Cómo están todos , aquí les dejo la continuación del relato, la primera parte está en mi perfil léela para que tengas todo el contexto de la historia, me apresure a terminar el relato ya que me he estado divirtiendo mucho esta semana con las personas que me escriben al chat, por eso mismo quiero dejarles más contenido, de igual forma trataré de estar más activo, en chat los últimos días no he podido responder tan pronto como al principio por trabajo, así que trataré de hacer más post o shout no necesariamente continuando con la historia, ya que eso me lleva más tiempo , simplemente subiendo más contenido, disfruten.

Después de las primeras veces teniendo sexo, tenía tantas ganas de cojer con ella 24/7, era un adolescente hormonal de 16 años y me pegaba a su culo tanto como podía, yo tomaba clases en un horario vespertino, mi madre llegaba de trabajar a eso de las 4 y yo salía de la escuela a las 8, por lo que solo podía verla en la noche, tan pronto llegaba, ella me recibia para cenar y yo buscaba abrazarla,besarla y obvio empezar a manosearla, al principio a pesar de haber tenido relaciones se mostraba un poco negativa con dejar que esa fuera nuestra rutina, se notaba un poco su incomodidad al darse cuenta de que tan lejos se había llegado con su hijo, yo me sentía de igual manera en ciertos momentos, me ponía a pensar sobre todo y tener miedo de las consecuencias, sociales, mentales, religiosas incluso, ella también tenía el mismo miedo que yo.

Aunque esa culpa me duraba poco, a las horas ya estába seduciendo a mi madre para que fuéramos a la cama, de igual manera ella cedía y no mostraba resistencia alguna más allá de palabras sin intención, estába tan emocionado por la nueva relación con mi madre que cuando teníamos la oportunidad, la desvestía en segundos, quitarle el pantalón, falda o lo que tuviera, y ver ese culo enorme salir, parecía hacerse más grande y gordo sin una prenda que lo cubriera, verla en ropa interior me volvía loco, literalmente la atacaba, no le quitaba el calzón o brasier, siempre he tenido un gusto por la ropa interior, no tiene que ser sexy.

simplemente ver a una mujer en ropa interior es de lo mejor, sumergir mi cara en los pechos de mi madre, besaba su cuerpo inexpertamente, solo buscando no dejar ni un solo lugar sin probar, recorría su calzón y buscaba entrar, sacando una teta del brasier para lamer, chupar y succionar su pezón, no sabía cojer, solo quería estar lo más profundo dentro de ella, agarrar su cadera y pegarla lo más posible a la mía, que mi pene tocara cada parte de su vagina, moverme con toda la fuerza que podía y lo más rápido posible, no era la mejor manera pero mi madre dejaba escapar gemidos, su respiración se cortaba con cada metida que le daba, siempre tomaba mi espalda y me pegaba a su pecho, me abrazaba mientras más rápido la penetraba hasta venirme, las primeras veces lo hacía dentro de ella, ella tomo sus precauciones y no hubo ningún problema, así mismo ella compro condones, los guardó en el buró al lado de su cama, antes de dejarme penetrarla ella me ponía un condón, con el tiempo, convenciendola, pidiendo insistentemente, empezamos a hacerlo a pelo en sus días seguros, no desaprovechaba esas oportunidades para vaciar mis pelotas dentro de ella, me encanta venirme múltiples veces en su conchita y ponerle la tanga, darme gusto con su cuerpo mientras veo como su ropa se mancha y el semen empieza a escurrir, después de un rato, volver a tenerla y ver cómo quedó su vagina después de un rato de tener mi semilla dentro, por lo mismo de los horarios en su trabajo y en mi escuela, solo podía coger con ella en la noche, algo que parece y realmente es increíble, pero con las hormonas de esa edad y el morbo de estar cogiendo con mi mamá eran demasiado, me desesperaba no estar en casa con ella, antes de esto nunca había sido de ver porno o ser alguien que se masturbaba con frecuencia, claro lo hacía pero era algo muy de vez en cuando, con el incesto con madre esto cambio, me volví más dependiente de tener algún estímulo sexual.

