Por Tras, Da Mascara

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Tenya Iida, más conocido públicamente como Ingenium: El héroe de la velocidad. Miembro de la estimada Familia Iida, Tenya se enorgullece de su linaje y trabaja duro para cumplir con las expectativas que se ponen sobre él.

Desde niño fue enseñado a tener valores nobles y respetables, haciéndole crecer extremadamente dedicado a sus estudios y constantemente abierto a nuevas experiencias.

Una imagen y personalidad restringida, conservadora, seria, un líder nato en todos los sentindos; su liderazgo siempre fue algo de ser exaltado, una cualidad que pudo ser mejorada gracias al puesto que obtuvo de presidente de clase en su época académica.

Su inteligencia dentro y fuera de campo son otras cualidades que fueron desarrollando con el paso del tiempo.

Su mayor inspiración siempre ha sido y siempre será su hermano mayor, Tensei Iida, el antiguo héroe Ingenium; después de su retiro forzado, Tensei se convirtió en una especie de mentor para Tenya, guiando y cuidando de sus pasos.

A los 25 años, Iida era todo lo que había soñado, un héroe que mantiene el orden y la seguridad de los civiles, llevando el nombre Ingenium una vez más a la cima.

Estando entre los Top 10 de su generación, las responsabilidades aumentan y la presión sobre sus espaldas también, al final, todos esperan que el héroe de la velocidad cumpla con sus necesidades.

Pero... ¿quién satisface las necesidades de Tenya?

Aunque siempre tuvo claro su meta de continuar con el legado de su hermano, Iida también ya fantaseó varias veces en tener una compañera, formar una familia e incluso futuros descendientes.

Su velocidad como héroe es increíble, pero como un simple civil es más lento que una tortuga. Interactuar con las personas nunca ha sido el problema, su modo de actuar puede incluso asustarlos, pero en compensación sus conversaciones siempre son bien iniciadas y ejecutadas.

Y ese es el verdadero problema.

La gente está acostumbrada a un lida educado, responsable, formal, tranquilo... y muchas otras formalidades varoniles. La mayoría (incluyendo a sus amigos) terminan teniendo temor y miedo de hablar sobre temas que están fuera de su "patrón culto", miedo de ser reprendidos por él como si hubieran cometido un crimen.

Tenya no niega que realmente exagera en algunos momentos, y ahora estando en la fase adulta, se da cuenta de que perdió muchas cosas buenas durante su adolescencia por culpa de la formalidad restringida.

Sin embargo, como todo ser vivo existente, Iida tiene su lado oscuro guardado a siete llaves, un lado que solo una persona conoce y disfruta.

Años reprimiéndose y absteniéndose de hacer cosas normales, todo para mantener su figura perfecta ante la sociedad y la familia.

¿Quién es el verdadero Tenya Iida detrás de la máscara?

Tuvo su respuesta hace cinco meses, cuando finalmente decidió que tendría un poco de diversión en su monótoma vida. Planeó a rayas todo lo que haría, con confianza y cabeza erguida entró en una de las discotecas más llamativas de la ciudad.

Por ser un lugar que obviamente alguien como él no frecuentaría, tuvo que disfrazarse para no llamar la atención y no tener su nombre estampado al día siguiente en las columnas de chismes.

Los primeros minutos fueron tolerables. Siguiendo el segundo paso de su planificación, el muchacho pidió la mejor botella de bebida alcohólica para saborear durante la noche;

Tenya está sí familiarizado con el alcohol, pero solo con esencias delicadas y no del tipo fuerte como el famoso Gin Blanco.

Fue una mala eleccion.

Su sistema digestivo definitivamente estaba podrido, la boca se quemaba y su lengua ardía como si estuviera en llamas.

Con el pésimo equilibrio que poseía en aquel momento, llegó al baño masculino y entró en una de las cabinas, liberando todo lo que había ingerido durante esas horas.

Estando un poco más aliviado y consciente, el hombre decide que es hora de volver a casa, de donde nunca debería haber salido. Pero para su desgracia, sus piernas fallaron y como consecuencia acabó cayendo sobre una mujer que pasaba por el pasillo.

