Recuerdos de la adolescencia, la señora turca

El siguiente relato ocurrió hace ya bastante tiempo. En ese momento mi viejo a veces traía a casa a una señora que le decían la turca. Era una petisa tetona de unos 50 años. No se llevaba bien conmigo, no me decía nada y le molestaba que estará yo.
Una noche ella vino a comer y yo después me fui a domir. Realmente no me pude dormir bien y sali de mi habitación. La encontré a ella haciendo honor a su apodo. Mi viejo estaba sentado en una silla y ella arrodillada refregandole las tetas, haciéndole una turca. Ella estaba de espaldas y mi viejo concentrado disfrutando. Mi viejo me vio y no dijo nada. Al rato ella se dio vuelta, me vio y dijo: que haces hijo de puta, me asustaste! Ella continuó como si nada y me acerqué un poco mas. Ella se apretaba las tetas y se las refregaba bien presionadas en la pija, sabía muy bien lo que hacía. Mientras seguía turqueando me dijo: ¿que miras hijo de puta? Estamos teniendo sexo, ¿no ves? Mí viejo intervino y le dijo: seguí, no te preocupes por él. Un poco después se levantaron y fueron a la habitación. Yo me fui al baño a pajearme y después me pude dormir.
Algunos días después, un día de calor, llegué a casa y estaba ella en ropa interior en el sillón mirando televisión. No me dijo nada y yo fui a mí habitación. Un poco después salí a tomar algo y ella seguía en el sillón. Me di cuenta que mí viejo no estaba y le pregunté dónde estaba. Ella me contestó de mala gana: volvió al trabajo. Pasamos la tarde juntos en casa sin decirnos nada, ella andaba por la casa en ropa interior como si nada. Cuando mi viejo llego se encerraron a coger en la habitación. Se hizo la hora de cenar, pero seguían garchando. Me puse a cocinar algo para mí y en eso ella salió desnuda a buscar agua fría de la heladera. Me hice unas milanesas y cuando estaba comiendo salieron de la habitación desnudos al baño. Después de bañarse salieron juntos de casa.
Unos días después, un domingo, me levanté y estaban cogiendo en 4 en el comedor. Habían puesto un colchón en el piso, ella estaba en 4 y mi viejo agarrado atrás cogiendola. Cuando me vieron me dijeron que en la habitación hacia mucho calor y ahí con el aire acondicionado estaban mejor. Las tetas se le bamboleaban mientras mi viejo la embestía. Ellos continuaron como si yo no estuviera. Fui a la cocina a desayunar algo y ellos seguían de fondo disfrutando. Termine el desayuno y mientras mí viejo le daba con intensidad ella me preguntó: ¿Te calienta vernos hijo de puta? Yo no iba a mentir y le dije que si. Ella se rió y me dijo: sos un pajero de mierda. que si quería podía sacar la pija y pajearme. Le hice caso y empecé a masturbarme. Ella se cansó de estar en 4 y le pidió cambiar de posición. Se acostó en el colchón con las piernas bien abiertas y mí viejo siguió cogiéndola. Yo fui a terminar al baño y ellos siguieron. Ese mediodía después de comer ellos salieron a pasear.
Unos días después, llegue a casa y la encontré a ella mirando televisión, yo la saludé y ella me dijo: el otro día te tocaste con ganas hijo de puta. Yo me reí y le contesté: no me dejaron otra. Ella se rió y me fui a mí habitación. Más tarde apenas vino mí viejo se pusieron a tener sexo por lo que llegue a escuchar. Cuando salí de mí habitación ella le estaba haciendo una turca con sus tetas. Se las estaba refresgando con ganas por la pija. Ella me vió y me dijo: mira lo que hago con mis tetas hijo de puta. Justo en ese momento mí viejo acaba y le larga toda la leche en el pecho. Yo ya tenía la pija dura adentro del pantalón. Ella se desparramó la leche por las tetas y me preguntó: ¿Querés que te haga lo mismo? Yo me quedé inmóvil, mí viejo se levantó del sillón y me dijo: andá, aprovecha que te hace una turca. Me senté en el sillón, ella me puso sus hermosos magumbos alrededor de mí pija y empezó a turquearme. Me refregaba sus tetotas con ganas e intensidad, realmente sabe usar bien sus lolas. Cuando no pude más acabé, el primer chorro salió fuerte. Ella se desparramó la leche y fue al baño. Ese día ella se quedó a dormir y yo quedé muy contento por haber probado su especialidad.
Unas semanas después ella vino a coger con mí viejo. Cuando terminaron ella vino a mí habitación y me pidió que la acompañe a hacer unas compras para después cocinar. Yo medio que le dije que no pero ella me insistió y me dijo: si me acompañas después te compenso con algo más tarde. Con eso me convenció y fuimos a comprar. Cuando volvimos la ayude a cocinar. Terminamos de comer y ellos arrancaron a los besos, después se encerraron en la habitación a tener sexo. Yo me fui a mí habitación pensando que me había mentido solo para que la ayude. Más tarde ella se apareció en mí habitación completamente desnuda y me dijo: vengo a cumplir con lo que prometí, podes tocarme y manosearme toda. Me tiré de cabeza a tocarle y chuparle las tetas. Se sentían muy bien al tacto, muy suaves. Le chupe los pezones como un bebé. Ya tenía la pija dura, ella se dió cuenta y me dijo: ¿si querés te toco y hago una turca? Yo acepte, me senté y ella se arrodilló delante mío. Me agarró la pija con su mano derecha y empezó a pajearme rápidamente. Cuando ya la tenía bien dura me puso sus tetas alrededor y empezó a moverlas. Ella me preguntó: ¿Te gusta hijo de puta? Yo le contesté que si y me dijo: son irresistibles mis tetas. Ella siguió haciéndome la turca con las tetas un buen rato. Yo no terminaba y ella me dijo: estás durando mucho. Me reí y le dije: es que necesito cogerte. Ella se rió y me dijo: conformate con esto. Me agarró la pija con las 2 manos y empezó a pajearme con mucha intensidad. No pude aguantar mucho más y eyacule, la leche salió disparada para cualquier lado. Ella se limpio las manos en mis piernas y me dijo: listo, encargate de limpiar vos. Ella se fue y me puse a limpiar el enchastre.
Una mañana me levanté, fui para la cocina y los encontré cogiendo de parados. Ella estaba flexionada contra la mesada y mí viejo atrás embistiéndola. Cuando me vieron ella me dijo: buenos días, disculpa tu papá está caliente y no puede dejar de cogerme. Él siguió cogiendo como si nada, la pija se me empezó a parar y empecé a tocarme. Cuándo mí viejo no aguanto más acabo adentro de ella. Ella se quedó en la misma posición y me dijo: si querés aprovecha y cógeme. Me puse atrás y se la metí en su concha, que ya empezaba a chorrear la leche de mí papá. La agarre de la cintura y me puse a cogerla. Se sentía muy linda su conchita. No pude aguantar mucho tiempo y eyacule dentro suyo. Ella se fue rápidamente al baño chorreando leche. Durante un tiempo ella siguió viniendo, pero no paso más nada entré nosotros. 

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