El Rol del Corneador
Más Allá del Placer, el Respeto: Llevo un año explorando este mundo como corneador, y una de las primeras cosas que aprendí es que esta dinámica va mucho más allá del sexo. Al principio, pensé que se trataba solo de deseo y placer, pero con el tiempo entendí que es un juego de confianza, comunicación y respeto.
Ser un corneador no significa simplemente estar con una mujer mientras su esposo observa o participa de alguna manera. Es entender que, detrás de cada pareja, hay una historia, emociones y acuerdos. Cada relación tiene sus reglas, sus límites y sus expectativas, y es mi responsabilidad respetarlas y adaptarme a ellas.
He conocido cornudos que encuentran en esto una forma de reforzar su vínculo con su esposa, de vivir sus fantasías sin miedo ni culpa. Algunos lo hacen por elección, por un deseo personal de ver a su pareja disfrutando con otro hombre; otros, por razones fisiológicas o circunstancias de la vida. Pero en ambos casos, el respeto es clave.
No se trata de humillar ni de dominar. Se trata de comprender que este rol implica más que solo un acto físico. Es brindar una experiencia donde todos los involucrados se sientan cómodos, seguros y, sobre todo, satisfechos. Un buen corneador no es solo alguien con experiencia en la cama, sino alguien que sabe escuchar, adaptarse y hacer que la pareja disfrute sin sentirse juzgada.
Con solo un año en este camino, sé que aún tengo mucho por aprender. Pero si algo tengo claro que no trata solo de sexo, sino de confianza, respeto y de saber cumplir un papel sin romper la esencia de la pareja que confía en mí.
A los cornudos y hotwives que buscan un bull, mi consejo es simple: elijan con cuidado, hablen de sus límites y expectativas, y sobre todo, disfruten sin culpa. Al final, esto no es para todos, pero para quienes lo viven con respeto y madurez, puede ser una experiencia increíble.
Soy de Buenos Aires, Zona Sur 25 años dejo alguna fotito mia, y los videos al privado paso
Más Allá del Placer, el Respeto: Llevo un año explorando este mundo como corneador, y una de las primeras cosas que aprendí es que esta dinámica va mucho más allá del sexo. Al principio, pensé que se trataba solo de deseo y placer, pero con el tiempo entendí que es un juego de confianza, comunicación y respeto.
Ser un corneador no significa simplemente estar con una mujer mientras su esposo observa o participa de alguna manera. Es entender que, detrás de cada pareja, hay una historia, emociones y acuerdos. Cada relación tiene sus reglas, sus límites y sus expectativas, y es mi responsabilidad respetarlas y adaptarme a ellas.
He conocido cornudos que encuentran en esto una forma de reforzar su vínculo con su esposa, de vivir sus fantasías sin miedo ni culpa. Algunos lo hacen por elección, por un deseo personal de ver a su pareja disfrutando con otro hombre; otros, por razones fisiológicas o circunstancias de la vida. Pero en ambos casos, el respeto es clave.
No se trata de humillar ni de dominar. Se trata de comprender que este rol implica más que solo un acto físico. Es brindar una experiencia donde todos los involucrados se sientan cómodos, seguros y, sobre todo, satisfechos. Un buen corneador no es solo alguien con experiencia en la cama, sino alguien que sabe escuchar, adaptarse y hacer que la pareja disfrute sin sentirse juzgada.
Con solo un año en este camino, sé que aún tengo mucho por aprender. Pero si algo tengo claro que no trata solo de sexo, sino de confianza, respeto y de saber cumplir un papel sin romper la esencia de la pareja que confía en mí.
A los cornudos y hotwives que buscan un bull, mi consejo es simple: elijan con cuidado, hablen de sus límites y expectativas, y sobre todo, disfruten sin culpa. Al final, esto no es para todos, pero para quienes lo viven con respeto y madurez, puede ser una experiencia increíble.
Soy de Buenos Aires, Zona Sur 25 años dejo alguna fotito mia, y los videos al privado paso
2 comentarios - Mi experiencia Como bull o corneador