Primeros pasos hacia mis cuernos 11

Primeros pasos hacia mis cuernos 11

Y empezamos una época en la que yo solía estar presente en todos sus encuentros, fue teniendo varios amantes, un par de alumnos de Carlos de la facultad, conocidos ocasionales, pero uno de los eventos que fue diferente, entre otras cosas porque fue en nuestra casa también, fue el reencuentro con Joao, este es un empresario exitoso, había estado fuera del país por un largo tiempo y a su regreso quería vernos en nuestra casa, Ceci, estaba excitadísima pero también nerviosa, no era el tamaño del aparato de Joao, era esa sensación que él le transmitía, realmente le provocaba un deseo y atracción diferente al resto, yo participaba bien desnudo o con ropa, según cual fuera mi preferencia, no había vuelto a usar ese aparatito que en realidad fue solo para ese primer encuentro con Carlos en nuestra casa. Ceci se había vestido con el vestido de la fiesta con unos zapatos de taco blancos, taco aguja, estaba deliciosa, los aros que yo le había comprado para nuestra boda, nos sentamos en el sillón a esperar, él nos había mandado un buen vino, quería que brindáramos con él, yo no lo conocía todavía, cuando fui a abrir entendí realmente a que se refería Ceci cuando decía que le daba un poco de miedo, transmitía un aire fuerte, casi autoritario, y todavía no había escuchado su voz que como pronto descubrí, era muy grave, profunda. Me extendió la mano
-Hola, como estás… sabes quién soy claro… no se tu nombre… -le dije mi nombre y me excuse diciéndole que iba a la cocina a buscar el vino, volví con tres copas, Ceci se había puesto de pie y se besaban muy suavemente en el medio del living. Nos sentamos, brindamos, nos contó aventuras de sus viajes, los dos estábamos fascinados con historias que nos contaba, había traído un paquete, eran un montón de conjuntos de ropa interior que quería que Ceci, desfilara para él.
-A cada lugar del mundo que viajaba, buscaba en los lugares que habitualmente visito estas ropas, y las compraba pensando en dártelas… en ver cómo te quedarían… si le harían honor a tu cuerpo –sin que le dijera nada ella se fue al cuarto y empezó a probarse distintos conjuntos de ropa interior, los dos estábamos sentados tomando vino de nuestras copas, el me hacía comentarios sobre lo bien que le quedaba tal o cual ropa, cada vez me ponía más caliente.
-Si… este es como pensé… mirá como se le notan las aureolas de los pezones… esa transparencia es deliciosa… -ella hacía poses sensuales para nosotros caminaba modelando realmente los conjuntos. Estaba deliciosa, los dos estábamos embriagados y no por el vino. En otro paquete había una falda roja muy corta, y unas medias de red blancas, que le llegaban hasta medio muslo, siguió con los zapatos puestos, le pidió que se las pusiera y se acomodara en el sillón arrodillada hacia el respaldo,
-Mostranos esos hermosos atributos que tenes…
Era una falda muy corta, ni bien se arrodillo nos dio una excelente vista de sus partes, no tenía ropa interior ahora, ella estaba muy excitada, el me pidió permiso para pasar al baño, cuando volvió estaba desnudo, una mirada furtiva de Ceci fue hacia su miembro que ya estaba totalmente erecto. Notaba la excitación de ella, todos estos juegos previos la habían puesto muy caliente. Se arrodilló detrás de ella y le separó los glúteos con sus manos empezando a chuparla, los dos tuvieron como una especie de quejido, le tomó una de sus piernas y la separó un poco más, para que quedara más abierta, fue un movimiento brusco, me pareció que a Ceci le gustó. La atrajo un poco más hacia el borde, quedó más expuesta, trataba de ocultar su cara contra el respaldo del sillón, se tapaba la cara con una mano. Le agarró fuerte los glúteos con sus manos, que se veían bien fuertes y los separó bien, los quejidos de Ceci aumentaban mientras él aceleraba la mamada que le estaba dando, se puso de pie, puso el pie izquierdo al costado de Ceci y la penetró de una, un gutural