Cuñada se une al incesto

Hola una vez más, para los que no han leído mis relatos me vuelvo a presentar, me llamo Verónica, tengo 44 años, estoy casada, tengo un hijo de 20 años y una hija de 18, mido 1,70 m y peso sobre sesenta kilos, soy pelirroja y mis ojos de color oscuro.
Este verano, para evitar los calores de la ciudad mi marido decidió teletrabajar desde un chalet que tenemos en un pueblo y mis hijos se fueron con él, comencé a practicar el cibersexo con mi marido, pero interesándome en el tema fui derivando hacia otros temas de sexo que no habían formado parte de mi vida, como el lesbianismo y el incesto, mi primera víctima fue un sobrino de mi marido, durante el mes de julio, en agosto fui con mi familia y tuve sexo con mi hijo, con quien compartí una aventura. Ya de vuelva a Madrid, tuve un encuentro lésbico con mi cuñada y también algunas aventuras, con ella, tanto n la ciudad como en el pueblo, y decidí que era bueno que mi hijo y mi sobrino tuvieran un trio conmigo donde alimenté de una manera difusa entre los dos la idea de que tendríamos que incluir a mi cuñada, la madre del sobrino de mi marido en nuestras aventuras, el fin de semana anterior, que estábamos en el pueblo, un amigo de mi hijo vino a vernos, mi cuñada tuvo un papel muy activo seduciéndole, lo que me hizo pensar que estaba preparada para la siguiente fase, se dio la coincidencia de que el miércoles siguiente era el día de todos los Santos, al parecer ese día la misa era en el cementerio y como nuestro padres están enterrados en el cementerio del pueblo, le propuse a mi marido ir el rechazó y yo le dije que iría con mi cuñada, ésta intuyendo que iba a haber sexo aceptó.
Desde el domingo hasta el martes lo pasé conversando con mi sobrino, sobre como íbamos a seducir a la madre de mi sobrino y tía de mi hijo, los chicos de forma aparentemente espontánea decidieron ir con nosotras al pueblo, y mi cuñada pensando que seguramente se irían con sus amigos del pueblo aceptó la idea. Así que ese martes, 31 de octubre, día de Halloween jajaja, por la tarde, después de haber salido nosotras de trabajar y los chicos de la universidad salimos los cuatro hacia el pueblo.
El viaje fue normal cada mi cuñada no quería que los chicos se dieran cuenta de sus ganas de tener un encuentro lésbico conmigo y nosotros tres no queríamos que mi cuñada se diera cuenta de que íbamos a seducirla.
Llegamos al pueblo ya de noche y descargamos las cosas y cenamos, mi cuñada preguntó a los chicos si no se iba a ir con sus amigos, ellos ya aleccionados dijeron que no, nosotras nos dispusimos a preparar la cena mientras los chicos jugaban a la pley, después de cenar, Ernesto mi sobrino dijo que iba a ir a la casa que mis cuñados tienen alquilada en el pueblo a por sus cosas para dormir.
Mi cuñada, mi hijo y yo nos quedamos viendo la tele, mi hijo se sentó en el sofá de dos plazas al lado de su tía, mientras yo me sentaba en uno individual, mi cuñada le preguntó:
-          ¿No os vais por ahí, con las chicas del pueblo?
-          Vosotras sois más sexys, respondió mi hijo.
Rodeo a su tía por los brazos y la abrazó, esta dijo:
-          Que zalamero eres decirnos eso a dos viejas como nosotras.
-          De viejas nada, dijo mi hijo, en todo caso unas maduritas muy sexys.
Y puso su mano sobre la rodilla de mi cuñada, esta se sorprendió un poco y más cuando mi hijo comenzó a subir por sus piernas, ella le apartó y dijo:
-          Cariño, que soy una vieja, tu madre nos está mirando y encima soy tu tía.
-          Para mí, en este momento, eres una mujer muy sexy y no me importa nada más.