En ocasiones ella no estaba de humor para tener sexo, trabajo, cansancio y simplemente no quería, su solución para no tener relaciones fue hacerme orales, se lo pedí una ocasión después de querer cogerla varias veces, me dijo que ya estaba cansada y tenía cosas que hacer, le pedí entonces una mamada, le gustó la idea, lo ví en su expresión, me dijo que no lo había hecho mucho y no sabía si hacerlo conmigo, ya las excusas a peticiones me molestaban un poco, ya estábamos haciendo bastante mal como para preocuparse por hacer más, al menos así empeze a verlo, le pegue mi verga a la mejilla, besaba la cabeza y me masturbaba despacio, no quería esperar más y empujaba tratando de abrir y entrar a su boca, ella no puso resistencia y abrió grande, empecé a coger su boca, quería venirme dentro, que saboreara el semen de su hijo y luego tragara. Que su boca sintiera todo mi pene moviendose por su boca, que sintiera mis venas con la lengua y verla, la expresión que tenía tratando de abrir la boca lo más que pudiese, sacándola para descansar su mandíbula, haciendo ese sonido de succión, como veía mi verga dura empapada de su saliva, la tocaba, acariciando la cabeza y jugando con mis pelotas, volvía a comerla toda, empujaba mis caderas, quería que se atragantara con ella.

Ella supo cuando me iba a venir y quitó su boca, dispare todo al suelo y un poco en su cabello, cuando no podia tener sexo con ella pero no estaba tan indispuesta podía tenerla mamando mi pene, fue más común el sexo oral y una práctica ya recurrente, cada vez era más fácil obtener una mamada de ella y poco a poco tenerla abriendo su boquita para recibir una carga de semen , aunque siempre intentaba tener sexo con ella, la seducía o calentaba poco a poco hasta desvestirla, la sometía un poco cundo se quería negar y cedia muy fácil, aunque otras era más firme y me detenía, aunque la tenía gimiendo casi todas las noches, y llevaba mi semen dentro de ella en muchas ocasiones me seguía y sigue dando miedo su tono de voz, no he perdido ese respeto y miedo a mi madre, eso me reconforta de vez en cuando, pienso que no está tan mal lo que hago con ella, siempre fue muy estricta y solía darme palizas maternas , ya que no soy alguien que le diera problemas en lo académico, pero siempre he tenido problemas de comportamiento, peleas, faltas de respeto y todo lo que se puedan imaginar de ese compañero valemadres.
Esto es importante ya que, el tiempo que pasé en cama (el inicio de nuestra relación) fue a inicios de 2022 saliendo de pandemia y retomando clases presenciales, ya sin la comodidad de las clases virtuales, la nueva necesidad sexual que había desarrollado, y mis problemas habituales de siempre, mantener altas calificaciones no me costaba, el problema vino ya que empezaba a saltarme clases para volver antes a casa y poder estar con ella más tiempo, se le hizo extraño pero no dudó en creer mis excusas, descubrió que faltaba mucho a clases a final de semestre cuando mis calificaciones bajaron por faltas he incluso tenía que ir a la prepa a hablar con mis profesores, siempre logré convencer a mis profesores y logré aplasar todo hasta final de semestre, ella estaba muy decepcionada de lo que hice, muchas veces no iba a la prepa en toda la tarde, iba con mis amigos a perdernos por algun lugar y regresaba a casa temprano diciendo que "nos cancelaron la clase ".
Aunque el llegar temprano a casa durante esos meses, ver a mi madre ocupada y bajar su ropa, besar sus nalgas y lamer esa vagina, hacerle un oral hasta que sus caderas se movían pidiendo mi verga, verla intentar seguir con los quehaceres o su trabajo mientras intenta no ser penetrada me excitaban demasiado, varias veces conseguí que ella dejara lo que estuviera haciendo para ir a su cuarto por condones y decir "solo un vez" la hacía mia varias veces, entre cogermela, hacerle orales, y que ella me los hiciera, acabar y verla vestirse para volver a sus actividades, otras veces solo verla bajar y quitar mis pantalones para chuparmela, mamaba mi pene con mucha prisa, lo disfrutaba, se veía en su cara, queria que me viniera lo antes posible pero al mismo tiempo queriendo quedarse pegada a mi verga durante toda la tarde, me venía en su boca y la ponía a limpiar con su lengua, se me volvió a parar y sin ninguna expresión más que deseo volvía a ponerla en su boca, ya no tenía que ser yo quien empujaba mis caderas, ella trataba de empujar su cabeza para engullir mi pene completamente, quería ahogarse con mi pene y sentir mi semilla ser vaciada en su boca y garganta.

