Lo que voy a contar sucedió cuando estaba en la secundaria, poco después de que terminara la pandemia de covid 19. En ese momento estaba en tercero de secundaria . Soy un chico de 1.75, no sobresale mucho de mi físico, tengo el pelo tan oscuro que parece negro, lo mantengo corto pero no tanto, mi complexión es delgada y un poco atlética y mi pene tampoco es nada del otro mundo, 15 centímetros. No está de más mencionar que obviamente cambié los nombres de las personas que salen en el relato.
Ese año el viaje de estudios que hacíamos era a Oaxaca, y la verdad era más como un paseo de una semana. Pero somos sabrán, a esa edad las hormonas están a todo lo que dan y en mi caso no fue distinto. En mi mente pensé "lo más probable es que no vaya a pasar nada pero es mejor estar preparado", así que con mucha pena fui a comprar mi primera caja de condones a la farmacia, y me sorprendió lo caros que son, y además me rasuré mi pene y zona púbica lo mejor que pude. Creo que en México la edad promedio a la que se tiene la primera relación sexual es a esa edad, y yo sentía que me estaba quedando atrás, algo tonto ahora que lo pienso, pero como todos, quería experimentar el sexo. Así fue como empezó el viaje a Oaxaca. Empezó el largo viaje en camión con los dos salones juntos y yo sin saber lo que esperaba.
El viaje fue tranquilo, en general todos los días fueron interesantes y cansados, nos tenían caminado de un lugar a otro bajo el sol, entre la gente de las zonas arqueológicas y el centro de la ciudad, pero junto a todos mis amigos se volvió muy ameno.
Nos quedamos en un hotel cerca del cerro del fortín y por desgracia los cuartos eran de 3 personas, obviamente no mixtos, niños y niñas separados. Yo tenía un amigo muy cercano en ese momento, y decidimos quedarnos juntos, pero no encontrábamos a un tercero que se uniera a nosotros, todos ya tenían sus tríos elegidos. Así que nos tocó con el que nadie quería. Un wey alto, fornido, con cara de mamón y ojete que la verdad daba miedo, o al menos a mi me daba miedo. Se llamaba Esteban, y era algo así como un tipo vaquero norteño. Tenía amigos pero más que nada se juntaban con el por miedo, no por amistad. El caso es que nos tocó con él, y en ese momento Esteban tenía una novia. Valeria actualmente es de mis mejores amigas, sin embargo, en ese momento ni nos hablábamos. Los dos eramos del B pero éramos muy diferentes. Ella es güerita, pelo largo y lacio, castaño. Labios delgados y rositas. Ojos filosos y casi de modelo. Su cuerpo es delgado y delicado, tetas grandes y unas piernas y culo firmes. Una niña fresa en toda su expresión. Su relación con Esteban era la más tóxica que he visto, pero no me esperaba para nada lo que iban a hacer una de esas noches en nuestro cuarto.
Una noche, tras llegar al hotel después de caminar todo el día, alguien tocó la puerta de la habitación. Esteban se estaba bañando y mi amigo había caído rendido en la cama que compartíamos porque le dejamos la otra a Esteban. Estaba casi roncando y yo viendo la tele. Entonces me tocó abrir la puerta. Y ahí estaba ella, en una pijama que dejaba poco a la imaginación, pero que de alguna forma también era elegante y formal. Traía unos shorts cortos que se le metían entre sus muslos e ingle, y un top con escote.
Cómo podrán imaginar quedé sorprendido pero no dejé que eso se notara. En cambio la saludé y le pregunté que como estaba, ella respondió que estaba bien y que venía a ver a Esteban. Yo le dije que estaba bien y la dejé entrar. Mientras esperaba a que él saliera del baño ella se sentó en la cama vacía en una posición que aún pienso que era de provocación. Pero me hice pendejo y seguí viendo la tele.
Hablamos un poco de como nos estaba pareciendo el viaje y cuando finalmente salió Esteban del baño ellos se quedaron hablando y yo decidí llamar a mis abuelos para decirles que estaba en Oaxaca. Entonces salí al balcón e intenté marcarles por teléfono. Ellos viven en Oaxaca y justo ese día habíamos pasado frente a la entrada de su pueblo a media hora de la ciudad, así que quería contarles eso.
