Superando una ruptura (4)

La cogida con Mateo había sido muy superior a la que tuve con Pablo. Si bien previamente no me llamaba la atención, no podía dejar de pensar en cómo me había dado en esa ducha, qué locura de hombre. 


Estaba en la habitación, por elegir una malla para tomar algo de sol en el patio. Si estaba en el desierto, qué más podría hacer, no? 

"La puta que me parió" dije al aire justo cuando entraba Coti. 

"Apa, qué forma de arrancar el día vos" (si supiera...)

Yo: "Me traje una malla y me equivoqué de cuál me agarré..." 

Coti: "Pero cuál es el problema? Somos 4 gatos locos"

Yo: "el tema es que esta me queda algo chica, es una vieja que tenía"

Coti: "olvidate, da igual, usala"

La confianza que me dió, hizo que lo intente. 

Me desnudé frente a ella que no perdió detalle, admito que hubiera hecho lo mismo pero quizás con mayor disimulo en mí lugar. Ella se quedó mirando todo el proceso como "natural". 

Coti: "JAJAA ahora te entendí"

Claro, se reía porque esa malla era uno o dos talles más chica, era de cuando era adolescente. 

Coti: "se te van a salir las tetas! Me encanta, andá así! Jajaja"

Yo: "pero boluda apenas me cubre, se me sale la teta por abajo!" 

Coti: "ya fué si está medio de moda eso, aparte las tenés divinas, paraditas, andá así... Cómo te dije, somos 4 gatos locos"

Coti: "aparte, los chicos y hasta Ramón van a estar contentos! jajajajajaja"

Me miré a un espejo que teníamos, tenía la tanguita enterrada en mí cola, no sé cómo me compré eso de chica, pero era una cola less bastante finita. Aunque ese no era el mayor de los problemas, lo que sí lo era, era que estaba a un mal movimiento de quedar con las lolas al aire de lo poco que me cubría aquella mallita blanca. 

Yo: "ya fué, me pongo el vestidito arriba y veo si me animo a sacarmelo"

Coti: "hacemos un favor a todos y mostrá que tenés un lomazo!" 

Bajé poco convencida, pero esperé que sí estaba sola, podría tomar sol en paz. 

No vi a nadie en principio, acomodé mí reposera, la puse cerca de un lugar con sombra por si no aguantaba más el sol y saqué mí libro. Nuevamente retomé la historia del lugar, genuinamente quería aprender de ahí, no solo cogerme todo lo que se movía. 

Por un buen rato, estuve con el vestido puesto leyendo varias páginas. Pero el calor me estaba asando y temía que me quede la marca del vestidito. 

Me animé y me quedé con la bikini. 

Que placer respirar, me mojé un poquito con algo de agua que me había llevado y seguí en mí lectura. 

Entre el calor y lo metida que estaba en ese texto, no me dí cuenta que Ramón estaba justamente atendiendo las platas del lugar. Estaba con su tijera de podar y algo de agua para regar. 

La vergüenza se me vino encima, si bien él hacía como de cuenta que yo no estaba, me incomodaba más que nadie su presencia ahí. 

"Sabri, idiota, calmate. Ya fué... Tiene una hija, tampoco estás en pelotas" me dije a mí misma. 

Así que seguí concentrada en mí lectura por un rato más. Hasta que su presencia dejó de estar en mí radar , ni sé en qué momento se fué pero aparecieron por detrás mío Clari y Coti. 

Coti me sacó del transe de mí libro con un silbido, "fiu fiuuu".

Coti: "diossaaaaa". 

Coti se había cambiado, tenía un vestido de algodón algo suelto, pero que no lograba esconder sus curvas para nada, sus tetas eran mucho más grandes que las mías, también tenía un culazo que sobresalía de aquél vestido celeste a rayas. 

Yo: "mirá quién habla!"

Las 3 reímos y Clari tomó la palabra.

