Follada en una tienda en Madrid

Antes de nada me presento. Soy Rubén, tengo 18 años y vivo en Barcelona. Juego en los juveniles del barsa, en la masía.
Hace menos de un mes tres amigos decidimos viajar a Madrid a conocer la ciudad. Me ha Ian hablado maravillas de sus fiestas, sus noches, la droga, sexo y demás... Pero lo curioso de todo es que lo más salvaje no lo vivimos en una discoteca, o en la casa de algún famoso actor.
Debían de ser las siete de la tarde, teníamos un piso alquilado en la zona de tribunal.
-Ruben, bro, me han dicho que en esa zona hay de todo, pibones, tiendas de ropa, camellos, pubs todo locos de tecno...
-Joder si el Toni está de acuerdo vamos...
Así que un mes antes de aquella tarde ya teníamos un piso, caro de cojones pero de 200m cuadrados.
Aquella tarde de Noviembre, puestos de todo, jaja nos fuimos a visitar la zona. Al parecer había muchas tiendas de ropa de segunda mano y algunas imposibles de encontrar en Barna que venían de Italia.
Recorrimos todo Fuencarral comprando de todo. Si algo nos sobraba era dinero... Hasta que entramos en una tienda pequeñita de una calle que bajaba hasta la plaza Dos de mayo. La ropa era guapísima. Tenía un estilo tecno moderno que nos dejó locos.
Y lo mejor fue cuando vimos la camiseta de Messi colgada en lo alto, junto al cutre probador de la esquina. La tienda para que me entendáis era un tubo literal. Y la dependienta que nos sonreía con cara de fumada tenía una sesión dark de tecno.
Le pedí si me pasaba la camiseta porque estaba muy alta. La tía que no estaba nada mal, delgadita y vestida con una camiseta de hombre trajo un palo y se estiró para cogerla y entonces los tres alucinamos al ver que no llevaba bragas.
Le pude ver todo el ojete. De hecho hasta lo grabé en video mientras intentaba desesperada alcanzarla. Para mí y luego lo confirme estaba pedo.
Entonces el Toni se ofreció a ayudarla restregándose contra su culo desnudo mientras me sonreía. Yo pensaba que le iba a dar una hostia, pero entonces echo el culo hacia atrás y juego con el. Toni no lo dudo y le sobo las tetas. Ella gimió de placer. Yo corri a desnudarla del todo mientas el Carlos cerraba la puerta de la entrada.
Después nos desnudamos y la fuimos besando unos a uno. Yo estaba en una nube más tieso que el acero. Ella me acarició la polla y se arrodilló.
Los tres nos meabamos de risa al verla así. Succionaba con ansia y cada vez más rápido al ritmo de nuestras manos que movian su cabeza sin piedad.
Luego el Carlos la puso a cuatro patas y empezó a follarla como un animal en celo.
No me jodas, esto es brutal pensaba en alto mientras se la metía hasta el fondo de la garganta como una taladradora .
La tía gemía cada vez con más ansia y se retorcía como una serpiente.
Entonces saqué la coca y m que tenía en el pantalón en el suelo y la hicimos esnifar... Ella lo agradeció con una sonrisa.
Tía si te dejas grabar te damos tres mil euros.
La tía de labios sensuales, pelo negro liso y curvo hacia los hombros, nos observó a través de sus ojos apagados y sus marcadas ojeras. Debía tener cerca de cuarenta años pero joder, que polvazo tenía con esos senos pequeños pero firmes y esos tatuajes tan grandes.
Vale!
Le hicimos un bizum y empezamos a clavársela por el culo mientras gritaba de dolor y placer. Yo gozaba y reía como todos...
Una tienda pequeña en mitad de Fuencarral convertida en la escena de una peli porno...
Se la metí en su pequeño agujero del culo, joder me costó bastante sentir esa mágica sensación de clic, como cuando rompes algo y después la taladré como un simio... Tenía cara de conejo y follaba como una diosa...