Acostados

Con Mercedes nos conocimos por acá, hace unos años ya, coincidimos en gustos, deseos y lo que uno podía brindarle al otro... y lo que me encendió del todo en las conversaciones previas al primer encuentro fue un comentario de ella: "me vuelve loca que me soplen la nuca" La cuestión es que lo que complicaba el encuentro es que ella es de Carlos Paz, y debía encontrar una excusa para venir a Córdoba, y se dió que tenía que buscar un catálogo en un mayorista de lencería, así que arreglamos para una mañana, encontrarnos en el centro. Petisa, rellenita, hermosas gomas y terrible culo... todo eso pude por fin apreciar cuando la ví venir al auto, subió y salimos para el telo... una vez que estacioné en la cochera la besé, mal, terrible chape nos pegamos... veníamos con calentura acumulada y la comenzamos a liberar ahí... una vez en la habitación, se desató la danza de lenguas, manos, caricias, besos... nos fuimos sacando la ropa con las bocas pegadas, la tiré a la cama y le comencé a besar las lolas, el vientre y llegué a su conchita recién depilada, donde me instalé por un buen rato hasta arrancarle un par de orgasmos y me pidió por favor que pare, que le tocaba a ella, entonces subí hasta su boca para volver a besarla, y fue ella quien agarró mi pija para besarla y chuparla, lo hizo con ternura, con delicadeza, casi con amor.. hermosa mamada me pegó... luego, como adivinando que si seguía le iba a llenar la boca de leche, comenzó a subir hasta mi pecho, me puso un forro y se sentó sobre mi verga y empezó a cabalgarla... suavemente primero y con energía luego, giramos, estaba encima de ella, meta que te dale... volvío a estar encima mío y empecé a hurgar su colita con mi dedo... no me olvidé ni por un momento su frase "me vuelve..." , hice que se bajara y se pusiera boca abajo, le fuí besando las piernas desde abajo por atrás, subiendo despacio, llegué a su asterisco donde me entretuve un buen rato para aflojarlo y cuando consideré que ya estaba a punto, seguí subiendo por su espalda hasta llegar a su nuca, le corrí el cabello y al tiempo que mi pija entraba en su culito, le besaba y soplaba la nuca... se transformó... comenzó a gemir y gritar de placer, a empujar para atrás con sus nalgas para que la penetración fuera más profunda, no me quiero equivocar, pero debo haber estado unos 15/20 minutos culeándola... hasta que llené el forro de leche... "quedate quieto" me dijo, dejala dentro... hasta que sola se salió mi pija de su canal... "Esto tenemos que repetirlo otro/s dias" fueron sus palabras, a lo que le respondí "las veces que quieras"... fué el primero de varios encuentros que ya iré contando