No me arrepentí de haber faltado a clases, eso hizo que la relación con mi madre avanzará más en cuestión de lo que hacíamos, aunque después fue momento de enfrentar las consecuencias, al volver a casa ella estaba muy molesta, y con razón, esa noche me dió un sermón sobre lo que estaba haciendo que podía repercutir en mi futuro, me hizo reflexionar un poco pero definitivamente no me arrepentí ni me arrepiento, no trate de intentar nada, presentía que si intentaba algo era la primera vez en muchos años que ella me hubiera respondido con un golpe, le pedí perdón y después de recibir mis castigos y amenazas para el próximo semestre nos fuimos cada uno a su cuarto, tampoco intente nada el día siguiente, quería darle tiempo para que se le pasará el enfado, intente de nuevo manosearla, se dejaba, pero aún se le veía molesta y ella me lo decía, como castigo adicional se negó a tener relaciones conmigo durante un tiempo, podía seguir tocandola, no se negaba, pero al querer tener relaciones ella me lo impedía, si tenía buen humor podía hacerme un oral, por los primeras dias eso era suficiente, no tardó en dejar de serlo, deseaba más a mi madre, verla y saber que no podía hacer poco más que tocar su cuerpo

me empecé a masturbar más de lo habitual, no podía dejar de pensar en ella todo el día, me esforcé por controlarme y satisfacerme todo lo que podía antes de la escuela para estar concentrado, sabía que si no solo seguía faltando, si no que también bajaba mi rendimiento, no era solo que mi madre dejaría o se replantaria el tener incesto, ya que era obvio que eso me estaba afectando negativamente, si no que definitivamente me iría bastante mal en general si seguía así.
Esto fue bueno de varias maneras, dejando de lado las consecuencias no solo pude cojer a mi madre a gusto por muchas horas, también eso me hizo reflexionar un poco, no era solo la prohibición de sexo, me sentía bastante inútil sabiendo que solo pensaba en sexo, masturbarme, manosearla etc... Obvio eso me encanta pero definitivamente no es lo único que quiero hacer en la vida, es una parte de ella pero mis días no giran en como que cogeré a mi madre o algo asi, con ese sentimiento y viendo que no podía hacer mucho con mi madre en ese tiempo, volví a la normalidad, dejé de pensar en ella tanto, no de desearla, verla todas las noches me excitaba pero ya había perdido un poco la emoción por así decirlo, ya había figurado que necesitaba calmarme o todo iria empeorando más y más quien sabe hasta que punto,.
Al parecer esto no solo en afecto a mi, siempre veía a mi madre hacer su día normal, pensé que obviamente esto no le afectaba a ella, era una adulta que podía manejar sus deseos, tenía responsabilidades serías que no podía descuidar o hechar a perder por estar caliente todo el tiempo, pero estaba equivocado, como conté en el primer relato ella me tuvo a los 18 años, se separó de mi padre tan pronto nací así que la tuvo difícil como madre soltera, no estoy reclamando nada a mi padre, tengo una buena relación con el y ha sido buen padre, pero el también era muy joven así que no podían hacer mucho, separarse fue lo mejor en su contexto, así que mi madre con un hijo a sus 18 tuvo que ver por los dos, a base de mucho esfuerzo y años difíciles puede darme una buena vida, una vida tranquila, por eso mismo se podría decir que se perdió de muchas cosas, me contó ya bastante tiempo avanzada nuestra relación que realmente tuvo muy pocas experiencias sexuales, más allá de mi padre estuvo con pocos hombres y nada duradero, igualmente nunca fue de salir, el tener tantas responsabilidades a muy poca edad obvio cambia tu vida.
Me di cuenta de que también le afectaba el no volver a tener sexo después de una temporada de que su hijo la estuviera penetrando todas la noches, ya que me volví a enfocar más en la escuela solía desvelarme con trabajos y estudiando, se me hizo costumbre dormir ya muy tarde y solia desvelarme sin estar trabajando necesariamente , nuestros cuartos están bastante separados, entre ellos hay más habitaciones y una escalera al final del pasillo que pasa por enfrente de su puerta hacia la planta baja donde está la cocina, ya que me quedaba despierto hasta muy tarde empecé a bajar a la cocina para comer en la madrugada, tomar café y así aguantar para lo que estuviera haciendo.
Una noche bajando a la cocina escuché sonidos del cuarto de mi madre, obvio ya saben que es, me pegue un poco a la puerta y pude escuchar como ella gemia, se estaba masturbando y esos gemidos eran diferentes a los que hacia conmigo, cuando teníamos relaciones ella gemia con fuerza, su respiración se cortaba y se hacía más fuerte, expulsaba el aire por su nariz y boca con mucha fuerza, soltaba gemidos mientras apretaba la boca para no hacerlo tan fuerte pero se le escapaban varios gritos, para mí en ese entonces eso era señal de que la están haciendo disfrutar al máximo, para mí esos gemidos eran iguales a los del porno a si que pensé que la estaba satisfaciendo de la mejor manera, pero esos gemidos me hicieron darme cuenta.
Esos gemidos eran más suaves, no gritaba o no se notaba que intentaba contenerlos, no eran fuertes, gemia casi continuamente, decía varias veces
" Si, siii, si ah ahhh así así así siiii "
Soltaba pequeñas carcajadas entre gemidos y al final cuando se vino empezó a gemir un poco más fuerte, soltando risas entre cada gemido, empecé a pasarme esa semana con cuidado cada noche por su cuarto para escucharla, en algunas ocasiones escuchaba entre sus gemidos la palabra "hijo", se masturbaba pensando que yo estaba en la cama con ella , esos gemidos me hicieron darme cuenta de que ella no estaba disfrutando de la manera que ella quería, o en la que podía satisfacerla lo máximo posible.
Después de espiarla unos días, una noche volviendo de la escuela, hicimos nuestra rutina normal, un poco de coqueto con ella pero sin intentar nada más, pasada la noche fui a su cuarto, abrí la y entre, quise hacer un poco de ruido para que despertara y así fue, me dijo que no podía y que me fuera a mi habitación, me recosté con ella y está vez en vez de manosearla y darme placer a mi mismo, comencé con caricias (todo torpemente e inexperto pero ya era algo más) la besé y me correspondía el beso, no se sentía como las veces anteriores, besarla desesperadamente para quitar ya su ropa, realmente nos tomamos bastante tiempo, comencé a desvestirla hasta quedar desnuda, besé todo su cuerpo como antes pero ya es una forma más calmada, busque la entrada de su vagina y comencé a penetrarla, está vez le pregunté "te está gustando" con movimiento ya no bruscos como antes, trataba de llenar toda su panochita con mi pene, que ella sintiera todo con cada empujón, ya no solo hacerlo rápido para venirme dentro de ella, me respondia
"Si hijo, Sisi así así siiii"

