Los peores amantes: Capítulo VI

Capítulo VI: Las cosas se van saliendo un poco de control
 
- Federico te voy a matar!!! –se escuchó que gritó desde el baño ni bien cerró la puerta.
- Que paso? Que hice ahora? –pregunte aunque no sorprendido.
- Veni a ver cómo me dejaste el culo todo colorado! –era evidente que se vio al espejo y noto las marcas de mis manos.
 
Yo me empecé a reír mucho, ella me escucho y abrió la puerta como enfurecida, su cara más allá que simulaba ser de enojo y reproche, escondía una verdad muy distinta.
 
- Que pasa? Porque me miras así? –le pregunte aún entre risas.
- Vos te das cuenta lo que me hiciste? –empezó a acercarse a la cama– Como queres que vuelva a mi casa así? –se arrodillo al costado mío simulando estar enojada.
- Vos decís que no se te van estas marquitas hasta que nos vayamos?
- Y qué sé yo si se van o no! Mira lo colorado que tengo! –y se giró para que visualice la redondez de esa manzana perfecta y que ahora si podíamos decir que era colorada.
 
Le dije que con la luz tenue como estaba no veía si tenía colorado, ella se inclinó hacia adelante para aumentar la luz para que vea dejándome ese culo totalmente expuesto y sin que se lo espere.
 
Plafffffffff!!!
 
Sonó bien fuerte que hasta mi mano me pico.
 
- Ayyyy no podes ser tan hijo de puta!!! Ese me va a dejar más marca todavía!!! –me dijo ahora sí más enojada pero tampoco ese enojo real, se volteó contra mí y su mano agarró rápido mi pija que reposaba tranquilamente haciéndome sobresaltar.
- Anda a bañarte putita si queres pija! –le dije aunque fui muy incrédulo.
- Que quiero pija? No mi amor, si yo me voy marcada vos también te vas marcado de alguna manera –dijo y comenzó a apretar de mi verga y mis huevos.
- Epaaa que hasta ahí está bien jaja –quise decir entre risas y un poco de dolor.
- Ahhh si? Tan poquito te la bancas? Que pasa, mucho macho cuando me tenes en cuatro y me marcas el culo pero te agarro un poco de los huevos y lloras? –ella ya se estaba riendo y sus manos pasaron a ser más unas caricias fuertes que una tortura.
- Vos apreta, pero si quedan doloridos quizás no puedas tener el segundo que tanto estas queriendo… Vos elegí…
- O puedo tener el segundo y después aplastarte los huevos para que vayas a tu casa y no te puedas enderezar del dolor y no se te pare más la pija… –no sabía bien como vengarse, esa era la realidad.
- Podes, es una posibilidad, pero porque mejor no nos vamos a bañar así no perdemos tiempo y después pensas mejor más relajada.
 
Se levantó pero esta vez se aseguró de no darme la espalda, camino casi de espaldas hasta el baño y abrió la ducha. En general siempre cerraba la puerta, por lo que aproveche la ocasión y sin dudarlo ingrese al baño con ella. Quede bastante sorprendido, ahora con la típica luz de baño se podía ver bien como tenía el culo y era una superposición de dedos y manos mezcladas todas en color colorado y evidenciaba a aquel que lo viera, que esa esposa infiel había tenido un lindo y merecido castigo.
 
- De que te reís!!!?? –lanzó sabiendo la respuesta.
- No dije nada! No dije nada! En serio! Estoy serio! Mira mi cara, serio sin hablar ni reirme! –me seguía mirando con ceño fruncido y ojos entrecerrados y amenazantes.
- Te voy a matar, ya vas a ver… Más te vale que si te voy a tocar el timbre para que me hagas lugar en la cama me abras, yo si me echan de mi casa en la calle no me quedo! –esa frase no hizo más que hacerme largar la carcajada que también la contagió a ella.
 