Mientras intentaba marcar ví que las luces de la habitación se apagaron y pensé que Valeria ya se había ido y que Esteban iba a dormir. Cómo despues de varios intentos la llamada no entró, decidí volver a la habitación. Pero no tenía sueño así que me senté en una silla de esas que tienen las habitaciones de hotel y ver Instagram.
Me puse un audífono para no molestar el sueño de nadie pero me deje un oído destapado para estar atento a mis alrededores, es algo que siempre hago. Después de un rato de ver Instagram, escuché un pequeño quejido, pero por el audífono no lo percibí bien y además fue muy breve. Así que solo levanté mi vista por curiosidad. No escuché nada. Solo silencio. Además el brillo del celular me deslumbraba y solo veía negro absoluto.
Seguí viendo Instagram pero bajé el volumen y después de un momento lo volví a escuchar. Pero ahora era claro lo que era, un gemido. Bastante cerca, no era de otra habitación, estaba a unos metros de mi. Mi amigo estaba dormido y a Esteban no lo alcanzaba a ver, y entonces caí en cuenta de que Valeria no se había ido. Estaban cogiendo frente a mi en la oscuridad.
Seguramente les latía el corazón por la emoción de estar siendo observados en la oscuridad, pero aún así se ocultaban y creían que no me había dado cuenta. Disimuladamente me saqué el audífono y me quedé escuchando. La cama empezaba a rechinar por sus movimientos rítmicos y los gemidos de Valeria eran suaves y ahogados.
Yo seguía con la vista en el celular, pero ya ni siquiera estaba prestando atención a lo que había en la pantalla, solo sentia como mi pene poco a poco empezaba a erectarse. No habría imaginado nunca que escucharía a una belleza como Valeria gemir así.
Debo decir que no sabía que hacer en ese momento. Quería ver más, pero como a todos, Esteban me daba miedo, así que después de pensarlo, apagué mi teléfono, me aclaré la garganta mientras me levantaba y fui al baño. Quería masturbarme pero no quería tardar en salir, así que me lave los dientes, y mientras lo hacía alcancé a escuchar unos murmullos en la habitación.
Al salir caminé haciendo un poco de ruido y me senté en la cama. Mi amigo estaba roncando ligeramente y era lo único que se escuchaba. "¿Y los gemidos?" Pensé mientras me desataba las agujetas de los zapatos. Entonces la voz de Esteban sonó en el cuarto.
A mí parecer pareció que me hablaba fuerte, pero seguramente estaba murmurando. Me estaba llamando por mi nombre. Dude en responder, pero finalmente dije "que pasó, estás despierto?" El me dijo que si, y me pidió que me acercara. Cuando lo hice el se incorporó un poco y me dijo "oye, la verdad Vale no se fue del cuarto , está aquí bajo las sabanas y me la está mamando"
Yo solo me reí como incrédulo y entonces al ver eso, Esteban levantó las sabanas y entre la oscuridad pude ver la figura de Valeria arrodillada frente a su pene mientras se la chupaba. Se escuchaba su saliva y como succionaba su glande. Su pene era largo y un poco delgado, pero largo. Entonces me dijo "se que esto es muy de la nada, pero Vale y yo lo hablamos y te queríamos preguntar si te quieres unir". Entonces Valeria dejo de mamar y me volteó a ver.
Cuando nuestras vistas se encontraron me excité mucho. Nunca la había visto así, jadeando por aire, despeinada y sudada, con saliva escurriendo por las comisuras de sus finos labios. Una pequeña risita salió de su boca y volvió a su posición frente al pene de Esteban.
Le pregunté "estás seguro?, es tu novia y además yo nunca lo he hecho". Él se rió y me dijo "¿pues qué pasó?, le gustas a la mitad del salón y me estás diciendo que eres virgen?" Y solo reí nerviosamente y asentí. Entonces él se acercó a la cabeza de Valeria y le susurró algo en el oído. Ella se levantó y se paró frente a mi, completamente desnuda.
Sus tetas eran grandes para la edad que teníamos, blancas y con pezones pequeños y levantados. Su cintura era delgada y su cadera ancha. Observé su abdomen plano y bajando más la vista alcance a ver qué tenía vello púbico. A decir verdad era bastante. Pero no tan largo, se veía que lo mantenía cuidado, como un jardín.
