La obsesión por las tetas gordas han llevado a Will a pasar un tiempo en prisión... Pero la reinserción para Will es como la Wikipedia para los cuñados – Déjate de tonterías, eso es todo mentira!
Will sigue cultivando su enfermizo amor por los grandes senos haciendo dibujos y fantaseando a todas horas con mujeres y tetas... Un funcionario (posiblemente cuñado), asombrado por la creatividad del recluso, decidió hacerle un regalo a modo de terapia que me saco del forro porque soy yo muy listo – Está así porque no las tiene. Necesita unas buenas tetas. En cuanticoyquelastenga verás tú como se le quita el ansia.
Y si, Will esa noche durmió tranquilo y del tirón, pero al día siguiente le pidió al alcaide permiso para pintar en el muro del patio las tetas más enormes que jamás hubieran existido...
Moraleja: Las bestias, bestias son. Si las alimentas, lo único que consigues es que se hagan más grandes.
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2 comentarios - La obsesión no tiene reinserción.