Viejos amigos

Hace muchos años aún en el colegio tenía una amiga que estaba pasada de buena, yo siempre fantaseaba con ella pero nunca tuve una oportunidad, luego nos graduamos y entramos a la universidad, cada quién en ciudades diferentes y por tal motivo nos distanciamos un poco, hasta que un día, mientras viajaba de regreso a casa se dio la bonita sorpresa que me le encontré de nuevo caminando por la calle, hablamos por 15 minutos e intercambiamos contactos.
Pasados unos días me animé a escribirle y empezamos a charlar, me comentó que le estaba yendo muy bien en sus estudios y que estaba feliz, antes de despedirnos le dije para quedar e ir a comer algo a lo que ella aceptó encantada.
Se llegó el día acordado, pasé a recogerla a su casa y vaya que quedé atónito. Llevaba un vestido rojo qué resaltaba su firme trasero y un muy lindo escote que dejaba apreciar aquellos grandes pechos. Llegamos al restaurante y durante toda la estancia yo no podía dejar de admirar y pensar en ese espectacular cuerpo, terminamos de comer y nos dirigimos de nuevo a su casa, llegamos y nos quedamos charlando un rato más en el coche, antes de entrar a su casa, se despidió con un beso en la mejilla.
Pasaron varias semanas en las cuáles seguimos hablando, hasta que un día ella me pidió si podía ir a su casa a ayudarles con unas cosas que debía reparar a lo que accedí en seguida. Tomé mi coche y luego de manejar por 1 hora llegué, toqué el timbre y ella salió a abrir y me llevé la sorpresa de mi vida.
Ella estaba vestida con un short que dejaba apreciar sus lindas piernas y aquel bello trasero y una camisa blanca casi transparente en la cuál se marcaban sus pezones, entré a su casa y empecé a ver cuál era el problema y estaba muchísimo más fácil de solucionar de lo que imaginé, por lo que tardé menos de lo previsto. Ella en señal de agradecimiento me abrazó dejándome sentir por primera vez esas enormes tetas y por consiguiente tuve una erección la cual creo ella notó porque se acercaba aún más y más, tomó mis manos las cuales estaban en su espalda y lentamente las fue desplazando hasta su trasero y me susurró al oído de una forma muy traviesa "crees que no he notado que no paras de verme con cara morbosa" lo cuál me tomó por sorpresa porque pensé que no lo había notado. Posteriormente, me besó en la boca, se alejó un poco de mí, se quitó la camisa y el short y yo quedé petrificado y alcancé a escuchar un "te gusta lo que ves", yo estaba tan impactado que no me salían palabras para responder.
Ella se acercó a mí, tomó mis manos y las dirigió hacia sus pechos los cuáles tomé con mucha fuerza y empecé a acariciarlos mientras ella desabrochaba mi pantalón y comenzaba a jugar con mi amigo que estaba pura roca. Solté sus pechos y procedí a llevármelos a la boca y empecé a succionar cuál bebé mientras con mis manos jugaba con su trasero, ella me dijo que nos fuéramos a la habitación para estar más cómodos a lo que yo respondí qué debíamos parar ya que eso era una locura y que no andaba ningún condón a lo que ella respondió qué eso no importaba, qué estaba planificando, una vez esas palabras llegaron a mis odios corrimos hacia la habitación en dónde ella se tumbó en la cama, abrió sus piernas y me dijo "ven acá" tenía la vagina rosita y depilada y empecé a hacerle un oral, ella gemia y se retorcía de placer y entre gemidos dijo que ya se la metiera, sus palabras me hicieron calentar más y se la metí con mucha fuerza y empecé a cogerla mientras chupaba sus grandes tetas y sus pezones duros. Duramos cogiendo toda la tarde y terminamos exhaustos, al punto que ella se quedó dormida sobre mi pecho.
Luego de descansar por unas horas salí de regreso hacía mi casa, no sin antes decirle que había estado espectacular, a lo que ella me dijo que ojalá y lo pudiéramos repetir pronto.

1 comentario - Viejos amigos