Entonces se me acercó lentamente y me empezó a besar el cuello, puso una mano detrás de mi cabeza y con la otra llevó mi mano hasta su culo. Era suave y grande. Lo apreté y oía como gemía en mi oído. Mi erección volvió y cuando ella lo sintió en su abdomen se detuvo. Me miró a los ojos y empezó a bajar lentamente. Todo esto mientras Esteban se masturbaba viendo todo, cosa que me excitó aún mas.
Valeria llegó a mi pantalón y lo desabrochó lentamente, al bajarlo restregó su nariz contra mi boxer y lo olió profundamente para después lamerlo por encima. Sentir su aliento húmedo y caliente me excitó mucho más y ella al darse cuenta lo volvió a hacer. Finalmente me bajó el boxer y mi pene salió rebotando de arriba a abajo, con el glande escurriendo líquido preseminal.
Valeria lo miró y susurró "la tienes gorda" antes de pasar su lengua desde mis testículos hasta la punta en una sola lamida. Esteban dijo desde la cama "es verdad, no es tan larga pero la tienes gordísima". Yo no le respondí, estaba concentrado viendo como su novia, una de las chicas más guapas del salón, si no es que de la escuela, me la estaba mamando por primera vez.
Esteban se levantó de la cama y prendió la luz de la mesita junto a la cama, por reflejo me tape el pene, pero al ver lo tonto que era lo dejé de hacer. Los tres estábamos desnudos. Bueno yo no, así que agarre confianza y me quite la playera. Valeria se me quedó viendo con esos ojos provocativos y después de observarme todo el cuerpo me llevo a la cama.
Ahí me acostó y volvió a besarme desde el cuello hasta el abdomen, lamiendo y succionando mi piel. Me la volvió a mamar pero ahora con más intensidad, sin dejar de acariciar con sus labios mi glande. Entonces Esteban se puso atrás de ella y de un movimiento le abrió las piernas "ábrete putita" le dijo y empezó a chuparle la vagina.
Valeria gimió más fuerte y su mamada en mi pene se volvió intermitente porque le faltaba el aire por gemir tanto. Entonces Esteban fue a sacar algo de su bolsa, eran condones. Me aventó uno y le dijo a Valeria, "pónselo con tu boca puta" y así lo hizo, con una tecnica que casi me hizo eyacular mientras me ella me veía a los ojos. Valeria se levantó y cuando pensé que lo iba a meter, me jaló de la cabeza e hizo que se la mamara. Restregó su vagina peluda en mi boca y nariz, y yo chupe y succione como pude. Era la primera vez que hacía una mamada, pero aún así la agarré de su culo y la restregué más fuerte contra mi cara. Su vello púbico me excitaba más, tal vez porque sentía que así hacía más desastre en mi boca y se embarraba todo por todos lados.
En algún momento sentí más acidito el sabor, más caliente, más viscoso, y entonces me separó de su vagina, y antes de que yo volviera a tomar aire, brinco sobre mi verga y se la metió hasta el fondo, soltando un gemido ahogado mientras su cuerpo temblaba. Me empezó a cabalgar después de unos segundos, y yo apretaba sus tetas mientras rebotaban frente a mi.
Entonces ví como Esteban se ponía el condón y sacaba otra botella de su mochila. Dejó caer una buena parte del líquido en su pene y lo embarró bien. Era lubricante. Se puso más en su mano y la llevó al ano de Valeria. Ella pareció estremecerse al sentir su ano siendo estimulado y se empezó a mover más rápido, incluso empezaba a sonar como nuestras pieles chocaban mientras nuestros fluídos escurrían por todas partes.
Esteban metió un dedo en su ano, y ella se quedó quieta un segundo disfrutando de eso, mientras yo sentía desde mi pene en su vagina como el dedo de Esteban entraba más profundo. Así estuvimos unos minutos, hasta que él sacó su dedo y escupió en el ano de Valeria para después darle una nalgada que no se cómo no hizo que mi amigo despertara. Después de eso por fin la metió, e inmediatamente la vagina de Valeria se apretó y sentí como el pensé de Esteban se movía del otro lado.