Me movía con más velocidad y ella gemia más fuerte, soltaba esas carcajadas entre gemidos y eso me volvía loco queria ya llenarla, se sentía diferente, estaba haciendo disfrutar a mi mujer, cuando me vine dentro de ella, soltó unos gemidos de placer que no había escuchado de ella, le pedí que ahora cogieramos en su posición favorita.

Se puso encima de mi, en la posición de vaquerita, agarró mi verga y la puso en su vagina, empezó a moverse lentamente, con cada minuto que pasaba lo hacía con más ganas, sus tetas rebotaban cada vez más, sus nalgas aplaudían más y más fuerte, sus gemidos y la cara de placer que tenía son de lo mejor que he visto, se recargó sobre mi pecho con sus dos manos y empezó a saltar sobre mi pene, el sonido de su culo gordo chocando contra mi se escuchaba por toda la habitación, sus pechos se sacudían mientras ella gemia de placer, me vine dentro de ella de solo ver esas enormes tetas rebotar, ella también se vino y sin despegarse de mi empezó a mover su cintura de adelante hacia atrás mientras no paraba de gemir.

Agarre su panza, me encanta como se movía y se hinchaba con cada empujón que daba, con cada respiración y gemido que soltaba, cogimos toda la noche en esa posición cambiando solo un poco, se giro dándome la espalda y me volvió a montar, ese culo enorme dándome sentones, ver las nalgas de tu madre rebotando encima de ti son lo mejor que un hijo con fantasías con su madre puede pedir, cambiando un poco a ponerla en cuatro, después de ver el mujerón que estaba saltando sobre mi no pude evitar querer romper esa vagina y disparar toda mi semilla en su útero, después de esa cojida volvimos a coger casi todos los días, me pude adaptar bien e integrar las noches con mi madre como parte de mi rutina sin afectar mi vida fuera de casa, hasta la fecha hemos cogido de muchas maneras pero no puede faltar ella montando me y dando sentones sobre mi pene para que mi madre llegue al climax mientras le pongo mi semilla en su útero , el sexo se volvió mejor, teníamos más confianza y apartir de aquí ella saco su lado de putita completamente, ella se proponía y me provocaba para que la cogiera, mostrando su culito en casa, poniéndose en cuatro a mitad de la sala y a partir de aquí accediendo a todo lo que le pedía, ropa, comportamientos, peticiones en el sexo etc...