Me acerque a la ducha y a agarre por detrás, ella bajo la lluvia de agua se dejaba hacer a mi antojo. El agua le pegaba desde el cuello cayendo por sus pechos y abdomen, mis manos empezaron a amasar sus tetas mientras le besaba el cuello. La temperatura de ambos iba en aumento y mi verga comenzaba a tomar rigidez apoyada sobre la raja de su culo. Un leve balanceo acompañaba el ritmo de esas caricias, nuestras bocas se unían de costado y una de mis manos bajo por su abdomen hasta dar con su conchita.
 
Ella estiró su mano por detrás para agarrarme la pija y comenzar una linda paja y al mismo tiempo sus piernas hacían unas muy cortas, casi imperceptibles flexiones al mismo ritmo para que frote su conchita al mismo tiempo. Así como estaba la apoye contra los fríos cerámicos de la ducha, ella instintivamente saco y paro la cola para darle vía libre a una cogida intensa pero no brutal. El agua hacía su efecto sonoro, característico cuando nuestros cuerpos chocaban, y que indefectiblemente me hizo pensar que si ese culo estaba así dándole en seco, lo bien que sonaría mojado.
 
Plafffffffff…. Le di a mano abierta y retumbó fuerte en el baño.
 
- Ayyyyyyy nooooooo otra vez!!!! Ese fue muy fuerte!!! –dijo intentando correrse pero no la deje agarrando fuerte de su cintura y dándole un penetración totalmente profunda y fuerte.
- Porque me haces así? Ya me diste mucho! –pero su cuerpo inevitablemente se dejaba caer más sobre mí para sentirla más.
- Porque por más que te quejes sé que te gusta putita…
- Si… ahhh… me gusta… –decía algo entrecortado por la cogida– pero no sé cómo voy a llegar a mi casa con el culo así.
- Mejor, mostrale a ese cornudo que sos la puta de otro… Por descuidado.
- Ahhh siiii… cógeme! Fede… Dale… –ya visiblemente caliente decidí cortarle la cogida y salí abruptamente extendiendo un brazo y dejándola apoyada sobre los cerámicos.
- Porque saliste! Ponemela! –miraba para atrás como no entendiendo que pasaba hasta que se dio cuenta.
 
Plaffffff!!! Pero me asegure de que no sea tan fuerte como los anteriores.
 
- Ahhhh te gusta mi culo? Estas obsesionado!
- Demasiado, me parece que está pidiendo pija ya…
- Nooooo… no pidió nada… –comenzaba a reír sabiendo que yo quería algo en concreto.
 
La aparte por completo y completamos la ducha, era buen momento para hacer un breve descanso y bajar la calentura. Mientras terminábamos y nos secábamos un poco, seguimos con algunas insinuaciones, chistes, todo en relación al sexo hasta que volvimos a la cama. Yo estaba con muchas ganas de chuparle el culo, dedicarme exclusivamente a él, sea o no sea que luego me lo vaya a entregar. La verdad que todo se dio perfecto, le sonó el teléfono y ella se estiro de una punta a la otra de la cama boca abajo para agarrarlo y yo bien rápido me senté sobre sus piernas, miró rápido para atrás.
- Dejame salir que es mi marido así voy a hablar al baño –me pidió queriendo levantarse.
- Atendelo si queres, pero te quedas acá –mis manos se apoyaron firmes a cada lado de su cola, yo me eche un poco atrás quedando sentado casi en sus tobillos al tiempo que le abría la cola para dejar el asterisco al descubierto.
 
Ella no tuvo más remedio que atender, mi morbo fue en aumento y sin perder un segundo me tire de cabeza a lamerle el culo, puede estar mal, pero es innegable que una situación así es por demás excitante… lamerle el culo a la putita mientras habla por teléfono con el cornudo… El que lo niega sabe que miente.
 
Mientras hablaba se la notaba un poco confundida, estaba en ese punto medio de querer hablar, decir, y responder pero la estimulación que le daba en el culo no la dejaba concentrase y por momentos se cortaba o equivocaba. Para agregarle un poco más de condimentos a su confusión le metí un dedo en la concha sin dejar en ningún momento de estimularle el esfínter.
 