_¡Ah!... Y-yo lo siento mucho!_Iida se disculpaba extremadamente avergonzado por su actitud. Aún en el suelo y encima de la desconocida, él enfocó su visión en el rostro femenino, y a pesar de estar con la visión un poco borrosa, consiguió reconocer aquel bello rostro redondo._U-Uraraka...?

La citada alzó sus ojos marrones, un poco aturdida por la caída, y luego sonrió radiante para el compañero.

Iida?... Iida-kun, ¡cuánto tiempo!

_ Uraraka expresó alegremente mientras se levantaba, abrazándolo._Estás solo?

_S-sí... Vine a divertirme un poco...

hip•°._sonrió tontamente.


_ Dios mío, estás borracho._ella dice con sorpresa y preocupación.

Yo estoy bien...

_Bien mal, eso sí. Ochaco pasa el brazo de él por sus hombros y abraza su cintura, estabilizando su cuerpo para sacarlo del lugar.

Con toda calma y paciencia Uraraka llevó a su amigo a casa, cuidándolo toda la noche.

Al día siguiente Tenya despertó con una maravillosa migraña y dolor de estómago, repasando en su cabeza la noche horrible que tuvo.

Sentado en la cama y aún recordando en la mierda que había hecho, su atención fue captada por un delicioso aroma que provenía de la cocina, perezosamente se dirigió hasta el local, encontrando a su antigua compañera académica preparando atentamente su desayuno.

Aunque Iida estaba decepcionado con los resultados de su meticuloso y desastroso 'plan de diversión', aquella mañana en la cocina de su casa fue una de las mejores de toda su vida.

Gracias al pequeño accidente que tuvieron, ambos se acercaron bastante, especialmente después de que Ochaco le había prometido que le mostraría la verdadera diversión para él.

Tenya experimentó y aprovechó cosas increíbles al lado de la castaña, todo era perfecto, por primera vez supo cómo era estar fuera de su zona de confort y de sus responsabilidades como héroe.

Al estar descubriendo un mundo diferente del suyo, obviamente su lado reprimido saldría a la luz; quería experimentarlo, quería saber qué tipo de sensaciones sentiría.

Deseo, lujuria, placer...

Una mezcla de sentimientos guardados lo más profundo posible dentro de sí. Porque él no era ese tipo de persona, ese tipo que deja sus sentimientos e impulsos controlen su cuerpo de forma pecaminosa.

Sin embargo...

_¡Ah!... Tenya~._el mañoso gemido, suelto por la joven castaña, sonó por toda la habitación de forma lujuriosa. Su cuerpo estaba inmovilizado sobre la cama, mientras su gran trasero permanecía levantado en el aire._Argh!_gimió nuevamente al sentir como la pesada mano del hombre chocaba contra sus nalgas, rudamente.

Iida, de pie y usando solo su ropa interior negra, humedeció los labios, observando atentamente su obra de arte. La sonrisa ladina rápidamente estampó su rostro.

Ochaco se encontraba totalmente desnuda, con los brazos atados detrás de la espalda y los ojos vendados, mientras exhibía una postura muy comprometedora.

Sus impulsos y necesidades fueron más fuertes.

_ Está temblando, Ochaco._él dice en tono burlón, acariciando su piel marcada._Su coño está tan mojada que está goteando sobre la sábana._su voz calma y profunda hizo que la joven mordiera inconscientemente su labio inferior. Era tan excitante escucharlo así.

Ochaco Uraraka, dulce e inocente jovencita que todos conocen, la típica amiga que está a su lado en cualquier momento o situación.

Siempre con una personalidad extrovertida y alegre, haciendo que todos a su alrededor literalmente floten con sus sencillas palabras de confort.

Nadie, absolutamente nadie, imaginaría encontrar la dulce heroína Uravity en una posición tan erótica y sexual.

En esa postura de sumisión y obediencia, mientras se dejaba ser manejada posesivamente por alguien no tan diferente de ella.

Uraraka entiende cómo se siente tu amigo. Han sido diseñados para ser los mejores héroes en todos los aspectos, tanto en actividades de campo como en la vida personal.

A veces actúan como personajes programados; sonrisas forzadas, postura dócil y perfecta conducta frente a las cámaras, todo para mantener una buena reputación y prestigio a su nombre Uravity.

