Hola quiero contarles como comencé una relacion con el mejor amigo de mi esposo , ya que la ultima semana recibi la noticia de que estoy embarazada de el y quiero contarles como empezó muestra aventura
Esta historia comienza hace un año en mi cumpleaños numero 39, quice hacer algo diferente para mi cumoelaños asi que decidi rentar una cabaña a las afueras de la ciudad , esta cabaña tiene dos niveles , el de abajo cuenta con un patio para asado y baile, una sala con chimenea y la cocina. Mientras que la parte superior cuenta con las habitaciones para loe huéspedes , aunque mo todos dormirÃan en ellas ya que algunos habian traido sus casas de campaña.

Mi relacion con mi esposo no estaba pasando por su mejor momento , nos casamos cuando teniamos 19 años yo y el 20 respectivamente y si bien al inicio no gozaba de un buen salario lo compensaba con sexo diario , aunque de mala calidad ya que sufre de eyaculación precoz y de un pene de 12 cm. Aun asà se esforzaba y me hacia oral , metÃa sus dedos en mi coño y mi ano asi que me hacia tener algo de placer , pero cada que tenÃamos hijos ( tengo 3) las noches de sexo fueron disminuyendo csa vez mas , con el nacimiento de mi ultimo hijo , apenas y habÃamos tenido sexo en varios años. Ademas su actitud habÃa cambiado ya que se volvio amargado , aburrido y borracho , ademas sumamemte conformista ya que al recibir un mejor puesto de trabajo ya no se esforzó por alcanzar mejores puestos ni mejores pagas asi que he tenis que apoyar a la casa trabajando , lo que me ha dejado cansada y sin deseo sexual.Â

Al llegar el dia de la fiesta dejamos a nuestros hijos en casa , y subimos al carro en direccion a la cabaña , estaba todo listo , habia invitado a amigas del trabajo y sus esposos , a algunas amigas que conoci en la escuela de mis hijos madres de sus compañeros , a dos vecinas y algunas primas , mi esposo por su parte llevo a tres de sus mejores amigos incluyendo a su mejor amigo Ruben. Ruben a diferencia de mi esposo Franco habÃa emprendido poniendo un estudio fotográfico que estaba teniendo exito , ademas se le veia de mejor forma , aunque el ultimo año habÃa divorcias de su mujer quien no supo valorar el exito que Tuve estaba teniendo en su negocio.
Las velas en el pastel parpadeaban, proyectando sombras danzantes a través de las paredes de la cabaña. Treinta y nueve años, y aquà estaba yo, celebrando otro cumpleaños con el mismo hombre que me habÃa hecho sentir invisible durante años. Franco se sentó en un rincón, con los ojos medio cerrados, otro whisky en la mano. HabÃa estado asà toda la noche borracho, desdeñoso, apenas reconociendo mi presencia excepto para quejarse de la comida o la música. Suspiré, viendo la fiesta que me rodeaba. Mis amigos se reÃan, bebÃan y bailaban, mientras yo me sentÃa más sola que nunca.
La cabaña en el bosque se suponÃa que era una escapada romántica, un lugar para volver a conectar. En cambio, se habÃa convertido en otro escenario para nuestro matrimonio desmoronado. Me excusé de la pequeña multitud y deambulaba por el pasillo, lejos del ruido y las luces intermitentes. Mis ojos aterrizaron en una puerta un poco entreabierta, una de las habitaciones ocultas Franco habÃa estado tan orgulloso cuando reservamos este lugar. Lo abrÃ, pensando que podrÃa usarla para acostar a Franco si se desmayaba por completo.
La habitación estaba oscura, iluminada solo por la luz de luna plateada que fluye a través de la ventana. Fue entonces cuando lo escuché, un sonido suave y ahogado que venÃa de la esquina. Me congelé, escuchando. El sonido volvió a aparecer, un sollozo sofocado. Después, encontré a Rube, el mejor amigo de Franco, sentado en el suelo, con la cabeza en las manos.
¿«Rube? » susurré, preocupado. Miró hacia arriba, sus ojos rojos e hinchados. En ese momento, vi el dolor grabado en su rostro, y mi corazón se acercó a él. Rube era todo lo que Franco no era atento, apasionado, y siempre me miraba como si fuera la mujer más hermosa de la habitación. SabÃa que no debÃa, pero me sentà atraÃdo por él, por la cruda vulnerabilidad en su expresiónlo siento » dijo, secándose los ojos. « no quise interrumpir tu fiesta. ¡»
« Está bien » le contesté, cerrando la puerta detrás de mÃ. « ¿Qué pasa? Puedes hablar conmigo. ¡»
Sacudió la cabeza. « No es nada. Sólo... cosas personales. ¡»
« ¿Hay algo que pueda hacer? » pregunté, mi voz apenas por encima de un susurro.¿Hay algo que pueda hacer? » pregunté, mi voz apenas por encima de un susurro.Entonces me semte con en el borde de la cama a escuchar el dolor interno que sentÃa por su divorcio , escuche como hablan bien de su exesposa , hablaba con tal elocuencia mientras se vulnerabilizaba , cuando termino de hablar , me dijo que se sentia mejor.
Rube me miró, sus ojos oscuros de emoción. « Eres demasiado amable, Kelly. Siempre lo has sido. ¡»
Sin pensarlo, le toqué la mejilla. Su piel estaba caliente, áspera con rastrojo. Se inclinó en mi contacto, y en ese momento, algo cambió entre nosotros. La tensión que se habÃa ido acumulando toda la noche, todos estos años, estalló en algo innegable. Me incliné y apreté mis labios hacia los suyos.