Ella sentía eso y arqueaba la espalda, con una mano sostenía el teléfono y con la otra intentaba inútilmente quitar mi cabeza de su orto, incluso me agarró del pelo para asegurar sacarme, pero no sabía que yo estaba totalmente decidido a seguir y que ni el mayor tirón de pelos me iba a hacer abandonar esa tarea. Cerró los ojos para concentrarse y tapo su boca ante la posibilidad de que se le escape algún gemido o sonido que la delate.
 
Ella se rindió, tomo aire de forma profunda pero silenciosamente para que el cornudo no pueda escuchar y largo una frase continua casi sin cortes para poder zafar de la charla.
 
- Si, ahora estoy complicada, tengo que terminar el informe para el gerente, mejor lo seguimos por mensaje así no me escuchan que estoy hablando por teléfono. Te hablo por WhatsApp y seguimos –le dijo casi en continuado y sin respirar, cerrando con un muy bajo y cerrado “yo también” que era evidente que quiso ocultar, no sé si por mí para que no me sienta mal o por culpa a responder un “te amo”, o un “te quiero” teniendo un tipo chupándole el culo en ese momento. Pero no fue algo que me inquiete en absoluto.
 
Enseguida corto, libero su mano de mi cabeza, sus codos al fin pudieron descansar del apoyo y se dejó caer por completo en el colchón, con su celular por delante y recuperando el aliento luego de una frase larga, sabiendo igual que debía seguir con mensajes se tomó un minuto para gozar de ese momento.
 
- Mmmm… Que lindos besos que me estás dando… –decía de manera dulce, relajada.
- Te los aguantaste casi todos mientras hablabas, te cortaste un poco pero disimulaste bien –quería pincharla por ese lado, morbosear un poquito sobre nuestra situación. Mientras hablaba no deje de jugar con sus agujeros, su concha como siempre empapada seguía atendida y un dedo empezó a clavarse en el culo bien lubricado.
- Si, pero me corte bastante cuando me metiste el dedo, eso al mismo tiempo que me chupas el culo hiciste que me dé tremendo escalofrío y se me pusieron los pelos de punta!
- Que pelos? Acá en este culito no veo ni un solo pelito, está bien suavecito… –sin sacar mi dedo le lamí toda la circunferencia arrugada babeando aún más la zona.
- Mmmm… me gusta… –llego a decir
- Al que no le va a gustar mucho es a tu marido… en su puta vida se imaginaría que mientras hablabas con él había un tipo metiéndote la lengua en el culo… –dije apenas separándome un poco de ese asterisco.
- Ya te va a tocar a vos estar en mi lugar… Mmmmm… Seguí… –decía mientras quería seguir hablando– Cuando tengas que atender a la cornuda de tu mujer, te voy a agarrar la verga y te voy a dar la mamada de tu vida, a ver si podes hablar, si podes responder sin equivocarte…
- Jajajaja –reí raramente porque estaba con mi lengua afuera chupándole el culo.
- Vos reíte… Todo llega… Seguí… No pares –apenas termino de decir eso levanto un poco la cola para que pueda acceder mejor.
 
Agarro su celular para continuar con lo que estaba pendiente, yo aproveche agarré una almohada y la ubique debajo de su cintura para que no tenga que ella hacer el trabajo de sostenerse. Me separe un poco y vi como ella estaba algo molesta por tener que estar escribiendo en lugar de poder disfrutar únicamente, pero no tenía opción. Yo aprecié esa vista del culo muy sensualmente levantado, abierto, la forma de su cintura y el arqueo de su espalda, sus tatuajes en el omoplato que iban desapareciendo para pasar al frente. Literalmente era hermosa desde cualquier ángulo.
 
- Decile que te están preparando el culito, que ahora no te moleste, que no interrumpa.
- Jajaja sos malo!! Te gusta emputecer a la esposa de otro??
- Mucho, más con semejante culo que tiene la esposa –deje de hablar y me dedique a chupar nuevamente ese culo e intensifique el ritmo de mis dedos en su concha.
 
