Sabalero el final

Aún no reaccionaba a mi respuesta, una mezcla de excitación y lujuria me habían llevado a admitir que el esposo de Cristina viniera a vernos cojer. Ya está, no podía desdesirme…Ella seguía metida entre las sábanas y había dejado el celular a un costado…pude ver qué me observaba mientras yo intentaba aparentar tranquilidad…me acerque a la cama, me senté a su lado y la bese sin otro ademán…me correspondió, seguimos por unos minutos dispensandonos caricias como dos enamorados, algo tan lejano para dos personas que solo se quieren cojer y satisfacer sus instintos más básicos. Vamos a pedir algo de tomar?... pregunté.- una botella de vino sería lo más apropiado, indicó la dama, podríamos compartirla…pedí tres copas corazón.- ordenó. Atendí de inmediato el pedido y me comunique con la recepción. Pasaron varios minutos en dónde Cristina hizo arreglos a su imagen vestida solo con un toallon envolviendo su cuerpo, yo me dedique a ver la noche desde el ventanal…mentira intentaba ver quién era Enrique antes de que entrara al hotel. Sonó el teléfono de la habitancion, atendí.- Señor tengo su pedido en la recepción.- imaginé que era el vino.- se lo subimos o lo sube el Sr Enrique? Acaba de llegar? Que lo suba el por favor, indique.
Cristina se asomo del baño.- ya llegó? Pregunto, .- está subiendo.- le respondí. Tres suaves toques en la puerta anunciaron su llegada, me dispuse a abrir, un hombre de casi mi altura, entrecano, bien mantenido, vestido con una chona salmón y pantalones pinAdos azul,portando una botella de Rutinni en una mano y tres copas en la otra, me dispuso una sonrisa amigable seguída de.- me van a dejar entrar? Estoy invitado a esta fiesta??? Y avanzo…Cristina se acercó y le clavo un beso con lengua incluida…yo solo los miraba e intentaba asimilar lo amigable de la situación… dejo las copas y el vino en la mesa…se sentó en una de las sillas muy cómodamente, de forma distendida, casual diría. Cristina se acercó y se tomó la tarea de destapar el vino mientras Enrique se dirigió a mi.- bueno contame, que te parece esta belleza? Obviamente refiriéndose a Cristina. .- una diosa gregoriana.- atiné a adjetivar. Entiendo que aún no cojieron no? Pregunto dirigiéndose a Cristina. .-No…hubo chape pero no cogimos, queríamos esperarte a vos mi vidaaa.- A esta altura me sentía el condón de un polvo al azar, pero ya estaba en el baile…así que a bailarrr..- bueno brindemos y que arranque la fiesta,- propuso Enrique. Tres copas a medio servir, un Rutinni al clima…y una trieja de maduros a punto de prender fuego la madrugada Santafesina. 
Acto seguido Enrique volvió a sentarse dispuesto a disfrutar de un espectáculo para pocos. Cristina le tomo de la cintura y retrocediendo me llevo al borde de la cama justo frente a la mirada morbosa que Enrique nos dispensaba. La dama se ocupó de quitarme la remera y jugar con mis tetillas mientras besaba mi pecho con la firme intención de ir bajando de nivel. Entre beso y beso miraba a Enrique de costado, el le prestaba toda su atención. Ella seguía bajando hasta que en cuclillas frente a mi bulto, se dispuso a bajarme el boxer…está vez no había una pija dura, estaba erguida pero aún no dura, la situación ayudaba a qué esto fuera así..a Cristina parece no haberle importado…beso suavemente toda la zona y luego paso su lengua por cada rincón y comisura de la zona…reconozco que en un par de ocasiones intenté mirar a Enrique para ver su expresión pero me inhibia el poder cruzar la mirada con el y que esto no fuera satisfactorio. En un solo instante Cristina se llevo a la boca mi pija así flasida pero caliente, la metió entera y se dispuso a llenarla de saliva caliente pintarrajeada con una lengua hábil y suave. No tardó mucho en ponerse dura…muy dura, esto hizo que Cristina esbozaba un gesto de satisfacción y  Enrique se entusiasmaba con el resurgimiento de una pija con ansias de cojer.