Valeria parecía verdaderamente una puta, gemía y cabalgaba dos vergas a la vez. Después de un rato Esteban la sacó y dijo que cambiáramos de posición. Ahora me tocaba anal. Y al ponerme detrás de Valeria ví su ano completamente abierto. No sé porque pero escupí primero en mi pene y luego dentro de su ano para después de meterlo. Seguia sintiendo el pene de Esteban al otro lado, escuchaba los gemidos de ella mientras me sentía hipnotizado por sus tetas rebotando casi sobre mi cara, cuando Valeria se empezó a mover más rápido, tanto que de la nada sentí como el semen se acumulaba en la punta de mi pene. Entonces Valeria comenzó a temblar y su ano se contrajo, para finalmente soltar un squirt sobre Esteban y toda la cama, solo para después relajar todo su cuerpo y caer sobre mí.
Esteban saco su pene y para mi sorpresa el condón ya tenía semen. Se paró y se fue al baño. Valeria y yo nos quedamos en la cama sin decirnos nada. Escuchamos como se abría la regadera y entonces me dijo, "me gustó tu pene, es mejor sentir que te abren a qué lleguen profundo" yo solo me reí y le dije que gracias "a mi me encantaron tus tetas, las mejores que he visto" y ella respondió "jajaja lo dices porque son las primeras que ves" yo le dije que lo decía en serio, eran hermosas, todo su cuerpo era precioso.
Entonces ella volteó a ver mi pene y dijo "¿¿¿no te corriste???" Y le dije que no, ella sonrió y se mordió el labio. "No estoy acostumbrada a seguir después de un Squirt, pero si quieres te puedo hacer una rusa con las tetas que dices que tanto te gustaron" dijo, mientras ya se acercaba a mi y me quitaba el condón. Escupió en sus tetas y puso mi pene entre ellas. El contraste de sus tetas pálidas, blancas y casi rosadas, con mi verga un poco morena y con punta rosa me excitaba muchísimo, y ver cómo desaparecía todo entre esas tetas mientras me la chupaba lentamente hizo que no durara mucho.
Cuando le dije que me iba a correr apretó más fuerte y dejó que todo el semen saliera disparado a su cara y que escurriera sobre sus tetas. Cuando terminé, abrió su boca y me mostró que tenía bastante semen en su lengua, y se lo tragó. Luego me besó y yo le correspondí. Cuando Estaban salió del baño nos vio limpiando todo. Y me dijo, muy seriamente, "de esto no vas a decir un carajo, me oíste?" Yo solo asentí y ví como Vale me miraba de reojo con una ligera sonrisa.
Gracias por leer mi relato, llevaba un tiempo con la idea de subirlo pero no me atrevía. Durante ese campamento pasó algo más con otra persona, tal vez lo suba en un tiempo. Hasta que ese momento llegue, nos vemos.
Ese año el viaje de estudios que hacíamos era a Oaxaca, y la verdad era más como un paseo de una semana. Pero somos sabrán, a esa edad las hormonas están a todo lo que dan y en mi caso no fue distinto. En mi mente pensé "lo más probable es que no vaya a pasar nada pero es mejor estar preparado", así que con mucha pena fui a comprar mi primera caja de condones a la farmacia, y me sorprendió lo caros que son, y además me rasuré mi pene y zona púbica lo mejor que pude. Creo que en México la edad promedio a la que se tiene la primera relación sexual es a esa edad, y yo sentía que me estaba quedando atrás, algo tonto ahora que lo pienso, pero como todos, quería experimentar el sexo. Así fue como empezó el viaje a Oaxaca. Empezó el largo viaje en camión con los dos salones juntos y yo sin saber lo que esperaba.
El viaje fue tranquilo, en general todos los días fueron interesantes y cansados, nos tenían caminado de un lugar a otro bajo el sol, entre la gente de las zonas arqueológicas y el centro de la ciudad, pero junto a todos mis amigos se volvió muy ameno.
Nos quedamos en un hotel cerca del cerro del fortín y por desgracia los cuartos eran de 3 personas, obviamente no mixtos, niños y niñas separados. Yo tenía un amigo muy cercano en ese momento, y decidimos quedarnos juntos, pero no encontrábamos a un tercero que se uniera a nosotros, todos ya tenían sus tríos elegidos. Así que nos tocó con el que nadie quería. Un wey alto, fornido, con cara de mamón y ojete que la verdad daba miedo, o al menos a mi me daba miedo. Se llamaba Esteban, y era algo así como un tipo vaquero norteño. Tenía amigos pero más que nada se juntaban con el por miedo, no por amistad. El caso es que nos tocó con él, y en ese momento Esteban tenía una novia. Valeria actualmente es de mis mejores amigas, sin embargo, en ese momento ni nos hablábamos. Los dos eramos del B pero éramos muy diferentes. Ella es güerita, pelo largo y lacio, castaño. Labios delgados y rositas. Ojos filosos y casi de modelo. Su cuerpo es delgado y delicado, tetas grandes y unas piernas y culo firmes. Una niña fresa en toda su expresión. Su relación con Esteban era la más tóxica que he visto, pero no me esperaba para nada lo que iban a hacer una de esas noches en nuestro cuarto.