"Perdón que te moleste Sabri, pero Coti me dijo que si voy al mercado del pueblo, podíamos hacer humita en Chala. Le voy a enseñar. Te gusta?"

Yo: "Ay Clari, me parece increíble! Súper! Me re sumo"

Claro: "mí tío viene a traer unas cosas y me lleva, antes de las 14hs espero estar acá, comeremos a la noche esto" 

Yo: "buenísimo! Te súper agradezco por incluirme!"

Clarita se fué y quedé a solas con Coti. 

"Yo no sé vos pero le doy eh" me dijo Coti de la nada, sorprendiendome. 

"Eh?" 

"Es linda Clari!" Insistió. 

Yo: "Si... Pero..." 

Coti: "ay, perdón. Creí que también te gustaban las chicas".

Yo: "uy, no tranqui, nunca estuve con una pero no sé..."

Coti: "no no, perdón, todo mí error, olvidate"

Yo: "no a ver... Perdón yo si me agarró de sorpresa, no lo descarto, pero nunca pasó" me puse firme, no quería incomodarla. A decir verdad, nunca me lo plantee. 

Coti: "creí que me habías tirado onda hoy JAJAJA" me soltó con toda naturalidad y se estalló de la risa. 

Yo: "yo???" 

Coti: "vos y tu bikini de actriz porno! Si!"

Nunca había imaginado que pasaría esto, lejos de tomármelo a mal, me pareció un gran halago, ella había avanzado conmigo. Nunca antes me había pasado con una chica. 

Me reí por un buen rato por su chiste y contesté:

"Estando en el desierto quién te dice... Jajaja" 

Cruzamos miradas, había aumentado la tensión. Las risas pasaron a ser un disfraz de algo que había en el aire. Lo lanzada de ella junto a mí respuesta ambigua y curiosa. 

"Qué tal están?" Interrumpió Mateo. 

Lo hubiera odiado sino era porque me había dado una cogida de ensueño. 

Charlamos con él un buen rato y ahí me enteré que los chicos eran parientes de Clari y Ramón. Incluso, lo más sorprendente, que Pablo tenía novia! (Otro infiel hijo de puta) Ese último dato me molestó bastante la verdad. Habiendo pasado lo que pasé y el dolor que fué para mí, no quería generar eso a nadie. No tenía confianza ni lugar para hablarle, pero sabía que las horas que me quedaban con él ahí iban a ser muy diferentes. 

Asumí que entre Mateo y Pablo no se habían hablado de lo ocurrido en la ducha. O quizás si y por eso me lo contaba. Quién sabe. 

Mateo, por lo que pude preguntar, era hijo de este famoso tío que vino a buscar a Clari para ir al pueblo por suministros. 

De hecho, hacía de "guía" de sus amigos por la excursión y para los franceses. 

Todos datos intrascendentes la verdad. Pero nos ocupaban el tiempo. 

De a ratos, me olvidaba de mí atuendo, de hecho me lo recordaban tanto Coti como Mateo con una mirada indiscreta a mis tetas. Irónico que me miren así dos personas que me vieron completamente desnuda hace minutos atrás. 

Me gustaba ser el centro de atención en ese momento, lejos de taparme, exponía más mis lolas frente a ellos con gestos y "movimientos involuntarios" que las apretaban más. 

Toda mí desfachatez se fué cuando entró un señor de 50 años aproximadamente, era el tío de Clarita y papá de Mateo. 

"Mate, vení para acá!" Le dijo en un tono muy tajante. 

Algo le dijo que no llegamos a escuchar, pero por sus rostros, sería un reto. Incluso, pensé que de alguna manera Clari podría habernos escuchado y contado a su tío lo que pasó en las duchas. Una sensación de culpa me rodeó e incluso me volví a poner el vestido por la presencia de este hombre extraño. 

Lo siguiente que sé, es que se fueron los 3 en el auto para el pueblo. 

