Un cambio en la familia parte 5 final

Los días pasaban sin mucha novedad papá nos seguía visitando de vez en cuando, una noche estábamos durmiendo cuando siento que la puerta del cuarto se abre y entra alguien no pude ver quien era pero se acercó a la cama de Juana y algo susurraba no llegue a escuchar que decia pero noté que juana se incorporó un poco en la cama y alguien se subio a su cama bajo sus sábanas, podia ver notar con la escasa luz que había que ella tebia sus piernas abiertas y una persona estaba haciendo algo en su entrepierna. Podía escuchar unos gemidos tímidos bien suaves. Cada vez los escuchaba más fuertes y seguidos y eso me estaba exitando. Sentía como se iba hunedeciendo mi rajita. 
No pude contenerme mucho tiempo así que tuve que levantarme e ir hacia su cama. No me podía perder lo que estaba sucediendo ahí. 
Aun con la luz apagada me pongo la lado de Juana y sin decir nada le empiezo a acariciar sus pechos, a decir verdad me volvian loca, sentía como cada vez gemia más fuerte y esa persona misteriosa bajo sus sabanas era la culpable. Besé en la boca a Juana mientras seguía acariciándola. 
Me desnudé completamente para que ella también lo haga conmigo. 
Toda desnuda procedo a meterme yo también bajo sus sabanas y me encuentro con sorpresa que era mi madre que le estaba chupando la concha a Juana. Mi madre toda desnuda bajo las sábanas de mi mejor amiga, mi hermana, mi amante. No dude ni un segundo y le dije a mi mamá.
- Ma, te ayudo?
Susana- hija que haces? 
Eli- no pasa nada ma. Déjate llevar. 
Nos turnábamos para chupar y besar el sexo de Juana. Mientras tímidamente nos acariciábamos la una a la otra. Era raro estar compartiendo eso con mamá pero muy satisfactorio. 
Sacamos a un lado las sábanas que para este momento ya molestaban. Terminamos por desnudar a Juana y las tres en la misma condición nos besamos. Besé a mí mamá apasionadamente en la boca mientras Juana nos acariciaba y besaba el cuerpo, frotabamos nuestros cuerpos sentiamos como nuestros bellos se erizaban por la exitacion, nos metiamos los dedos una a otra, ya nl habia parentesco eramos 3 perras sedientas de sexo. Entregadas al placer. Gemíamos y jadeabamos mientras nos besábamos y acariciábamos. La humedad de nuestros sexos se confundían mientras se rozaban. 
Con Juana habíamos tenido sexo muchas veces pero está fue la más excitante, mi primer lésbico con mamá.
Nos dispusimos con Juana a darle placer a la reina madre yo sumergida en su sexo besando y mordisqueando todo a mí paso mientras con mis dedos hacia de falo para darle placer más profundo. Le empecé a lubricar la entrada de su ano. Mientras Juana la besaba de la boca al cuello y del cuello a sus pechos sin dejar de acariciarla.
- Juana, no por la cola no. Me dijo entre gemidos mi madre 
Yo hice que no la escuché y seguí a mí ritmo. 
Por fin sentía como se estaba dilatando su anillito. Estaba bien cerrado 
- Juana por favor nunca lo hice por atrás. 
No tuvo que decir más mi madre para que yo tome más calor y me decidiera a estrenar ese culito. 
Ahora entendía porque mi papá tenia ese gusto particular y se transformaba cuando nos hacía la cola a Juana o a mí. 
Me moje bien un dedo con saliva y le empecé a meter dos dedos por la vagina y uno por su culito dilatado. 
Lo que estaba gozando esa mujer no tiene nombre. 
Gemia muy fuerte y casi se le notaban las ganas de gritar. 
Paren chicas más despacio por favor. Decía entre gemidos. 
Peor era más nos calentaba. Pude sentir que estaba por venirse así que me incorporé y puse mi vagina sobre la de ella y comenzamos el clásico movimiento de tijeras rozando concha con concha. Uff que placer que rico se sentía la concha super mojada de mamá. Juana seguía con lo suyo y cada tanto me miraba y se sonreía. Sabía que susana ya estaba entregada al placer. Seguimos unos minutos más hasta que no se aguanto más y mamá lanzó un pequeño grito de satisfacción y un gemido muy fuerte. Nos miramos con Juana y nos sonreímos. 
Después de eso nos quedamos unos minutos echadas en la cama las tres desnudas. 
Para romper el silencio le digo a mamá. 
Mira que yo todavía no acabé así que te toca.
Mientras me ponía en posicion para que ella solita me chupe la concha. Me acosté y abrí de piernas ella en cuatro patas con su cola bien levantada me empezó a chupar la concha. Suave suave al comienzo. Juana viendo el espectáculo metiéndose un dedo. 
Cuando levanto la mirada veo la silueta de mi papá mirando desde la puerta de entrada de la habitación. No lo había visto antes. No se hace cuánto que estaba de espectador. Cuando vio la escena no se cortó ni un poco. Sacó su verga ya bien dura y de un solo zarpazo se la metió sin decir nada por el oyito de mamá. Ella se retorcía de dolor. Le agarre la cabeza y la apreté contra mi sexo. Papa se quedó inmóvil. Esperando a que el ano de mamá se termine de amoldar al pedazo de carne que tenía adentro. Una vez calmadas las aguas. Empezó un movimiento de vaivén lento mientras mamá seguía con su tarea que era hacerme acabar. Juana que ya estaba aburrida de tocarse sola al ver esa situación, se pone abajo de mamá para chuparle la concha mientras papá le hacía el culo. 
No tardamos mucho en venirnos todas al mismo tiempo. Solo faltaba papá. Que el duraba bastante así que está vez el premio lo reclamó Juana. Chicas la leche hoy es mía- dijo- si quieren les convido. Remató 
Ahi se puso como una sanguijuela succionando el pene de mi papá mientras con mamá nos mirábamos desnudas y nos acariciábamos suavemente. 
Chupaba y succionaba como endemoniada. Hasta que papá le entregó una descarga de leche que la hizo tener arcadas, tragó un poco y se acercó a mamá la besó en la boca y le.hacia saborear el semen de su marido, no me quize quedar afuera y yo también fui a saborearlo. Nos besamos entre las tres disputandonos los últimos rastros del semen de nuestro macho. 
Ahí terminamos los 4 exaustos. Hechados en las 2 camas. 
Desde ese día todo cambió. 
Mamá y papá se empezaron a llevar muy bien. Hacían chistes entre ellos y se reian todo el tiempo. Obvio que seguimos teniendo sexo entre todos. A veces yo sola con Juana, o Juana con mamá o papá o yo sola con papá y así cuando queríamos lo hacíamos era natural llegar a casa y estar desnudos todo el tiempo ya no había secretos ni nada que ocultar. 
Ese año nos cambió la vida. 
Al final Juana no se mudó, se quedó con nosotros, lo que pasó después es parte de una futura historia que les contaré. 
Gracias por leer se agradece comentarios y puntitos. 

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