Una noche, tras llegar al hotel después de caminar todo el día, alguien tocó la puerta de la habitación. Esteban se estaba bañando y mi amigo había caído rendido en la cama que compartíamos porque le dejamos la otra a Esteban. Estaba casi roncando y yo viendo la tele. Entonces me tocó abrir la puerta. Y ahí estaba ella, en una pijama que dejaba poco a la imaginación, pero que de alguna forma también era elegante y formal. Traía unos shorts cortos que se le metían entre sus muslos e ingle, y un top con escote.
Cómo podrán imaginar quedé sorprendido pero no dejé que eso se notara. En cambio la saludé y le pregunté que como estaba, ella respondió que estaba bien y que venía a ver a Esteban. Yo le dije que estaba bien y la dejé entrar. Mientras esperaba a que él saliera del baño ella se sentó en la cama vacía en una posición que aún pienso que era de provocación. Pero me hice pendejo y seguí viendo la tele.
Hablamos un poco de como nos estaba pareciendo el viaje y cuando finalmente salió Esteban del baño ellos se quedaron hablando y yo decidí llamar a mis abuelos para decirles que estaba en Oaxaca. Entonces salí al balcón e intenté marcarles por teléfono. Ellos viven en Oaxaca y justo ese día habíamos pasado frente a la entrada de su pueblo a media hora de la ciudad, así que quería contarles eso.
Mientras intentaba marcar ví que las luces de la habitación se apagaron y pensé que Valeria ya se había ido y que Esteban iba a dormir. Cómo despues de varios intentos la llamada no entró, decidí volver a la habitación. Pero no tenía sueño así que me senté en una silla de esas que tienen las habitaciones de hotel y ver Instagram.
Me puse un audífono para no molestar el sueño de nadie pero me deje un oído destapado para estar atento a mis alrededores, es algo que siempre hago. Después de un rato de ver Instagram, escuché un pequeño quejido, pero por el audífono no lo percibí bien y además fue muy breve. Así que solo levanté mi vista por curiosidad. No escuché nada. Solo silencio. Además el brillo del celular me deslumbraba y solo veía negro absoluto.
Seguí viendo Instagram pero bajé el volumen y después de un momento lo volví a escuchar. Pero ahora era claro lo que era, un gemido. Bastante cerca, no era de otra habitación, estaba a unos metros de mi. Mi amigo estaba dormido y a Esteban no lo alcanzaba a ver, y entonces caí en cuenta de que Valeria no se había ido. Estaban cogiendo frente a mi en la oscuridad.
Seguramente les latía el corazón por la emoción de estar siendo observados en la oscuridad, pero aún así se ocultaban y creían que no me había dado cuenta. Disimuladamente me saqué el audífono y me quedé escuchando. La cama empezaba a rechinar por sus movimientos rítmicos y los gemidos de Valeria eran suaves y ahogados.
Yo seguía con la vista en el celular, pero ya ni siquiera estaba prestando atención a lo que había en la pantalla, solo sentia como mi pene poco a poco empezaba a erectarse. No habría imaginado nunca que escucharía a una belleza como Valeria gemir así.
Debo decir que no sabía que hacer en ese momento. Quería ver más, pero como a todos, Esteban me daba miedo, así que después de pensarlo, apagué mi teléfono, me aclaré la garganta mientras me levantaba y fui al baño. Quería masturbarme pero no quería tardar en salir, así que me lave los dientes, y mientras lo hacía alcancé a escuchar unos murmullos en la habitación.
Al salir caminé haciendo un poco de ruido y me senté en la cama. Mi amigo estaba roncando ligeramente y era lo único que se escuchaba. "¿Y los gemidos?" Pensé mientras me desataba las agujetas de los zapatos. Entonces la voz de Esteban sonó en el cuarto.
