Lo que me pasó anoche, aunque en realidad debería decir hoy, no puedo creerlo. Es que necesito escribirlo ahora mismo ya que lo tengo bien fresco. Estoy con el teléfono escribiendo como puedo. Necesito compartirlo.
Llegó el 24-12-2025 y este año nos tocó pasarlo con la familia de mi mujer. Nos reunimos en la casa de sus padres en zona norte y nos quedaríamos durmiendo allá para no tener que manejar de regreso.
Es una casa enorme y mas ahora que viven ellos solos. Muy espaciosa abajo y con varios cuartos arriba donde dormiríamos nosotros y mi cuñado con su mujer también.
Llegamos temprano para evitar el tránsito y arrancamos a ayudar un poco. Mientras tanto empezaron a preparar tragos y a picar algunas cositas.
Mi cuñado empezó a tomar desde muy temprano lo cual presagiaba algún momento desubicado y porque no, terminar muerto en un sillón antes de las 12 de la noche.
Todos habíamos coincidido en vestirnos de blanco los hombres y de rojo las mujeres. Era como una especie de juego que hacíamos todos los fines de año.
Estábamos comiendo el Vitel Toné y ya se lo notaba muy desinhibido, su mujer Clara (Carita le decíamos nosotros) estaba mirándolo con preocupación.
Me tomo un segundo para describir a Clarita. Ella es joven, alrededor de 27 años, rubia, muy flaca y con las tetas hechas que realmente le quedaron preciosas. Como no era habitual, esta vez no tenía corpiño y llevaba un vestido largo colorado abotonado que le quedaba pintado.
Mi suegra se reía de los comentarios del nene y mi suegro estaba completamente en otra ya que está medio sordo.
Cuando íbamos por el plato principal, mi suegra trae el lechón con ensalada rusa. En medio de la comida mi beodo cuñado tira que su porción de cerdo tiene pelos y tira el siguiente comentario que sonó en la mesa y no pasó desapercibido, sobre todo para mí:
- El lechón tiene pelos en esta parte y debe estar completamente depilado, jaja – mi cuñado ya estaba totalmente borracho y eran las 22.30
- Bueno, comé igual – le dice la mujer con un tono de fastidio que no pudo evitar, cosa que a él pareció no gustarle
- como vos – dijo mirando a su sexy mujer, que también había tomado demás, pero no llegaba a estar tan mal como él
- ¿Como yo que? – dijo ella
- Que estas completamente depilada…
- Se hizo un silencio y el aire se tensó de una manera total.
- Mati, tomaste demasiado – lo frena mi mujer
- No miento ¿no cierto? – dice él mirando a su Clarita que le devuelve la mirada con cara de odio total.
Yo la miro en ese momento y cruza la mirada conmigo. Me recorrió un escalofrío el hecho de mirarla a los ojos y saber que se depilaba completamente.
A partir de ese momento, no sé porque motivo, pero me agarró como una especie de obsesión y la miraba a cada rato. Ella pareció darse cuenta y me sostuvo la mirada en más de una oportunidad.
Yo estaba como una moto. Sabía que ellos se quedarían a dormir también y empecé a imaginar a Clarita y si concha totalmente libre de pelos. Sabía que las posibilidades de que suceda algo eran cero o menos, pero aún así, no pude evitar imaginarme con ella.
Ya por las 23.30 mi cuñado se sentó a la mesa y no se volvió a parar. Seguía tomando vino y ante cualquier pedido de que pare un poco respondía con un “¿qué problema hay? Si me voy a quedar a dormir”
Llegó el momento del brindis y mi cuñado ya evidenciaba sus problemas motrices causados por el alcohol. Saludos, besos, choques de copas y el saludo con Clarita:
- Muchas felicidades, Clarita – le dije y la tomé de la cintura
- Para vos también, concu – me dijo ella
Cuando retiré la mano, la pasé por su espalda simulando una caricia afectiva y pude confirmar mis sospechas. Clarita no llevaba corpiño. Sentí una puntada ahí abajo.
Llegaron los turrones, el pan dulce, otro champagne y muchas risas. Salvo de mi cuñado que no podía más y se fue tambaleando al sillón del living.
Nos quedamos en la mesa, mi mujer, Clarita, mi suegra y yo. Mi suegro se fue a dormir.
Cuando estábamos levantando las cosas de la mesa, mi mujer estaba en la cocina con mi suegra que al grito de “dejen, dejen” empezaba a poner las cosas en el lavavajillas.