« lo siento » susurré. « no debÃ... »
El se disculpo conmigo y apurada y apenada me dispuse a salir de la habitacion , el se recostó en la cama con las manos en la cars de vergüenza y yo apurada con paso rapido llegue a la puerta , pero ahà justo cuando toque la perilla , un rayo electrico me atravesó y una voz n mi cabeza , mis pantis se mojaban y tenà la sensación de que ese habitación nos abrazara a amabos , asi que cerré con cuidado la puerta di la media vuelta y viendo la figura delgada , alta y formal de Ruben apreté mis dientes en mis labios , tome mi vestido azul pegado a mi cuerpo y lo deje caer a mis pies , dejándome con mi sostén , mi bombachita y mis tacones , caminando seximente semidesnuda hacia elÂ
La luz de la luna iluminó la cara de Rube mientras lo monté a horcadas. Me incliné y lo besé de nuevo, mi lengua explorando su boca. Él gimió, sus manos deslizando por mis muslos, debajo de mi vestido, para cocerme el culo. Yo suelo contra él, sintiendo la deliciosa fricción a través de nuestra ropa.
« Dios, eres tan hermosa » murmuró contra mis labios. « He soñado con esto. Me acerqué detrás de mà y desabroché mi sujetador, dejando que mis pechos llenos se derramaran libres. Sus manos se acercaron a la copa, sus pulgares cepillados sobre mis pezones ya duros.
« Perfecto » susurró, inclinándose para meter un pezón en la boca.
Jadeé ante la sensación, arqueando mi espalda para darle un mejor acceso. Chupó y lamió, sus manos apretando mis pechos, enviando ondas de placer a través de mÃ. PodÃa sentir que mis bragas se mojaban, mi cuerpo dolÃa más. Me deslice de su regazo y de rodillas entre sus piernas.Sus ojos me siguieron, oscuros de deseo mientras le desabrochaba el cinturón y le desabrochaba los pantalones. Su polla saltó libre, gruesa y dura, y no pude resistirme a envolver mi mano alrededor de ella, despues de veinte años de tener mal sexo con Franco de una polla de 12 cm , podia ver una venosa y grande de 20 cm . Rube gimió, su cabeza cayendo hacia atrás.
« Kelly » respiró. « Por favor. ¡»
Me incliné y lo tomé en mi boca, girando mi lengua alrededor de la punta. TenÃa un sabor salado, almizclado, y yo gimÃa alrededor de él, la vibración que le hacÃa temblar en mi boca. Lo llevé más profundo, ahuecando mis mejillas mientras chupaba, mi mano trabajando la base de su eje. Sus manos se enredaron en mi cabello, guiando mis movimientos mientras lo deleitaba.