La felatio que la dama me estaba dando, se intensificó, sumó su mano para hacer que se sintiera más firme, su otra mano escarbó entre mis nalgas y jugo en mi culo…eso me calentó aún más…en un momento pude observar que esa mano había dejado mi culo y se había trasladado a su concha, dónde frotaba suavemente su clítoris tras del toallon que había caído al suelo y había dejado desnudo un cuerpazo impresionante.
Enrique disfrutaba del espectáculo, miraba Cristina admirado, me veía a mi como parte del decorado, útil pero decorado. 
Acto seguido ella se incorporo y me llevo a recostarme en la cama con mis piernas colgando de ella…se subió sobre mi, me agarró la pija y se la metió en una concha que muy pocas veces sentí, una concha húmeda, caliente y apretada, tenía la habilidad de contraer los músculos vaginales haciendo que mi pija sintiera todo. Un espectáculo que Enrique disfrutaba mucho, tanto que sentí ruido de cierre y cinturón, lo cual me indico que algo con su ropa estaba haciendo. 
Cristina me cojio literal durante un buen rato, gozo sentada sobre mi…se acaricio los pechos…gimió…me comió la boca y lamió sus pezones, tenía una tetas que permitían que ella misma de mimara con la lengua.
Al cabo de un rato se dió vuelta, la misma posición pero de espaldas a mi y mirándolo a Enrique, retomo la performamce y volvió a cojerme…está vez podía ver su terrible cola y como mi pija entraba en su concha, está vez el espectáculo era solo para Enrique. Escuchaba como la alentaba a seguir, y ella le decía como gozaba…- mira como me lo cojo bebe.- me lo estoy cojiendo para vos papá.- el solo aprobaba diciendo.- si nena, si…cojetelo.-
Al cabo de unos instantes Cristina decisio cambiar el escenario y nos pusimos en posición de perrito frente a Enrique y volvimos a empezar, está vez pude ver a Enrique mientras me cojia a su mujer…él había pelado una buena pija, y se masturbaba mientras disfrutaba del espectáculo. Ya llevábamos un rato cogiendo y la dureza y calentura se mantenía. Cómo los actos de una obra de teatro, al cabo de unos minutos, Cristina volvió a cambiar de posición, viviendo a la posición inicial, yo recostado con mis piernas colgando, ella sobre mi cojiendome pero está vez y más allá de no poder ver lo que enderredor de la habitación estaba pasando…sentí que algo ejercía más peso sobre la cama. Está sensación vino acompañaba de un impase de Cristina en sus movimientos, se quedó por unos segundos apoyada en mi pecho y quiera, no me bombeaba, pero aun mi pija estaba adentro de su concha, la dureza hacia que se manteníera firme dentro de ella…senti que movimientos ajenos a nosotros dos se sentían sobre el colchón, entonces pude ver por sobre el hombro de Cristina la figura de Enrique que se acomodaba detrás de ella…entendí enseguida que esto se trataba de una doble penetración. Unos segundos después Cristina empezó a moverse otra vez pero ya que una desincronizacion en los movimientos indicaba que dos pijas estaban dando placer a la Dana.
Ahora los gemidos fueron eran impetuosos y los espasmos de placer más sostenidos, definitivamente Cristina era la dios griega que a este punto se bancaba dos pijas a la vez sin temor a no estar a la altura y Enrique se mostraba más activo de lo que había aparecido en un principio.
Obviamente tanta calentura, tanto frenesí, tanta exitacion tiene su consecuencia y la mía estaba a las puertas de salir expulsada en una acabada importante, así que como caballero di aviso que estaba pronto a acabar, a lo cual ambos respondieron rápidamente suspendiendo toda actividad…Enrique se paró dejando que Cristina se pudiera arrodillar entre él y yo y mirándonos a ambos nos pidió que le acabarnos en la cara…yyyy así fue…le acabamos ambos en la cara dejándola satisfecha de la tarea concluida.


Sabalero el final

1 comentario - Sabalero el final

jagger206 +1
excelente!!! felicitaciones!!!! Muy buen relato!!! +10