 y una patada giratoria. Todo negro. 😬
Cuando reaccione estaba llorando sosteniendome la cabeza. La escuchaba lejos, la veia borrosa, se saco la chaqueta y me la puso debajo de la cabeza. Solo traia el corpiño.
-¡Voy a buscar agua!- Dijo y bamboleando ese par de tetas espeluznantes se fue. Me dolia la cabeza de una manera indescriptible. Me toque el ojo derecho y ya lo tenía inflamado. Volvió y me incorporó un poco. Bebí de traguitos el agua y de la nada saco un paño y me lo puso en la frente.
-¡Quedate tranqui, estoy bien!
-¡No, no. Te caiste redondo, y no reaccionabas...
-Bueno pero ya estoy bien.
-¡Viste porque entreno sola! ¡Soy un desastre, me sube la sangre a la cabeza y me pierdo!
-¿A vos te duele? Iba con mucho envión, no pude parar.
-No estoy bien, pero la cara no me la toques...
-Ahora lo sé, igual, imagino que a nadie le tocó este privilegio- Le dije.
-¿Cual?- Me pregunto.
Y sin pensarlo, le agarre ambas tetas y se las apretuje un poquito.
-¿Que haces?
-Nada, imagino que no vas a golpearme otra vez.- Y colando los dedos por dentro del corpiño, acaricié el pezón que comenzo a pararse.
-¡Pero que atrevido!- Me dijo sonriendo y tomandome de la mano pero no para sacarla.
Entrecerro los ojos y vi una sonrisa de goce y aprobación. Saqué mi mano de allí, le tome la nuca y metí mi lengua dentro de su boca en la forma mas lenta y suave que sabia hacerlo. Nos dimos un beso largo y apasionado. Después supe que no solo yo venis de una gran sequia. Me arrodille frente a ella y me despojó de mi chaqueta. No me importaron mis rollos ni nada. Estaba re-caliente y la sentía dura y chorreante. Lo hice muy lento, paso a paso. Le baje los breteles y besé su cuello y sus hombros. Ella se dejaba hacer. Lami sus pezones que me apuntaban amenazantes. Nos paramos con cierta dificultad, me tambalee, un poco mareado.
-¿Estas bien?- Me pregunto con voz entrecortada.
-Si no pasa nada- Claro, yo sabia porque me habia mareado. Sabia donde estaba toda la sangre. 🙎‍♂️
Metí mi mano dentro de su pantalón y acaricié su cola firma, estruje la diminuta tanga que llevaba puesta. Ella metió su mano dentro del mio y me lo tomó con fuerza, le costaba debido a que lo que no tengo de largo, me sobra de grueso. Despego sus labios de los mios y me susurro:
-¡Me va a costar tenerla adentro, pero cuando pase no te voy a dar otra cosa que no sea placer!- ¡Ay por Dios! , ¡Casi me fui,con solo escucharla decir eso!. Se arrodillo y comenzo a lamer el glande que aparecia morado, como a punto de estallar, note que le costaba meterla en su boca, pero no me importaba, le tomaba los pechos y mi palma rozaba apenas sus pezones haciendolos endurecer mas.
Se paro y con ello dejo caer el pantalón, solo le quedaba la diminuta tanga. Tenia un lomo infernal, era fibrosa y las piernas tenian la firmeza de un atleta. Me agaché y le besé el vientre. Tome la tanga y la fuí deslizando hasta quedar cara a cara con su vagina. La bese metiendo mi lengua a travez de sus labios. La tome firmemente de la cola y apenas pude zambullirme un breve instante. Comenzo a acabarme en la boca y a aflojarsele todo el cuerpo. Se sostuvo fuerte de mi cabeza haciendo que mi boca se restregara una y mil veces en sus jugos.
Cuando se recupero se recosto sopbre su espalda y con las piernas levantadas me dijo: -Veni...
Tomo mi pene y lo paseo por toda la raja mesclando sus jugos con mi líquido preseminal. Arrodillado de a poco la fui penetrando. Al principio costo, pero cuando el glande separó sus paredes se estremeció y comenzamos a darnos cariño para que la cosa tomara forma. Le tome de la cintura y ella elevó su cola afirmandose en sus brazos. La cogi y aguante todo lo que pude.
-¡No me acabes adentro!- Me pidio y esa frase fue la disparadora de un brutal lechazo que cayo en su vientre.
-Lo siento- Dije.
-¡Uumm siii, cuanta por Dios!- Mientras me pasaba la mano por la cabeza, mas normal a estas alturas, y jugaba con el semen sobre su vientre. -¡Uff que enchastre! ¿Y ahora?- Dijo sin moverse para no volcar.
-¡He aqui la solución!- Y con el paño que me habia puesto en la frente comence a limpiarla. Lo tomo ella, termino de limpiarse y me miro.
-¡Me parece que nuestro amigo no se enteró que "vos terminaste".
-¡Es un jodido, me parece que no se va quedar tranqui hasta un segundo round. ¿Terminaste con el paño? Le dije y lo tome para limpiarme.
-¡Deja!- Me dijo, metiendose mi pene en su boca. Lamió cada porción que pudiera tener semen. -Listo, recostate- Me pidio. Obedecí. Me monto y otra vez cual lapiz de labios, paseo mi pene entre sus labios. De a poco se fue clavando hasta lograr que el susodicho desapareciera de la vista de ambos. Cabalgo en mi por varios minutos. Se aferraba a mis hombros y acababa una y otra vez. Me encantaba tomarla de la cintura, separarla hasta el punto de sacarsela para volver a clavarla con fuerza y pasión.
-¡Acaba por favor que me voy a volver loca!- Me pidio y moviendonos en un final acompasado, la agite contra mi cuerpo como si me estuviera masturbando y al punto de eyacular la empuje hacia atras y mi verga escupió un lechazo tan intenso como el anterior. Cayendo con ruido sobre el piso...
-¡Acabando asi querido no hay paño que alcance, jajaja! 🆒 🆒 🆒

5 comentarios - ¡Mammááá que viaje!

crotoclandestino
jaja buen polvo... ojala me moviera a la profe de taekwondo de mi hermanito ajjaja !
cruziato
re buen relato que bn 🙎‍♂️