« Joder, eres increÃble » jadeó. « voy a ir. ¡»Me tiré hacia atrás, mirándole. « TodavÃa no » dije con una sonrisa perversa. « te quiero dentro de mÃ. ¡»
Rube se puso de pie, me levantó y me dio la vuelta. Me inclinó sobre el borde de la cama, mi culo en el aire.. Su mano se acercó a mi frente, sus dedos encontraron mi clÃtoris y frotándose en cÃrculos lentos.
« Dios, estás tan mojado » murmuró. « ¿Quieres esto, »
« Por favor » le supliqué. « ¡Que me jodan! »

Con un empuje suave, entró en mÃ, llenándome completamente. Lloré, la sensación abrumadora. Él estableció un ritmo castigador, sus caderas golpeando mi culo mientras me follaba. Sus dedos continuaron trabajando mi clÃtoris, enviándome cada vez más alto con cada empuje.Tu coño se siente tan bien » gruñó. « Muy apretado. Tan mojado. ¡»
Solo podÃa gemir en respuesta, mi cuerpo temblando de placer. La habitación se llenó con el sonido de nuestros malditos golpes mojados de nuestros cuerpos, nuestra respiración andrajosa, los gemidos y gemidos que escapaban de nuestros labios. Se inclinó hacia abajo, su pecho presionando contra mi espalda mientras continuaba follándome, su mano todavÃa trabajando mi clÃtoris.

« Ven por mÃ, Kelly » me susurró al oÃdo. « Quiero sentir que vienes alrededor de mi polla »
Sus palabras me mandaron al borde. Grité cuando mi orgasmo golpeó, mi cuerpo convulsionando a su alrededor. Continuó empujando, sacando mi placer hasta que vino con un gemido, su polla palpitando dentro de mÃ.Nos colapsamos en la cama, respirando pesadamente. Rube me metió en sus brazos, besándome el cuello y el hombro. PodÃa sentir su corazón latiendo contra mi espalda, igualando mi propio ritmo frenético.

« Nunca he sentido algo asÃ, dijo » su voz suave.
Me volvà para mirarlo, con una sonrisa en mis labios. « Yo tampoco »
Él estableció un ritmo constante, sus caderas empujando contra la mÃa. Envolvà mis piernas alrededor de él, tirando de él más profundo con cada golpe. La habitación se llenó con el sonido de nuestra respiración, los golpes de piel contra piel, y los gemidos suaves que escapaban de nuestros labios.
« Harder » susurré, mis uñas cavando en su espalda. « Que me jodan más fuerte »

Se vio obligado, sus movimientos se volvieron más contundentes. Su polla se estrelló en mà con cada empujón, golpeando ese punto en lo profundo del interior que envió ondas de placer corriendo a través de mi cuerpo. PodÃa sentir mi orgasmo construyendo, la tensión enrollando más y más apretada con cada golpe« Ven por mÃ, Kelly, el » comandó, su voz áspera de deseo. « quiero sentir que vienes. ¡»
Sus palabras me empujaron por encima del borde, y grité mientras mi orgasmo se extendÃa sobre mÃ. Mi cuerpo se convulsó alrededor de su polla, las olas de placer se intensifican con cada empuje. Continuó golpeando contra mÃ, persiguiendo su propia liberación.

« Joder, voy a venir » gimió, sus movimientos se volvieron erráticos. « voy a entrar dentro de ti. ¡»
« Ven por mà » susurré, mi voz ronca de deseo. « Lléname. ¡»

Con un empuje final y poderoso, vino, su polla palpitando dentro de mà mientras derramaba su semilla. PodÃa sentir el calor que se extendÃa a través de mÃ, y envolvà mis brazos alrededor de él, sosteniéndolo cerca mientras cabalgamos las olas de nuestro placer juntos.

Permanecimos allà durante mucho tiempo, nuestros cuerpos entrelazados, recuperando el aliento. La luz de la luna habÃa cambiado, arrojando un resplandor plateado sobre nuestros sudorosos y saciados cuerpos. SabÃa que debÃa sentirme culpable, que deberÃa avergonzarme de lo que habÃamos hecho, pero todo lo que sentÃa era un profundo sentido de satisfacción.

« deberÃa irme » dije finalmente, a regañadientes alejándome de él.
Rube asintió, comprensivo en sus ojos. « Lo sé. ¡»El resto de la noche pasó en un borroso. Me volvà a unir a la fiesta, riendo y bailando con los invitados, pero mi mente estaba en otra parte. No podÃa dejar de pensar en Rube, en la forma en que me habÃa tocado, en la forma en que me habÃa hecho sentir. Cuando finalmente me fui a la cama, Franco ya estaba dormido, roncando suavemente. Me acosté a su lado, mi cuerpo todavÃa hormigueando con el recuerdo del toque de Rube

Tras ese dia transcurrieron un par de meses sin saber de Rube , hasta que mi esposo lo invito a ver el clasico en casa , despues de eso hemos tenis mas encuentros pero les contare esos en la siguente parte.