Y le dio un beso en la boca, mi cuñada no sabía que hacer, y menos aun cuando en ese momento llegó su hijo y dijo:
-          Oye primito, ¿Qué le haces a mi madre? Si tú le haces eso a la mía yo se lo hare a la tuya.
Y arrodillándose ante mi comenzó a acariciarme los muslos, a besármelos y a ir subiendo poco a poco, mientras mi hijo seguía subiendo por las piernas de mi cuñada, que pese a sus protestas de boquilla se dejaba hacer, cuando mi hijo llegó hasta su tanga, era un tanga muy sexy y diminuto, me da que mi cuñada Pensaba que iba a ser yo quien se lo quitara, y comenzó a tocarla su coño por encima.
-          Pero cariño, dijo mi cuñada, mira lo que estamos haciendo delante de tu madre y de mi hijo, ¿Qué van a pensar?
-          En hacer lo mismo que nosotros dijo mi hijo.
-          Pero ellos no son nada biológico y nosotros si dijo mi cuñada,
Mientras mi sobrino me había bajado el tanga y comenzó a comerme el coño, hacerlo delante de mi cuñada me resultaba muy especial y más cuando notaba que mi cuñada se estaba calentando al ver como su hijo me lo hacía, a la vez que sentí la mano de mi hijo sobre su coño, eso terminó de calentarla y dijo:
-          Está bien cariño, haz conmigo lo que tú quieras.
Mi hijo ya seguro de su victoria bajo las bragas de mi cuñada y arrodillándose ante ella comenzó a comerla el coño, mi cuñada definitivamente se había olvidado del resto del mundo y se dedicaba a gozar de la lengua de mi hijo, me encantaba verlos, a la vez que sentía la lengua de mi sobrino, el resultado es que me corrí, y poco después lo hizo mi cuñada, que por un momento pareció dudar y dirigiéndose a mi dijo:
-          Vale somos las dos muy putas, pero hacerlo con nuestros sobrinos ¿No te parece un poco fuerte?
-          Para nada cuñis, dije yo es más voy a llegar hasta el final con tu hijo.
Terminé de desnudarme y mi sobrino lo hijo también, yo me tumbé en el suelo que estaba cubierto con una alfombra que ocupaba la parte central del salón y mi sobrino también se desnudó y tumbados los dos nos besamos y comenzamos a besarnos, después el bajo su boca y comenzó a chuparme las tetas.
Mi hijo le dijo a mi cuñada:
-          Tía ya ves lo que están haciendo, no te parece una pena, ellos haciendo de todo y nosotros mirando, mira como la tengo.
Se levantó del salón y se bajó los pantalones y los short dejando su polla al aire, mi cuñada le miro sorprendido, mi hijo sin ser superdotado, como Aitor, tiene una buena polla arrimo la cabeza de mi cuñada a su miembro y mi cuñada sin poder resistirlo, llevó su boca hasta el miembro y se lo introdujo en la boca y se lo estuvo chupando, mi sobrino al verlo se puso envidioso y acercó su polla a mi boca y, por supuesto, yo abriendo mi boca la recibí con mucho gusto y comencé a chupársela, los chicos estaban muy excitados y se corrieron rápidamente en nuestras bocas.
Espero que con esto tengáis bastante, dijo mi cuñada.
-          Para nada tía dijo mi hijo
Y continúo tocando las tetas a mi cuñada que estaba vestida de cintura para arriba., la desabrochó la blusa y se la quitó y después hizo lo mismo con el sujetador y una vez tuvo las tetas de mi cuñada libres comenzó a acariciárselas y a chupárselas.
En ese momento mi sobrino se animó a dar el último y poniendo su polla a la altura de mi coño me la metió ante la sorpresa de mi cuñada, que alcanzó a decir:
-          Cariño que es tu tía.
-          Si mama y una tía buena, dijo mi sobrino, mientras seguía entrando y saliendo de mi coño.
En esos momentos fue mi hijo dijo:
-          Tía mira lo que están haciendo ¿Ellos sí y nosotros no?