Nosotras charlamos un poco más, imaginamos teorías de lo que había pasado (aunque obviamente nunca dije lo mío con Mate). 

Ya cerca de las 13hs nos dió hambre, compartimos mí comida (atún con arroz) y nos pusimos junto a Paul y Jerome, a jugar a las cartas. 

Empezamos a ver que afuera, todo se oscurecía. 

Lo que era un sol radiante, se había tornado un cielo gris y el viento golpeaba las ventanas. 

"Es una tormenta de arena chicos" dijo Ramón que venía desde la sala contigua. Y agregó "me ayudan a cerrar las ventanas? Porfa revisen sus cuartos". 

En un mega operativo, todo el Hostel fué a recorrer habitación por habitación a confirmar que estaba todo cerrado. Un poco sentí miedo, no estaba preparada y la cara de Ramón había sido preocupante. 

Cerrado todo, sentíamos como el viento pegaba contra todo, Coti y yo estábamos algo asustadas, incluso nos preocupó que Clarita seguro estaba viniendo junto a Mateo y su papá. 

Estaba abrazada a Coti con los ojos cerrados, agarrando con todas mis fuerzas su vestido mientras el viento azotaba todo a su paso. 

Lo siguiente que escuché fué un alarido por femenino, un grito agudo que alertó a todos los presentes en la sala. 

"MI PAPAAAAAAAAAAAAAAAA, HIJOS DE PUTA".

Por las palabras y el enojo, costó descifrar que Clarita era quién gritaba, todos corrimos siguiendo la voz y vimos en la entrada a Ramón con su pecho ensangrentado y sin respiración alguna. 

Clara estaba pálida junto a Mateo y su padre, viendo el cuerpo de Ramón en el piso junto a bastante sangre. Lala y Nacho fueron los primeros en bajar tras el griterío y el llanto desconsolado de Coti, mío y la hija del presunto difunto. 

Atrás de ellos, aparecieron los chicos, primero Paul y Jerome, detrás de ellos, Julián, todos quedaron blancos como una hoja al ver la escena. 

El viento no se calmaba, era lo único que se escuchaba por encima de tanto llanto y dolor generalizado. 

El último en bajar fué Pablo, venía enojado vaya a saber con qué y entró a los gritos hasta ver la situación y caer sentado en las escaleras. 

Entre lágrimas, pude ver tras el shock inicial, el cuerpo de Ramón en el piso y mucha sangre en su ropa. No se movía, no respiraba. 

Lala se acercó, aclaró que era estudiante de medicina y le tomó el pulso. Efectivamente, no tenía pulsaciones. Su corazón ya no latía. 

Todo el terror que sentía por la tormenta, ahora estaba fundado por un hecho real. Alguien en ese hostel era un asesino. Estábamos encerrados junto a él. 

Empezó un círculo de acusaciones, incluso, el hecho escaló abruptamente cuando Julio (así se llamaba el padre de Mateo) amenazó con una cuchilla a varios de los chicos interrogando sus paraderos previo a que ellos ingresen. 

Tanto Coti como yo, estábamos juntas en el salón. Si bien no fué una respuesta que le encantó, entendió que al desconocernos entre nosotras, ninguna cubriría a la otra. 

Nacho y Lala, trataron de calmar la situación, dijeron que vayamos todos al living y charlemos. Paul y Jerome se fueron a encerrarse a su habitación diciendo que estábamos todos locos, que éramos unos asesinos y que no iban a salir sino era con la policía. Esto volvió a escalar la situación, hubo forcejeos pero Julio tuvo que entender que no queríamos otra víctima más. Los dejó ir por el momento. 

Ya reunidos en la sala común, mientras Mateo intentaba consolar a Clari, la parejita aclaró que estaban en su cuarto, no habían escuchado nada raro. Lala recién bajó al escuchar el griterío despertando a Nacho quién dormía. 

