Diplomacia con en el bosque - Diario 1

Me presento, me llamo Mavus de la ventisca y soy explorador del reino de Ursus, al norte en los paramos helados y escribo estos diarios para dar testimonio de mi mas reciente asignación, forjar una alianza con los elfos del bosque al suroeste, ya que es la zona de mas fácil acceso al reino, se me envía solo para no levantar sospechas de los reinos vecinos, y solo me acompaña mi fiel lobo gigante Klija, hace 3 días que partí de mi hogar y ya me encuentro en las cercanías del bosque y ya tuve mi primer encuentro con una elfo del bosque, se llama Inalieth y se encuentra actualmente conmigo en el campamento.



Ocurrió esta mañana al explorar el perímetro del bosque, ella se encontraba sobre un árbol acorralada por un grupo de 3 trasgos, menos mal no se trataban de animales del bosque ya que estos elfos evitan el daño a las criaturas del bosque y eso hubiera dificultado la diplomacia, así que después de acabar con la amenaza la ayude a bajar del árbol, debo de decir que ya sin peligro pude notar cuan hermosa era, de pelo negro y que caía hasta sus hombros, con ropa muy pegada, casi desnuda y que no tenia ningún arma y solo una canasta con algunas plantas y frutos.





<¿Te encuentras bien, tienes alguna herida?> pregunte a la aun angustiada elfa en mi mejor élfico que pude pronunciar, mi sorpresa fue grata al oír su respuesta <Solo me torcí un pie mientras subía al árbol, fuera de eso me encuentro bien viajero, puedes llamarme Inalieth, muchas gracias por la ayuda>, me contesto en una fluida lengua común.

No esperaba que supiera la lengua común ya que se conocen a las tribus élficas del bosque por ser aislados y no tener muchas alianzas afuera de sus bosques.





<Tengo que agradecerte por lo de antes, pero me temo que debo pedirte otro favor viajero> continuo hablando mientras avanzaba claudicante por el dolor de su pie derecho <¿Podrías proporcionarme un poco de atención medica, no puedo regresar a mi aldea en estas condiciones>, me dijo con una cara de suplica con una cara tierna mientras se inclinaba hacia mi.



Tenia suficientes provisiones en mi campamento además de que se encontraba en un lugar seguro, ahí podría atenderla y seguro que ayudaría con las futuras negociaciones con los elfos <Por supuesto que si, mi campamento esta cerca, deberías subir en Klija para que no te lastimes mas- dije señalando a mi loba quien felizmente se agacho para permitir que se subiera a sus espaldas.



Una vez en el campamento me apresure a atender su lesión y posteriormente a preparar algo de alimento, mientras platicamos acerca de las situaciones que nos llevaron a nuestro afortunado encuentro, siendo ella una aprendiz de exploradora que perdió sus armas al bañarse en un arroyo cercano al ser emboscada por esos trasgos, llegando así la puesta de sol y para mi sorpresa cuando me di cuenta ya se había retirado la poca ropa que tenia y se encontraba mostrándome y frotando sus pechos frente a mi.





<¿Que haces, porque...?>, dije antes de ser callado por la elfa de forma subita <Te dije que tenia que agradecerte tu ayuda, ademas definitivamente puedo ayudar con las relaciones con tu reino, puedo guiarte al pueblo de una de las sacerdotisas que forma parte del circulo de sabios si me ayudas a recuperar mis armas y equipo> dijo mientras dejaba de tocar sus pechos y abria las piernas para dejar ver su ya humedo sexo.





No hay forma que alguien se pueda negar a tan generosa ayuda y aun mas grata recompenza, asi que prosegui a desprenderme de mis ropas y armadura, asi ella empezo sin dilacion a succionar con hambre mi miembro totalmente duro <Tres dias sin ninguna mujer es mucho tiempo>, dijo antes de meterla hasta su garganta, atragantandose en el proceso, siguiendo por unos minutos, hice un silvido y una seña a Klija para que vigilara de amenazas mientras nos entreteniamos.





<Parece ser que no soy el único que ha pasado tiempo sin desahogarse>, dije agarrando su cabello para meterla lo mas profundo posible en su garganta, a lo cual ella sin pelear dejo que entrara todo, seguía mamando y solo paraba para poder respirar <Nunca había conocido a alguien de fuera del bosque, no voy a dejar ir la oportunidad>, dijo mientras frotaba su vagina húmeda con una mano y la otra frotando mis testículos o mi verga dependiendo de que estuviera en su boca en ese momento, hasta que termine en su boca y cara.





<Que delicia> dijo mientras se retorcía levemente al terminar con su orgasmo ella poco después, <Debemos estar alerta, aquí no es seguro para continuar con tal diversión>, asentí, al estar también satisfecho por el momento <Debemos descansar un poco y prepararnos, a primera hora marchamos por tu equipo y luego a tu aldea para reabastecernos>, dije mientras me equipaba mi armadura y armas listo para cualquier peligro.



El resto de la noche fue tranquila turnándonos mi loba y yo la guardia de la noche, hasta que llego el amanecer, así pues desperté a mi invitada y procedimos a levantar el campamento para ir a donde había perdido su equipo, encontrado sus provisiones vacías y con rastro de animales alrededor, su armadura, un arco, su carcaj lleno de flechas y una daga <Esto es lo que quedo, menos mal mi equipamiento permanece intacto>, dijo mientras se preparaba para partir.





Su pueblo de origen era cercano apenas unas horas de caminata lo encontramos, ahí pude ver muchas mas elfas hermosas y unos cuantos elfos, notando que eran mas mujeres que hombres y dando se cuenta de que iba a preguntar dijo <nuestra raza es mayormente mujeres, los pocos hombres que hay son solicitados para cuidar los bordes del bosque que representan mayor peligro, vamos a reabastecer provisiones y descansamos en mi casa antes de partir a ver a la sacerdotisa- dijo tomándome del brazo y guiándome por el pueblo consiguiendo las provisiones y posteriormente llegando a su cabaña.





En cuanto entramos cerro totalmente la puerta, dejo las provisiones en su mesa y empezó a desnudarse frente a mi, sin dilación y entendiendo el mensaje hice lo mismo, quedando los dos desnudos frente a su cama al ras del suelo, me acosté y ella empezó a chupar y lamer mi verga de nuevo, pero solo un poco para humedecerla lo suficiente para poder montarme, a lo cual ella se subió y de forma rítmica sentía como apretaba sus paredes alrededor de mi verga <Vamos nalguéame, hazme gozar> decía mientras sentía sus fluidos escurrir en toda mi virilidad.









La agarre del cuello y de su cabello mientras empujaba fuerte y rápido mientras gemía y chillaba abrazándome, podía sentir sus uñas clavándose en mi espalda, pero eso solo incrementaba el deseo y el placer, continuamos un rato mas hasta terminar, posterior a lo cual ella se levanta, me muestra su trasero separando sus nalgas <La próxima vez quiero hacerlo por aquí> dijo antes de acostarse en el suelo luciendo su cuerpo perfecto.







La historia continuara en la siguiente entrada del diario, muchas gracias por leer.