Me estaba tomando el último resto de champagne cuando Clarita en un momento me agarra el brazo y me dice al oído:
- Te voy a tener que pedir un favor.
Aproveché que mi mujer estaba lejos y no me veía y me la jugué:
- Vos, me podés pedir lo que quieras – le solté totalmente desubicado
Ella me sonrió y mirando en dirección a su marido que descansaba prácticamente muerto en el sillón, me dijo:
- Me vas a tener que ayudar a subirlo
- ¿Ah, era eso? Si – dije como un tarado
- ¿Que otro favor podría pedirte?
¿La pendeja estaba jugando con fuego o me parecía a mí? Lo cierto es que aproveché a responder
- Podrías pedirme el favor que quieras, que no me negaría – le solté
- ¿el que quiera?
Le sostuve la mirada, serio y tratando de darle a entender que esto no era un juego. Y si lo era, era un juego muy peligroso.
- el que quieras
- Ahora mismo
- Ahora mismo, no, pero dentro de un rato cuando todos duerman, sí.
- Vos sí que tenés huevos – me dijo
- No suelo ser muy jugado, pero en este caso – en ese momento la miré de arriba abajo – creo que lo merece la situación.
De pronto aparece la voz de mi mujer desde atrás que nos dice:
- no queda nada para levantar?
- No – respondemos los dos
- Bueno, vamos a dormir – dice mi mujer
- Yo la acompaño a Clara a llevar a tu hermano por la escalera – le digo
- Si, va a ser mejor – reconoce mi mujer
- Bueno, suban ustedes primero, porque creo que vamos a tardar en subirlo
- ¿Vas a poder? – pregunta mi suegra
- Si si, suban – les digo
Mi mujer y mi suegra suben. Clara se queda mirándome de pie. Me detengo a mirarla y la encuentro hermosa.
- Tratá de despertarlo para que colabores subiendo un poco – le digo
La verdad es que mi cuñado parece desmayado o muerto. Yo aprovecho para subir al cuarto de joven de mi mujer y la encuentro terminando de armar la cama para nosotros. Mi suegra en la otra habitación está haciendo la cama para mi cuñado y Clarita.
Veo a mi mujer de espaldas agachada y la apoyo. Le agarro las tetas desde atrás y le digo al oído “¿me vas a esperar?” “¿estás loco?” me responde. Tema cerrado, mi única esperanza es Clarita.
Bajo nuevamente y ella está intentando despertarlo. Parece una tarea imposible. Vuelvo a la cocina y encuentro una botella de champagne por la mitad. Cuando me giro para volver al living, Clara está detrás de mí mirándome
- Parece imposible despertarlo – me dice
- Queres un poco de Champagne? – le ofrezco
- Bueno, total no se cuanto voy a tardar en despertarlo y poder subir.
- No hace falta que lo despiertes, lo acomodamos en el sillón y listo.
- Ah, buena idea
Ahora ella se sienta en la mesada de la cocina y yo me quedo de pie mirándola. No me reprimo mis ganas de mirarla. Que se vaya a dormir si le molesta. Ella se acomoda el vestido y se le sube mostrándome las piernas en casi toda su extensión. Yo miro en dirección a su entrepierna y ella me mira.
- que mirás?
- Quiero comprobar si es verdad lo de la tradición de bombachas rosas
- Queres ver de qué color es la bombacha que tengo puesta?
- Por supuesto – le respondo
Ella abre las piernas y puedo ver un triángulo blanco que me vuelve loco. Me quedo de una pieza y parezco los policías en Bajos Instintos cuando Sharon Stone se cruza de piernas.
Ella toma la copa de champagne y le da un sorbo. Me mira desafiante.
- Bueno, ya viste, no es rosa
Se baja de la mesada de un saltito, deja la copa y me dice:
- Me voy a dormir
- Esperá – le digo y la tomo del brazo trayéndola hacia mí
- ¿Qué? – me dice a centímetros de mi cara
- No te vayas – mi tono es de súplica
- ¿Para qué queres que me quede?
En ese momento me doy cuenta de que nunca la solté del brazo y la tengo agarrada. Ella no hace fuerza por soltarse, al contrario, parece acercarse y buscar el contacto con mi cuerpo.
