Segunda parte de la transformación de mi mujer.
Después que Cristian le lleno toda carita de leche, ella seguía caliente y por unos minutos más se siguio metiendo los deditos. Le pregunté si queria que nos vayamos o prefería quedarse a pasar el día, después de escuchar mí propuesta los ojitos le brillaron y me contestó que se quedaba así descansaba y que antes de que sea de noche la pase a buscar. Me encantó la idea y a Cristian más, la iba a tener todo el día a su disposición. Arranque para mí casa y las 8 horas que deje a mí nena, fueron 8 horas con la pija dura imaginando la situación, ya no había marcha atrás, la nenita buena e inocente que yo conocía ya no existía, ahora era una hembra insaciable de pija.
Les mandé mensajes a ambos y jamás los vieron por lo que imagine la debían estar pasando bomba. A eso de las 8 de la noche decidí ir a buscar a mí negrita, cuando faltaban pocas cuadras ya mi cabeza volaba, seguramente ya no estarían haciendo nada pero al llegar a casa la iba a obligar que me cuente cada detalle. Cuando llegue a la quinta me llamo la atención ver 3 autos estacionados que antes no estaban pero no le di mucha bola, lo mal que hacía. La puerta de entrada estaba sin llaves y pase sin tocar, apenas cruzar la puerta los ruidos y gemidos eran inevitables, el olor a macho y a pija mezclado con flujo también. Pero al cruzar a la pieza jamás me hubiese imaginado algo así. Estaba cabalgando a Cristian y atras estaba Martín, otro miembro de nuestro equipo, destrozandole el orto, ese orto que a mí jamás me quería entregar, y eso no era todo, Julián, el arquero, la agarraba del pelo, dos colitas que se había echo cuál colegiala puta, y le cogía la boca desesperadamente, tenía la cara llena de baba, escupía la pija, pedía más y más pija y los 3 machos no paraban de darle, cuando me vieron solo asintieron con la cabeza y la siguieron atendiendo, Martín le saco la pija del orto y me llamo que me acerque, la pija de Martín era enorme, y el hijo de puta le dice a Ludmi, nenita, mostrale como te dejamos la colita los muchachos. Ella mirándome con toda la cara de puta del mundo me dijo, mira cornudo, mira tu nenita lo putita que es. Mí pija quería explotar, ella no paraba de acabar y de pedir más y más, hasta que los 3 le acercaron la pija a la carita la llenaron toda de leche dejándola bien blanquita y ella se relamia dándole las gracias a los 3.
Desde aquel momento me di cuenta que esa mujer ya se había echo adicta a las pijas grandes, y fue el comienzo de una gran historia.
Comenten y pongan puntos para seguir con las historias de mí negrita!! Y si quieren ver fotos de ella.
Después que Cristian le lleno toda carita de leche, ella seguía caliente y por unos minutos más se siguio metiendo los deditos. Le pregunté si queria que nos vayamos o prefería quedarse a pasar el día, después de escuchar mí propuesta los ojitos le brillaron y me contestó que se quedaba así descansaba y que antes de que sea de noche la pase a buscar. Me encantó la idea y a Cristian más, la iba a tener todo el día a su disposición. Arranque para mí casa y las 8 horas que deje a mí nena, fueron 8 horas con la pija dura imaginando la situación, ya no había marcha atrás, la nenita buena e inocente que yo conocía ya no existía, ahora era una hembra insaciable de pija.
Les mandé mensajes a ambos y jamás los vieron por lo que imagine la debían estar pasando bomba. A eso de las 8 de la noche decidí ir a buscar a mí negrita, cuando faltaban pocas cuadras ya mi cabeza volaba, seguramente ya no estarían haciendo nada pero al llegar a casa la iba a obligar que me cuente cada detalle. Cuando llegue a la quinta me llamo la atención ver 3 autos estacionados que antes no estaban pero no le di mucha bola, lo mal que hacía. La puerta de entrada estaba sin llaves y pase sin tocar, apenas cruzar la puerta los ruidos y gemidos eran inevitables, el olor a macho y a pija mezclado con flujo también. Pero al cruzar a la pieza jamás me hubiese imaginado algo así. Estaba cabalgando a Cristian y atras estaba Martín, otro miembro de nuestro equipo, destrozandole el orto, ese orto que a mí jamás me quería entregar, y eso no era todo, Julián, el arquero, la agarraba del pelo, dos colitas que se había echo cuál colegiala puta, y le cogía la boca desesperadamente, tenía la cara llena de baba, escupía la pija, pedía más y más pija y los 3 machos no paraban de darle, cuando me vieron solo asintieron con la cabeza y la siguieron atendiendo, Martín le saco la pija del orto y me llamo que me acerque, la pija de Martín era enorme, y el hijo de puta le dice a Ludmi, nenita, mostrale como te dejamos la colita los muchachos. Ella mirándome con toda la cara de puta del mundo me dijo, mira cornudo, mira tu nenita lo putita que es. Mí pija quería explotar, ella no paraba de acabar y de pedir más y más, hasta que los 3 le acercaron la pija a la carita la llenaron toda de leche dejándola bien blanquita y ella se relamia dándole las gracias a los 3.
Desde aquel momento me di cuenta que esa mujer ya se había echo adicta a las pijas grandes, y fue el comienzo de una gran historia.
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4 comentarios - Mi Mujer Es Una Putita 2