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Mi prima favorita

Buenas noches ¿como están? Comparto lo que me paso en ancasti 
Nunca imaginé que volver a encontrarme con mi prima Martina después de tantos años desataría en mí una tormenta tan intensa. El recuerdo de su piel, cálida y suave, se grababa en mi mente con una claridad que me volvía loco. Esa tarde, mientras la lluvia golpeaba las ventanas, la tensión entre nosotros era palpable, casi insoportable.

Cuando sus ojos se encontraron con los míos, vi en ellos esa mezcla de inocencia y perversión contenida que me invitaba a ir más allá de lo permitido. No pude resistirme. La atraje con fuerza, y nuestros labios se encontraron en un beso voraz que fue ganando intensidad con cada segundo. Sentí sus manos recorrer mi espalda, apretando, como si quisiera marcarme, como si el deseo fuera un fuego que necesitábamos apagar juntos.

La invité a sentarse en mis piernas, y su respiración se volvió agitada mientras mi boca bajaba por su cuello, saboreando cada centímetro de su piel. La delicadeza de nuestros juegos infantiles se transformó en caricias llenas de hambre, de urgencia. Le susurré al oído que quería descubrir cada rincón de su cuerpo, que quería hacerla gemir y temblar bajo mi toque.

Ella cedió, entregándose sin miedo, dejando que mis dedos exploraran su intimidad con una mezcla de ternura y lujuria. Su aroma, su calor, todo en ella me volvía loco. La pasión nos consumió, sin prisa pero sin pausa, enredados en un vaivén de besos, mordiscos suaves y gemidos ahogados que sólo el ruido de la lluvia podía cubrir.

Cuando la penetré, sentí cómo su cuerpo se arqueaba hacia mí, sus piernas apretándome mientras sus uñas se clavaban en mi espalda. Fue un momento de éxtasis puro, de entrega absoluta, donde lo prohibido se volvió deseo legítimo. Nos movíamos al ritmo de la pasión, sin miedo, sin prejuicios, solo nosotros dos, conectados por el deseo y el amor que siempre estuvo latente.

Después, mientras nos abrazábamos agotados, supe que ese encuentro no era sólo sexo, era una confesión, una declaración silenciosa de que, a veces, el deseo más intenso nace de la cercanía más profunda y de la complicidad más íntima.

Les dejo fotitos de mi prima 

Mi prima favorita


hermosa

rubia

loca

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