-          Pero nosotros somos parientes biológicos dijo mi cuñada.
Mi hijo bajo uno de sus dedos hasta el coño de mi cuñada y al introducirlo en él lo notó muy caliente, así que se decidió a dar el paso final, primero masturbó a su tía con él, mi cuñada empezó a gemir desesperadamente mientras decía:
-          Esto es una locura.
Y mi hijo comprendiendo que no iba encontrar ninguna resistencia quitó el dedo del coño de mi cuñada y con mucha suavidad introdujo su coño dentro de él, mi cuñada comenzó a decir:
-          Esto es muy perverso, pero me gusta, mi hijo aceleró el ritmo.
Mientras mi sobrino y yo nos excitamos oyéndola, al final mi sobrino eyaculó y me llenó el coño de leche, en eso momentos mi cuñada no puedo evitarlo y fijándose en la polla de su hijo dijo por primera vez:
-          Mi pequeñín está muy bien dotado.
Ella seguía gimiendo con la polla de mi hijo, ya se le habían ido los prejuicios del incesto y se limitaba a gozar de una buena polla, finalmente mi hijo se corrió dentro de ella dejándola el coño inundado con su leche.
Cuando se salió mi cuñada me dijo:
-          Espero cuñis, que este sea nuestro secreto, hemos vivido aventuras juntas, pero jamás pensé en lo de follarnos cada una al hijo de la otra y en mi caso que comparto genes con tu hijo me parece muy fuerte, espero que ellos callen
-          Tranquila tía si vosotras no decís nada nosotros tampoco será nuestro secreto, dijo mi hijo
Y dio un largo morreo a mi cuñada, mientras yo me puse a acariciar la polla de mi sobrino, que comenzó a reaccionar
-          ¿Vais a repetir? Preguntó mi cuñada mientras acariciaba la polla de mi hijo.
En ese momento los chicos se hicieron una señal se levantaron y cada uno fue hacia su propia madre, yo recibí al mío con toda la naturalidad y comencé a acariciarle la polla, mientras mi cuñada se quedó un poco sorprendida, mi sobrino guio la mano de su madre hacia su polla y le dijo:
-          ¿No ves lo que hace la tía con el primo?, nosotros deberíamos a hacer lo mismo
-          Pero cariño es una locura, dijo mi cuñada
En esos momentos mi hijo comenzó a chuparme las tetas y bajó con su lengua hacia mi coño. Mi sobrino hizo lo mismo con mi cuñada que no podía disimular su excitación y esta aumentó cuando mi hijos e puso encima de mí y me penetró, mi sobrino le imitó y mi cuñada se dejó hacer aunque diciendo:
-          Esto es una locura, ¿Qué clase de zorras somos nosotras? Bien está que lo hagamos con chicos de su edad, ¿Pero con nuestros propios hijos?
Pero su cara no podía ocultar que estaba disfrutando, así que mi sobrino siguió con su metesaca, mientras mi cuñada decía:
-          Mi niño que madre más puta tienes, estas follando con ella y en lugar de reprimirte como debe hacer una buena madre estoy disfrutando como una cerda.
Mi hijo fue el primero en correrse, descansamos un momento mientras mi sobrino terminaba de follar a su madre, mi cuñada por sus gestos demostraba que estaba gozando mucho, finalmente mi sobrino se corrió dejándola el coño lleno de semen, los chicos se volvieron a levantar y cambiaron de coño y comenzaron a comernos e coño, mi sobrino estaba dando buena cuenta del mía, mientras mi hijo estaba lanzado como una furia hacia el de su tía, esta se dejaba hacer, aunque no dejaba de decir:
-          Pero Luisito ¿crees que está bien que tengas sexo con tu madre y te comas el coño de la hermana de tu padre?, ¿No te parece muy fuerte?