Ella siguió chateando con el marido, yo después de quitar el dedo del culo empecé a cogérselo con la lengua. Era exquisito, sentía su sabor y el aroma y por dentro mío decía “pensar que hay tipos que no les gusta chupar un culo… como puede ser”, aunque claro, no todos los culos saben igual de ricos. Bea hacía cortos movimientos que acompañaban la chupada, forzaba en cierta manera la penetración de la lengua, cada milímetro que podía ganar dentro de ella lo festejaba con un leve pero concreto gemido.
 
- Ah… Mmmm… –y empujaba su culito– Ah… Ah… –seguía largando y aprobando mi trabajo.
 
Dejo el celular a un costado, ya fastidiada de tener que atender una situación que la sacaba un poco del disfrute. Volvió a cruzar su brazo por su espalda para tomarme de los pelos y presionar lo que podía mi cabeza para que quede bien apretada en ese asterisco. Cambié los dos dedos que tenía en su concha por mi pulgar para poder estimular por dentro y que la palma de mi mano quede entre el colchón y su clítoris, esto provocó una buena contracción que mi lengua sintió y rápidamente sin soltar mi cabeza su otro brazo lo estiro para abrirse la cola ella misma. Los movimientos de vaivén se intensificaron, era notable lo que se avecinaba.
 
- Seguí así… Sentís como me haces mojar? –aunque con algo de dificultad lograba decir.
 
Yo no salí ni iba a salir de ahí para decir algo, estaba absorto disfrutando de ese culo, saboreándolo por dentro con mi lengua, era un manjar realmente.
 
- Ayyy Fede… Ayyy… Mmmm… –presionaba cada vez más mi cabeza– No pares… Me vengo…
- Ahhhh! Aaaaahhhh… Ayyyy sí! Así… Acabo.... –dijo en tono muy bajo, casi susurrando.
- Mmmmmmmmmm!!! Ayyy que lindo!!! Aaaaaaaaaaaahhhhhhhhhh! –ahora si sus gemidos subieron de volumen y el movimiento de su culo de abajo hacia arriba se hacía más notorio, más violento.
- Ayyy la puta madre Fede! Cogéme! –casi que me gritó.
 
Yo no le hice caso, deje que se le terminen de aflojar las piernas y que su cola quede más relajada, ya sin tensión alguna, quería que terminase de liberar todo el orgasmo sin interrupción por más que ella pidiera que la coja. Ni bien terminé de notar esto, y al haber quedados cruzados en la cama cuando ella se estiro al principio al agarrar su celular, baje rápidamente de la cama, me fui sobre el lateral quedando justo frente a su cabeza que se encontraba totalmente hundida en el colchón intentando normalizar la respiración agitada, la tome de los pelos levantando su cabeza y sin mediar palabra alguna le enterré la pija ya con bastante preseminal en la boca, sin freno, directo al fondo, tal así que le provocó una arcada pero que aguanto sin problemas y hasta con una sonrisa…
 
Se la saque un momento, ella aún respiraba agitada por el orgasmo que recién había tenido y por la atragantada de pija que le provoqué. Sin soltarla siquiera se la volví a enterrar en la boca, ella me miraba, me desafiaba. Se quedó así un momento hasta que le solté los pelos y de inmediato ella empezó un cabeceo constante, a buen ritmo y hasta el fondo. Dejo caer un buen hilo de baba sobre mi pija y continuó con la mamada. Sus manos fueron a parar sobre mis huevos y el tronco, acompañando todos los movimientos de su cabeza.
 
Por momentos se la sacaba de la boca, la besaba por los lados, jugaba con su lengua sobre el glande, volvía a comerla. Nunca repetía el mismo orden, jugaba y sonreía constantemente. De no habérmela chupado nunca, la verdad que mi morocha estaba haciendo valer el tiempo que espere por esto. Así recostada como estaba lleve una mano a su cola, quise seguir jugando con su culo y metí el dedo, comprobé que aún seguía dilatado.
 
- Ahhh… ese dedo… Sigue jugando… –dijo sacándose la pija de la boca para luego engullirla nuevamente.
- Y ese culo sigue queriendo pija –le dije yo dejándole en claro lo que quería.
- Puede ser… Ya veremos… –jugaba, me tentaba.
 