Por último, Julián y Pablo dijeron lo mismo, que ambos estaban charlando y armando la mochila para mañana en su habitación. 

Una sensación de desconfianza rodeó el ambiente. 

Julio sospechaba de los "gringos" que no quisieron hablar y se fueron. Si bien nadie tenía una "coartada" más que a lo sumo, Coti y yo, el resto parecía convincente en su historia. 

"Lamentablemente no podemos ni llamar a la policía. Voy a mover el cuerpo por respeto a Ramón y su hija. El resto no puede salir de acá hasta que no lleguen forenses y policías" dijo en un tono más calmo Julio. 

Era un tipo petiso sinceramente, pero en su rostro se notaba que era duro, alguien que inspiraba respeto. Me extrañaba que Mateo sea tan grandote siendo su hijo, pero era especialmente "ancho" (si, muy parecido a su miembro) más que alto por lo que podía ser. 

Por mí parte, fui a mí habitación junto a Coti. Cerramos con llave. Insistí con eso, realmente estaba asustada, seguía temblando. Parecía tan irreal todo. Quería irme a mí casa, llamar a mis papás y que me busquen como una nena chiquita. 

Coti me abrazó para calmarme. 

"Es todo una locura, quedate tranquila, acá vamos a estar bien".

Me laegue en llantó de nuevo, nos sentamos en su cama y ella se dedicó a consolarme. 

No recuerdo en qué momento, pero quedé dormida o me desmayé, ya no sé. 

Recuerdo que la tormenta seguía, más leve pero seguía. Todo estaba oscuro. 

Estaba abrazada a Coti en su cama, tenía sus tetas frente mío y nuestras piernas cruzadas entre sí. 

"Estás despierta, estás mejor?" me sorprendió su voz. 

Detrás de sus pechos, ella me hablaba, sonriente. 

"Tenía ganas de terminar en la cama con vos pero no imaginé este contexto la verdad" agregó. 

Un impulso de sentirme protegida y otro poco de necesitar superar esa situación, llevó a que la abrace con fuerza y la empiece a besar. 

El beso fué con pasión, casi de inmediato quedé boca arriba con ella encima mío, sus manos buscaban recorrer todo mí cuerpo mientras su lengua se enredaba con la mía. 

Era muy pasional para besar, pero suave a la vez. 

Un cosquilleo en mí entrepierna empezaba a despertar y me permitía soltarme a su manoseo constante. 

Me animé a agarrarla de su cola, la apreté con fuerza, era imposible agarrar semejante culo con mis manitos. 

Ella se frotaba sobre mí, sentía una sensación de placer con sus movimientos, me transporté a un mundo que no esperaba. 

Sus besos fueron bajando por mí cuello y fueron bajando al igual que mí vestido. Mí bikini, que poco tapaba, no fué un impedimento para tenerla a ella chupandome las tetas con mucha dulzura. Su lengua bordeaba mis pezones y sus labios se encargaban de apretarlos lo justo y necesario para que me retuerza de placer. 

Estaba completamente entregada a ella, no solo porque se notaba que tenía mucha más fuerza que yo, sino porque la deseaba también.

Mis lolas brillaban por sus lenguetazos, una de sus mano dió con mí tanguita y empezó a acariciarla por encima de la tela, despacio, pero profundo. Hacía círculos con sus dedos que me hicieron largar los primeros gemidos de placer. 

"Sacate el vestido... porfa..." apenas pude decir. 

Ella accedió, abajo solo tenía una tanguita roja que se perdía entre sus curvas. Qué cuerpo increíble, tenía una cadera finita envidiable, pero unas tetas y un culo natural enorme. Estaba completamente sometida bajo ella. 

Uno de sus dedos fué a mí boca, lo chupé obedientemente y mí premio fué que ella lo llevó a mí entrepierna. Con su otra mano, corrió mí tanga y fué penetrandome despacito. 