Foto que el como sin que yo viera ese dia
Esta historia comienza hace un año en mi cumpleaños numero 39, quice hacer algo diferente para mi cumoelaños asi que decidi rentar una cabaña a las afueras de la ciudad , esta cabaña tiene dos niveles , el de abajo cuenta con un patio para asado y baile, una sala con chimenea y la cocina. Mientras que la parte superior cuenta con las habitaciones para loe huéspedes , aunque mo todos dormirÃan en ellas ya que algunos habian traido sus casas de campaña.

Mi relacion con mi esposo no estaba pasando por su mejor momento , nos casamos cuando teniamos 19 años yo y el 20 respectivamente y si bien al inicio no gozaba de un buen salario lo compensaba con sexo diario , aunque de mala calidad ya que sufre de eyaculación precoz y de un pene de 12 cm. Aun asà se esforzaba y me hacia oral , metÃa sus dedos en mi coño y mi ano asi que me hacia tener algo de placer , pero cada que tenÃamos hijos ( tengo 3) las noches de sexo fueron disminuyendo csa vez mas , con el nacimiento de mi ultimo hijo , apenas y habÃamos tenido sexo en varios años. Ademas su actitud habÃa cambiado ya que se volvio amargado , aburrido y borracho , ademas sumamemte conformista ya que al recibir un mejor puesto de trabajo ya no se esforzó por alcanzar mejores puestos ni mejores pagas asi que he tenis que apoyar a la casa trabajando , lo que me ha dejado cansada y sin deseo sexual.Â

Al llegar el dia de la fiesta dejamos a nuestros hijos en casa , y subimos al carro en direccion a la cabaña , estaba todo listo , habia invitado a amigas del trabajo y sus esposos , a algunas amigas que conoci en la escuela de mis hijos madres de sus compañeros , a dos vecinas y algunas primas , mi esposo por su parte llevo a tres de sus mejores amigos incluyendo a su mejor amigo Ruben. Ruben a diferencia de mi esposo Franco habÃa emprendido poniendo un estudio fotográfico que estaba teniendo exito , ademas se le veia de mejor forma , aunque el ultimo año habÃa divorcias de su mujer quien no supo valorar el exito que Tuve estaba teniendo en su negocio.
Las velas en el pastel parpadeaban, proyectando sombras danzantes a través de las paredes de la cabaña. Treinta y nueve años, y aquà estaba yo, celebrando otro cumpleaños con el mismo hombre que me habÃa hecho sentir invisible durante años. Franco se sentó en un rincón, con los ojos medio cerrados, otro whisky en la mano. HabÃa estado asà toda la noche borracho, desdeñoso, apenas reconociendo mi presencia excepto para quejarse de la comida o la música. Suspiré, viendo la fiesta que me rodeaba. Mis amigos se reÃan, bebÃan y bailaban, mientras yo me sentÃa más sola que nunca.
La cabaña en el bosque se suponÃa que era una escapada romántica, un lugar para volver a conectar. En cambio, se habÃa convertido en otro escenario para nuestro matrimonio desmoronado. Me excusé de la pequeña multitud y deambulaba por el pasillo, lejos del ruido y las luces intermitentes. Mis ojos aterrizaron en una puerta un poco entreabierta, una de las habitaciones ocultas Franco habÃa estado tan orgulloso cuando reservamos este lugar. Lo abrÃ, pensando que podrÃa usarla para acostar a Franco si se desmayaba por completo.
La habitación estaba oscura, iluminada solo por la luz de luna plateada que fluye a través de la ventana. Fue entonces cuando lo escuché, un sonido suave y ahogado que venÃa de la esquina. Me congelé, escuchando. El sonido volvió a aparecer, un sollozo sofocado. Después, encontré a Rube, el mejor amigo de Franco, sentado en el suelo, con la cabeza en las manos.
¿«Rube? » susurré, preocupado. Miró hacia arriba, sus ojos rojos e hinchados. En ese momento, vi el dolor grabado en su rostro, y mi corazón se acercó a él. Rube era todo lo que Franco no era atento, apasionado, y siempre me miraba como si fuera la mujer más hermosa de la habitación. SabÃa que no debÃa, pero me sentà atraÃdo por él, por la cruda vulnerabilidad en su expresiónlo siento » dijo, secándose los ojos. « no quise interrumpir tu fiesta. ¡»
« Está bien » le contesté, cerrando la puerta detrás de mÃ. « ¿Qué pasa? Puedes hablar conmigo. ¡»
Sacudió la cabeza. « No es nada. Sólo... cosas personales. ¡»
« ¿Hay algo que pueda hacer? » pregunté, mi voz apenas por encima de un susurro.¿Hay algo que pueda hacer? » pregunté, mi voz apenas por encima de un susurro.Entonces me semte con en el borde de la cama a escuchar el dolor interno que sentÃa por su divorcio , escuche como hablan bien de su exesposa , hablaba con tal elocuencia mientras se vulnerabilizaba , cuando termino de hablar , me dijo que se sentia mejor.
Rube me miró, sus ojos oscuros de emoción. « Eres demasiado amable, Kelly. Siempre lo has sido. ¡»
Sin pensarlo, le toqué la mejilla. Su piel estaba caliente, áspera con rastrojo. Se inclinó en mi contacto, y en ese momento, algo cambió entre nosotros. La tensión que se habÃa ido acumulando toda la noche, todos estos años, estalló en algo innegable. Me incliné y apreté mis labios hacia los suyos.