No todos son así. Un ejemplo: Katsuki Bakugou. A pesar de los años y de su pequeña evolución comportamental, el rubio explosivo sigue con su actitud de jodete.

Siempre has envidiado eso de su compañero. Pero a diferencia de él, Ochaco y Iida fueron educados de diferentes maneras, una en la que ambos jóvenes deben mostrarse los más respetables y educados posibles.

No es que estén fingiendo ser buenas personas. Ellos son.

Pero a veces... le dan ganas de joder con todo, hablar y realizar aquello que no pueden hacer frente a la sociedad o que no está apto para sus imágenes "perfectas". Infelizmente, las personas juzgan y señalan dedos por cualquier cosa, sin importarles su verdadera esencia.

El hecho de que estén ahora de esa forma lasciva y deseosa, con pensamientos tan impuros que hasta el diablo tendría miedo, no hace que Tenya deje de ser el caballero y repeitoso que es, o que Ochaco pare de ser la humilde y gentil chica que todos aprecian.

Son héroes, pero antes que nada, son seres humanos con deseos y carencias reprimidas.

Como todos.

Solos, entre cuatro paredes, ambos saben que pueden dejar sus máscaras de lado y actuar como quieran sin juicios.

Desde su posición, Iida separa las piernas de la chica, dando más visibilidad a su vagina empapada por fluidos transparentes.

El sonido de su mano golpeando nuevamente el trasero de la mujer, fue el único que se escuchó dentro del cuarto. Disfrutó con gusto la piel de porcelana quedar rojiza, y una vez más golpeó, dejando la marca de sus cinco dedos sobre sus montículos.

Ochaco respiraba entrecortada y ansiosa, cada nalgada realizada hacía que su cuerpo se moviera hacia adelante, frotando sus pezones duros sobre el forro de la cama.

Con los ojos vendados no podía asistir al espectáculo, pero admite que la sensación de solo sentir lo que sucede era extremadamente emocionante.

_Tenya... Por favor._su voz salió llorosa y desesperada.

El hombre sonrió.

_ Voy a aliviarte un poco, cariño._susurró, besando lentamente la nuca y el cuello de ella.


Fue entonces cuando Uravity sintió que la lengua de Tenya se deslizaba por su culo dolorido, lamiéndola de arriba a abajo con breves y tiernos besos.

La castaña soltó un gemido lamentable al intentar mover las caderas en busca de más contacto y ser detenida bruscamente por el muchacho, que agarraba su cintura firmemente.

_No seas impaciente._dijo serio, y luego palmeó su culo como advertencia.

Él se levantó y cogió un consolador interno, activando el aparato en baja frecuencia e introduciéndolo en el interior vaginal de ella._Se arrodilla en la cama._con la voz firme, mandó.

Uraraka, con un poco de dificultad, logra ejecutar la orden. Iida saca su ropa interior y guía su pene endurecido hasta los labios de la joven, pasando su glande húmedo sobre éstos.

Él incita a su compañera a abrir la boca, una vez abierta, introduce todo su miembro en el interior bucal y comienza sus lentas embestidas.

La chica chupa la extensión con deleite, liberando gruñidos necesitados que eran sofocados por la mamada, el consolador en su vagina transmitia pequeñas ondas de oscilación en su interior, provocando aún más ansiedad y excitación.

Ella cerró y apretó sus muslos con el fin de aumentar las vibraciones, al mismo tiempo que sus caderas comenzó a moverse involuntariamente, haciendo fricciones desordenadas.

_Ochaco..._él suspiró con la fuerte presión hecha por la boca de ella.

Tomó con sus manos un gran puñado de pelo de la mujer y movió su propia cadera, embestiendo la boca con más velocidad

. La cabeza de su polla llegaba al fondo de su garganta, haciéndole gruñir ronco, y la lengua hacía maravillas en su entrepierna calentándolo de sobremanera.

Iida quería más, mucho más. Se quitó la venda de los ojos de la heroína y alzó su cabeza, pudiendo apreciar con más detalle su miembro desaparecer en la pequeña boquita.

_ Mírame, hermosa. _mandó._Quiero que mires directamente a mi rostro mientras me chupas.

Ochaco acató el orden; sus grandes y bellas esferas avellanas se enfocaron en el rostro excitado de su amante, grabando meticulosamente sus expresiones faciales.