El próximo relato tendrá más anécdotas, siento que este tiene muchos contextos que puede que ha la mayoría le parezcan innecesarios pero es parte de la historia y explican comportamientos, situaciones y en general la dinámica de la relación más a futuro, esperen la siguiente parte y comenten que les pareció.

Después de las primeras veces teniendo sexo, tenía tantas ganas de cojer con ella 24/7, era un adolescente hormonal de 16 años y me pegaba a su culo tanto como podía, yo tomaba clases en un horario vespertino, mi madre llegaba de trabajar a eso de las 4 y yo salía de la escuela a las 8, por lo que solo podía verla en la noche, tan pronto llegaba, ella me recibia para cenar y yo buscaba abrazarla,besarla y obvio empezar a manosearla, al principio a pesar de haber tenido relaciones se mostraba un poco negativa con dejar que esa fuera nuestra rutina, se notaba un poco su incomodidad al darse cuenta de que tan lejos se había llegado con su hijo, yo me sentía de igual manera en ciertos momentos, me ponía a pensar sobre todo y tener miedo de las consecuencias, sociales, mentales, religiosas incluso, ella también tenía el mismo miedo que yo.

Aunque esa culpa me duraba poco, a las horas ya estába seduciendo a mi madre para que fuéramos a la cama, de igual manera ella cedía y no mostraba resistencia alguna más allá de palabras sin intención, estába tan emocionado por la nueva relación con mi madre que cuando teníamos la oportunidad, la desvestía en segundos, quitarle el pantalón, falda o lo que tuviera, y ver ese culo enorme salir, parecía hacerse más grande y gordo sin una prenda que lo cubriera, verla en ropa interior me volvía loco, literalmente la atacaba, no le quitaba el calzón o brasier, siempre he tenido un gusto por la ropa interior, no tiene que ser sexy.

simplemente ver a una mujer en ropa interior es de lo mejor, sumergir mi cara en los pechos de mi madre, besaba su cuerpo inexpertamente, solo buscando no dejar ni un solo lugar sin probar, recorría su calzón y buscaba entrar, sacando una teta del brasier para lamer, chupar y succionar su pezón, no sabía cojer, solo quería estar lo más profundo dentro de ella, agarrar su cadera y pegarla lo más posible a la mía, que mi pene tocara cada parte de su vagina, moverme con toda la fuerza que podía y lo más rápido posible, no era la mejor manera pero mi madre dejaba escapar gemidos, su respiración se cortaba con cada metida que le daba, siempre tomaba mi espalda y me pegaba a su pecho, me abrazaba mientras más rápido la penetraba hasta venirme, las primeras veces lo hacía dentro de ella, ella tomo sus precauciones y no hubo ningún problema, así mismo ella compro condones, los guardó en el buró al lado de su cama, antes de dejarme penetrarla ella me ponía un condón, con el tiempo, convenciendola, pidiendo insistentemente, empezamos a hacerlo a pelo en sus días seguros, no desaprovechaba esas oportunidades para vaciar mis pelotas dentro de ella, me encanta venirme múltiples veces en su conchita y ponerle la tanga, darme gusto con su cuerpo mientras veo como su ropa se mancha y el semen empieza a escurrir, después de un rato, volver a tenerla y ver cómo quedó su vagina después de un rato de tener mi semilla dentro, por lo mismo de los horarios en su trabajo y en mi escuela, solo podía coger con ella en la noche, algo que parece y realmente es increíble, pero con las hormonas de esa edad y el morbo de estar cogiendo con mi mamá eran demasiado, me desesperaba no estar en casa con ella, antes de esto nunca había sido de ver porno o ser alguien que se masturbaba con frecuencia, claro lo hacía pero era algo muy de vez en cuando, con el incesto con madre esto cambio, me volví más dependiente de tener algún estímulo sexual.

En ocasiones ella no estaba de humor para tener sexo, trabajo, cansancio y simplemente no quería, su solución para no tener relaciones fue hacerme orales, se lo pedí una ocasión después de querer cogerla varias veces, me dijo que ya estaba cansada y tenía cosas que hacer, le pedí entonces una mamada, le gustó la idea, lo ví en su expresión, me dijo que no lo había hecho mucho y no sabía si hacerlo conmigo, ya las excusas a peticiones me molestaban un poco, ya estábamos haciendo bastante mal como para preocuparse por hacer más, al menos así empeze a verlo, le pegue mi verga a la mejilla, besaba la cabeza y me masturbaba despacio, no quería esperar más y empujaba tratando de abrir y entrar a su boca, ella no puso resistencia y abrió grande, empecé a coger su boca, quería venirme dentro, que saboreara el semen de su hijo y luego tragara. Que su boca sintiera todo mi pene moviendose por su boca, que sintiera mis venas con la lengua y verla, la expresión que tenía tratando de abrir la boca lo más que pudiese, sacándola para descansar su mandíbula, haciendo ese sonido de succión, como veía mi verga dura empapada de su saliva, la tocaba, acariciando la cabeza y jugando con mis pelotas, volvía a comerla toda, empujaba mis caderas, quería que se atragantara con ella.