- Ya te dije, no me achico – le solté
- ¿Acá? ¿Ahora? – me pregunta ella
- Asomate y fíjate si sigue dormido
Ella me agarra la mano y me lleva hacia la zona de los sillones, pero se detiene justo antes de entrar y mira estirándose y sacando culo.
- Sigue re dormido – me dice
Yo tomo su cadera con ambas manos y la apoyo descaradamente en el centro de su perfecta cola. Acá es el momento en donde ella se suelta y se va para arriba, pienso.
Lo que ocurre es todo lo contrario, se mueve buscando el contacto. Mi pija se erecta al instante y empiezo a frotarme contra ella con absoluto descaro. Estoy loco, mi mujer puede bajar en cualquier momento. Su marido (mi cuñado) puede despertar, aunque sea poco probable.
No se si es la adrenalina de lo prohibido lo que me pone así, lo cierto es que no puedo parar. Empiezo a pensar con la cabeza de la pija y no con la del cuerpo. No doy más.
Para colmo de males, ella no colabora y se mueve de una manera tremenda. Se gira y me dice:
- Seguí que sigue dormido – suelta
Siento que eso me habilita a más, pero ¿a qué? ¿A todo? Voy por todo, pensé y sin dudar le levanté el vestido y apareció su hermoso culo con una tanguita blanca muy chiquita que se perdía en su culo.
Me quedo mirando su culo un instante. Vuelvo a mirarla a la cara y está mirándome. Se muerde el labio.
- Seguí, yo controlo – me dice
No puedo creer lo que estoy viviendo. Me voy a coger a mi concuñadita hermosa. Ahora es mi momento, pienso.
Me arrodillo en el piso y le beso la cola. Una nalga, luego la otra y le agarro los costados de la tanga para comenzar a bajársela. Se la bajo hasta las rodillas, pero ella hace un movimiento para que lleguen al suelo y se la saca completamente. La agarra con la mano y la envuelve en su puño apretado.
Yo me quedo arrodillado y lo único que me nace es abrirle el culo con las dos manos y mirarle el fruncido agujerito y la concha completamente depilados, como anunciara mi cuñado horas antes.
No dudo y entierro mi cara en su culo, le chupo el perineo, el culo y la concha en varias pasadas. No voy a poner reparos y voy a ser lo mas sucio que se pueda para que entienda que estoy dispuesto a todo por ella.
Su sabor es fuerte y me encanta. Nunca me gustaron las mujeres que no huelen ni saben a nada ahí abajo.
Siento que su mano me acaricia el cabello mientras la estoy chupando. De pronto, me agarra fuerte el cabello y me separa.
- Vení – me dice
Me levanta y me besa en la boca con el sabor de su concha. Vuelve a la cocina se sienta en la mesada y se adelanta mostrándome su concha rosada y sin un solo pelito.
- Chupame ahora, así.
Vuelvo a arrodillarme en el suelo y le chupo la concha, esta vez de frente y puedo concentrarme en su clítoris.
- Aghhhh siiiii Seguí… haceme acabar, dale
- Mmmmm – yo chupaba con desesperación
Sabía que se venía su orgasmo y no cambié ningún movimiento de lo que estaba haciendo. Insistí en la misma zona, mismo movimiento de lengua y sus gemidos aumentaban.
- Aghhhh aghhhh
Le agarré la mano, le saqué la bombacha enrollada y se la metí en la boca para intentar callarla.
- Aghhhh Mmmmm siiiii – se desarmó ella en un gemido tremendo.
Me puse de pie. Me dolían las rodillas, pero no me importaba. Había hecho acabar a esta preciosura con mi boca. ¿Y ahora?
La miré y me miró. Nos besamos. Un beso largo y apasionado. Quería seguir, pero el riesgo era muy grande.
- Volvamos a mirar – me dice
Nos acercamos a mi cuñado que pareció despertar un poco. Ella le dijo “vamos para arriba”
Yo lo ayudé y por suerte, él colaboró y se abrazó a mí para subir las escaleras. En dos minutos estábamos los tres en el cuarto de ellos.
Ella le sacó la camisa y el pantalón dejándolo en bóxers. Todo esto delante de mí. Pude ver que mi cuñado estaba medio erecto ya que se veía una carpa en el calzón negro.
- Dormite – le dijo ella
- Bueno, los dejo – les dije
- Gracias – me dijo ella y me sonrió
- Me debes una – me fui.
Les pregunto: ¿qué hago ahora al mediodía cuando nos juntemos a almorzar y la vea?