Rápidamente se arrodilló en la cama, me tomo de un brazo y me tiró para que quede recostado boca arriba, no me dio mucho tiempo a nada, le dio un par de chupadas más a mi verga que estaba totalmente hinchada y siguió con un par de atragantadas, le gustaba eso. Se subió arriba mío dándome la espalda y se inclinó hacia adelante para dejar expuesto todo ese majestuoso ojete que daba muestras del cariño que había estado recibiendo hace apenas unos minutos atrás…
 
Empezó con un movimiento pélvico, adelante y atrás, su cola se abría y se cerraba ante mis ojos, su mano busco su conchita y mis huevos para acariciarlos y frotar al unísono, y su otra mano tomo la tarea de abrir una de sus nalgas para que yo pueda observar como contraía y se abría su ano sin ninguna distracción. No tardo en recibir mi pulgar, empecé a clavárselo primero un poco con algunos movimientos y luego enterré más hasta desaparecer todo el dedo completo y mi mano fue el tope que obligadamente encontré.
 
- Me estás cogiendo con el dedo Fede… Sos malo… Eso no se hace…
- Te dije que era obvio que este culito quería pija… –plaffff!!! Le di un chirlo no tan extremo.
- Ayyy… Vos decís que te aguantas este culito o es mucho para vos? –le encantaba provocar, cada vez más.
- Ahora lo vas a poder comprobar putita…
 
La hice dar vuelta sin sacarle la pija, ella giró delicadamente mientras ese giro provocaba todo tipo de sensación en ambos, incluso cuando estaba a mitad de camino se frenó y dio un par de sentones para sentirla de esa manera.
 
- Que lindo se siente así… Me gusta que me la pongas de todas las maneras… –y luego siguió girando hasta estar frente a mí.
 
Se inclinó a besarme y así con un largo y muy húmedo beso nos mantuvimos un rato mientras ella me cabalgaba. Yo no dude en volver a llevar mis dedos a su culo, esta vez con dos dedos comencé a darle una cogida en el culo mientras sentía como mi pija también avanzaba. Ella gimió fuerte dentro de mi boca, su concha largo jugo instantáneamente. Le estaba haciendo una doble penetración con pija y dedos y eso le gusto.
 
Se puso recta y llevo sus piernas adelante para apoyar los pies de lleno en el colchón, yo aproveche a masajearle las tetas que estaban duras de tan caliente que se pusieron. Su brazo izquierdo fue hacia atrás a hacer de apoyo y ella comenzó a levantarse sobre sus pies y caer sobre mi pija más violentamente. Su otra mano empezó otra vez más a acariciar su clítoris y concha, se estaba masturbando, juntaba de su miel y estiraba su mano a mi boca dándome a probar, la cual yo recibía muy felizmente y le daba claras señales de agradecimiento. Cada tanto que me daba de tomar a mí, ella también se llevaba sus jugos a su boca, lo disfrutaba y me mostraba. Yo ya no daba más, cómo podía aguantaba no acabar, pero ya no lo podía retener mucho más.
 
Se levantó un poco más de lo normal y con la mano que se masturbaba acarició mi pija, la tomo fuertemente del tronco y empezó a frotar la cabeza contra su clítoris, recorría todo el tronco para subir nuevamente hasta que el glande quedo justo en la entrada de su cola. Me miro con la mejor cara de puta que me puso hasta el momento y su característica mueca de mejilla y bajo un poquito ejerciendo presión, y rápidamente se levantó… Estaba decidida a hacerme desear, quería volverme loco.
 
- Sentate putita, un poco más… –cuando le dije esto su cara mostró al mismísimo diablo.
- Como queres que me siente? Así? –movimiento rápido a su concha y se sentó de un solo envión… Yo sonreí por hacerme eso a propósito. Mis manos que estaban por debajo de su cintura casi en su cola, la levantaron.
- No me hagas desear… Mira que me pongo violento y te voy a romper el culo aunque no quieras –la verdad que la calentura que me estaba generando su juego más todo el tiempo que hacía que estábamos cogiendo, mi leche ya quería salir, pero quería intentar cogerle el culo y trataba de aguantar.
- Vos queres romper este culito sin permiso? No se hace eso… Sino después no va a querer que lo toques más –me decía haciéndose la bebota inocente.
- No, quiero que vos solita te lo rompas, que me muestres como te lo haces solita –en serio estaba sacado, no aguantaba.
 