« lo siento » susurré. « no debÃ... »
El se disculpo conmigo y apurada y apenada me dispuse a salir de la habitacion , el se recostó en la cama con las manos en la cars de vergüenza y yo apurada con paso rapido llegue a la puerta , pero ahà justo cuando toque la perilla , un rayo electrico me atravesó y una voz n mi cabeza , mis pantis se mojaban y tenà la sensación de que ese habitación nos abrazara a amabos , asi que cerré con cuidado la puerta di la media vuelta y viendo la figura delgada , alta y formal de Ruben apreté mis dientes en mis labios , tome mi vestido azul pegado a mi cuerpo y lo deje caer a mis pies , dejándome con mi sostén , mi bombachita y mis tacones , caminando seximente semidesnuda hacia elÂ
La luz de la luna iluminó la cara de Rube mientras lo monté a horcadas. Me incliné y lo besé de nuevo, mi lengua explorando su boca. Él gimió, sus manos deslizando por mis muslos, debajo de mi vestido, para cocerme el culo. Yo suelo contra él, sintiendo la deliciosa fricción a través de nuestra ropa.
« Dios, eres tan hermosa » murmuró contra mis labios. « He soñado con esto. Me acerqué detrás de mà y desabroché mi sujetador, dejando que mis pechos llenos se derramaran libres. Sus manos se acercaron a la copa, sus pulgares cepillados sobre mis pezones ya duros.
« Perfecto » susurró, inclinándose para meter un pezón en la boca.
Jadeé ante la sensación, arqueando mi espalda para darle un mejor acceso. Chupó y lamió, sus manos apretando mis pechos, enviando ondas de placer a través de mÃ. PodÃa sentir que mis bragas se mojaban, mi cuerpo dolÃa más. Me deslice de su regazo y de rodillas entre sus piernas.Sus ojos me siguieron, oscuros de deseo mientras le desabrochaba el cinturón y le desabrochaba los pantalones. Su polla saltó libre, gruesa y dura, y no pude resistirme a envolver mi mano alrededor de ella, despues de veinte años de tener mal sexo con Franco de una polla de 12 cm , podia ver una venosa y grande de 20 cm . Rube gimió, su cabeza cayendo hacia atrás.
« Kelly » respiró. « Por favor. ¡»
Me incliné y lo tomé en mi boca, girando mi lengua alrededor de la punta. TenÃa un sabor salado, almizclado, y yo gimÃa alrededor de él, la vibración que le hacÃa temblar en mi boca. Lo llevé más profundo, ahuecando mis mejillas mientras chupaba, mi mano trabajando la base de su eje. Sus manos se enredaron en mi cabello, guiando mis movimientos mientras lo deleitaba.

« Joder, eres increÃble » jadeó. « voy a ir. ¡»Me tiré hacia atrás, mirándole. « TodavÃa no » dije con una sonrisa perversa. « te quiero dentro de mÃ. ¡»
Rube se puso de pie, me levantó y me dio la vuelta. Me inclinó sobre el borde de la cama, mi culo en el aire.. Su mano se acercó a mi frente, sus dedos encontraron mi clÃtoris y frotándose en cÃrculos lentos.
« Dios, estás tan mojado » murmuró. « ¿Quieres esto, »
« Por favor » le supliqué. « ¡Que me jodan! »