Pueden dejarme sus comentarios reybaco2005@gmail.com
O en telegram @reybaco2005
Llegó el 24-12-2025 y este año nos tocó pasarlo con la familia de mi mujer. Nos reunimos en la casa de sus padres en zona norte y nos quedaríamos durmiendo allá para no tener que manejar de regreso.
Es una casa enorme y mas ahora que viven ellos solos. Muy espaciosa abajo y con varios cuartos arriba donde dormiríamos nosotros y mi cuñado con su mujer también.
Llegamos temprano para evitar el tránsito y arrancamos a ayudar un poco. Mientras tanto empezaron a preparar tragos y a picar algunas cositas.
Mi cuñado empezó a tomar desde muy temprano lo cual presagiaba algún momento desubicado y porque no, terminar muerto en un sillón antes de las 12 de la noche.
Todos habíamos coincidido en vestirnos de blanco los hombres y de rojo las mujeres. Era como una especie de juego que hacíamos todos los fines de año.
Estábamos comiendo el Vitel Toné y ya se lo notaba muy desinhibido, su mujer Clara (Carita le decíamos nosotros) estaba mirándolo con preocupación.
Me tomo un segundo para describir a Clarita. Ella es joven, alrededor de 27 años, rubia, muy flaca y con las tetas hechas que realmente le quedaron preciosas. Como no era habitual, esta vez no tenía corpiño y llevaba un vestido largo colorado abotonado que le quedaba pintado.
Mi suegra se reía de los comentarios del nene y mi suegro estaba completamente en otra ya que está medio sordo.
Cuando íbamos por el plato principal, mi suegra trae el lechón con ensalada rusa. En medio de la comida mi beodo cuñado tira que su porción de cerdo tiene pelos y tira el siguiente comentario que sonó en la mesa y no pasó desapercibido, sobre todo para mí:
- El lechón tiene pelos en esta parte y debe estar completamente depilado, jaja – mi cuñado ya estaba totalmente borracho y eran las 22.30
- Bueno, comé igual – le dice la mujer con un tono de fastidio que no pudo evitar, cosa que a él pareció no gustarle
- como vos – dijo mirando a su sexy mujer, que también había tomado demás, pero no llegaba a estar tan mal como él
- ¿Como yo que? – dijo ella
- Que estas completamente depilada…
- Se hizo un silencio y el aire se tensó de una manera total.
- Mati, tomaste demasiado – lo frena mi mujer
- No miento ¿no cierto? – dice él mirando a su Clarita que le devuelve la mirada con cara de odio total.
Yo la miro en ese momento y cruza la mirada conmigo. Me recorrió un escalofrío el hecho de mirarla a los ojos y saber que se depilaba completamente.
A partir de ese momento, no sé porque motivo, pero me agarró como una especie de obsesión y la miraba a cada rato. Ella pareció darse cuenta y me sostuvo la mirada en más de una oportunidad.
Yo estaba como una moto. Sabía que ellos se quedarían a dormir también y empecé a imaginar a Clarita y si concha totalmente libre de pelos. Sabía que las posibilidades de que suceda algo eran cero o menos, pero aún así, no pude evitar imaginarme con ella.
Ya por las 23.30 mi cuñado se sentó a la mesa y no se volvió a parar. Seguía tomando vino y ante cualquier pedido de que pare un poco respondía con un “¿qué problema hay? Si me voy a quedar a dormir”
Llegó el momento del brindis y mi cuñado ya evidenciaba sus problemas motrices causados por el alcohol. Saludos, besos, choques de copas y el saludo con Clarita:
- Muchas felicidades, Clarita – le dije y la tomé de la cintura
- Para vos también, concu – me dijo ella
Cuando retiré la mano, la pasé por su espalda simulando una caricia afectiva y pude confirmar mis sospechas. Clarita no llevaba corpiño. Sentí una puntada ahí abajo.
Llegaron los turrones, el pan dulce, otro champagne y muchas risas. Salvo de mi cuñado que no podía más y se fue tambaleando al sillón del living.
Nos quedamos en la mesa, mi mujer, Clarita, mi suegra y yo. Mi suegro se fue a dormir.
Cuando estábamos levantando las cosas de la mesa, mi mujer estaba en la cocina con mi suegra que al grito de “dejen, dejen” empezaba a poner las cosas en el lavavajillas.
Me estaba tomando el último resto de champagne cuando Clarita en un momento me agarra el brazo y me dice al oído:
- Te voy a tener que pedir un favor.