Ella volvió a moverse con mi pija en la concha, suave, hasta que vuelve a levantarse y otra vez con su mano golpeó mi verga en la entrada de su concha, luego se posiciona un poco más y vuelve a hacer presión contra su culo. Yo miraba atento y conteniendo la acabada, intentaba pensar en otra cosa a ver si de esa manera podía aguantar un poco más, pero esa vista, esa situación, era imposible desatenderme.
 
- Así Bea… Sentate un poco más, hacela entrar… –le decía pero ya no podía pronunciar palabra, todo hacía que se acelere más mi acabada.
- Aahhhh… Que pija dura que tenes… Está ideal para culearme… –era una provocadora nata, sabía lo que hacía y sabía que decir en cada momento.
- Un poco más, métete un poquito la cabeza… –le dije, haciendo todo el esfuerzo y veía como ese culito se iba comiendo el glande– Mmmm… que hermoso culo que tenes hija de puta… No aguanto más…
 
Ya no pude, era imposible, sabrán entender que entre tanto coger y encima tener este momento, ya no podía controlarlo. Necesitaba acabar. Quise entrar un poco más, para que al menos entre toda la cabeza para dejarle la leche adentro, haciendo un poco de fuerza desde su cintura obligándola a bajar más y subir un poco con la verga, pero muy hábilmente ella supo contener todos mis intentos, no pude entrar ni un milímetro más de lo que ella quería o me permitía.
 
- No seas hija de puta, dejame al menos meterte la cabeza que acabo, dale… –prácticamente le suplique!
 
Como hacía un momento, llevo mi pija hasta su concha para dar una sentada violenta que sentí como la cabeza toco fondo, le dio unos sentones rápidos y bien fuertes para que yo pueda sentirla.
 
- Salí que acabo Bea!!! –decía yo casi gritando, me llevo al límite, pero ella no salía.
- Salí hermosa! O queres que te llene de leche? –si vieran la mirada desencajada de ella, sabiendo lo que estaba provocando, sabía cómo llevarme al extremo– Le queres llevar un pibe de otro a tu marido? –eso la termino de provocar… Se puso más violenta y agresiva, sus saltos eran más largos y caía con más fuerza sobre mí.
 
- Te acabo putita, toma la leche –le anuncié.
 
La muy conchuda salió de golpe y me dejó solo, en solo fracción de segundos pensé “hija de puta, no me podes hacer esto ahora”. Pero si bien pareció mucho, fue todo tan rápido que ella se echó para atrás, quedando entre mis piernas, tomo mi verga con sus dos manos y se agacho a comerla entera sin siquiera reparar en que se aproximaba el lechazo.
 
Su mano en la base de mi tronco pajeaba con el mismo movimiento que su cabeza. Su lengua dentro era una serpiente que enroscaba todo lo que recorría. Y su otra mano fue a parar a mis huevos que le daba una presión justa que me hacía sentir pero que no llegaba a doler. Yo no iba a perder más tiempo, tampoco podía. Era el momento.
 
- Dame la leche Fede –dijo mientras escupió una gran cantidad de saliva en la mano dedicada a mis huevos y fue el punto de quiebre.
- Ahhhh toma! Tomatela toda putita! Como me pones –no termine de decir eso que la muy hija de puta mientras apretaba mis huevos, aprovecho para meterme apenas un dedo en el culo y presionó, así supe porque se había escupido la mano segundos atrás, cosa que me hizo explotar inmediatamente.
- Uuhhhh… Toma… Seguí hermosa!! Toma la lechita… –Ni siquiera podía entender todas las emociones que me pasaban por la cabeza, fue mucho y de golpe.
- Ahhgggggg… Mmmmmm…. –mascullaba ella con la verga adentro recibiendo los lechazos en su garganta prácticamente.
- No podes chuparme la pija de esta manera… –yo sentía que aún estaba acabando, no sé si era así o no, pero sentía que seguía saliendo leche y mis piernas se ponían cada vez más rígidas.
 