Tenya también la observaba con pura lujuria, los ojos de la muchacha desbordaban deseo mientras su rosada boquita rodeaba su pene, succionando con vehemencia.

El consolador continuaba haciendo su trabajo en el coño de la chica, provocando ese típico hormigueo en su vientre y haciéndola cerrar sus ojos llorosos.

Él agarró firmemente sus mejillas, obligándole a abrir sus ojos otra vez y a tragar con más rapidez su extensión.

Chupó fuertemente cada centímetro del pene, aumentando la velocidad en cada succión. El moreno le ayudaba, invirtiendo frenéticamente su virilidad contra su boca, y después de muchos estímulos finalmente sintió el líquido caliente invadir su cavidad.

Por fin, Ochaco respiraba mejor, su boca permanecía abierta recuperando el aire de nuevo y finas gotas de semen fluían hacia su mentón.

Iida acarició sus pómulos rojizos y se inclinó, besando con agresividad sus labios hinchados. Movimientos profundos y sensuales eran ejecutados, un beso cargado de lujuria, amor y confianza entre dos amantes en busca de satisfacer un lado no mostrado públicamente.

El contacto se rompió y Uraraka cayó sobre la cama, retorciendo su cuerpo de forma desesperada.

_Tenya..._un susurro lascivo salió de ella._Cógeme, te lo ruego._suplicó con una voz muy caramelada y tentadora para Iida, quien no pudo reprimir un gruñido gutural.

Uravity abrió sus piernas, ofreciendo una imagen extremadamente obscena y excitante; su coño desbordaba fluidos por todos lados, contrayéndose con cada vibración del aparato.

Ella mordió con delicadeza su labio inferior, seduciendo descaradamente al hombre delante de ella.

El héroe dio una breve risa y se acercó a la mujer, quedando sobre su cuerpo frágil.

_¿Quieres que te folle?_preguntó suavemente, mientras una de sus manos sostenía el peso de su cuerpo y la otra se colocaba sobre el pecho derecho de la chica, apretando cariñosamente._Creo que el consolador ya está haciendo un gran trabajo._dice, fingiendo desinterés.

_Nooo..._gimió con frustración._Y-yo quiero otra cosa.

_Qué exactamente?_él cuestionó burlón. Su boca tomó el pecho y chupó gustosamente, recorriendo la lengua por el pezón con lentitud mientras la mano ejercía una presión mayor en el montículo._Es mi polla la que quieres enterrar en tu coño mojado? Eh, Ochaco? Respóndeme con claridad!_requirió imponente.

Uraraka se estremeció con la voz grave. Este lado perverso y dominante de una persona tan recta, hace que el acto sea aún más sexualmente perfecto.

_¡Sí! Eso es lo que quiero._confiesa avergonzada. ¡Mete esa mierda en mí, Iida!_pidió irritada.

Tenya se rió.

_ Qué agresiva._comentó risueño.

Él soltó el seno derecho y pasó al izquierdo, dando toda su atención al suave volumen. Su otra mano descendió hacia la intimidad ajena y retiró de una vez el consolador, la repentina acción provocó un alarido arrastrado en la joven, que luego fue reemplazado por un gruñido profundo cuando sus dedos posaron sobre el clítoris, estimulándolo.

A-ahh... no me tortura así..._ella suspiró.

El héroe hizo oídos sordos y continuó masturbando a la chica, sonriendo de satisfacción con los gemidos dolorosos de ella.

Al cansarse de jugar con Ochaco, él giró rápidamente el cuerpo de ésta y desató sus muñecas, escuchando un suspiro de alivio suyo. Tenya estiró su brazo, cogiendo el condón del criado y colocándolo en su miembro.

Posicionándose desde atrás, levantó el culo de la mujer a la altura de su vientre y encajó el pene cerca de la abertura vaginal.

Uraraka mordió su labio y curvó más su espalda al sentir la punta del miembro rozar entre sus labios mayores.

Un gemido placentero salió de sí cuando finalmente la polla fue introducida en su núcleo, con movimientos tortuosos el hombre inició sus penetraciones y estimulaciones en su intimidad.


_¡Carajo!... está muy húmedo aquí abajo, mi niña pervertida._él susurró al final de la frase sobre la oreja de la castaña, erizando sus pelos.