En otra situación, cerraría los ojos y me dedicaria a disfrutar. En ese momento, quise ver toda la escena, guardarla en mí retina. Ese mujeron me estaba colando sus dedos de forma increíble. 

Bajó por mí vientre con sus besos y de una lamida, me electrizó, recorrió mi conchita con su lengua como dándome la bienvenida a un nuevo mundo. 

La combinación de una de sus manos en mis tetas, su boca dándome placer a la par con sus dedos y el agregado que sea una mujer, hizo que me venga en su boca casi de inmediato. 

Jadeaba tras mí orgasmo mientras ella seguía chupando como loca. Ya su intensidad era mayor, no tenía clemencia conmigo. 

No pensé en ningún momento pedirle que pare. Ni loca hubiera hecho eso. 

Ella fué y logró que acabe por segunda vez, mí grito fué más intenso que el primero, estaba muy sensible. 

"Dios, cómo hacés? Necesito devolverte esto" pude decir cunado recuperé el habla mientras ella seguía en mí entrepierna. 

"Segura?" indagó Coti. 

"Si, estoy muy caliente, me muero por comerte la conchita"

No necesito más que esa frase de mí parte. 

Con su boca brillante por mis flujos, me regaló una sonrisa en gesto de aprobación y se acomodó boca arriba. 

Fui a besarla primero, tenía el sabor de mí conchita en su boca. Eso me encantó, no era la primera vez que lo experimentaba, pero si de los labios de una mujer. 

Repetí sus movimientos. Mientras bajaba, me dediqué a chuparle las tetas por un buen rato, mientras mis dedos iban acariciando su rayita. Al principio fué raro, pero me fui soltando y yo misma me encargué de chupar mí índice para meterselo. Ella estaba empapada, poca lubricación necesitaba. 

Sus tetas eran enormes, disfruté muchísimo poniendo mí cara entre ellas, entendí a mí ex cuando lo hacía con tanta pasión conmigo. Sentirse atrapada e intentando "escapar" a lenguetazos fué increíble. 

Ahora sí, era la hora de la verdad. Ya con mis manos no bastaba. 

Fui dándole tiernos besos por su vientre, pelvis y llegué a su conchita, estaba súper mojada. 

Pensé que me costaría lanzarme, pero sentí un imán que me llevó hacía ahí, abrí mí boca y se la comí como si fuese experta. 

Realmente algo en mí hizo un click, estaba poseída, le daba besos, lenguetazos y hasta algunos chupones. 

Por sus gemidos, le estaba gustando, eso me motivaba más. Mis dedos, acompañaron mís movimientos y mí lengua mantenía movimientos circulares, sus flujos me invadían mí boca, no había terminado y ya pensaba en repetir esa experiencia otra vez. 

"Era verdad?"

Paré mí tarea y la miré. 

Yo: "qué cosa?" 

Coti: "que era tu primera vez con una chica"

Yo: "si, me sale bien?" 

Coti: "..." 

No respondió, solamente hundió mí cara en su conchita y me hizo seguir. La frotaba contra mí carita, me tenía totalmente dominada, eso me calentaba, sin darme cuenta tenía mí manito libre en mí conchita y me pajeaba mientras todo esto sucedía. 

Coti: "vení hermosa"

Coti me llevó encima suyo y nos pusimos en un 69. 

Dios, qué placer sentir otra vez su lengua, me costó mucho concentrarme en seguir pero también extrañaba su gustito en mí boca. 

Las dos estábamos compenetradas en nuestras tareas, la conchita de la otra, ahogaban nuestros gemidos. 

Ella abruptamente dejó de chuparmela, empezó a respirar entre cortado y ahí entendí. Aceleré mí ritmo, mis dedos jugaban con más velocidad e intensidad.

Ella empezó a acabar, su flujo inundó mí boca, era muy distinto al sabor masculino, pero igual de adictivo. 

Seguí hasta que ella cayó rendida y yo también. 

Como pude, giré y la abracé. "Gracias".