Ahí estábamos Lu y yo. Entre su calentura y mi habilidad oral estaba empezando a acabarme en la lengua. Sus gemidos, contracciones y temblores marcaban el inició del orgasmo. "uuuuummmmh, hiiiijo de puuuuuuta" me exclamó. La mujer más sensual que tuve en la cama había acabado. Me miraba incrédula de cómo un pendejo más de 10 años menor se había comido su conchita sin ningún tipo de pudor mientras yo me paraba, necesitaba estirar un poco las piernas. Nuestras miradas se cruzaron y ahí entendí que empezaba la madre de todas las batallas. Quería cogerla y que se vaya pensando en mí. Anhelé eso.
Me tiré sobre ella, tipo misionero a besarla. Rápidamente mi pijota estaba durísima y desde el fondo de mi alma mi calentura habló: "Vos querés que te llené toda de leche, Lu?". Entonces, respondió con total seguridad: "Mmmm, quiero todo de vos". Tuvimos un rapto de locura, la química y la física de la oficina llevó a qué no usemos preservativo, una locura. La cabezota de mi pija estaba MUY gorda y yo la quería hacer desear, jugaba entre sus labios vaginales, muy húmedos. Quería jugar. Era un puto monje tibetano. Quería meterle mis 22cms de pija y bañarla en leche. Pero les recuerdo, mi anhelo era otro. Por lo tanto, despacio iba metiendo mi verga en su conchita y ella iba gimiendo. Desde mi boca salió un "Ahhhhhh" eterno. Estaba todo adentro. "Qué piiiiiija, pendejo" me dijo. La paciencia la perdí, ya no pude aguantar. La saqué totalmente y la metí de una con vigor y velocidad. Empezamos un mete-saca violentisimo. Gemidos, gritos, puteadas y todo lo que se imaginen queda corto a lo que nos pasó. Mi leche se volvía a juntar.
Ella me dijo algo, sinceramente no entendía muy bien, sólo capte un "atrás". Sentía que mi pija y su conchita eran perfectas la una para el otro. Pero la di vuelta y vi un señor culo, lo deseo y lo acaricio. Ella me dice: "Pásame la pija, apoyamela". Había sólo una cosa que decir: "Qué buen culo, HDP". Tengo un problema, me puede chupar un culo así de hermoso. Obviamente, no pude con mi instinto. Lo empecé a chupar con mucho amor e iba alternando con su conchita (es mi pasión dar sexo oral). Sola ella me dice gimiendo, una voz que el solo recordarla me para la pija. "Cogemelo. Preñame la cola, HDP. Haceme el orto, HDP". Va a quedar en mi mente y en noches de calentura en soledad le dedicaré muchas pajas. Empecé a dilatarlo, cuando lo ví listo ataque.
Gemia como loca. Suavemente comencé a meterla. Ella respiraba fuerte y rápido. Aguantando. Seguía ingresando y tenía que hacer que se relaje. Crucé mi largo brazo entre su pierna derecha buscando su conchita y la estimule, se empezó a relajar. 3/4 estaban adentro, la agarré de la cabeza y la besé. Qué sexi tenerla así para mí. Sola empezó a moverse para atrás, me estaba cogiendo con su cola. Ella marcaba el ritmo. Yo obedecía. Sus gemidos eran intensos. Empezaba yo a moverme y ella a aceptar mi velocidad. Me estaba cogiendo a un mujer hermosa, la más sensual de mi vida. Mi cuerpo y mi cerebro no aguantaban más, empecé a sentir cómo venía el orgasmo y salí.
Ella sin entender porque me había parado me miró. La tomé de la mano y le dije : "Vení". Fuimos a la ducha, quería lavarme la pija y llenar esa conchita de leche. Ese iba a ser mi final. Fuimos, prendí la ducha. Nos metimos. Me la lave rapidísimo. La alce tipo koala, mi posición preferida. Agarré ese ojete majestuoso. No sé ni cómo la metí. Me fui contra la pared y empecé a darle con todo, mientras hacíamos algo que eran entre besos y lamidas. "Me vas a preñar, HDP" me dijo toda la caliente y descontrolada. "Te vas toda llena de leche, HDP. Por ser tan buena cogiendo". Nos dimos un beso hermoso, caliente. "Acabo" grité. "Lléname de leche, pendejo" me ordenó. Espasmos, lujuria y mi pija tirando leche por toda su concha. Casi me caigo del orgasmo. Electricidad por todo mi cuerpo, seguramente así debe sentirse una descarga de alta tensión, gente. El mejor orgasmo, una locura de leche. Los dos mirándonos. Para terminar, ojalá todos encuentren a su lu, para explorar un verdadero orgasmo. Dedicado a la más sensual mujer que me cruce...Lu, la consultora.