Con cada embestida dada las paredes internas de la vagina se contraían, agradecidas por la intromisión, haciendo sus movimientos más veloces y groseros. Él salía completamente del canal y volvía penetrando con precisión, dejándola sin aire.

Era todo un espectáculo erótico que ocurría en ese espacio personal. Ochaco gemía el nombre del hombre descontroladamente, mientras movía su cadera para obtener más profundidad en las estocadas.

Mientras Iida agarraba con fuerza las nalgas redondas, metiendo sin piedad todo su pene en el espacio estrecho.

M-más Iida...murmuró excitada.

_¿Más?_preguntó emocionado._Estás muy insaciable últimamente, Ocha._dice con una sonrisa.

Ligeramente, Tenya salió y giró el cuerpo de la mujer, acostándose en la cama y colocándola encima de él.

Uraraka apoyó las manos en el pecho masculino y se sentó precisamente sobre la extensión, cabalgando rápidamente.

¿Te gusta así? ¿Puedes sentirlo mejor dentro de tu pequeño coñito?_preguntó, mientras palmeaba fuertemente su trasero. Cómo le encantaba hacer eso.

_Hhmm... Sííí, mucho._contestó lujuriosa, revolcándose indecentemente sobre el pene.

Iida sonrió ofuscado de placer por el momento, era muy excitante observarla desde su posición. Observar sus jugosas tetas rebotar en el aire, sus expresiones sensuales y al mismo tiempo inocentes... Todo era maravillosamente estimulante.

Y pensar que tomó años poder estar así con alguien.

Siempre tan responsable, considerado y educado... Con ese miedo de hacer algo malo o no apropiado por pensar que sería juzgado, acostumbrado a seguir las reglas como un buen chico.

Pero con Ochaco él puede ser el verdadero Tenya, aquel que es mucho más que una personalidad restringida y seria.

El muchacho agarra la cintura de la castaña y levanta su propia cadera, apuñalando incesantemente su polla dentro del canal, el interior de ella estrechaba, disminuyendo el espacio y sujetando su eje dolorosamente.

Se sentó en la cama y abrazó a Uraraka, besando sus labios mientras los movimientos continuaban duros, la chica ahogó un gemido al llegar a su clímax, y lida fue penetrando por un tiempo más antes de también terminar.

Yo estoy cansada.

Ochaco soltó risueña después de algunos minutos en silencio.

_ Yo también. _ Iida asintió, tirándose en la cama.

Uravity se acercó a él, abrazándolo y repartiendo besos por su cuello, besos que iban subiendo de intensidad y volviéndose más calientes.

_ De verdad te estás volviendo insaciable..._suspiró.

_Cállate._dijo ella, conteniendo la risa._Simplemente no sigo porque tengo hambre. ¿Qué quieres comer?_preguntó, mientras se levantaba y buscaba el teléfono.

¿Tú?_dice, observando descaradamente el cuerpo desnudo de la joven. Ella se enrojece avergonzada y lanza agresivamente una almohada en su rostro._Estoy bromeando... Jaja... Pide lo que quieras.

Ochaco se puso una bata y salió de la habitación, sin dejar de mirarlo con enojo.

Tenya rió una vez más mientras se levantaba, estirando hacia arriba sus músculos bien formados. También se puso su bata y salió al balcón de la habitación, encendiendo un cigarrillo, pitando y soltando placenteramente el humo mientras admiraba las luces de la ciudad desde lo alto de la lujosa cobertura.

Él no era fan de las bebidas o cigarrillos, pero este hábito se había convertido en costumbre de repente, así que justo después de un buen sexo con su chica, era ley fumar un paquete. No estaba muy interesado en las consecuencias.

Pues en ese momento, no había responsabilidades o preocupaciones...

_ La comida llega entre 10 a 15 minutos..._Uraraka informó, apareciendo en el balcón y abrazándolo por la cintura._¿Crees que puedes hacerme correr de nuevo en ese corto período? _preguntó maliciosa, mirándolo desde abajo.

El muchacho resopló una risa, dejando escapar el humo de sus labios entreabiertos.

_ Acuéstate en la cama y abre las piernas, nena.

La mujer rió sónicamente, corriendo para ejecutar la orden.

Sólo había paz.