Con un empuje suave, entró en mÃ, llenándome completamente. Lloré, la sensación abrumadora. Él estableció un ritmo castigador, sus caderas golpeando mi culo mientras me follaba. Sus dedos continuaron trabajando mi clÃtoris, enviándome cada vez más alto con cada empuje.Tu coño se siente tan bien » gruñó. « Muy apretado. Tan mojado. ¡»
Solo podÃa gemir en respuesta, mi cuerpo temblando de placer. La habitación se llenó con el sonido de nuestros malditos golpes mojados de nuestros cuerpos, nuestra respiración andrajosa, los gemidos y gemidos que escapaban de nuestros labios. Se inclinó hacia abajo, su pecho presionando contra mi espalda mientras continuaba follándome, su mano todavÃa trabajando mi clÃtoris.

« Ven por mÃ, Kelly » me susurró al oÃdo. « Quiero sentir que vienes alrededor de mi polla »
Sus palabras me mandaron al borde. Grité cuando mi orgasmo golpeó, mi cuerpo convulsionando a su alrededor. Continuó empujando, sacando mi placer hasta que vino con un gemido, su polla palpitando dentro de mÃ.Nos colapsamos en la cama, respirando pesadamente. Rube me metió en sus brazos, besándome el cuello y el hombro. PodÃa sentir su corazón latiendo contra mi espalda, igualando mi propio ritmo frenético.

« Nunca he sentido algo asÃ, dijo » su voz suave.
Me volvà para mirarlo, con una sonrisa en mis labios. « Yo tampoco »
Él estableció un ritmo constante, sus caderas empujando contra la mÃa. Envolvà mis piernas alrededor de él, tirando de él más profundo con cada golpe. La habitación se llenó con el sonido de nuestra respiración, los golpes de piel contra piel, y los gemidos suaves que escapaban de nuestros labios.
« Harder » susurré, mis uñas cavando en su espalda. « Que me jodan más fuerte »

Se vio obligado, sus movimientos se volvieron más contundentes. Su polla se estrelló en mà con cada empujón, golpeando ese punto en lo profundo del interior que envió ondas de placer corriendo a través de mi cuerpo. PodÃa sentir mi orgasmo construyendo, la tensión enrollando más y más apretada con cada golpe« Ven por mÃ, Kelly, el » comandó, su voz áspera de deseo. « quiero sentir que vienes. ¡»
Sus palabras me empujaron por encima del borde, y grité mientras mi orgasmo se extendÃa sobre mÃ. Mi cuerpo se convulsó alrededor de su polla, las olas de placer se intensifican con cada empuje. Continuó golpeando contra mÃ, persiguiendo su propia liberación.

« Joder, voy a venir » gimió, sus movimientos se volvieron erráticos. « voy a entrar dentro de ti. ¡»
« Ven por mà » susurré, mi voz ronca de deseo. « Lléname. ¡»

Con un empuje final y poderoso, vino, su polla palpitando dentro de mà mientras derramaba su semilla. PodÃa sentir el calor que se extendÃa a través de mÃ, y envolvà mis brazos alrededor de él, sosteniéndolo cerca mientras cabalgamos las olas de nuestro placer juntos.

Permanecimos allà durante mucho tiempo, nuestros cuerpos entrelazados, recuperando el aliento. La luz de la luna habÃa cambiado, arrojando un resplandor plateado sobre nuestros sudorosos y saciados cuerpos. SabÃa que debÃa sentirme culpable, que deberÃa avergonzarme de lo que habÃamos hecho, pero todo lo que sentÃa era un profundo sentido de satisfacción.

« deberÃa irme » dije finalmente, a regañadientes alejándome de él.
Rube asintió, comprensivo en sus ojos. « Lo sé. ¡»El resto de la noche pasó en un borroso. Me volvà a unir a la fiesta, riendo y bailando con los invitados, pero mi mente estaba en otra parte. No podÃa dejar de pensar en Rube, en la forma en que me habÃa tocado, en la forma en que me habÃa hecho sentir. Cuando finalmente me fui a la cama, Franco ya estaba dormido, roncando suavemente. Me acosté a su lado, mi cuerpo todavÃa hormigueando con el recuerdo del toque de Rube

Tras ese dia transcurrieron un par de meses sin saber de Rube , hasta que mi esposo lo invito a ver el clasico en casa , despues de eso hemos tenis mas encuentros pero les contare esos en la siguente parte.

Foto que el como sin que yo viera ese dia
3 comentarios - Hice cornudo a mi marido con su mejor amigo ( milf )