Bonita/Imprudente #2

Resultó que el entusiasmo era probablemente lo que más excitaba a Gwen.

Ella comenzó a moler a Em Jay, fuerte y rápido, frotando su basura con el mismo entusiasmo con el que Em Jay se la había comido. Era el turno de Gwen de ponerse agresiva, de sacudir el mundo de Em Jay.

Se la folló como si no hubiera un mañana, porque a veces no lo había, y como si quisiera salir a lo grande. Besó la pierna de Em Jay, se agachó y jugó con sus tetas, apretándolas, pellizcando sus pezones, prometiendo probarlos mejor más tarde. Iba a tomar a Em Jay de todas las formas imaginables, probarla toda, memorizar cada centímetro de su cuerpo, catalogar cada gemido, gemido, suspiro, contoneo y sacudida.

No quería recompensar el mal comportamiento de Em Jay, no quería recompensar el truco que había hecho esta noche, pero ya era demasiado tarde para eso. Em Jay había sido demasiado ardiente y se había mostrado demasiado fuerte para intentar resistirse, así que Gwen se aseguraría de que Em Jay supiera que perseguirla era la mejor decisión que había tomado en su vida.

Resolverían qué comportamiento tenía y qué no reforzaba más tarde.

"¡Oh, joder, GWEN!" Em Jay gritó. “¡Oh, joder! ¡Oh, joder! ¡OH MIERDA!”

"¡Eso es todo!" gruñó Gwen. "¡Grita para mi! ¡Grita mi nombre, perra!

“¡GWEN TE AMO!” gritó Em Jay. “¡TE AMO JODIDAMENTE! ¡NO TE DETENGAS NUNCA!” ¡Oh, MIERDA, eso fue demasiado! Gwen aceleró, tratando de seguir adelante, pero las palabras de Em Jay resonaban (literalmente) en sus oídos, y esa confesión fue demasiado para ella.

"¡Yo también te amo!" ella lloró, corriéndose. La pierna de Em Jay temblaba y Gwen estaba encantada de saber que ella también se correría. Cabalgó sobre las olas, machacándolas en el coño de Em Jay antes de finalmente soltarla y estrellarse encima de ella. Em Jay la agarró por la boca y el beso resultante pasó de una pasión feroz y salvaje a una pasión que ardía lentamente.

A medida que bajaban, Em Jay se volvió más tierno, lo cual fue realmente muy agradable. Gwen ahora pudo disfrutar de la suavidad, la lenta caricia de sus manos, la sensación de sus curvas. Em Jay se apartó del beso y enterró su rostro en el cuello de Gwen.

"Estúpido", susurró.

"¿Qué?" preguntó Gwen.

"Yo... bueno... quiero decir, ¿lo dijiste en serio?" preguntó Em Jay. Gwen intentó mirarla, pero Em Jay se aferró a ella y se escondió en el hombro de Gwen. Asustado. Miedo de lo que Gwen podría decir a continuación.

A Gwen no le gustaba que Mary Jane tuviera miedo.

"Sí, lo dije en serio", dijo Gwen, abrazándola cerca, abrazándola con fuerza. Un pequeño grito ahogado, en realidad un sollozo, escapó de los labios de Em Jay. Apretó a Gwen y finalmente la miró.

María Jane Watson. Todo fuego, agallas y actitud. Vulnerable, por una vez. Y Gwen pensó que trepar por las paredes era una locura.

“Yo también lo dije en serio”, dijo Em Jay. “Lo sé… sé que a veces puedo ser un imbécil. Lo sé, pero... yo... lamento haberte hecho pensar que no podías decirme la verdad. Gwen le sonrió suavemente y le acarició la mejilla con el pulgar. Em Jay tembló un poco ante el toque y se inclinó hacia él como si lo estuviera deseando.

"Definitivamente puedes ser un idiota", dijo Gwen. “Pero esta vez, supongo, también lo siento. ¿Perdón por no haberte dado otra forma de tener esta... conversación?

“¿Fue esto una conversación?” preguntó Em Jay. "Pensé que esto era jodido".

"Em Jay..."

"Me sentí muchísimo como follar".

"Em Jay", suspiró Gwen. "Charla honesta. Puede que sea difícil estar juntos, ¿sabes? Ser la novia de Spider-Woman va a ser extraño”.