Ella seguía con el sube y baja de su cabeza, su dedo no aflojaba con mi culo y su mirada empezó a levantarse para hacer contacto con la mía. Quería ver mi disfrute, quería ver mis gestos y mi reacción a cada movimiento que hacía con su lengua y con su boca.
 
- Que boca que tenes… –miraba y le decía.
- Ahhhaaaa? –intentaba preguntar con la boca llena, nos entendíamos perfectamente por más que no diga las palabras.
- Si mi vida… que buena chupada de pija que me diste… y con ese dedo que querías? Era venganza?
- Mmmm… jijiji –seguía sin poder hablar pero su sonrisa y balbuceo era más que claro…
 
De a poco sin soltar ni quitarse la pija de la boca, se termina de recostar por completo en la cama estirando sus piernas, quedando con su cara mucho más a la vista de mis ojos y empezó a jugar con la pija. Bajo un poco más hasta tenerla toda dentro y empezó a subir. Nunca dejo de tener contacto visual conmigo.
 
Cuando estaba llegando a la cabeza hace un movimiento sutil, nada burdo de película porno, que sin dejar caer una gota, mostraba como tenía la boca llena de leche, y sin perder tiempo volvió a tragarse la pija, su lengua seguía jugando, hasta nuevamente salir pero esta vez cerrando sus labios en posición de beso sobre el glande. Sin siquiera pestañar y haciendo un gesto claro, como diciendo “mira bien lo que hago”, empieza a tragar todo lo que le había descargado. Una tragada, beso a la pija, salió. Otra tragada, beso pero metiéndose toda la cabeza y sale. Unos claros movimientos con su lengua dentro de su boca, evidenciaban que buscaba los últimos rastros. Una última tragada, corta pero notoria, demuestran que no dejo nada por tomar. Con un muy leve gesto de simulación como cuando uno toma algo fresco y hace el clásico “ahhhhhh” al finalizar el trago de Coca Cola, prosigue.
 
- Mmmmm… Que rico resultaste ser… –casi que acabo otra vez cuando me dice así.
- Te gusta? Mirá que hay cuando quieras.
- Si? Vos me vas a dar de tomar la mema cuando yo quiera? –me beboteaba
 
Empezó a pasarle la lengua a la pija por todos lados, recorría el tronco, iba a la cabeza, intentaba acogotármela para que salgan las últimas gotitas rezagadas y las juntaba con la punta de la lengua.
 
- Te gusto? –pregunta innecesaria ya que sabía la respuesta, pero ella quería y necesitaba escucharlo de mí.
- Me volaste la cabeza, me encanta como la chupas, y más como disfrutas de hacer esto.
- Si? Me porte bien? Fui buena putita entonces? –me hablaba con voz de nena inocente mientras seguía pajeando una pija que ya estaba casi perdiendo toda la erección.
- Si seguís así la vas a despertar de nuevo… –le anuncié.
- Mmmmm… que ganas… pero nos tenemos que ir… –me bajoneo un poco el comentario pero no iba a durar mucho, una convulsión provocada por su masaje provocó que saliera una buena gota más de leche– Uyyyy… Me estás regalando un último premio? Se ve que le guste mucho!! –dice sonriendo enérgicamente.
 
Su lengua paso lento por la cabeza para juntar –lo que ya estaba seguro– el último resto, se levantó y paso casi arrastrando todo su cuerpo contra el mío para sentir todo el roce de piel con piel, sus tetas pasaron por sobre la pija y casi con un salto hacia mi cara me encajo un beso cargado de lujuria y sabor a sexo, concha y leche. Como siempre, ella quería compartir, necesitaba compartir.
 
Tengo que volver a repetir, el tiempo que estuve esperando por una chupada de pija, lo valió. Claramente el jugar sus cartas de a poco lo hacía a propósito, no por timidez, no porque no había confianza ni por merecer o no merecer… era para sorprender y porque sabía el efecto que esto iba a tener al momento de mostrar cada carta.

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