-          Para nada, dijo mi hijo
Y siguió comiéndole el coño a su tía, que con sus gestos demostraba que sentía algo muy diferente a lo que decía, finalmente mi hijo consiguió hacer que se corriera con un orgasmo muy intenso. En ese momento los chicos nos pusieron sus pollas a la altura de nuestras bocas, mi cuñada esa vez no se lo pensó metió la polla de mi hijo en su boca y comenzó a chupársela, parecía haber dejado atrás sus dudas, otra vez los chicos se hicieron una señal y se cambiaron de postura, de esta manera la polla de mi hijo quedó junto a mi cara y la polla de mi sobrino frente a la de mi cuñada, esta dudaba, pero vio como yo me metía la de mi hijo en mi boca y ella hizo lo propio con la del suyo, incluso lo hacía con muchas ganas, tanto que u hijo se corrió rápido, él la dejo comerle una parte, pero se había encaprichado de que otra parte fuera a parar a su cara y a sus tetas y así sucedió, poco después mi hijo se corrió en mi boca y me tragué toda su leche.
Mi cuñada estaba agotada, peros e le notaban sus dudas, mi hijo se acercó a un lado y él y su primo comenzaron a acariciar a mi cuñada que no se resistía les tenía a los dos tocándole las tetas se la notaba que estaba disfrutando a tope, mi sobrino la movió un poco hasta colocarla cuatro patas y mi hijo llevó su lengua hasta su coño colocándose debajo de ella, ella volvía a gemir y entonces mi sobrino arrimo su polla al culo de su madre y la penetró, mi cuñada estaba acostumbrada a la polla de Aitor, que era más grande y gorda por lo que la de su hijo simplemente la provocó placer, dijo:
-          Joder que puta me he vuelto follando con mi hijo y mi sobrino carnal ¿Qué clase de mujer hace esto?
-          Una mama muy sexy y caliente, le respondió su hijo.
Mi cuñada había perdido todos sus prejuicios y gritaba dirigiéndose a su hijo:
-          Dame fuerte guarro folla a la puta de tu madre, follame
Con esos estímulos no es raro que mi sobrino se corriera llenando de leche el coño de su madre y poco después.
Se había hecho muy tarde y estábamos muy cansados, además al día siguiente nosotras debíamos arreglarnos para ir a misa, así que nos fuimos a la cama con nuestros hijos ocupando el lugar de nuestros maridos, al poco de acostarnos mi hijo me preguntó:
-          Mama ¿No te molesta que folle con la tía?
Yo le puse la mano sobre su polla y se la acaricié y mientras le respondí:
-          Para nada mi amor, me parece normal que mi niño folle con mujeres y que sea feliz y me encanta ser una de ellas, aunque espero que también salgas con chicas de tu edad, debes de encontrar una para casarte, Pero dime ¿solo te gustan las mujeres mayores o también las chicas de tu edad?
El me confesó que se sentía muy atraído por algunas por algunas mujeres de mi edad, como Pilar o la madre de Kelly, o la de Iván, pero también algunas compañeras de facultad, le anime a llevarlas a casa, mientras yo continuaba con mi mano en su polla que se había puesto durísima, él me dijo:
-          ¿Echamos el último de la noche mama?
Por supuesto acepté la oferta y poniéndome encima de él metí su polla dentro de mi coño y comenzamos a movernos hasta que se corrió. Después nos quedamos profundamente dormidos; nos despertamos sobre las nueve de la mañana, mi hijo me acaricio el coño y yo entendiendo que se trataba de comenzar el día con energía jajaaj, le deje hacer, de esta manera tuvimos el primer polvo del día. Cuando estábamos en eso, mi cuñada abrió la puerta, estaba cubierta por una bata y viéndonos así nos dijo:
-          Parejita cuando terminéis bajar a desayunar, Ernesto y yo nos hemos adelantado, jajajaj.
Me puse una bata de andar por cada y mi hijo un chándal, los chicos no iban air a misa, desayunamos, lo había preparado mi cuñada y nos subimos a nuestros cuartos a vestirnos mientras los chicos se quedaron en el salón, mi cuñada y yo llevábamos unas faldas por debajo de la rodilla, cuando ellos nos vieron aparecer lanzaron un silbido y mi sobrino dijo:
-          Viéndoos así dan ganas de ir al cementerio a hacerlo.