"¿Quién dijo que quiero ser tu novia?" preguntó Em Jay, con voz un poco altiva. Gwen sonrió. La chica no pudo evitarlo, tenía que ser maliciosa.

"Entonces esposa", dijo Gwen, y Em Jay retrocedió un poco, sorprendido.

"E-estaba bromeando", dijo, "demasiado rápido, demasiado pronto, yo-" Gwen la besó.

“Lo sé”, dijo Gwen, “sólo sé que a veces tengo que devolverte tu energía. Pero en serio. Real. Hablar. ¿Quieres estar juntos? Em Jay la miró larga y duramente.

“Tal vez”, dijo Em Jay. Luego miró hacia abajo. "Lo siento. No quiero estar por todos lados. Solo… muchos sentimientos. ¿Sabes? Y como… ahora me doy cuenta de que acabo de joder a mi compañero de banda, y qué significará eso en el futuro, y como si nos jodiera o… Gwen la atrapó con otro beso.

"¿Puedes relajarte durante unos cinco segundos?" preguntó Gwen. "Respira, hermosa". Em Jay sonrió y se movió un poco.

"Está bien, bueno, me gusta que me llames hermosa", dijo. "¿Prometes que no nos jodí?"

“Lo prometo”, dijo Gwen, “pero casi lo hiciste. No quiero mentirte, ¿vale? Ya no."

Se abrazaron, en silencio durante mucho tiempo, y Gwen supo que ambos tenían mucho en qué pensar. Pero Em Jay siguió acariciándola, se mantuvo acurrucada cerca, y eso se sintió especialmente bien en una noche fría como esta.

Em Jay se quedó dormido y Gwen la abrazó. Podrían arreglar las cosas mañana. Quizás todo estaría bien. Ella esperaba que así fuera.

Glory y Betty habían llegado a la práctica de la banda y Glory estaba revisando su teléfono. Gwen aún no estaba aquí, lo cual no fue una sorpresa. Pero Glory y Betty llegaron sólo unos minutos antes y tampoco había señales de Em Jay. Eso fue una sorpresa.

"¿Dónde diablos está ella?" preguntó gloria

"No lo sé", dijo Betty. “Aunque me sorprende que Gwen no esté aquí. Se fue temprano porque dijo que quería ayudar a Em Jay a prepararse”.

"¿Ella hizo?" preguntó Gloria. “Esa es la primera vez. Me pregunto si Em Jay amenazó con echarla de nuevo. Quiero decir que no lo hará, pero no sé si Gwen lo sabe.

Poco a poco, se dieron cuenta de un sonido, amortiguado fuera lo que fuese. Betty y Glory se miraron sin saber lo que estaban escuchando. Betty se dio cuenta de que venía de un armario y le indicó a Glory que la siguiera.

Se acercaron y se dieron cuenta de lo familiares que eran los sonidos.

De ninguna manera. Absolutamente no lo son. Glory tomó la manija y abrió la puerta.

Allí, en el armario del conserje, con las manos en las camisas y los pantalones del otro, estaban Em Jay y Gwen. Las dos chicas en el suelo miraron a las dos chicas de pie, nadie dijo nada, con un hilo de saliva que conectaba a la rubia y la pelirroja disminuyendo rápidamente. Se rompió, y también el silencio.

"No es lo que parece", dijo Gwen. "Puedo explicarlo."

"Ajá", dijo Glory, levantando una ceja. “¿Y qué aspecto tiene?”

"Parece que me estoy juntando con Em Jay para permanecer en la banda", dijo Gwen. Glory levantó su otra ceja. Vale, se veía así.

“¿Y qué es realmente?” preguntó Gloria.

"Estoy saliendo con ella porque me gusta y realmente quiero", dijo Gwen, "y porque ella dijo que sí a ser novias". Glory y Betty parpadearon.

“También llegó a tiempo hoy”, dijo Em Jay. “Entonces… ¿punto a su favor?” Glory simplemente chasqueó la lengua.

"Yo... mira, lo que sea", dijo. “¿Podemos empezar? Hablaremos después”.

De hecho, tuvieron una práctica bastante buena, casi una verdadera sesión improvisada. Em Jay parecía más feliz, Gwen definitivamente estaba más feliz. Glory y Betty estaban bien con todo.

Si esto es lo que hizo falta para que Gwen llegara a tiempo, lo aceptarían.