Aproveché que mi mujer estaba lejos y no me veía y me la jugué:
- Vos, me podés pedir lo que quieras – le solté totalmente desubicado
Ella me sonrió y mirando en dirección a su marido que descansaba prácticamente muerto en el sillón, me dijo:
- Me vas a tener que ayudar a subirlo
- ¿Ah, era eso? Si – dije como un tarado
- ¿Que otro favor podría pedirte?
¿La pendeja estaba jugando con fuego o me parecía a mí? Lo cierto es que aproveché a responder
- Podrías pedirme el favor que quieras, que no me negaría – le solté
- ¿el que quiera?
Le sostuve la mirada, serio y tratando de darle a entender que esto no era un juego. Y si lo era, era un juego muy peligroso.
- el que quieras
- Ahora mismo
- Ahora mismo, no, pero dentro de un rato cuando todos duerman, sí.
- Vos sí que tenés huevos – me dijo
- No suelo ser muy jugado, pero en este caso – en ese momento la miré de arriba abajo – creo que lo merece la situación.
De pronto aparece la voz de mi mujer desde atrás que nos dice:
- no queda nada para levantar?
- No – respondemos los dos
- Bueno, vamos a dormir – dice mi mujer
- Yo la acompaño a Clara a llevar a tu hermano por la escalera – le digo
- Si, va a ser mejor – reconoce mi mujer
- Bueno, suban ustedes primero, porque creo que vamos a tardar en subirlo
- ¿Vas a poder? – pregunta mi suegra
- Si si, suban – les digo
Mi mujer y mi suegra suben. Clara se queda mirándome de pie. Me detengo a mirarla y la encuentro hermosa.
- Tratá de despertarlo para que colabores subiendo un poco – le digo
La verdad es que mi cuñado parece desmayado o muerto. Yo aprovecho para subir al cuarto de joven de mi mujer y la encuentro terminando de armar la cama para nosotros. Mi suegra en la otra habitación está haciendo la cama para mi cuñado y Clarita.
Veo a mi mujer de espaldas agachada y la apoyo. Le agarro las tetas desde atrás y le digo al oído “¿me vas a esperar?” “¿estás loco?” me responde. Tema cerrado, mi única esperanza es Clarita.
Bajo nuevamente y ella está intentando despertarlo. Parece una tarea imposible. Vuelvo a la cocina y encuentro una botella de champagne por la mitad. Cuando me giro para volver al living, Clara está detrás de mí mirándome
- Parece imposible despertarlo – me dice
- Queres un poco de Champagne? – le ofrezco
- Bueno, total no se cuanto voy a tardar en despertarlo y poder subir.
- No hace falta que lo despiertes, lo acomodamos en el sillón y listo.
- Ah, buena idea
Ahora ella se sienta en la mesada de la cocina y yo me quedo de pie mirándola. No me reprimo mis ganas de mirarla. Que se vaya a dormir si le molesta. Ella se acomoda el vestido y se le sube mostrándome las piernas en casi toda su extensión. Yo miro en dirección a su entrepierna y ella me mira.
- que mirás?
- Quiero comprobar si es verdad lo de la tradición de bombachas rosas
- Queres ver de qué color es la bombacha que tengo puesta?
- Por supuesto – le respondo
Ella abre las piernas y puedo ver un triángulo blanco que me vuelve loco. Me quedo de una pieza y parezco los policías en Bajos Instintos cuando Sharon Stone se cruza de piernas.
Ella toma la copa de champagne y le da un sorbo. Me mira desafiante.
- Bueno, ya viste, no es rosa
Se baja de la mesada de un saltito, deja la copa y me dice:
- Me voy a dormir
- Esperá – le digo y la tomo del brazo trayéndola hacia mí
- ¿Qué? – me dice a centímetros de mi cara
- No te vayas – mi tono es de súplica
- ¿Para qué queres que me quede?
En ese momento me doy cuenta de que nunca la solté del brazo y la tengo agarrada. Ella no hace fuerza por soltarse, al contrario, parece acercarse y buscar el contacto con mi cuerpo.
- Ya te dije, no me achico – le solté
- ¿Acá? ¿Ahora? – me pregunta ella
- Asomate y fíjate si sigue dormido
Ella me agarra la mano y me lleva hacia la zona de los sillones, pero se detiene justo antes de entrar y mira estirándose y sacando culo.