Salimos camino del cementerio, nos cruzamos con una vecina del pueblo que nos contó que dado que el tiempo estaba desapacible la misa no se celebraría en el cementerio sino en la Iglesia, nos dirigimos allí, entramos y vimos a Carmen que nos indicó con la mirada que tenía un hueco a su lado nos sentamos, la verdad es que Carmen estaba espectacular con unas medias negras de rejilla, a su lado estaba su hija Gema, no la había visto desde que las dos éramos niñas, me recordaba a su madre pero era un poco más rellenita, el sacerdote que decía la misa era joven, más de los que apetece pecar que confesar los pecados ajajaja, al salir de la Iglesia hablamos un poco con Gema, vivía fuera del pueblo y después volvimos a casa.
 Era la hora de comer y los chicos nos habían preparado la comida. Tras ello mi cuñada, sorprendiéndome dijo:
-          Es un poco pronto para irnos, así que vamos a echar el último
Y comenzó a desnudarse, pero dejándose las medias puestas, ya que los chicos nos pidieron follar así, parece que a los tíos les da un morbo especial, los demás la imitamos y mi cuñada dijo:
-          Sobrino, ayer no me la metiste por el culo, ni tu cariño, dirigiéndose a su hijo, no se la metiste a tu tía por ahí
Nos colocamos a cuatro patas en el suelo y mientras mi hijo daba por el culo a mi cuñada mi sobrino me lo hacía a mí, la verdad resultó fantástico, mi sobrino, gracias a mi jajaaj, se había echo un follador experto, que además se conocía muy bien mi culo, mientras mi hijo estaba volviendo loca de placer a su tía los dos se corrieron casi a la vez y nuestros culos quedaron llenos de leche.
Nos fuimos a duchar, y en esos momentos mi cuñada me dio un beso en la boca y me dijo:
-          Creo que los chicos deben de saber la verdad.
Y agarrándome de la mano me llevó hasta el salón, allí dijo:
-          Chicos mi cuñada y yo tenemos que contaros un secreto, desde hace algún tiempo, ella y yo de vez en cuando, hacemos cosas entre nosotras.
-          Mi hijo dijo, tía eso es fabuloso me encantaría verlo.
No les íbamos a negar nada a nuestros retoños así que, tumbándonos en la alfombra del salón, ella debajo y yo encima, comenzamos un apasionado sesenta y nueve, mi cuñada me lo chupo de una manera muy especial y yo sentí el suyo también con un sabor muy especial, de esta manera tuvimos las dos un orgasmo brutal en esos momentos nos dimos cuenta de que nuestros hijos tenían las pollas bien empalmadas, mi hijo se aproximó a su tía y mi sobrino a mí, mi hijo la dijo:
-          Tía nos la habéis puesto muy dura, ¿Volvemos a follar?
-          Claro que si cariño has convertido a tu tía en una puta incestuosa, así que lo menos que puedo hacer es dejarte gozar de ello, no estando tu tío en casa mi coño es tuyo y de tu primo, follame
Y se tumbó en el suelo mi hijo se puso encima de ella y la penetró. Mi sobrino hizo lo mismo conmigo, y así estuvimos hasta que se corrieron, cuando lo hicieron fuimos a lavarnos, al mirar al reloj del salón vimos que no podíamos prolongar nuestra estancia en el chalet, era el momento de volver a la capital.
El viaje transcurrió con normalidad, aunque con mi hijo acariciándome el muslo, mientras yo conducía y mi cuñada y su hijo besándose y tocándose, les dejamos en las cercanías de su apartamento y volvimos a casa. Mi marido me preguntó que tal la misa en el cementerio, le dije que no se había podido celebrar por el tiempo y el contesto.
-          Osea que habéis hecho el viaje a lo tonto

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