Delante de todos

Cuando Alex dejo de chupármela y se paró puse sentir lo chorreada que estaba, me había vuelto loca con la legua metida en mi vagina, estaba muy caliente, tanto que los pezones se me habían puesto duros y no tenía sostén, pues el escote que elegí era bien pronunciado.
Así como me dejó, con la tanga rosada corrida, las tetas duras y la vagina mojada, llena de mis fluidos, se dispuso a hacer café. Ya había lavado todo yo, pero su sexo oral me hizo olvidarme incluso de eso, cuando atiné a acomodarme la ropa, puso su mano en mi culo, me apretó con fuerza la nalga derecha y me susurro - déjatelo así, me encanta lo mojada que estás, déjame seguir viendo ese culito pálido y rico.
Me latía el clítoris, podía sentir como me mojaba más y más, tenía muchas ganas de que me cogiera duro, en voz alta dije -voy a buscar las tazas de café que nunca usas!- y me perdí bajo la isla de granito, lo agarre del pantalón y lo estire junto a mi cara, el bulto de su verga dura se podía ver intentando salir de esos jeans negros que usaba, baje su cierre y saque su verga afuera, y lo mire a los ojos estaba estupefacto; casi tanto como yo cuando agarre su pene con la mano y me lo lleve a la boca, suave, grueso, venoso, de unos 18cm, caliente y lo sentía latir como si creciera más dentro de mi boca húmeda de saliva y sus fluidos, comencé a chuparle la punta, jugando con mi lengua al rededor del escroto, mientras con una mano le masturbaba su tronco grueso y con la otra le acariciaba los huevos.
Me comía su verga como si de eso dependiera mi vida y podía ver de a ratos lo caliente que estaba, como le encantaba que me lo metiera casi todo en la boca y lo chupara, estaba tan caliente que me carro de mi largo pelo rubio y empezó a cogerme la boca, y yo como desesperada me tragaba su verga, se movía tan rápido y yo me atragantaba con todo su palo adentro, le encantaba que lo mire, cuando lo hacía sacaba su pene de mi boca y lo agitaba contra mi cara, yo abría la boca desesperada como un bebé que quiere su mamadera. Le chupe la verga hasta que me acabó, un poco en la cara y un bicho en la boca, lo mire y me traje toda su leche.
Los chicos en el living se habían dispuesto a jugar a la play, el único que cada tanto miraba que hacíamos era Daniel, pero nadie más. Me incorporé dando la espalda a los demás, mi cara denotaría lo que estuve haciendo, espera 1 minuto mirando a Alex a los ojos mientras tenía su verga en mis manos todavía jalándosela. Dije en voz alto "voy al baño, es una situación urgente" a modo de chiste y desde la sala alguno rieron, Alex acomodándose la ropa dijo ya está el café, sírvanlo que le tengo que buscar el papel por qué no repuse y fue atrás mío.
Cuando entro al baño, yo estaba sobre la mesa del lavatorio con las piernas abiertas para él, "chúpamela" le pedí. Y sonriendo cerró la puerta y se comió mi vagina rosadita, mojada de las ganas de que me coja, se incorporó y me dijo mientras me metía 2 dedos que la tenía riquísima, y que le encantó como se la chupe, entonces se volvió un diálogo sucio y caliente dónde yo le decía cosas como " méteme la verga en la conchita, está conchita es tuya papi, ay si, así chúpame las tetas bebé, que rico como te comes mis tetas" Alex explotaba cogiéndome con los dedos estimulándome el clítoris como desquiciado y me decía que rica estás putita, como te quería coger, mira estás tetas, te gusta que te coja la conchita con los dedos, querés acabar? Dale chorreate toda, me re calentás".
Entonces lo acerque a mi, casi abrazándolo con las piernas, y le dije méteme esa verga gruesa que tenés, quiero que te cojas toda esta conchita, él obedeció, pasó su pene duro por mi vagina húmeda, acariciándome con él, y me la metió, cuando entro le pedí que me cogiera fuerte, que me la meta toda y mientras lo hacía me chupaba una teta y la otra me la apretaba, me apretaba el pezón y yo no paraba de chorrear, jadeaba de lo excitada que estaba, me estaba cogiendo mejor que mi novio, ya ni me acordaba lo rico que era tener una buena verga metida adentro, me bajo del lavario, me puse de frente al espejo, me separó las piernas y me empezó a comer así, mientras me agarraba del pelo y me hacía mirar nuestro reflejo, te gusta que te coja así? Me dijo, y yo gozando su verga le decía a todo que si, que me encantaba como me cogia.
Nos perdimos en un sexo desenfrenado hasta que alguien golpeó la puerta del baño, desde afuera Daniel dijo -Lo, estás bien?- devolviéndome a la realidad, mire a Alex por el espejo, que me metió los dedos en la boca, los chupe y acto seguido empezó a frotarme el clítoris mientras me seguía metiendo la verga, me llevaba al límite, sentía que iba a explotar y su verga también, me dijo al oído seguí moviendo te así, venite y me vengo... Otra vez escuché la puerta, Daniel insistió -Lo, estás bien, necesitas algo?- la verga de Alex me estaba volviendo loca de placer y sus dedos en mi clítoris aún más, con un último aliento mientras miraba la cara de placer de Alex que no paraba de cogerme y cada vez más rápido le contesté a Daniel, estoy bien! Y me vine, Alex me cogió un poco más y cuando ví su expresión de estar a punto lo separe de mi y me metí su verga dura en la boca, se la chupe tanto como una loca hasta que me acabo, su semen era espeso y un poco dulce, lo trague todo, sin dejar de mirarlo y se lo chupe un poco más.
Nos miramos un momento, yo no dejaba de chuparle la cabeza que de poco en poco volvía a engrosarse y ponerse dura, mientras me metía los dedos con las piernas abiertas dejándolo ver lo excitada que seguía, me dijo con un voz agotada, que rica estás, volvamos con los demás y separándose se acomodó la ropa y salió del baño, para nuestra sorpresa Daniel estaba todavía parado ahí, y pude verlo mirarme por encima del hombro del Alex como me seguía masturbando agachada en el piso.
Alex dejo la puerta entre abierta y me sonrió, Daniel se quedó viéndome directo a la vagina, yo jugaba con mi conchita rosada y él no podía separar la vista. Alex le puso la mano en el hombro y se fue diciendo algo que no escuché y Daniel se acercó a la puerta y se me quedó viendo mientras se tocaba por encima del pantalón.
Pero esa es otra historia que ya les contaré después.

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