- Sigue re dormido – me dice
Yo tomo su cadera con ambas manos y la apoyo descaradamente en el centro de su perfecta cola. Acá es el momento en donde ella se suelta y se va para arriba, pienso.
Lo que ocurre es todo lo contrario, se mueve buscando el contacto. Mi pija se erecta al instante y empiezo a frotarme contra ella con absoluto descaro. Estoy loco, mi mujer puede bajar en cualquier momento. Su marido (mi cuñado) puede despertar, aunque sea poco probable.
No se si es la adrenalina de lo prohibido lo que me pone así, lo cierto es que no puedo parar. Empiezo a pensar con la cabeza de la pija y no con la del cuerpo. No doy más.
Para colmo de males, ella no colabora y se mueve de una manera tremenda. Se gira y me dice:
- Seguí que sigue dormido – suelta
Siento que eso me habilita a más, pero ¿a qué? ¿A todo? Voy por todo, pensé y sin dudar le levanté el vestido y apareció su hermoso culo con una tanguita blanca muy chiquita que se perdía en su culo.
Me quedo mirando su culo un instante. Vuelvo a mirarla a la cara y está mirándome. Se muerde el labio.
- Seguí, yo controlo – me dice
No puedo creer lo que estoy viviendo. Me voy a coger a mi concuñadita hermosa. Ahora es mi momento, pienso.
Me arrodillo en el piso y le beso la cola. Una nalga, luego la otra y le agarro los costados de la tanga para comenzar a bajársela. Se la bajo hasta las rodillas, pero ella hace un movimiento para que lleguen al suelo y se la saca completamente. La agarra con la mano y la envuelve en su puño apretado.
Yo me quedo arrodillado y lo único que me nace es abrirle el culo con las dos manos y mirarle el fruncido agujerito y la concha completamente depilados, como anunciara mi cuñado horas antes.
No dudo y entierro mi cara en su culo, le chupo el perineo, el culo y la concha en varias pasadas. No voy a poner reparos y voy a ser lo mas sucio que se pueda para que entienda que estoy dispuesto a todo por ella.
Su sabor es fuerte y me encanta. Nunca me gustaron las mujeres que no huelen ni saben a nada ahí abajo.
Siento que su mano me acaricia el cabello mientras la estoy chupando. De pronto, me agarra fuerte el cabello y me separa.
- Vení – me dice
Me levanta y me besa en la boca con el sabor de su concha. Vuelve a la cocina se sienta en la mesada y se adelanta mostrándome su concha rosada y sin un solo pelito.
- Chupame ahora, así.
Vuelvo a arrodillarme en el suelo y le chupo la concha, esta vez de frente y puedo concentrarme en su clítoris.
- Aghhhh siiiii Seguí… haceme acabar, dale
- Mmmmm – yo chupaba con desesperación
Sabía que se venía su orgasmo y no cambié ningún movimiento de lo que estaba haciendo. Insistí en la misma zona, mismo movimiento de lengua y sus gemidos aumentaban.
- Aghhhh aghhhh
Le agarré la mano, le saqué la bombacha enrollada y se la metí en la boca para intentar callarla.
- Aghhhh Mmmmm siiiii – se desarmó ella en un gemido tremendo.
Me puse de pie. Me dolían las rodillas, pero no me importaba. Había hecho acabar a esta preciosura con mi boca. ¿Y ahora?
La miré y me miró. Nos besamos. Un beso largo y apasionado. Quería seguir, pero el riesgo era muy grande.
- Volvamos a mirar – me dice
Nos acercamos a mi cuñado que pareció despertar un poco. Ella le dijo “vamos para arriba”
Yo lo ayudé y por suerte, él colaboró y se abrazó a mí para subir las escaleras. En dos minutos estábamos los tres en el cuarto de ellos.
Ella le sacó la camisa y el pantalón dejándolo en bóxers. Todo esto delante de mí. Pude ver que mi cuñado estaba medio erecto ya que se veía una carpa en el calzón negro.
- Dormite – le dijo ella
- Bueno, los dejo – les dije
- Gracias – me dijo ella y me sonrió
- Me debes una – me fui.
Les pregunto: ¿qué hago ahora al mediodía cuando nos juntemos a almorzar y la vea?
Pueden dejarme sus comentarios reybaco2005@gmail.com
O en telegram @reybaco2005
3 comentarios - Cena de Nochebuena con Postre Prohibido