Cogiendo con una escort brasileña

Hola, espero que les guste mi tercer relato.


No suelen llegar muchas chicas de Brasil a cancún, y por experiencia se que coger con una brasileira es un 80% de probabilidad de buen sexo, así que cuando vi que esta chica estaba anunciada, no lo pensé dos veces y la contacté. Hablaba muy poco español, así que me dió la información mínima, y con eso nos pusimos de acuerdo. Cuando llegué a su departamento bajó a abrirme envuelta en una bata de seda, se podía adivinar que la ropa interior que traía era breve, ya que al ir subiendo las escaleras rumbo a su departamento, me regaló uno de los upskirts más divinos, con una tanguita negra que le dividía la nalguitas. En aspecto, he de decir que las fotografías se quedan cortas con su belleza y el cuerpazo que tenía.

Le pido que me de oportunidad de darme un baño rápido, para quitarme el polvo de la calle y refrescarme. Aproveché para colocarme un juego de ligas que me gusta usar para apretarme los huevos y la verga, al salir, Annie ya se había despojado de la bata y esta acostada en su cama, luciendo su ropa interior Victoria secret, me acerque y comencé a besarla por la espalda, sus labios, el cuello, iba bajando lentamente hasta llegar a sus senos, con su ayuda le quite su brassiere y comence a besarle sus tetas, que tenían unos piercings; poco a poco fui bajando hacia su vientre mientras la besaba y la acariciaba. Justo cuando estaba a punto comenzar a lamer sus labios, me dijo: no quiero que me pases la lengua en mi vagina porque no quiero infección. Le dije ok, pero si puedo darte besos alrededor?, pregunte, a lo que contestó que si; en ese momento eso se convirtió en un reto para hacer que ella me pidiera que le comiera la panochita como se debe. 

He de decir que para mí, comer panochita es lo más rico que puedo experimentar antes de penetrar a una chica, no me gusta meter la verga en una panochita que antes no lubrique con mi lengua, además de que lamer los juguitos que brotan entre esos labios, es el premio que uno disfruta despues de excitar a la mujer como se debe.
 
Comencé a darle pequeños besos alrededor de su pubis y en las piernas, para hacer una pequeña presión encima de su clítoris. Poco a poco pude ir sintiendo como su respiración se volvía más agitada y se excitaba cada vez más,  estaba disfrutando el cachondeo. Mi siguiente objetivo fue con la punta de mi lengua tocar el botoncito rosa de la punta del clítoris, para intentar humedecerlo; estuve haciendo ese trabajo durante un tiempo hasta que sentí como ella comenzaba a subir su pelvis cada que mi lengua tocaba su pequeño botón, al mismo tiempo comencé a sentir una lubricación proveniente de su vagina. Me aventure a lamer más abajo de su pequeño botón, dando unos lengüetazos a sus labios externos para esperar su reacción, mientras esperaba, mordía y succionaba su botón erótico, el cual ya estaba bastante inflamado; alternaba ese movimiento con una suave pero firme presión que ejercía con mis labios, al mismo tiempo is manos se daban un agasajo acariciando sus nalgas y sus piernas, ya que la chica tiene un cuerpazo producto del ejercicio. Continue con ese movimiento y esa presión sobre su clitoris que ya se sentía muy hinchado, dando pequeños lenguetazos hacia la union de sus labios, al mismo tiempo ella aún se empeñana eb cerra sus piernas evitando que yo hundiera toda mi cara en su pelvis.

Conforme besaba y daba pequeñas lamiditas, sentí que la presión en las piernas cedía y como su vientre era levantado hacia mi, a partir de ahi comencé a aventurar mi lengua y mis labios alrededor de sus labios mayores, hasta que finalmente di una larga lamida abarcando ambos labios, probando su lubricación, en ese momento abrió completamente sus piernas y empujó mi cara entre sus labios; a partir de ahí supe que había ganado y que podía comer su panochita a placer, por lo que me dedique a probar, lamer, besar y succionar toda su humedad, mientras ella gritaba de placer. Su sexo era mío y podía comerlo como quisiera, ella estaba bastante excitada, con sus manos hundia mi cara entre su ingle, mi lengua se movía rapidamente, chupaba su clítoris, lo presionaba, introducía mi lengua en su vagina, succionaba sus labios, para después juguetear en sus bordes externos, causando una excitación que estaba haciendo escurrir esa vagina; con la punta de la lengua tanteaba cuanta humeda se acumulaba y cuando sentía que estaba escurriendo, bajaba a chupar y hundir toda mi cara entre sus labios, repetí esa estrategia varías veces, hasta que sentí como retuvo mi cara e hizo que me pegara a sus labios todo lo que pude, hundí mi lengua en su vagína y con mi nariz presione su clitoris, ella me regaló un orgasmo riquismo, húmedo, fuerte con sus piernas tensas.

Despues de que se relajó, me tocó el turnó a mi, me puse el condón y la llevé a la esquina de la cama, ese lugar me encanta porque puedo controlar la forma en que realizo la penetración, yo permanezcí de pié mientras la colocaba boca arriba sujetando sus rodillas, las abrí lentamente y comence a tasllar la verga entre los labios de su vulva, la cual estab super lubricada, lentamente coloque la cabeza del pene en la entrada de la panochita y lo fuí deslizando de a poco, al mismo tiempo con mis dedos y saliva le daba un masaje a su clítoris, hasta que la penetré totalmente y comencé el movimiento ritmico metiendo y sacando la verga, así duramos un rato, para despues cambiar de posición, ella se coloco en 4 y me regaló una de las mejores vistas de su culito y su panochita; aproveche para volver a probar esa vulva húmeda y bien lubricada, y de paso lamer ese culito. Comence a cogermela de perrito con penetraciones lentas, disfrutando el ver como mi verga entraba y salía de esa panochita, cada que salía venía impregnada de su lubricación, la cual toma y paladeaba en la boca, con una consistencia espesa y pegajosa; despúes de un rato de estar acariciando sus nalgas y tomarla de la cintura para metersela, pasó lo que tenía que pasar y tuve una de mis mejores venidas, no recuerdo si ella se vino de nuevo pero me dijo que la había dejado muy satisfecha.

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