Me tiré sobre ella, tipo misionero a besarla. Rápidamente mi pijota estaba durísima y desde el fondo de mi alma mi calentura habló: "Vos querés que te llené toda de leche, Lu?". Entonces, respondió con total seguridad: "Mmmm, quiero todo de vos". Tuvimos un rapto de locura, la química y la física de la oficina llevó a qué no usemos preservativo, una locura. La cabezota de mi pija estaba MUY gorda y yo la quería hacer desear, jugaba entre sus labios vaginales, muy húmedos. Quería jugar. Era un puto monje tibetano. Quería meterle mis 22cms de pija y bañarla en leche. Pero les recuerdo, mi anhelo era otro. Por lo tanto, despacio iba metiendo mi verga en su conchita y ella iba gimiendo. Desde mi boca salió un "Ahhhhhh" eterno. Estaba todo adentro. "Qué piiiiiija, pendejo" me dijo. La paciencia la perdí, ya no pude aguantar. La saqué totalmente y la metí de una con vigor y velocidad. Empezamos un mete-saca violentisimo. Gemidos, gritos, puteadas y todo lo que se imaginen queda corto a lo que nos pasó. Mi leche se volvía a juntar.
Ella me dijo algo, sinceramente no entendía muy bien, sólo capte un "atrás". Sentía que mi pija y su conchita eran perfectas la una para el otro. Pero la di vuelta y vi un señor culo, lo deseo y lo acaricio. Ella me dice: "Pásame la pija, apoyamela". Había sólo una cosa que decir: "Qué buen culo, HDP". Tengo un problema, me puede chupar un culo así de hermoso. Obviamente, no pude con mi instinto. Lo empecé a chupar con mucho amor e iba alternando con su conchita (es mi pasión dar sexo oral). Sola ella me dice gimiendo, una voz que el solo recordarla me para la pija. "Cogemelo. Preñame la cola, HDP. Haceme el orto, HDP". Va a quedar en mi mente y en noches de calentura en soledad le dedicaré muchas pajas. Empecé a dilatarlo, cuando lo ví listo ataque.
Gemia como loca. Suavemente comencé a meterla. Ella respiraba fuerte y rápido. Aguantando. Seguía ingresando y tenía que hacer que se relaje. Crucé mi largo brazo entre su pierna derecha buscando su conchita y la estimule, se empezó a relajar. 3/4 estaban adentro, la agarré de la cabeza y la besé. Qué sexi tenerla así para mí. Sola empezó a moverse para atrás, me estaba cogiendo con su cola. Ella marcaba el ritmo. Yo obedecía. Sus gemidos eran intensos. Empezaba yo a moverme y ella a aceptar mi velocidad. Me estaba cogiendo a un mujer hermosa, la más sensual de mi vida. Mi cuerpo y mi cerebro no aguantaban más, empecé a sentir cómo venía el orgasmo y salí.
Ella sin entender porque me había parado me miró. La tomé de la mano y le dije : "Vení". Fuimos a la ducha, quería lavarme la pija y llenar esa conchita de leche. Ese iba a ser mi final. Fuimos, prendí la ducha. Nos metimos. Me la lave rapidísimo. La alce tipo koala, mi posición preferida. Agarré ese ojete majestuoso. No sé ni cómo la metí. Me fui contra la pared y empecé a darle con todo, mientras hacíamos algo que eran entre besos y lamidas. "Me vas a preñar, HDP" me dijo toda la caliente y descontrolada. "Te vas toda llena de leche, HDP. Por ser tan buena cogiendo". Nos dimos un beso hermoso, caliente. "Acabo" grité. "Lléname de leche, pendejo" me ordenó. Espasmos, lujuria y mi pija tirando leche por toda su concha. Casi me caigo del orgasmo. Electricidad por todo mi cuerpo, seguramente así debe sentirse una descarga de alta tensión, gente. El mejor orgasmo, una locura de leche. Los dos mirándonos. Para terminar, ojalá todos encuentren a su lu, para explorar un verdadero orgasmo. Dedicado a la más sensual mujer que me cruce...Lu, la consultora.
3 comentarios - Lu, la consultora. Final