Ella supo cuando me iba a venir y quitó su boca, dispare todo al suelo y un poco en su cabello, cuando no podia tener sexo con ella pero no estaba tan indispuesta podía tenerla mamando mi pene, fue más común el sexo oral y una práctica ya recurrente, cada vez era más fácil obtener una mamada de ella y poco a poco tenerla abriendo su boquita para recibir una carga de semen , aunque siempre intentaba tener sexo con ella, la seducía o calentaba poco a poco hasta desvestirla, la sometía un poco cundo se quería negar y cedia muy fácil, aunque otras era más firme y me detenía, aunque la tenía gimiendo casi todas las noches, y llevaba mi semen dentro de ella en muchas ocasiones me seguía y sigue dando miedo su tono de voz, no he perdido ese respeto y miedo a mi madre, eso me reconforta de vez en cuando, pienso que no está tan mal lo que hago con ella, siempre fue muy estricta y solía darme palizas maternas , ya que no soy alguien que le diera problemas en lo académico, pero siempre he tenido problemas de comportamiento, peleas, faltas de respeto y todo lo que se puedan imaginar de ese compañero valemadres.
Esto es importante ya que, el tiempo que pasé en cama (el inicio de nuestra relación) fue a inicios de 2022 saliendo de pandemia y retomando clases presenciales, ya sin la comodidad de las clases virtuales, la nueva necesidad sexual que había desarrollado, y mis problemas habituales de siempre, mantener altas calificaciones no me costaba, el problema vino ya que empezaba a saltarme clases para volver antes a casa y poder estar con ella más tiempo, se le hizo extraño pero no dudó en creer mis excusas, descubrió que faltaba mucho a clases a final de semestre cuando mis calificaciones bajaron por faltas he incluso tenía que ir a la prepa a hablar con mis profesores, siempre logré convencer a mis profesores y logré aplasar todo hasta final de semestre, ella estaba muy decepcionada de lo que hice, muchas veces no iba a la prepa en toda la tarde, iba con mis amigos a perdernos por algun lugar y regresaba a casa temprano diciendo que "nos cancelaron la clase ".
Aunque el llegar temprano a casa durante esos meses, ver a mi madre ocupada y bajar su ropa, besar sus nalgas y lamer esa vagina, hacerle un oral hasta que sus caderas se movían pidiendo mi verga, verla intentar seguir con los quehaceres o su trabajo mientras intenta no ser penetrada me excitaban demasiado, varias veces conseguí que ella dejara lo que estuviera haciendo para ir a su cuarto por condones y decir "solo un vez" la hacía mia varias veces, entre cogermela, hacerle orales, y que ella me los hiciera, acabar y verla vestirse para volver a sus actividades, otras veces solo verla bajar y quitar mis pantalones para chuparmela, mamaba mi pene con mucha prisa, lo disfrutaba, se veía en su cara, queria que me viniera lo antes posible pero al mismo tiempo queriendo quedarse pegada a mi verga durante toda la tarde, me venía en su boca y la ponía a limpiar con su lengua, se me volvió a parar y sin ninguna expresión más que deseo volvía a ponerla en su boca, ya no tenía que ser yo quien empujaba mis caderas, ella trataba de empujar su cabeza para engullir mi pene completamente, quería ahogarse con mi pene y sentir mi semilla ser vaciada en su boca y garganta.

