cogida por mi hijo en este finde largo

Yo me encontraba en la cocina cuando oigo que entra a la casa, llego por detrás de mí y sus manos en mis caderas me sujetaron jalándome hacia su verga que ya estaba dura, eso es algo que siempre me pone loca, saber que lo tiene duro cada vez que yo lo requiero él está listo para darme caña.
Me empezó a besar el cuello y yo automáticamente me rendí a él, "Vamos al sillón bebé, necesito verga" le solicité, me cargó hasta allí comiéndome la boca, además de fogoso es muy cariñoso mi hijo.
Una vez en el sofá me senté y desbroche su pantalón, su verga ya dura fue directo a mi boca, mi chupada no se hizo esperar, se lo mame con ganas, él jadeaba sujetando mi cabeza, decía que era una reina chupando, eso me calienta, saber que lo hago gozar como ninguna más.
Lucas se quitó la camiseta quedando totalmente desnudo, mi corpiño ya me lo había quitado, solo faltaba mi tanga, Lucas me la bajó pero yo quería seguir con mi mamada, así lo acosté en la cama y me puse en posición de 69, me volví a meter su verga en la boca y mi raja en su cara. Era el cielo mientras devoraba su trozo él con su lengua me hacía volar, que maravilla darnos placer mutuo, era realmente feliz gozando con la persona que más amo en la tierra.
Mi conchita era un mar de jugos debido a todo el estímulo que recibía, Lucas había enterrado su lengua bien adentro y su verga ya largaba ese líquido pre seminal que me decía que ya era hora de ser clavada por mi hijo.
"Por favor papi cogeme que te necesito adentro mío", le rogué a mi hijo, me coloqué en 4 y su verga entró sin reparos en mi dilatada zanja, que placer cada empujón que me daba me hacía tocar el cielo, yo movía mi culo al ritmo suyo mientras mis tetas colgaban ante el dinamismo de nuestra cogida.
En ese momento siento como su dedo pulgar toca mi ano y empieza a hacer una leve presión como queriendo saber mi reacción, yo continúe moviéndome como una cerda, entonces Lucas hundió más su dedo en mi agujero y sintió que yo correspondía su accionar, me lo metió y mi culo empezó a ceder, todo esto mientras no paraba de darme por la concha
"Mi amor te gusta mi hoyo? Querés hacerme la cola no?" Le pregunté. "Uyyu si mami, es mi sueño me vas a dejar?", "Si mi rey haceme el culo, lo deseo".
Yo ya había hecho sexo anal muchas veces en mi vida, pero ahora era mi nene el que me iba a llenar mi agujero trasero, me machacó la concha otro poco mientras con sus dedos mojados con mis jugos me dilató otro poco el culo, cuando después de unos minutos de tratar mi culo con sus dedos sacó su verga y la dirigió a mi año, apoyo el glande en la entrada del hoyo, hizo presión y su cabeza fue entrando, con el trabajo que hizo con sus dedos más lo lubricada que tenía su verga esta entro justo.
"Ay papito me lo metiste que bien que entro ahhh ahh". Su verga ya estaba dentro de mi ojete, empezó a bombear suave como queriendo no hacer daño, pero ante cada gemido mío y cada frase que le decía diciendo lo mucho que me gustaba sus empujones fueron aumentando el ritmo. Cuando me di cuenta Lucas me estaba cogiendo muy duro por el culo, su pija ya estaba totalmente introducida en mi trasero.
"Mami que placer, que cuñado que tenés, te lo voy a coger siempre ", "Dale bebé cógemelo es todo tuyo, rompeme el orto que soy tu puta, tu hembra".
Era frenético como cogíamos, mi nene no paraba, al mismo tiempo me metia sus dedos en mi concha que a esta altura no para de chorrear de la excitación, sus bolas pegando contra mi orto, el ruido del golpeteo de su cuerpo contra el mío, era para morirse ahí mismo.
"Papito me haces mierda el culo, dale ayyy ay dame duro no ves que me voy a morir si no me la das". "Mami toma verga en tu culo, no sabes las ganas que tenía de cogerte por atrás.
Éramos un vendaval de sexo, nos estábamos matando, sabía que se acercaba el mejor .momento, me iba a dar su leche en el culo. "Mami voy a acabar, déjame que te llene el culo", "Si papi, dame la leche, la quiero adentro, dale damela ya, ahh ayyu", "ahh mami ahí está, ahh toma".
Mi hijo se vació dentro de mi hoyo, que placer más intenso, no podia creer todo lo que me hacía gozar mi hijo, quedé rendida en el sillón, nos quedamos basándonos allí unos instantes, él me decía que me amaba y yo me derretía de amor.
Nos recuperamos un poco y él fue a la cocina y trajo dos latas de cerveza, las tomamos mientras me decía que mi culo era lo mejor que había experimentado, yo le dije que sería suyo cuando lo quisiera y así fue, ese fin de semana me lo volvió a coger varias veces más y aún hoy me lo hace regularmente.

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