A mí parecer pareció que me hablaba fuerte, pero seguramente estaba murmurando. Me estaba llamando por mi nombre. Dude en responder, pero finalmente dije "que pasó, estás despierto?" El me dijo que si, y me pidió que me acercara. Cuando lo hice el se incorporó un poco y me dijo "oye, la verdad Vale no se fue del cuarto , está aquí bajo las sabanas y me la está mamando"
Yo solo me reí como incrédulo y entonces al ver eso, Esteban levantó las sabanas y entre la oscuridad pude ver la figura de Valeria arrodillada frente a su pene mientras se la chupaba. Se escuchaba su saliva y como succionaba su glande. Su pene era largo y un poco delgado, pero largo. Entonces me dijo "se que esto es muy de la nada, pero Vale y yo lo hablamos y te queríamos preguntar si te quieres unir". Entonces Valeria dejo de mamar y me volteó a ver.
Cuando nuestras vistas se encontraron me excité mucho. Nunca la había visto así, jadeando por aire, despeinada y sudada, con saliva escurriendo por las comisuras de sus finos labios. Una pequeña risita salió de su boca y volvió a su posición frente al pene de Esteban.
Le pregunté "estás seguro?, es tu novia y además yo nunca lo he hecho". Él se rió y me dijo "¿pues qué pasó?, le gustas a la mitad del salón y me estás diciendo que eres virgen?" Y solo reí nerviosamente y asentí. Entonces él se acercó a la cabeza de Valeria y le susurró algo en el oído. Ella se levantó y se paró frente a mi, completamente desnuda.
Sus tetas eran grandes para la edad que teníamos, blancas y con pezones pequeños y levantados. Su cintura era delgada y su cadera ancha. Observé su abdomen plano y bajando más la vista alcance a ver qué tenía vello púbico. A decir verdad era bastante. Pero no tan largo, se veía que lo mantenía cuidado, como un jardín.
Entonces se me acercó lentamente y me empezó a besar el cuello, puso una mano detrás de mi cabeza y con la otra llevó mi mano hasta su culo. Era suave y grande. Lo apreté y oía como gemía en mi oído. Mi erección volvió y cuando ella lo sintió en su abdomen se detuvo. Me miró a los ojos y empezó a bajar lentamente. Todo esto mientras Esteban se masturbaba viendo todo, cosa que me excitó aún mas.
Valeria llegó a mi pantalón y lo desabrochó lentamente, al bajarlo restregó su nariz contra mi boxer y lo olió profundamente para después lamerlo por encima. Sentir su aliento húmedo y caliente me excitó mucho más y ella al darse cuenta lo volvió a hacer. Finalmente me bajó el boxer y mi pene salió rebotando de arriba a abajo, con el glande escurriendo líquido preseminal.
Valeria lo miró y susurró "la tienes gorda" antes de pasar su lengua desde mis testículos hasta la punta en una sola lamida. Esteban dijo desde la cama "es verdad, no es tan larga pero la tienes gordísima". Yo no le respondí, estaba concentrado viendo como su novia, una de las chicas más guapas del salón, si no es que de la escuela, me la estaba mamando por primera vez.
Esteban se levantó de la cama y prendió la luz de la mesita junto a la cama, por reflejo me tape el pene, pero al ver lo tonto que era lo dejé de hacer. Los tres estábamos desnudos. Bueno yo no, así que agarre confianza y me quite la playera. Valeria se me quedó viendo con esos ojos provocativos y después de observarme todo el cuerpo me llevo a la cama.
Ahí me acostó y volvió a besarme desde el cuello hasta el abdomen, lamiendo y succionando mi piel. Me la volvió a mamar pero ahora con más intensidad, sin dejar de acariciar con sus labios mi glande. Entonces Esteban se puso atrás de ella y de un movimiento le abrió las piernas "ábrete putita" le dijo y empezó a chuparle la vagina.
Valeria gimió más fuerte y su mamada en mi pene se volvió intermitente porque le faltaba el aire por gemir tanto. Entonces Esteban fue a sacar algo de su bolsa, eran condones. Me aventó uno y le dijo a Valeria, "pónselo con tu boca puta" y así lo hizo, con una tecnica que casi me hizo eyacular mientras me ella me veía a los ojos. Valeria se levantó y cuando pensé que lo iba a meter, me jaló de la cabeza e hizo que se la mamara. Restregó su vagina peluda en mi boca y nariz, y yo chupe y succione como pude. Era la primera vez que hacía una mamada, pero aún así la agarré de su culo y la restregué más fuerte contra mi cara. Su vello púbico me excitaba más, tal vez porque sentía que así hacía más desastre en mi boca y se embarraba todo por todos lados.