No me arrepentí de haber faltado a clases, eso hizo que la relación con mi madre avanzará más en cuestión de lo que hacíamos, aunque después fue momento de enfrentar las consecuencias, al volver a casa ella estaba muy molesta, y con razón, esa noche me dió un sermón sobre lo que estaba haciendo que podía repercutir en mi futuro, me hizo reflexionar un poco pero definitivamente no me arrepentí ni me arrepiento, no trate de intentar nada, presentía que si intentaba algo era la primera vez en muchos años que ella me hubiera respondido con un golpe, le pedí perdón y después de recibir mis castigos y amenazas para el próximo semestre nos fuimos cada uno a su cuarto, tampoco intente nada el día siguiente, quería darle tiempo para que se le pasará el enfado, intente de nuevo manosearla, se dejaba, pero aún se le veía molesta y ella me lo decía, como castigo adicional se negó a tener relaciones conmigo durante un tiempo, podía seguir tocandola, no se negaba, pero al querer tener relaciones ella me lo impedía, si tenía buen humor podía hacerme un oral, por los primeras dias eso era suficiente, no tardó en dejar de serlo, deseaba más a mi madre, verla y saber que no podía hacer poco más que tocar su cuerpo

me empecé a masturbar más de lo habitual, no podía dejar de pensar en ella todo el día, me esforcé por controlarme y satisfacerme todo lo que podía antes de la escuela para estar concentrado, sabía que si no solo seguía faltando, si no que también bajaba mi rendimiento, no era solo que mi madre dejaría o se replantaria el tener incesto, ya que era obvio que eso me estaba afectando negativamente, si no que definitivamente me iría bastante mal en general si seguía así.
Esto fue bueno de varias maneras, dejando de lado las consecuencias no solo pude cojer a mi madre a gusto por muchas horas, también eso me hizo reflexionar un poco, no era solo la prohibición de sexo, me sentía bastante inútil sabiendo que solo pensaba en sexo, masturbarme, manosearla etc... Obvio eso me encanta pero definitivamente no es lo único que quiero hacer en la vida, es una parte de ella pero mis días no giran en como que cogeré a mi madre o algo asi, con ese sentimiento y viendo que no podía hacer mucho con mi madre en ese tiempo, volví a la normalidad, dejé de pensar en ella tanto, no de desearla, verla todas las noches me excitaba pero ya había perdido un poco la emoción por así decirlo, ya había figurado que necesitaba calmarme o todo iria empeorando más y más quien sabe hasta que punto,.
Al parecer esto no solo en afecto a mi, siempre veía a mi madre hacer su día normal, pensé que obviamente esto no le afectaba a ella, era una adulta que podía manejar sus deseos, tenía responsabilidades serías que no podía descuidar o hechar a perder por estar caliente todo el tiempo, pero estaba equivocado, como conté en el primer relato ella me tuvo a los 18 años, se separó de mi padre tan pronto nací así que la tuvo difícil como madre soltera, no estoy reclamando nada a mi padre, tengo una buena relación con el y ha sido buen padre, pero el también era muy joven así que no podían hacer mucho, separarse fue lo mejor en su contexto, así que mi madre con un hijo a sus 18 tuvo que ver por los dos, a base de mucho esfuerzo y años difíciles puede darme una buena vida, una vida tranquila, por eso mismo se podría decir que se perdió de muchas cosas, me contó ya bastante tiempo avanzada nuestra relación que realmente tuvo muy pocas experiencias sexuales, más allá de mi padre estuvo con pocos hombres y nada duradero, igualmente nunca fue de salir, el tener tantas responsabilidades a muy poca edad obvio cambia tu vida.
Me di cuenta de que también le afectaba el no volver a tener sexo después de una temporada de que su hijo la estuviera penetrando todas la noches, ya que me volví a enfocar más en la escuela solía desvelarme con trabajos y estudiando, se me hizo costumbre dormir ya muy tarde y solia desvelarme sin estar trabajando necesariamente , nuestros cuartos están bastante separados, entre ellos hay más habitaciones y una escalera al final del pasillo que pasa por enfrente de su puerta hacia la planta baja donde está la cocina, ya que me quedaba despierto hasta muy tarde empecé a bajar a la cocina para comer en la madrugada, tomar café y así aguantar para lo que estuviera haciendo.
Una noche bajando a la cocina escuché sonidos del cuarto de mi madre, obvio ya saben que es, me pegue un poco a la puerta y pude escuchar como ella gemia, se estaba masturbando y esos gemidos eran diferentes a los que hacia conmigo, cuando teníamos relaciones ella gemia con fuerza, su respiración se cortaba y se hacía más fuerte, expulsaba el aire por su nariz y boca con mucha fuerza, soltaba gemidos mientras apretaba la boca para no hacerlo tan fuerte pero se le escapaban varios gritos, para mí en ese entonces eso era señal de que la están haciendo disfrutar al máximo, para mí esos gemidos eran iguales a los del porno a si que pensé que la estaba satisfaciendo de la mejor manera, pero esos gemidos me hicieron darme cuenta.
Esos gemidos eran más suaves, no gritaba o no se notaba que intentaba contenerlos, no eran fuertes, gemia casi continuamente, decía varias veces
" Si, siii, si ah ahhh así así así siiii "
Soltaba pequeñas carcajadas entre gemidos y al final cuando se vino empezó a gemir un poco más fuerte, soltando risas entre cada gemido, empecé a pasarme esa semana con cuidado cada noche por su cuarto para escucharla, en algunas ocasiones escuchaba entre sus gemidos la palabra "hijo", se masturbaba pensando que yo estaba en la cama con ella , esos gemidos me hicieron darme cuenta de que ella no estaba disfrutando de la manera que ella quería, o en la que podía satisfacerla lo máximo posible.
Después de espiarla unos días, una noche volviendo de la escuela, hicimos nuestra rutina normal, un poco de coqueto con ella pero sin intentar nada más, pasada la noche fui a su cuarto, abrí la y entre, quise hacer un poco de ruido para que despertara y así fue, me dijo que no podía y que me fuera a mi habitación, me recosté con ella y está vez en vez de manosearla y darme placer a mi mismo, comencé con caricias (todo torpemente e inexperto pero ya era algo más) la besé y me correspondía el beso, no se sentía como las veces anteriores, besarla desesperadamente para quitar ya su ropa, realmente nos tomamos bastante tiempo, comencé a desvestirla hasta quedar desnuda, besé todo su cuerpo como antes pero ya es una forma más calmada, busque la entrada de su vagina y comencé a penetrarla, está vez le pregunté "te está gustando" con movimiento ya no bruscos como antes, trataba de llenar toda su panochita con mi pene, que ella sintiera todo con cada empujón, ya no solo hacerlo rápido para venirme dentro de ella, me respondia
"Si hijo, Sisi así así siiii"