quejido de placer salió de su boca al penetrarla, y Ceci aceleró el ritmo de sus quejidos, la aplastó un poco más contra el sillón, noté una mancha de los jugos de Ceci que habían caído en algún momento sobre el sillón, le dio un par de fuertes cachetazos en sus nalgas, se salió de ella, cuando ella se tiró para atrás para acomodarse, la penetró directamente, los dos emitían quejidos todo el tiempo, la excitación de él era mayúscula. Volvió a cachetearle la cola, ella había quedado medió en diagonal arriba del sillón, él ahora la sacaba y la volvía a meter bien a fondo, sacándole un profundo gemido cada vez que lo hacía. La metió después de nuevo y la estuvo bombeando bastante tiempo, le apretó el cuello con su mano izquierda aplastándola contra el sillón y se acercó, le hablaba suavemente en el oído, no sé qué le decía, ella gemía cada vez más. Ella quedó ahora acostada sobre el sillón a lo largo y sus piernas empezaron a temblar, estaba clavada contra el sillón y obviamente estaba teniendo uno de esos orgasmos que la conmueven profundamente. Cada vez que la serruchaba era un concierto de gemidos, de a ratos se salía y separaba sus glúteos para mirar sus agujeritos. Pararon un poco, ella quería tomar algo, volvimos a beber vino, él se sentó desnudo en el sillón, se dio un par de toques para ponérsela bien dura de nuevo, ella se arrodilló al lado de él en el sillón, yo tenía un primer plano de su culo delicioso, ella le acarició el pecho y lo beso, se estuvieron besando un largo rato, ella se levantó y le pidió que se acomodara más al centro del sillón, acomodó ambas piernas a los costados de él y bajo lentamente, su miembro entró sin que nadie lo guiara, los dos tuvieron un fuerte quejido al sentir la penetración. La abrazo bien fuerte y se besaban gimiendo, en un momento hizo que ella dejara de moverse, supuse que estaría cerca de llegar y no quería hacerlo todavía. Le chupaba los pechos suavemente mientras la abrazaba la espalda muy fuerte, alternaba entre besarla y chuparle los pechos, empezó a cogerla de nuevo moviéndose él ahora desde abajo, como podía, los dos se quejaban, el cruzó sus dos brazos a la altura de los omoplatos de ella apretándola contra él, no supe si había llegado, pero si Ceci que se clavó bien fuerte contra él, Ceci se quejaba con una especie de quejido mezcla de placer y agradecimiento me pareció, dejo de abrazarla y llevó sus manos a su culo, le dio una suave cachetada con ambas manos. Ceci no paraba de gemir, supuse que él había llegado o estaría llegando ella estaba en ese estado en que su orgasmo se alarga, parece terminar pero sigue, extasiada. Dudaba sí él había llegado porque no se salía y volvía a clavarla contra él, ella seguía gimiendo, él le separaba los cachetes de a ratos dándome un primer plano de su ogete y el miembro de él que seguía clavado dentro de ella, ella seguía moviéndose suavemente sobre él, su cabeza caída sobre el hombro derecho de él, relajada, entregada, se la veía tan plena. Se fue incorporando sobre él y le dio varios besos, los dos sonrieron, ella seguía gimiendo todo el tiempo. Más suave pero seguía. Ella se levantó un poco más y vi claramente como el semen de él corría por su miembro llegando hasta sus bolas y manchando el sillón, era abundante la corrida, él debía estar cerca de los cincuenta ya, me asombraba la cantidad de semen que salía, se salió pero no del todo, su cabeza aún jugaba con los labios de su cosita sin dejar de estimularla y hacerla gemir, me sentía morir de celos, había sido un encuentro tan distinto a los habituales, demasiado romántico, con el hombre con el que yo pensaba que iba a ser algo más salvaje o animal. Fueron juntos a bañarse, realmente me sentía celoso.


3 comentarios - Primeros pasos hacia mis cuernos 11

sebafran2011 +2
Que buen relato me encantaría conocer a tu mándame mensaje por privado que no puedo
JCGL77 +1
Ya espero la siguiente partes 👍
Casadobi2023 +1
Uufff que celos...solo disfrutar....vann10