En algún momento sentí más acidito el sabor, más caliente, más viscoso, y entonces me separó de su vagina, y antes de que yo volviera a tomar aire, brinco sobre mi verga y se la metió hasta el fondo, soltando un gemido ahogado mientras su cuerpo temblaba. Me empezó a cabalgar después de unos segundos, y yo apretaba sus tetas mientras rebotaban frente a mi.
Entonces ví como Esteban se ponía el condón y sacaba otra botella de su mochila. Dejó caer una buena parte del líquido en su pene y lo embarró bien. Era lubricante. Se puso más en su mano y la llevó al ano de Valeria. Ella pareció estremecerse al sentir su ano siendo estimulado y se empezó a mover más rápido, incluso empezaba a sonar como nuestras pieles chocaban mientras nuestros fluídos escurrían por todas partes.
Esteban metió un dedo en su ano, y ella se quedó quieta un segundo disfrutando de eso, mientras yo sentía desde mi pene en su vagina como el dedo de Esteban entraba más profundo. Así estuvimos unos minutos, hasta que él sacó su dedo y escupió en el ano de Valeria para después darle una nalgada que no se cómo no hizo que mi amigo despertara. Después de eso por fin la metió, e inmediatamente la vagina de Valeria se apretó y sentí como el pensé de Esteban se movía del otro lado.
Valeria parecía verdaderamente una puta, gemía y cabalgaba dos vergas a la vez. Después de un rato Esteban la sacó y dijo que cambiáramos de posición. Ahora me tocaba anal. Y al ponerme detrás de Valeria ví su ano completamente abierto. No sé porque pero escupí primero en mi pene y luego dentro de su ano para después de meterlo. Seguia sintiendo el pene de Esteban al otro lado, escuchaba los gemidos de ella mientras me sentía hipnotizado por sus tetas rebotando casi sobre mi cara, cuando Valeria se empezó a mover más rápido, tanto que de la nada sentí como el semen se acumulaba en la punta de mi pene. Entonces Valeria comenzó a temblar y su ano se contrajo, para finalmente soltar un squirt sobre Esteban y toda la cama, solo para después relajar todo su cuerpo y caer sobre mí.
Esteban saco su pene y para mi sorpresa el condón ya tenía semen. Se paró y se fue al baño. Valeria y yo nos quedamos en la cama sin decirnos nada. Escuchamos como se abría la regadera y entonces me dijo, "me gustó tu pene, es mejor sentir que te abren a qué lleguen profundo" yo solo me reí y le dije que gracias "a mi me encantaron tus tetas, las mejores que he visto" y ella respondió "jajaja lo dices porque son las primeras que ves" yo le dije que lo decía en serio, eran hermosas, todo su cuerpo era precioso.
Entonces ella volteó a ver mi pene y dijo "¿¿¿no te corriste???" Y le dije que no, ella sonrió y se mordió el labio. "No estoy acostumbrada a seguir después de un Squirt, pero si quieres te puedo hacer una rusa con las tetas que dices que tanto te gustaron" dijo, mientras ya se acercaba a mi y me quitaba el condón. Escupió en sus tetas y puso mi pene entre ellas. El contraste de sus tetas pálidas, blancas y casi rosadas, con mi verga un poco morena y con punta rosa me excitaba muchísimo, y ver cómo desaparecía todo entre esas tetas mientras me la chupaba lentamente hizo que no durara mucho.
Cuando le dije que me iba a correr apretó más fuerte y dejó que todo el semen saliera disparado a su cara y que escurriera sobre sus tetas. Cuando terminé, abrió su boca y me mostró que tenía bastante semen en su lengua, y se lo tragó. Luego me besó y yo le correspondí. Cuando Estaban salió del baño nos vio limpiando todo. Y me dijo, muy seriamente, "de esto no vas a decir un carajo, me oíste?" Yo solo asentí y ví como Vale me miraba de reojo con una ligera sonrisa.
Gracias por leer mi relato, llevaba un tiempo con la idea de subirlo pero no me atrevía. Durante ese campamento pasó algo más con otra persona, tal vez lo suba en un tiempo. Hasta que ese momento llegue, nos vemos.
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