Me movía con más velocidad y ella gemia más fuerte, soltaba esas carcajadas entre gemidos y eso me volvía loco queria ya llenarla, se sentía diferente, estaba haciendo disfrutar a mi mujer, cuando me vine dentro de ella, soltó unos gemidos de placer que no había escuchado de ella, le pedí que ahora cogieramos en su posición favorita.

Se puso encima de mi, en la posición de vaquerita, agarró mi verga y la puso en su vagina, empezó a moverse lentamente, con cada minuto que pasaba lo hacía con más ganas, sus tetas rebotaban cada vez más, sus nalgas aplaudían más y más fuerte, sus gemidos y la cara de placer que tenía son de lo mejor que he visto, se recargó sobre mi pecho con sus dos manos y empezó a saltar sobre mi pene, el sonido de su culo gordo chocando contra mi se escuchaba por toda la habitación, sus pechos se sacudían mientras ella gemia de placer, me vine dentro de ella de solo ver esas enormes tetas rebotar, ella también se vino y sin despegarse de mi empezó a mover su cintura de adelante hacia atrás mientras no paraba de gemir.

Agarre su panza, me encanta como se movía y se hinchaba con cada empujón que daba, con cada respiración y gemido que soltaba, cogimos toda la noche en esa posición cambiando solo un poco, se giro dándome la espalda y me volvió a montar, ese culo enorme dándome sentones, ver las nalgas de tu madre rebotando encima de ti son lo mejor que un hijo con fantasías con su madre puede pedir, cambiando un poco a ponerla en cuatro, después de ver el mujerón que estaba saltando sobre mi no pude evitar querer romper esa vagina y disparar toda mi semilla en su útero, después de esa cojida volvimos a coger casi todos los días, me pude adaptar bien e integrar las noches con mi madre como parte de mi rutina sin afectar mi vida fuera de casa, hasta la fecha hemos cogido de muchas maneras pero no puede faltar ella montando me y dando sentones sobre mi pene para que mi madre llegue al climax mientras le pongo mi semilla en su útero , el sexo se volvió mejor, teníamos más confianza y apartir de aquí ella saco su lado de putita completamente, ella se proponía y me provocaba para que la cogiera, mostrando su culito en casa, poniéndose en cuatro a mitad de la sala y a partir de aquí accediendo a todo lo que le pedía, ropa, comportamientos, peticiones en el sexo etc...

El próximo relato tendrá más anécdotas, siento que este tiene muchos contextos que puede que ha la mayoría le parezcan innecesarios pero es parte de la historia y explican comportamientos, situaciones y en general la dinámica de la relación más a futuro, esperen la siguiente parte y comenten que les pareció.
1 comentarios - Mi madre se volvió mi puta ²