Unas muy buenas vacaciones (Parte 2)

La fui llevando de la nuca hasta ponerla frente a frente con mi poronga.
La besó, fueron dos segundos de sus labios apoyados en la cabeza, pero les puedo asegurar que fue como un latigazo de placer. Debe haberse dado cuenta lo que me pasó porque me miró y se rió. Le dije que siguiera, pero me dijo que no, no se que excusa boluda me puso, pero a cambio me pajeó otra vez. Acabé, todo bien, pero quería que me la chupara. Le ofrecí quedarse, ya era la hora del desayuno, pero me dijo que no. Quedamos en vernos en la playa a la tarde.
Antes de dormirme, les juro que me pasó por la cabeza una y otra vez la imagen de su cabeza en mi entrepierna. Debo haber soñado con ella porque me desperté a eso de las tres de la tarde con la pija re dura.
Obviamente estaban todos esperando que les cuente de mi garche, pero les conté todo como pasó. Algunos me cargaron, pero les dije que por lo menos yo había estado con alguien y no como ellos que habían terminado la noche solos.
Así que les comenté lo de la playa y los pibes se engancharon, quizás tenían la esperanza de enganchar a alguna amiga, la cuestión es que me acompañaron.
Llegué y la vi, por Dios, estaba para recontrapartirle el alma a pijazos. Tenía una bikini negra que parecía pintada a mano.
Cuando me vio llegar vino corriendo, me abrazó y me besó tan cariñosamente que me dejó descolocado. Mis amigos se miraban y no lo podían creer. Si de noche era linda, de día estaba más buena que un feriado.
Obvio que pasamos toda la tarde transando, mis amigos se quedaron charlando con dos amigas de Mariana, Paula y Florencia la primera perra total y la segunda del montón, pero con unas tetas como para calmar el hambre en Etiopía.
Entre mate y mate fuimos entrando todos en confianza, las pibas eran de primera y si bien nosotros éramos bastantes boludones, nos adaptamos a las circunstancias como para no desentonar.
Las invitamos a hacer la previa del boliche a la noche a casa. Chupamos, pusimos música y a eso de la una y media de la mañana decidimos encarar para el boliche.
Me jugué la carta que tenía, me le acerqué a Mariana y por lo bajo le dije.
— Vamos con ellos o nos quedamos?
— Si querés nos quedamos— me contestó de una manera tan natural que me desconcertó. Me sentí Batistutta haciendo un gol de chilena en el Calcio por que no decirlo.
Nos quedamos solos, continué con la habitual rutina del Gancia con limón y la dejé poner música de nuevo, tal vez por cábala, me sorprendió con REM y empezamos con lo nuestro. De movida arrancó ganando, se sacó la remera y no tenía corpiño. Sus tetitas turgentes estaban ahí esperándome directamente la agarré de la mano y la llevé a la pieza del garche. La tiré en la cama y le saqué las bermudas, como en la noche anterior me dediqué a comerle la concha despacito, suave.
Ella estaba caliente así que lo que habían sido gemidos la noche anterior hoy eran gritos. acabó como la mejor. Me sacó el jean y empezó a pajearme yo ya no quería eso, quería que se la pusiera toda en la boca, le saqué la mano y la empecé a besarla por todas partes la tiré en la cama y empecé a besarle los pies, le pasaba la lengua entre sus deditos y era como si ella se derritiese, fui subiendo con la lengua por sus piernas flacas y largas hasta llegar a los muslos, jugué poco y nada en su concha y seguí subiendo, metí la lengua en el ombligo, llegué hasta sus tetas pasando, no tan disimuladamente mi pija por los pliegues de su vagina y sus pelitos, seguí subiendo y la besé, en el cuello, las orejas y la boca, ahora si disimuladamente fui subiendo tanto con mis piernas también, que mi pija quedó entre su tetas. Así que me la agarró y se la refregó por los pezones, debo admitir que la agarraba con cariño. Con su otra mano libre me agarró de la cola y me llevó hasta ella. La besó una, dos y tres veces antes de pasarle la lengua por primera vez, creo que me empezó a latir. De a poquito su labios hicieron desaparecer la cabeza, bastante hinchada ya, y la siguió besando con una naturalidad pasmosa. Empezó a pasar la lengua por el tronco y hasta por los huevos. Le levante la cabeza me acomodé y la besé. Me acosté yo y la dejé trabajar a ella. Me quedé mirando el espectáculo y vi como su pelo, dorado, enmarañado subía y bajaba por mi palo. Veía mi pija aparecer y desaparecer en su boca, lo de esta piba era chupar pijas sin duda, no se si me había mentido o no, la cuestión es que la mamaba como una profesional en la materia, tal vez habría visto películas porno y de ahí había sacado la experiencia, no se, la cuestión es que disfruté hasta que no di más, cuando estaba a punto de acabar le avisé, lo cortés no quita lo valiente, y así de la nada mi verga desapareció entera en su boca. Sentí que me iba la vida en esa acabada, la muy perra se la tragó toda, toda. Terminó y levantó la cara y me clavó esos ojos verdes, igualmente mi mirada más que en sus ojos se detuvo en la boca en la que había quedado un poco de semen asomando por la comisura de sus labios. No se si me enamoré de esa imagen, pero de vez en cuando, cuando debo hacer memoria emotiva para mis masturbaciones esa es una de mis imágenes de cabecera. Así que ahí estaba, había recibido una de las mejores mamadas de mi vida, una de esas mamadas difíciles de olvidar, como todo lo que pasó los días siguientes, pero eso es otra historia.

Continuará.

1 comentario - Unas muy buenas vacaciones (Parte 2)

sacrednano
A seguir con las historias, estan muy buenas chabon!!